El blog de HArendt - Pensar para comprender, comprender para actuar - Primera etapa: 2006-2008 # Segunda etapa: 2008-2020 # Tercera etapa: 2022-2024
jueves, 5 de septiembre de 2024
miércoles, 4 de septiembre de 2024
De las entradas del blog de hoy miércoles, 4 de septiembre
Hola, buenos días a todos y feliz miércoles, 4 de septiembre de 2024. Qué lástima no haber sabido antes que en Núremberg hay una escuela, comenta en la primera de las entradas del blog de hoy el escritor Fernando Aramburu, donde enseñan a discutir de manera constructiva. En la segunda, un archivo del blog de abril de 2009, el autor mostraba su disgusto por las críticas de la escritora Almudena Grandes a la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, al aceptar un puesto en el Gobierno de Andalucía. La tercera reproduce hoy, en el poema de cada día, el titulado Ternura de tigre, del poeta Carlos Barral. Y la cuarta, como siempre, son las viñetas de humor de hoy. Espero que resulten de su interés. Y ahora, como decía Sócrates, nos vamos. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico; al menos inténtenlo. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos. HArendt
De la discusión educada
Qué lástima no haber sabido antes que en Núremberg hay una escuela (Streitschule Nürnberg) donde enseñan a discutir, comenta el escritor Fernando Aramburu [Cursos avanzados de discusión. El País, 03/09/2024]. Precisemos: a discutir de manera constructiva. Desde que milito en la soledad, el asunto me tira poco (ya ni siquiera polemizo con las paredes); pero confieso que hace unos años me habría complacido matricularme en los cursos de la susodicha escuela. Sea como fuere, me apresuro a darle publicidad en vista de cómo andan a la greña gentes políticas que dicen trabajar (sic) en la mejora de nuestras vidas. Uno viene instruido de casa gracias al ejemplo paterno, el de un hombre que conocía las ventajas de no estar atado al prurito de pronunciar la última palabra en cualquier debate. Sin personarme en Núremberg, he estado leyendo indicaciones y consejos de indudable utilidad que allí se ofrecen. Discutir con respeto, ya sea en el marco de las relaciones personales, ya delante de un semáforo o en la tribuna parlamentaria, es un arte que no todo el mundo domina. Lo habitual al desatarse la disputa es que el respirante de turno saque lo más feo de sí, se sulfure, ruja o dé rienda suelta, sacudido por huracanes internos, al insulto, la vejación o, en fin, a algún tipo de violencia que bien puede conducir por el atajo a la ruptura, si no a algo mucho peor. No menos letales para la convivencia (cito a John Gottman, psicólogo terapeuta) son el sarcasmo, la burla o el desdén. En cambio, un conflicto llevado con provecho para los implicados puede afianzar sus lazos emocionales. Debe prevalecer, eso sí, el juego limpio. A este respecto, la escuela de Núremberg sugiere que se adiestre a los menores en todo lo que de positivo pueden tener las discusiones. Yo soy partidario de discutir de vez en cuando con las personas que de verdad me importan, no para imponerles mi punto de vista ni para estropearles la tarde; aunque a veces apetece un poquillo. Me mueve el gusto que da después hacer las paces. Fernando Aramburu es escritor.
Sectarismos. [Archivo del blog. 27/04/2009]
El poema de cada día. Hoy, Ternura de tigre, de Carlos Barral
TERNURA DE TIGRE
La lengua sobre todo, afectuosa,
áspera y cortesana en el saludo.
Las zarpas de abrazar, con qué cuidado,
o de impetrar afecto, o daño, a quien lo doma.
La caricia con uñas, el pecho boca arriba
para mostrar el corazón cautivo.
La piel toda entregada, la voz ronca
retozando en su jaula de colmillos,
y los ojos enormes, de algas, sonriendo
a la muerte inmediata
a que fue sentenciado.
Carlos Barral (1928-1989)
Poeta español
martes, 3 de septiembre de 2024
De las entradas del blog de hoy martes, 3 de septiembre de 2024
Hola, buenos días a todos y feliz martes, 3 de septiembre de 2024. Hay quien ha definido a nuestra sociedad actual como una sociedad del odio, comenta en la primera de las entradas del blog de hoy el filósofo Manuel Cruz, de tan extendido como se encuentra este sentimiento entre los individuos. En la segunda, un archivo del blog de octubre de 2016, el sociólogo Ignacio Urquizu, comentaba que el principal problema del Partido Socialista no es tanto ideológico como de conexión con sectores representativos de los valores de progreso. La tercera reproduce hoy en el poema de cada día el titulado La balada de los esqueletos, del poeta estadounidense Allan Ginsberg. La cuarta, como siempre, son las viñetas de humor de hoy. Espero que resulten de su interés. Y ahora, como decía Sócrates, nos vamos. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico; al menos inténtenlo. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos.
De la sociedad del odio
Hay quien ha definido a nuestra sociedad actual como una sociedad del odio, comenta en la primera de las entradas del blog de hoy el filósofo Manuel Cruz [Una sociedad de ingratos. El País, 01/09/2024] de tan extendido como se encuentra este sentimiento entre los individuos. La definición es en lo sustancial correcta, pero tal vez se refiera a la fase final de una evolución o deriva que pasa por momentos previos, asimismo dignos de atención si queremos entender adecuadamente el desenlace al que estamos asistiendo. Pues bien, si de eso se trata, tal vez uno de los momentos que más convenga resaltar sea el que bien pudiéramos denominar como el de la ingratitud generalizada.
Ejemplos ilustrativos de lo efectivamente generalizado de dicha actitud abundan por doquier. Así, hace tiempo que parece haberse instaurado por parte de muchas personas la tendencia a hacer, especialmente en el momento de la celebración de algún éxito, una especie de declaración de principios autobiográfica que se diría orientada a resaltar el valor de los propios méritos. Los términos de la declaración suelen ser prácticamente los mismos siempre: “Yo no le debo nada a nadie”. Tanto parece haberse generalizado la afirmación que ha llegado un momento en el que fácilmente la damos por buena, sin reparar en los supuestos —alguno de ellos completamente falaz— que contiene.
Y a pesar de que el “nadie” genérico de la declaración no señala a ningún “nadie” en particular, lo más frecuente es que aluda, de forma más o menos explícita, a aquellos a quienes una tercera persona podría considerar como los auténticos responsables de la fortuna que el declarante en cuestión reclama como resultado de unos méritos exclusivamente suyos, pero que desde fuera alguien podría pensar que no se hubiera podido producir sin el concurso o la ayuda de personas que, pongamos por caso, le proporcionaran los medios o le brindaran la oportunidad de hacer valer tales méritos. Con frecuencia —aunque no siempre ni de manera necesaria—, el vínculo entre ambos sectores se plantea en términos abiertamente generacionales. Cuando ello ocurre, el resultado es que son los miembros de las generaciones más jóvenes los que se niegan a aceptar la existencia de ningún tipo de deuda con los miembros de las generaciones precedentes.
Habría que decir, a modo de consideración previa, que la existencia de alguien que no le deba nada absolutamente a nadie es casi un imposible ontológico. La vida social y la consecuente interacción entre individuos y grupos implica, de manera poco menos que inevitable, tanto la realización como la recepción de comportamientos difícilmente reductibles al mero interés particular o, si se prefiere, que no quedan entendidos de manera adecuada si los analizamos en los exclusivos términos de cálculo coste-beneficio o similares (por más que siempre haya gentes que, con manifiesta impropiedad semántica, utilice expresiones del tipo “me debe un favor”, tan odiosas como autocontradictorias —el favor por definición se regala, sin esperar nada a cambio—).
En todo caso, lo que convierte en relevante y significativa esta resistencia a asumir la menor deuda es precisamente que se produce en muy diversos ámbitos. Sin ir más lejos, en el intelectual y, más en concreto, en el académico, donde la antigua afirmación “somos una generación sin maestros”, ha perdido la condición de lamento —o incluso de queja— que tenía en sus orígenes para convertirse en una presunta descripción no exenta de una cierta carga reivindicativa. Hasta el punto de que no es solo que se rechace el concepto de maestro en cuanto tal (y ya no digamos el de discípulo), sino que se pone en cuestión la naturaleza del propio vínculo que se establece en la transmisión del saber.
Sin duda, inciden sobre este resultado diversos factores, de naturaleza heterogénea. Parece claro, por ejemplo, que el cuestionamiento que viene sufriendo desde hace ya un tiempo la idea de autoridad explica buena parte de las reticencias comentadas. De la misma forma que tampoco hay que descartar que estas puedan obedecer a un reflejo defensivo por parte de quienes temen que, en la comparación con sus predecesores, quienes les han sucedido puedan resultar malparados. Pero ni la idea de autoridad es una idea de la que podamos prescindir sin graves consecuencias teóricas (de ininteligibilidad), ni reconocer, en especial en el ámbito de la actividad intelectual, cuánto hemos aprendido todos de quienes nos precedieron debería significar el más mínimo desdoro.
Acaso deberíamos buscar en otro lugar el factor causal que en mayor medida explica esta extendida tendencia a la ingratitud. En concreto, deberíamos buscarlo en la propia evolución que ha ido siguiendo nuestra sociedad en la dirección de una creciente y casi exasperada competitividad, sustentada a su vez en un feroz individualismo. En este contexto de una realidad regida por la lógica de la exclusiva persecución del propio interés, la gratitud no es ya que constituya una inútil anomalía: es que impugna dicha lógica de manera frontal, hasta el extremo de que, precisamente por ello, podríamos llegar a considerar que va a contrapelo del mundo. De nada se obtiene menos beneficio que de dar las gracias. Quizá sea por eso por lo que darlas nos hace mejores y nos ayuda a hacer mejores a aquellos con los que nos relacionamos. Manuel Cruz es catedrático de Filosofía.
La travesía del PSOE. [Archivo del blog. 03/10/2016]
El poema de cada día. Hoy, La balada de los esqueletos, de Allan Ginsberg (1926-1997)
LA BALADA DE LOS ESQUELETOS
Dijo el esqueleto Presidencial
No firmaré el proyecto
Dijo el esqueleto Vocero
Sí lo harás
Dijo el esqueleto Representativo
Objeción
Dijo el esqueleto Corte Suprema
¿Qué esperabas?
Dijo el esqueleto Militar
Comprad bombas estrellas
Dijo el esqueleto Clase Alta
Hambread a las mamis solteras
Dijo el esqueleto Yahoo
Parad el arte obsceno
Dijo el esqueleto Derecha
Olvidaos del Corazón
Dijo el esqueleto Gnóstico
La Forma Humana es divina
Dijo el esqueleto Mayoría Moral
No, no lo es, es mía.
Dijo el esqueleto Buda
La compasión es riqueza
Dijo el esqueleto Corporación
Es mala para la salud
Dijo el esqueleto Viejo Cristo
Preocuparos de los pobres
Dijo el esqueleto Hijo de Dios
el SIDA necesita cura
Dijo el esqueleto Homófobo
Chupad a los gays
Dijo el esqueleto Patrimonio Nacional
Los negros no tienen suerte
Dijo el esqueleto Macho
Mujeres a su lugar
Dijo el esqueleto Fundamentalista
Multiplicad la raza humana
Dijo el esqueleto Derecho a la Vida
El feto tiene un alma
Dijo el esqueleto Pro Elección
Pásalo por tu agujero
Dijo el esqueleto Reducción
Los robots cogieron mi empleo
Dijo el esqueleto Mano Dura
Gas lacrimógeno a la plebe
Dijo el esqueleto Gobernador
Suprimid la merienda escolar
Dijo el esqueleto Alcalde
Mascad el presupuesto
Dijo el esqueleto Neoconservador
¡Sin techo, fuera de la calle!
Dijo el esqueleto Libre Mercado
Usad los como carne
Dijo el esqueleto Grupo de Expertos
Liberad los mercados
Dijo el esqueleto Ahorro y Préstamo
Que pague el Estado
Dijo el esqueleto Chrysler
Pagad por ti y por mí
Dijo el esqueleto Fuerza Nuclear
y por mí por mí por mí
Dijo el esqueleto Ecológico
Mantened el cielo azul
Dijo el esqueleto Multinacional
¿Cuánto vales tú?
Dijo el esqueleto NAFTA
Enriqueceos, Libre Comercio,
Dijo el esqueleto Maquiladora
Deslomaos, salario bajo
Dijo el rico esqueleto GATT
Un mundo, alta tecno
Dijo el esqueleto Clase Baja
Que te den una buena
Dijo el esqueleto Banco Mundial
Cortad vuestros árboles
Dijo el esqueleto FMI
Comprad queso americano
Dijo el esqueleto Subdesarrollado
Enviadme arroz
Dijo el esqueleto Desarrollado
Vended vuestros huesos por un centavo
Dijo el esqueleto Ayatolá
Muere escritor muere
Dijo el esqueleto José Stalin
Eso no es mentira
Dijo el esqueleto Reino Medio
Nos tragamos el Tíbet
Dijo el esqueleto Dalai Lama
Cuidado con la indigestión
Dijo el esqueleto Coro Mundial
Es su destino
Dijo el esqueleto EE. UU.
Hay que salvar Kuwait
Dijo el esqueleto Petroquímico
Rugid bombas rugid
Dijo el esqueleto Psicodélico
Fumad un dinosaurio
Dijo el esqueleto de Nancy
Decid solamente No
Dijo el esqueleto Rasta
Chupa Nancy Chupa
Dijo el esqueleto Demagogo
No fuméis hierba
Dijo el esqueleto Alcohólico
Que se os pudra el hígado
Dijo el esqueleto Yonkie
¿Conseguiremos la dosis?
Dijo el esqueleto Big Brother
Cárcel a los sucios huevones
Dijo el esqueleto Espejo
¡Eh, buen mozo!
Dijo el esqueleto Silla Eléctrica
Eh, ¿qué se come hoy?
Dijo el esqueleto Entrevistas
Vete a la mierda en la cara
Dijo el esqueleto Valores de la Familia
Mi gas lacrimógeno valores familiares
Dijo el esqueleto NY Times
Eso no es apto para imprimirlo
Dijo el esqueleto CIA
¿Puedes repetirlo?
Dijo el esqueleto Transmisión en cadena
Creed mis mentiras
Dijo el esqueleto Publicidad
No os volváis sensatos
Dijo el esqueleto Medios
Creedme a mí
Dijo el esqueleto Teleadicto
¿Qué me preocupa?
Dijo el esqueleto TV
Comed bocados de sonidos
Dijo el esqueleto Noticiero
Es todo Buenas Noches
Allan Ginsberg (1926-1977)
Poeta estadounidense