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jueves, 20 de junio de 2019

[ARCHIVO DEL BLOG - 2008] Eufemismos




Viñeta de Forges


El Diccionario de la Real Academia Española define "eufemismo" (del lat. euphemismus, y este del gr. εὐφημισμός) como manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante. El lenguaje está lleno de eufemismos, pero el lenguaje de los políticos no es que esté lleno de ellos, es que no saben hablar de otra manera... Eso, los que saben -que son minoría-, porque la mayoría, simplemente, confunden la velocidad con el tocino y los miembros con las miembras... Perdone, señora ministra, la reiteración. Le prometo que es la última vez...

Delicioso el reportaje de Javier Rodríguez Marcos en El País de hoy sobre los eufemismos en el lenguaje. Merece la pena leerlo con detenimiento. Y disfrutarlo...



Escudo de la Real Academia Española


"En español se dice crisis", por Javier Rodríguez Marcos

El Gobierno "desacelera", el PP acoge "distintas sensibilidades" y Juan José Ibarretxe se pone positivo con su "derecho a decidir". La cosmética se extiende en política para disfrazar la realidad

Vivimos en el tiempo del maquillaje. El Gobierno llama desaceleración a lo que la humanidad vive como crisis, y el PP no ve más que distintas sensibilidades donde todo el mundo ve tendencias enfrentadas. Detrás de cada eufemismo hay un tabú indeseable y, por tanto, impronunciable. El lenguaje de la política siempre ha estado lleno de unos y de otros, como si las palabras pudieran neutralizar la realidad que se niegan a nombrar.

El pesimismo no crea puestos de trabajo. Está por ver que los cree el optimismo. El vocabulario político trata siempre de mostrar el vaso medio lleno, pero en los últimos años el ambiente se ha llenado de sintagmas de buen ver como conducciones de agua, soluciones habitacionales o derecho a decidir. Por no hablar de clásicos como impuesto revolucionario o regulación de empleo. La cosmética verbal se extiende.

Los lingüistas definen tabú como la palabra que un hablante evita por motivos religiosos, supersticiosos o sociales. Pero la venenosa realidad tiene un antídoto, el eufemismo (del griego eu -bien- y pheme -modo de hablar-). En su clásico Diccionario de Términos Filológicos (recién reeditado por Gredos), Fernando Lázaro Carreter proponía varias causas para explicar su uso: el deseo de adaptarse a una circunstancia en la que la palabra resultaría plebeya (cabello por pelo, seno por pecho); el ennoblecimiento de la persona (profesor por músico); la cortesía (que resulta en fórmulas de "dudoso gusto" como "su señora" por "su mujer"); o la necesidad de atenuar una evocación penosa. Esta última causa ha modificado términos supuestamente negativos y ha originado la inflación de vocabulario políticamente correcto: el ciego es invidente, el inválido, minusválido o discapacitado. Sin olvidar que Barack Obama puede ser para unos negro y para otros, afroamericano. Y para casi nadie, mulato, palabra en desuso en tiempos poco dados al matiz.

El eufemismo, con todo, no es más que uno de los muchos medios de la lengua para renovarse. De algunos ni siquiera recordamos que lo son y que tienen origen en un tabú. Igual que nadie repara en el ojo de la aguja o en los dientes de la sierra como las metáforas (gastadas) que son, casi nadie es consciente de que, por ejemplo, para nombrar la mano izquierda el castellano usó una forma vasca (ezker) para orillar las connotaciones "siniestras" derivadas del término latino "sinister". Su pareja "dexter" no tuvo problemas para evolucionar a "derecha". Hasta no hace tanto, a los zurdos les tocó padecer una superstición que supuestamente se remonta al mal augurio que suponía que las aves volasen a nuestra izquierda o al hecho de que Judas fuese zurdo. Y pelirrojo, algo que también generó desvaríos supersticiosos. Como decía el clásico, el lenguaje no se inventa, se hereda.

"El eufemismo es un mecanismo imprescindible, no una anomalía", subraya José Antonio Pascual, miembro de la Real Academia Española y experto en lexicografía. "Sirve para limar las asperezas de la lengua. Sólo hay que ver cómo ha evolucionado el lenguaje escatológico. Cuando se reguló la eliminación de aguas fecales, en las casas se le reservó el nombre del mejor espacio, el retrete, literalmente, lo más retirado. Decir papel higiénico, por ejemplo, es muy poco preciso, pero se trata de evitar la grosería. Todos agradecemos que nos saluden en el ascensor".

De hecho, al académico le preocupa más el disfemismo, que busca el efecto contrario al eufemismo eligiendo la expresión más ruda. El eufemismo, recuerda Pascual, es un mecanismo similar al que hizo que cambiara el color de los uniformes de la policía nacional. Los grises del franquismo mudaron de color durante la transición para vestir de marrón. Y cuando se convirtieron, según la expresión popular, en maderos, pasaron a hacerlo de azul. "La policía ha perdido muchas de las connotaciones que tenía. Ya no da miedo a nadie... salvo en Coslada", concluye el catedrático de Lengua.

Con todo, el propio Pascual advierte de que los eufemismos son como las tijeras. Su bondad depende del uso que se les dé: "Si los usas de forma inmoral, en lugar de facilitar la comunicación aumentas la confusión". Es lo que suele pasar en el juego político, donde un exceso puede rozar la manipulación: "Las palabras tienen un halo connotativo muy fuerte. Por eso el Gobierno abandonó la palabra trasvase, que se había cargado de negatividad". Antes de que la lluvia lo hiciera innecesario, éste recibió toda una colección de denominaciones con más meandros que el Ebro destinadas a negar la evidencia: desde captación-transferencia-traslado-aportación puntual de agua hasta conducción de caudales, pasando por interconexión temporal de cuencas hídricas o conexión de sistemas dentro de la misma demarcación hidrográfica.

Solucionado el abastecimiento de Barcelona, el otro gran tabú gubernamental es la palabra crisis, oficialmente desaceleración (aunque por momentos se nos conceda que acelerada). En 2000, el actual presidente de la agencia Efe, Álex Grijelmo, publicó La seducción de las palabras (Taurus), un libro sobre la manipulación lingüística en el que se analiza cómo funciona un término tan caro a los tecnócratas y tan extraño al común de los hablantes, que nunca desaceleran; como mucho, frenan. "El prefijo negativo des", explica Grijelmo, "se hace acompañar aquí del término positivo acelera, en otro ejemplo de contradicción seductora, alterando la percepción del concepto para embaucar a los electores. Así, creemos que la economía llevaba una marcha positiva muy acelerada, y que por eso no importa que pierda velocidad". Efectivamente, la combinación de prefijo negativo y término positivo es todo un clásico en la construcción de eufemismos: los que antes eran pobres ahora son desfavorecidos, y los libros que antes estaban agotados ahora aparecen como no disponibles.

Se atribuye a Talleyrand la ocurrencia de que el lenguaje le ha sido dado al hombre para que pueda ocultar el pensamiento, una idea que retrata tanto al hábil político (y ex obispo) de la Francia posrevolucionaria como a los de su gremio. En la política, en efecto, el eufemismo es moneda corriente. Se trata de un campo en el que "el encubrimiento siempre ha existido. Su máxima expresión sería la diplomacia, claro", apunta Antonio Elorza. Aunque tradicionalmente ese encubrimiento surgía más del pragmatismo que de la voluntad de engañar, el catedrático de Ciencia Política de la Universidad Complutense señala que el siglo XX asistió al perfeccionamiento de las técnicas de persuasión por el creciente peso en la política de la mercadotecnia y la propaganda. Y esa perfección tiene un nombre: Joseph Paul Goebbels, ministro de Instrucción Pública y Propaganda de Hitler y autor de aquella famosa frase según la cual una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Para Elorza, "el eufemismo como deformación consciente y sistemática proviene, sí, de los lenguajes totalitarios". Las dictaduras, en efecto, han dado perlas como la democracia orgánica de Franco o la República Democrática de Alemania del régimen comunista germano. Sin olvidar que el nombre oficial de la actual Junta Militar birmana es Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo. Al lado de la cruda realidad, la ficción inventada por George Orwell en su novela 1984 parece puro costumbrismo, por mucho que en la neolengua del régimen del Gran Hermano el Ministerio del Amor sea el encargado de mantener el orden (por los medios que sea) o el Ministerio de la Paz se dedique a los asuntos de la guerra. ¿Pero qué es eso comparado con llamar a un genocidio solución final o limpieza étnica?

Con todo, en democracia también se narcotiza a la población con un lenguaje "que dulcifica la realidad". Es lo que sostiene la filóloga y periodista Irene Lozano, autora de El saqueo de la imaginación (Debate), un ensayo subtitulado Cómo estamos perdiendo el sentido de las palabras. Lozano recuerda cómo a los reclusos de Guantánamo se les niegan sus derechos como presos de guerra considerándolos "combatientes enemigos ilegales", y habla de un personaje inquietante, Franz Luntz, consultor de los republicanos estadounidenses, que, entre otras cosas, recomendó evitar la palabra capitalismo. Para sustituirla nacieron "libre empresa" y "economía de mercado".

Con su consolidación, el eufemismo político llega a convertirse en seña de identidad. Términos como Estado español por España o Euskal Herria por Euskadi (y viceversa) identifican inmediatamente a quien los utiliza. "El gran problema", abunda Elorza, "es que se te escapa violencia por terrorismo e impuesto revolucionario por extorsión. Acabas metido en un bosque semántico". Para el profesor donostiarra, el nacionalismo es especialmente dado a la "traslación de significados". La última gran propuesta del lehendakari Ibarretxe se llama consulta y no referéndum, y lo que plantea no es la autodeterminación, sino el derecho a decidir. "¿Y quién no admite el derecho a decidir?", se pregunta Elorza. "El Gobierno vasco no puede hablar de independencia porque sabe que la quiere una minoría de la población, pero el derecho a decidir suena tan positivo que no se discute. Lo mismo sucede con la expresión 'sentirse cómodo', tan usada por los nacionalistas catalanes. En el fondo oculta la bilateralidad, es decir, Estado confederal, no federal".

Así las cosas, ¿cómo puede un eufemismo dejar de parecerlo? ¿Cuándo se integra en la lengua sin antecedentes penales? Elorza señala a la prensa como principal vía de limpieza. También ayuda, en el caso del lenguaje nacionalista, que sea asumido por un partido que no lo sea: "Es lo que hizo el PSOE al hablar de diálogo con ETA, algo que en política no existe". Según Elorza, el partido socialista es muy dado a los eufemismos. El PP, casi nada: "Prefiere la hipérbole". La cuestión de los eufemismos, tan pegados al poder, recuerda a la advertencia del descreído Humpty Dumpty de Alicia: "La cuestión no es saber qué significan las palabras, la cuestión es saber quién manda".

¿Perpetuo es siempre? El pasado 26 de mayo, Juan José Cortés, el padre de Mari Luz, la niña presuntamente asesinada por un pederasta reincidente, fue recibido en La Moncloa por José Luis Rodríguez Zapatero. Cortés explicó a la salida la propuesta que había llevado al presidente del Gobierno: que los pederastas cumplan cadena perpetua. Preguntado por la inconstitucionalidad de la medida, añadió: "Si no es perpetua, habrá que buscar otro nombre".Días después, Enrique López López, portavoz del Consejo General del Poder Judicial, propuso "prisión permanente". Y añadió "revisable" para bajar la temperatura de un adjetivo (perpetua, permanente) en el que sus promotores desembocan después de un razonamiento que lo hace indispensable: los pederastas no tienen cura y para ellos no sirve la reinserción que la Constitución predica como fin de las penas "privativas de libertad" (otro eufemismo). Pero si la solución es la cadena perpetua, el hecho de que sea "revisable" contradice la premisa que la hizo imprescindible: la imposibilidad de reinsertar a un pederasta. Y vuelta a la casilla de salida.

Eufemismos de uso común: Daños colaterales: Víctimas civiles.Servicio de inteligencia: Espionaje.Reajuste de precios: Subida de precios.Regulación de empleo: Reducción de plantilla, despidos.Desfavorecidos: Pobres.Desempleado: ParadoFaltar a la verdad: Mentir.Tráfico de influencias: Soborno.Centro penitenciario: Cárcel.Interno: PresoLucha armada: TerrorismoRealidad nacional: Nación.Interrupción del embarazo: Aborto.Residuos sólidos urbanos: BasuraTercera edad: VejezCaptación / aportación puntual de agua: Trasvase.Transferencia / traslado de agua: Trasvase.Desaceleración: CrisisLimpieza étnica: GenocidioCombatientes enemigos ilegales: Presos de guerra.Unilateralismo: Imperialismo.Economía de mercado:Capitalismo.País en vías de desarrollo: País pobre.Impuesto revolucionario: Extorsión.Violencia: TerrorismoDerecho a decidir: Autodeterminación.

Lo que dice la RAE: Crisis: Escasez, carestía (sexta acepción). Situación dificultosa o complicada (séptima). Desaceleración: Acción y efecto de desacelerar. Consulta: a) Acción y efecto de consultar (primera acepción). Parecer o dictamen que por escrito o de palabra se pide o se da acerca de algo (segunda acepción); b) Referéndum:Procedimiento jurídico por el que se someten al voto popular leyes o actos administrativos cuya ratificación por el pueblo se propone (primera acepción). (El País, 20/06/08).




Viñeta de Erlich 



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





HArendt




Entrada núm. 4996
Publicada originariamente el 20/6/2008
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

miércoles, 20 de mayo de 2015

Eufemismos: Política, economía y sociedad




Viñeta de Forges


El Diccionario de la Real Academia Española define "eufemismo" (del lat. euphemismus, y este del gr. εὐφημισμός) como manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante. 

El lenguaje está lleno de eufemismos, pero el lenguaje de los políticos no es que esté lleno de ellos, es que no saben hablar de otra manera... Eso, los que saben -que son minoría-, porque la mayoría, simplemente, confunden la velocidad con el tocino y los miembros con las miembras... Perdone, señora exministra, que saque otra vez a colación su gazapo lingüístico. Le prometo que es la última vez...

Delicioso el artículo "En español se dice crisis", que hace ya un tiempo publicara en El País Javier Rodríguez Marcos. No ha perdido ni un ápice de su frescura. Disfrútenlo, que merece la pena. 

Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt




Viñeta de Erlich



Entrada 2263
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lunes, 26 de agosto de 2013

El pulso de España (III). Análisis de una crisis total




Viñeta de Peridis en El País



¿"Por qué no se hunde España"? La respuesta que se desprende de esta tercera entrega del análisis del profesor José Juan Toharia a la encuesta "El pulso de España" realizada por Metroscopia para El País entre los días 15 de junio y 12 de julio de 2013 sobre treinta y seis instituciones y organismos públicos y privados de los sistemas jurídico, económico y político españoles, y publicada en el citado diario el pásado sábado, es que España se mantiene en pie gracias a instituciones públicas y privadas que contribuyen eficazmente al bien común.

Esta entrada es continuación de la publicada en el blog el pasado 18 de agosto, con los dos primeros análisis del profesor Toharia sobre la mencionada encuesta: "Un país decepcionado", y "El desplome de la política".

Entre los cuerpos y organismos de la administración pública son los médicos del sistema público de sanidad y los investigadores científicos los que reciben una calificación más alta, con un 92% de grado de satisfacción ciudadana, seguidos de profesores de la enseñanza pública, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y fuerzas armadas; los que menos valoración reciben son los inspectores de Hacienda, que aun así, obtienen un 53% de valoración.

Dentro de las instituciones y órgano del sistema jurídico, el peor valorado en su conjunto, el mayor grado de aceptación lo reciben los abogados, con un 53%, y el menor, los fiscales, con un 46%.

Sobre el sistema económico, el mayor índice de aceptación es para las pymes, con un 90%, el segundo más alto de todos los examinados por la encuesta, por debajo de médicos e investigadores, y el menor, los bancos con un decrépito y mayoritario descrédito ciudadano que solo alcanza el 15%  de aceptación, seis puntos menos que la jerarquía episcopal, con un escuálido 21%. 

En cuanto a las instituciones estrictamente políticas, el mayor índice de satisfacción lo recibe el Príncipe de Asturias, con un 62%, seguido del Rey, con un 50% de valoración. 

La institución peor valorada en toda la encuesta son los partidos políticos, con un irrelevante 6% de aceptación ciudadana. Pero ellos, por lo que parece, no se dan por aludidos.

Sean felices, por favor. Y como decía Sócrates: "Ιωμεν", vámonos. Tamaragua, amigos. HArendt





Viñeta de Erlich en El País




Entrada núm. 1948
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Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)

martes, 2 de julio de 2013

Honduras: Desconcierto y estupor




Presidencia de la República (Tegucigalpa, Honduras)



Ni una sola voz disonante. Práctica unanimidad en la condena por la comunidad internacional de la deposición de Manuel Zelaya como presidente de la república de Honduras. Confieso mi desconcierto y estupor ante esa unanimidad. Es cierto que ha sido depuesto y expulsado del país por un acto de fuerza, reprobable e ilegítimo, del ejército del que Manuel Zelaya es comandante en jefe por mandato constitucional, pero parece olvidarse ¿amnesia colectiva, hipnotismo global, hipocresía interesada? que el depuesto presidente de la república hondureña tenía pensado celebrar el domingo pasado un referéndum, a pesar de la prohibición expresa del Tribunal Supremo de Honduras, la Fiscalía General de la República y el Parlamento hondureño, que le permitiría llegado el caso optar a un nuevo mandato presidencial, prohibido por la Constitución vigente de Honduras.

Me resisto -y puede ser que esté en un error-, en otorgar la calificación de "golpe de Estado" al ilegítimo acto de fuerza del ejército hondureño. Si nos atenemos a los hechos conocidos y divulgados, el arresto inicial del presidente fue ordenado por el Tribunal Supremo de Honduras, su deposición sancionada por el Parlamento hondureño y su sustitución automática por el presidente del Parlamento como Jefe del Estado se produjo de acuerdo con lo prescrito constitucionalmente. ¿Bajo la amenaza del ejército? No lo parece...

De lo que no cabe duda es que el auténtico y real "golpe de Estado", anticonstitucional de pleno derecho, era el preparado por el depuesto presidente de Honduras para el domingo pasado, frustrado por la intervención del ejército.

Durante lo que va de semana he buscado y leído las noticias sobre la crisis hondureña en la prensa latinoamericana. No las notas oficiales y oficiosas de condena de mandatarios y gobiernos, sino los comentarios de ciudadanos anónimos, y no tan anónimos, que cuestionan esa "unanimidad" de la que hablaba al principio.

No estoy tomando partido; estoy absoluta y radicalmente en favor de la democracia y la legalidad y legitimidad constitucional de Honduras y en contra de la actuación unilateral del ejército, del hondureño y de cualquier otro. Simplemente muestro mi desconcierto y estupor ante tan inaudita adhesión internacional a la persona de un mandatario a la que la salió mal el "golpe de Estado" que preparaba. Me pregunto si la reacción de la comunidad internacional sería la misma si ese mismo hecho lo hubiera protagonizado, con similar resultado, el ejército iraní, el sirio, el chino o el de Zimbabue. Tengo la sospecha de que no.

Entre los comentarios publicados en España que he leído, sólo uno, el del periodista Miguel Ángel Bastenier, en el El País de ayer miércoles, aunque un tanto críptico a mi entender, parece pronunciarse en el mismo sentido que yo. Les dejo con su artículo y las últimas noticias de prensa sobre la crisis política hondureña. Sean felices, por favor. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν". Tamaragua, amigos. HArendt





Manuel Zelaya, presidente (depuesto) de Honduras



"GOLPE EN HONDURAS: GOLPE CONTRA EL CHAVISMO", por M.Á. Bastenier
EL PAÍS - Internacional - 01-07-2009

El domingo pasado estaba convocado un golpe de Estado en Tegucigalpa. En un país como Honduras, de densidad democrática débil y legalidad de celofán, los poderes transitan sobre el alambre, en riesgo permanente de desplomarse unos contra otros. El presidente hondureño, Manuel Zelaya, del Partido Liberal, que como su nombre indica practica la libertad de explotación, es el último en la ya larga nómina de jefes de Estado latinoamericanos que consideran que un solo mandato -el no reeleccionismo- priva injustamente al pueblo de la repetición de gobernante; de ordinario el mismo que tiene esa preocupación.

La limitación a un solo periodo presidencial tiene gran pedigrí en América Latina. Porfirio Díaz se hizo elegir siete veces presidente de México y gobernó más de tres décadas hasta 1910, y, como él, otros muchos en el continente convirtieron sus mandatos en tiranías corruptas y oligárquicas. Más o menos asegurada la democracia en los últimos 20 años, los presidentes latinoamericanos parecían sentirse de nuevo legitimados para pedir cancha. En 1993, el peruano Alberto Fujimori remendó la Constitución para desempeñar un segundo mandato; al año siguiente, el argentino Carlos Menem hizo otro tanto; le siguió el brasileño Fernando Henrique Cardoso en 1997; y en esta última década, el colombiano Álvaro Uribe, la tripleta chavista formada por Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia, y hoy andan dándole vueltas al asunto el nicaragüense Daniel Ortega y el paraguayo Fernando Lugo, ambos en la órbita de Caracas. Y no es la ideología, sino la excelente opinión que los interesados tienen de sí mismos, lo que hace que derechas como izquierdas sueñen con no apear presidencia.

Zelaya experimentó una conversión de instantaneidad paulina: a medio mandato decidió pasarse al socialismo del siglo XXI, y el 25 de agosto pasado firmaba el ingreso de su país en el ALBA, organización creada por Chávez para la integración económica latinoamericana por una vía no capitalista. Sin que eso tenga que desmentir la preocupación social del presidente, únicamente un viraje de este calibre podía facilitarle un nuevo libreto que interpretar; como si fuera un personaje en busca de un autor, que sólo podía ser Hugo Chávez. Y para llevar adelante esa revolución, Zelaya tenía que ganar por pies al establecimiento político y social de su país, que no parece estar para muchos chavismos. Sin esperar a las elecciones presidenciales del 28 de noviembre de este año, el líder hondureño tenía que tratar de poner a sus adversarios ante una evidencia insuperable: un referéndum, anunciado para el pasado domingo 27, en el que la opinión allanara el camino a una futura reelección, que es la que permitiría el desempeño de ese nuevo libreto. El Congreso, en vez de iniciar entonces algún tipo de impeachment, que se demoraría ad calendas, contra el presidente, prohibía el día 23 el referéndum, ante lo que Zelaya destituía de inmediato al jefe de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez, por no secundar materialmente la votación; y el Ejército, finalmente, cometía el gravísimo delito y terrible error de sacar los tanques, secuestrar al presidente y pasaportarlo a San José. Así es como el domingo estaba convocado un triple golpe: del presidente por querer que hubiera consulta; del Ejército por derrocar al jefe del Estado, y del Congreso por elegir a su presidente, Roberto Micheletti, como sucesor de Zelaya en un interinato hasta las presidenciales.

Pero el combate de fondo se libra entre chavistas y no chavistas. La OEA, la UE, el Parlamento Centroamericano, Estados Unidos, y ¿quién no?, han condenado el golpe y tendrán ahora que poner en cuarentena al nuevo régimen. Hace muy poco no habría costado adivinar la mano de Washington en la asonada, e incluso hoy parece inverosímil que unos militares formados en la Escuela de las Américas actuaran sin conocimiento de la base norteamericana de Soto Cano en Honduras. Pero ni Estados Unidos, ni el Brasil del presidente Lula, ni tampoco media OEA pueden ver con entusiasmo la extensión del chavismo. ¿Ha tendido Zelaya una trampa a sus adversarios? El nuevo régimen hondureño, que sólo aspira a llegar a la cita electoral de noviembre, lo tiene muy difícil. El golpe contra Chávez puede describir una trayectoria de bumerán.




Roberto Micheletti, presidente (provisional) de Honduras



AGENCIAS - Tegucigalpa / Washington / Bruselas
ELPAIS.com - Internacional - 01-07-2009

El Congreso de Honduras, a instancias del Gobierno, ha reforzado este miércoles el toque de queda en todo el país, con la supresión de garantías individuales y colectivas y con la prohibición del ejercicio de derechos como los de asociación, circulación e información, informa Pablo Ordaz. Estas nuevas medidas, cuyo cumplimiento será velado por el Ejército, elevan aún más si cabe la tensión en el país centroamericano, bajo la lupa de la comunidad internacional que rechaza otorgar legitimidad al nuevo Gobierno salido del golpe de Estado y exige el regreso y la restitución en el cargo del presidente depuesto Manuel Zelaya.

El Gobierno ha anunciado, además, que persistirán hasta el viernes los límites a los movimientos entre las 21.00 y las 5.00 hora local. El toque de queda ha obligado también a suspender algunos vuelos y a modificar el horario de otros en los aeropuertos desde el pasado domingo.

Zelaya ha pospuesto su regreso a Tegucigalpa, previsto para este jueves, para no "entorpecer" la gestión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que ha dado un plazo de 2 horas al Gobierno de facto para que restaure el orden democrático. Mientras el nuevo Gobierno liderado por Roberto Micheletti insiste en que Zelaya será encarcelado si pisa suelo hondureño, el mandatario depuesto ha viajado a Panamá para asistir a la toma de posesión del empresario Ricardo Martinelli como nuevo presidente.

La comunidad internacional no está dispuesta a aceptar a Micheletti como nuevo jefe de estado de Honduras. El Gobierno español ha decidido llamar a consultas a su embajador en Honduras, Ignacio Rupérez. Según ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación en un comunicado, esta medida se ha tomado con "la esperanza de que ello contribuya, en el marco de los esfuerzos internacionales en curso, al restablecimiento de la institucionalidad democrática" en dicha República hermana.

El jefe de la diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos, ya anunció ayer que propondría a la Unión Europea (UE) la llamada a consultas de sus respectivos embajadores en Tegucigalpa en señal de protesta por la "ruptura del orden constitucional" en Honduras. El ministro explicó que este gesto se ha hecho "necesario y urgente para mostrar la firmeza de la UE" ante "la ruptura del orden constitucional" en el país centroamericano. De hecho, después del gesto español, los países de la Unión Europea han anunciado que deciden suspender las negociaciones para un acuerdo de asociación con Centroamérica debido al golpe de Estado en Honduras, aunque esperan "retomarlas lo antes posible", según informan fuentes comunitarias.

Francia ha seguido el ejemplo de España. El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, también ha llamado hoy a consultas a su embajador en Honduras, sumándose a los esfuerzos internacionales para restablecer la democracia en Tegucigalpa. Tras reiterar su firme condena de los acontecimientos de los últimos días en territorio hondureño, el jefe de la diplomacia gala ha subrayado en la misma declaración que "el futuro de Honduras y de esa región es indisociable de la democracia".

La llamada a consultas es una herramienta diplomática de la que disponen los Gobiernos para mostrar su fuerte rechazo y malestar ante alguna actuación del Estado ante el que está acreditado el embajador al que se llama. Supone una retirada temporal de este representante hasta que se solucione el incidente.

La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha exigido hoy en una resolución común al nuevo Gobierno hondureño la restitución del depuesto Manuel Zelaya en un plazo de 72 horas, mientras España y Francia han llamado a consultas a su embajador en el país centroamericano.

Los Estados miembros de la OEA se han reunido para la búsqueda de una respuesta unánime a la crisis desatada tras el golpe de Estado perpetrado por los militares el pasado domingo en Honduras. La OEA ha amenazado al nuevo Gobierno, encabezado por Roberto Micheletti, con la expulsión de Honduras del seno de la organización si no restituye a Zelaya.

Según ha afirmado el subsecretario de Estado de Estados Unidos para América Latina, Tom Shannon, el depuesto mandatario es "el presidente legal y constitucional" del país. EE UU no se reunirá con el Gobierno de Micheletti ni tampoco recibirá a los emisarios que éste enviará a Washington. Por su parte, el subsecretario general de la OEA, Albert Ramdin, ha alegado que el organismo regional tampoco planea negociar con el nuevo mandatario.

Por otra parte, el nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti, ha desautorizado esta madrugada (hora española) a los embajadores en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la OEA, Jorge Arturo Reina y Carlos Sosa, y ha anunciado su destitución. Además, el Gobierno interino ha informado de la ampliación del toque de queda al menos hasta el próximo viernes, según recoge el diario La prensa.

Reina y Sosa, ambos nombrados por el derrocado presidente Manuel Zelaya, están para Micheletti "totalmente desautorizados". "Este Gobierno no los reconoce como miembros de esas dos representaciones internacionales", ha declarado a la prensa el gobernante designado el domingo tras la expulsión de Manuel Zelaya como mandatario.

"A Reina y Sosa se les enviaron las notificaciones, que sabemos que llegaron, pero no se entregaron, y los dos se dedicaron a atacar a este nuevo Gobierno", ha señalado Micheletti. Ha agregado que está analizando las candidaturas de ex cancilleres y otros diplomáticos para nombrarlos en las embajadas en la ONU y la OEA, donde el depuesto presidente Zelaya ha comparecido para explicar su situación después de que los militares lo derrocaran.

Micheletti ha resaltado que enviará emisarios a EE UU y remitirá notas a organismos internacionales y embajadas en Tegucigalpa para que "tengan conciencia de lo que aquí ha pasado". El nuevo presidente hondureño en una entrevista concedida ayer al diario EL PAÍS aseguró que si "Zelaya regresa a Tegucigalpa, será detenido".

El nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti, ha acusado hoy al gobernante de Venezuela, Hugo Chávez, de ser el responsable de la crisis que vive el país centroamericano. "La intervención del Gobierno de Hugo Chávez es clara y definida en esta situación que está viviendo Honduras", ha dicho en rueda de prensa Micheletti.

En su opinión, todo el mundo irá conociendo que las autoridades tenían que tomar la decisión de destituir a Zelaya, quien pretendía reformar la Constitución para lo cual impulsaba una "consulta popular" pese a una prohibición legal. "Tenemos la fortaleza y la fe en Dios que poco a poco, al conocerse, vamos ir logrando el objetivo de que reconozca el mundo entero que teníamos que tomar esta decisión por la legalidad, por la ley, por la Constitución de la República", ha insistido.




Erlich (El País, 30/06/09)






Entrada núm. 1896
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"Tanto como saber, me agrada dudar" (Dante)
"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)
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"Todas las penas pueden soportarse si las ponemos en una historia o contamos una historia sobre ellas" (Isak Dinesen)

jueves, 2 de diciembre de 2010

Wikileaks (III): Matar al mensajero




Wikileaks vista por Forges





La revelación de documentos diplomáticos norteamericanos filtrados a algunos grandes medios de comunicación mundiales por parte de Wikileaks sigue siendo portada. Pero la caza del mensajero ha comenzado ya. De un lado, como resulta lógico, por parte de los afectados por la revelación, es decir, la propia Secretaria de Estado, Hillary Clinton, y los servicios diplomáticos norteamericanos repartidos por el mundo; de otro, por parte de los gobiernos, autoridades, entidades y personas implicadas, citadas o mencionadas por esos informes diplomáticos en buena parte de ese mismo mundo. Pero también, como no, por parte de los medios de comunicación que no han sido beneficiarios ni destinatarios de tan privilegiada información. Sobre la orden de busca y captura internacional por presunta violación de una joven contra el fundador de Wikileaks, el australiano Julian Assange, no merece mayor comentario, pues aunque fuera verdad, está la clara la intencionalidad de la misma: matar al mensajero para que calle.

Entre los medios que están sacando al escrutinio público los documentos revelados por Wikileaks está el diario español El País, el único en lengua española que ha tenido tal privilegio. En este enlace (3) pueden ustedes acceder al "Especial" que el diario español viene dedicando al asunto desde hace varios días, a modo de recopilación. Les recomiendo un atento recorrido del mismo.

En el universo de la blogosfera (perdonen la expresión pero no se me ocurre otra más gráfica) le dedica especial atención el periodista Ramón Lobo en su blog "Aguas internacionales". No dejen de leerlo, estoy seguro que disfrutarán del mismo. Y sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt


  


Wikileaks vista por Erlich





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Entrada núm. 1327 - 
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