domingo, 21 de octubre de 2018

[TRIBUNA DE PRENSA] Lo mejor de la semana. Octubre, 2018 (III)





Dicen que elegir es descartar y estoy de acuerdo con ello. Asi pues, asumo la responsabilidad de mi elección. Aquí les dejo los Tribuna de prensa que durante la pasada semana he ido subiendo al blog cada día. Como dijo Hannah Arendt espero que les inviten a pensar para comprender y comprender para actuar. La vida, a fin de cuentas, no va de otra cosa que de eso. Se los recomiendo encarecidamente porque creo, sinceramente, que merecen la pena. Y si me equivoco, perdónenme, por favor. Otra vez acertaré. Les dejo con ellos:
Y desde los enlaces de más abajo pueden acceder también a algunos de los diarios y revistas más relevantes de España, Europa y el mundo, actualizados continuamente. Espero que los disfruten:



Te falta empatía, por Daniel Gascón


Y desde los enlaces de más abajo pueden acceder también a algunos de los diarios y revistas más relevantes de España, Europa y el mundo, actualizados continuamente. Espero que los disfruten:


El País (España)
Le Monde (Francia)
The Times (Gran Bretaña)
El Mundo (España)
Gazeta Wyborcza (Polonia)
La Vanguardia (España)
Canarias7 (España)
El Universal (México)
Clarín (Argentina)
La Voz de Galicia (España)
NRC (Países Bajos)
La Stampa (Italia)
Le Figaro (Francia)
Tages Anzeiger (Suiza)
Excelsior (México)
Die Welt (Alemania)
El País Semanal (España)
Revista de Libros (España)
Letras Libres (España)
Litoral (España)
Jot Down (España)
Der Spiegel (Alemania)
Política Exterior (España)
Cidob (España)
Concilium (España)
Le Nouvel Afrique (Bélgica)
Time (EUA)
Life (EUA)
Cambio16 (España)
Jeune Afrique (Francia)
Tiempo (España)
Newsweek (Estados Unidos)
Nature (Estados Unidos)
Paris Match (Francia)
National Geographic (Estados Unidos)
Expresso (Portugal)
Les Temps Modernes (Francia)


Y desde estos otros a los especiales sobre:



Y como siempre, para terminar, las mejores fotos de la semana.




 Escalera dorada del dios Ayyapa (Templo de Sabarimala, Kerala, India


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)

[PARLAMENTO] Diario de Sesiones de las Cortes Generales. Octubre, 2018 (III)






Las Cortes Generales representan al pueblo español y están conformadas por el Congreso de los Diputados y el Senado. Ambas Cámaras ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuye la Constitución. 

En los Diarios de Sesiones de las Cámaras se reflejan literalmente los debates habidos en los plenos y las comisiones respectivas y las resoluciones adoptadas en cada una de ellas. Los demás documentos parlamentarios: proyectos de ley, proposiciones de ley, interpelaciones, mociones, preguntas, y el resto de la actividad parlamentaria, se recogen en los Boletines Oficiales del Congreso de los Diputados y del Senado. 

Desde este enlace pueden acceder a toda la información parlamentaria de la presente legislatura, actualizada diariamente. Les recomiendo encarecidamente que la exploren con atención si tienen interés en ello. Y desde estos otros a las páginas oficiales de las principales instituciones políticas nacionales, europeas y locales. 

INSTITUCIONES NACIONALES

INSTITUCIONES EUROPEAS


INSTITUCIONES LOCALES



Desde estos otros enlaces pueden acceder a los Diarios de Sesiones de los plenos de ambas cámaras, así como a los de sus comisiones y los de las mixtas de las Cortes Generales, habidas en la semana precedente.


I. CORTES GENERALES

II. CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


MARTES, 16 DE OCTUBRE


MIÉRCOLES, 17 DE OCTUBRE


JUEVES, 18 DE OCTUBRE

III. SENADO


MIÉRCOLES, 17 DE OCTUBRE


JUEVES, 18 DE OCTUBRE



Esta es la agenda prevista para la semana próxima tanto en el Congreso como en el Senado. Y desde estos otros enlaces pueden acceder al programa que RTVE ofrece semanalmente sobre la vida parlamentaria y al blog de las Cortes Generales dedicado a la Conmemoración del 40º aniversario de la Constitución de 1978.




Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



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sábado, 20 de octubre de 2018

[A VUELAPLUMA] El tono de la época





¡Qué lejos están aquellos europeos! Y, sin embargo, qué cercanos cuando se observa en el tono de nuestra época el mismo miedo irracional de entonces, escribía hace unos días en El País el historiador José Andrés Rojo. ¡Qué lejos queda ya la vieja Europa!, comienza diciendo. En el siglo XV, el clérigo, teólogo y místico Dionisio Cartujano escribía para referirse al infierno: “Figurémonos un horno ardiente, al rojo vivo, y dentro de él a un hombre desnudo que jamás se verá libre de semejante tormento”. Y añadía: “Representémonos como se revolvería dentro del horno, cómo gritaría, rugiría, viviría,qué angustia le oprimiría, qué dolor le dominaría, sobre todo al recordar que aquel castigo insoportable ¡no cesará jamás!”.

Eran otros tiempos, tenían miedos muy distintos. En El otoño de la Edad Media, el historiador Johan Huizinga se ocupó de reconstruir de manera minuciosa el tono vital de aquella época, qué pensaban las gentes, cómo se relacionaban con Dios y con sus príncipes, de qué manera embellecían sus días a través del ideal caballeresco, qué pompa tenían las cortes, cómo la muerte lo terminaba empapando todo. Nada más empezar el libro hace una observación que explica el abismo que hay entre aquel mundo y el que habitamos hoy: “La ciudad moderna apenas conoce la oscuridad profunda y el silencio absoluto, el efecto que hace una sola antorcha o una aislada voz lejana”.

¡Qué poco sabemos de sus sentimientos de inseguridad, de su vida turbulenta, de aquellas siniestras obsesiones por los tormentos del infierno! ¡Qué lejos estamos de aquellos europeos! Aunque a veces pueda tenerse la impresión de que no tanto. Fíjense, en ese sentido, en los retratos que pintaron Jan van Eyck, Robert Campin, Hans Memling y Rogier van der Weyden. Al margen de las prendas de vestir que lucen aquellos hombres y mujeres, de sus cofias y sombreros y turbantes, ¿no parecen nuestros prójimos? En el museo Thyssen está, por ejemplo, el retrato que Robert Campin hizo de Robert de Masmines, que sirvió en la corte de Felipe el Bueno y murió en 1430, y que tiene un rostro muy parecido al del administrador actual de una pequeña empresa o al del pescador del supermercado o al de un juez del Tribunal Supremo. Su mirada a ninguna parte y su cansancio son nuestros. “Tiene una cara tosca, gruesa, ruda”, escribió Tzvetan Todorov sobre aquel tipo, “que no parece animada por la menor aspiración a la espiritualidad”. Igual que nosotros.

“El hombre moderno”, observa Huizinga, “puede buscar individualmente, en todo momento de tranquilidad, y en un abandono escogido por él mismo, la corroboración de su concepción de la vida y el más puro goce de su alegría de vivir”. Lo apunta porque considera que el hombre medieval necesitaba de un acto colectivo, el de la fiesta, para encontrar “brillo a una vida en lo demás tan desolada”.

¿Y bien? ¿Puede todavía hoy decirse que podemos en algún lado corroborar nuestra concepción de la vida y esa alegría de vivir? Huizinga cuenta que al final de la Edad Media la vida estaba saturada de religión y que Dios daba sentido a cada gesto y que los discursos se habían agotado porque volvían sobre los mismos motivos y las mismas soluciones y entonaban la misma cantinela para salir del atolladero. ¡Qué lejos están aquellos europeos! Y, sin embargo, qué cercanos cuando se observa en el tono de nuestra época el mismo miedo irracional de entonces. En el siglo de Dionisio Cartujano lo tenían al infierno, y buscaban el consuelo de la salvación. Hoy, ante la impotencia de los discursos de las viejas formaciones políticas que han configurado este mundo, y ante su falta de ideas nuevas, la gente ha salido corriendo a comprarles el mensaje redentor a un puñado de nuevos líderes que venden soluciones mágicas.



Retrato de un hombre robusto, de Robert Campin


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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viernes, 19 de octubre de 2018

[SONRÍA, POR FAVOR] Un toque de humor para hoy viernes, 19 de octubre




Mafalda, por Quino


El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. También, como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Un servidor de ustedes tiene escaso sentido del humor, aunque aprecio la sonrisa ajena e intento esbozar la propia. Así pues, identificado con la primera de las acepciones de la palabra humor del Diccionario de la Lengua Española, en la medida de lo posible iré subiendo periódicamente al blog las viñetas de mis dibujantes favoritos en Canarias7, El Mundo, El País y La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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jueves, 18 de octubre de 2018

[UN CLÁSICO DE VEZ EN CUANDO] Hoy, con "Pluto", de Aristófanes




Talía, Musa de la Comedia, por Giovanni Baglione


En la mitología griega Talía era una de las dos musas del teatro, la que inspiraba la comedia y la poesía bucólica o pastoril. Divinidad de carácter rural, se la representaba generalmente como una joven risueña, de aspecto vivaracho y mirada burlona, llevando en sus manos una máscara cómica como su principal atributo y, a veces, un cayado de pastor, una corona de hiedra en la cabeza como símbolo de la inmortalidad y calzada de borceguíes o sandalias. Era hija de Zeus y Mnemósine, y madre, con Apolo, de los Coribantes.

Les pido disculpas por mi insistencia en mencionar a los clásicos, de manera especial a los griegos, y de traerlos a colación a menudo. Me gusta decir que casi todo lo importante que se ha escrito o dicho después de ellos es una mera paráfrasis de lo que ellos dijeron mucho mejor. Con toda seguridad es exagerado por mi parte, pero es así como lo siento. Deformación profesional como estudioso y amante apasionado de una época y unos hombres que pusieron los cimientos de eso que llamamos Occidente.

Continúo con esta entrada la sección de Un clásico de vez en cuando dedicada a las obras de autores grecolatinos, subiendo al blog la comedia Pluto, de Aristófanes, que pueden leer en el enlace inmediatamente anterior. 

Aristófanes (444-385 a.C.) fue un comediógrafo griego, principal exponente del género cómico. Vivió durante la guerra del Peloponeso, época que coincide con el esplendor del imperio ateniense y su posterior derrota a manos de Esparta. Sin embargo, también fue contemporáneo del resurgimiento de la hegemonía ateniense a comienzos del siglo IV a.C. Leyendo a Aristófanes es posible hacerse una idea de las intensas discusiones ideológicas (políticas, filosóficas, económicas y literarias) en la Atenas de aquella época. Su postura conservadora le llevó a defender la validez de los tradicionales mitos religiosos y se mostró reacio ante cualquier nueva doctrina filosófica. Especialmente conocida es su animadversión hacia Sócrates, a quien en su comedia Las nubes lo presenta como un demagogo dedicado a inculcar todo tipo de insensateces en las mentes de los jóvenes. En el terreno artístico tampoco se caracterizó por una actitud innovadora; consideraba el teatro de Eurípides como una degradación del teatro clásico.

Pluto fue escrita hacia el 380 a. C., y la da título el dios griego de la riqueza, Pluto. Como la mayoría de las obras de Aristófanes, es una sátira política de la Atenas de la época incluyendo a un maestro estúpido, un esclavo insubordinado, y muchos ataques a la hipócrita moral de entonces (y de siempre).

La obra está protagonizada por Cremilo, un anciano ciudadano ateniense, y su esclavo Cario. Cremilo se ve a sí mismo y a su familia como virtuosos pero pobres. Está preocupado por ello y pide consejo a un oráculo. La obra comienza justo después de haber recibido el consejo de seguir al primer hombre con el que se encuentre y convencerle de que le acompañe a su casa, un "hombre" que resulta ser el dios Pluto.

La primera parte de la obra expone cómo la riqueza no es repartida entre los virtuosos, ni necesariamente entre los no-virtuosos, sino aleatoriamente entre toda clase de hombres. Pero Cremilo está convencido de que si se restituyera la vista a Pluto, estos errores podrían rectificarse y el mundo sería un lugar mejor. En la segunda parte de Pluto la diosa Pobreza refuta el razonamiento de Cremilo de que es mejor ser rico, argumentando que sin pobreza no habría esclavos, pues todos ellos podrían comprar su libertad, ni tampoco comidas o bienes lujosos, pues nadie trabajaría si todos fueran ricos. Al final de la obra, el dios Pluto,  con su vista ya sanada, da riquezas a algunos y se las quita a los que ve que no son virtuosos, provocando comentarios rencorosos y clamores de injusticia por parte de los que han perdido sus riquezas. Aristófanes lanza en Pluto a los dirigentes atenienses, casi todo ellos ricos, algunos de sus más mordaces ataques.




Representación teatral de Pluto, de Aristófanes



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miércoles, 17 de octubre de 2018

[A VUELAPLUMA] La inmortalidad no era esto





La Universidad estadounidense John Hopkins, en Baltimore (Maryland), a la que pertenece el hospital que recibió a una paciente llamada Henrietta Lacks en 1951, ha decidido dedicarla un nuevo edificio de investigación biomédica que llevará su nombre a partir de ahora, reconociendo así el enorme impacto que las células de esta mujer han tenido en la medicina. 

La historia la cuenta en El País Javier Sampedro, doctor en genética y biología molecular, investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid y del Laboratorio de biología molecular del Medical Research Council de Cambridge, y desde 1995 divulgador científico habitual en dicho diario. 

Henrietta Lacks, comienza diciendo Sampedro, empezó a preocuparse por un sangrado vaginal a finales de 1950 o principios de 1951. Siendo pobre, afroamericana y madre de cinco hijos pese a tener solo 31 años, tuvo que presentarse directamente en el John Hopkins, uno de los pocos hospitales que admitían pacientes de esa extracción social. Su ginecólogo le diagnosticó enseguida un tumor maligno en el cuello del útero, tomó una biopsia del tejido canceroso y trató a Henrietta con radio, el mejor tratamiento disponible en la época. No funcionó, y la mujer murió a los pocos meses. Pero, antes de eso, el ginecólogo había entregado parte de la biopsia a su colega George Gey, un investigador que trabajaba en el mismo edificio.

El doctor Gey llevaba unos años intentando cultivar las biopsias de ese tipo de tumores, pero las células morían en cuestión de días. Las muestras de Henrietta Lacks resultaron muy diferentes. Se replicaban cada 24 horas, se transferían sin problemas a nuevas placas de cultivo y se podían enviar a científicos de otros centros para hacer todo tipo de investigaciones. El doctor Gey tomó la primera sílaba del nombre y el apellido de Henrietta Lacks y llamó HeLa a su cultivo. Fue la primera línea celular humana inmortal, a todos los efectos. Todos los alumnos de biología las estudian en sus cursos, y en los 70 años que han pasado desde la muerte de la paciente han sido una poderosa herramienta para el avance de la medicina: el desarrollo de la vacuna de la polio, el estudio del genoma humano, la investigación del cáncer y su relación con las hormonas, las toxinas, los fármacos, los virus o la radiación. Antes desaparecerá la humanidad que la línea HeLa.

Ahora imagina por un momento que tú eres Henrietta Lacks y que, décadas o siglos después, trocitos de tu cuerpo moran en los laboratorios de todo el mundo duplicando tu genoma cada 24 horas, propagando tu legado biológico por todo el planeta Tierra como una especie de planta invasiva, celebrando eternamente tu paso por este mundo como si no se hubieran enterado de que tú, su dueña, estás muerta y enterrada en la noche terráquea. ¿Te serviría eso como una forma de inmortalidad? ¿O más bien te parece una perspectiva perturbadora y macabra? Ahora que hablamos mucho del derecho al olvido en las redes, podríamos considerar también un posible derecho a la muerte en los laboratorios, ¿no? Puestos a imaginar, dejémonos flotar corriente abajo para considerar la posibilidad de resucitar a Henrietta Lacks. Obstáculos no nos faltarían. Para empezar, la línea celular HeLa no se obtuvo de los tejidos normales de la paciente, sino del tumor que la mató, y los tumores contienen numerosas mutaciones y aberraciones cromosómicas. Pero esto es en el fondo un problema técnico, y nuestra imaginación no debe detenerse por él. Una vez que dispongamos de una célula HeLa con el genoma corregido de la señora Lacks, implantar su núcleo en el óvulo de una donante supondría poco más que clonar a la oveja Dolly, técnicamente. No es inconcebible en el futuro cercano que se pueda resucitar a Henrietta Lacks. ¿Serviría eso como inmortalidad?

Seguramente tampoco. Pero, entretanto, la Universidad John Hopkins, a la que pertenece el hospital que recibió a la paciente en 1951, ha decidido dedicar a Henrietta Lacks un nuevo edificio de investigación biomédica, según informó el sábado la institución junto con los herederos de Lacks. La universidad quiere reconocer el enorme impacto que las células de esta mujer han tenido en la medicina. Esta es la forma de inmortalidad que tenemos a mano por el momento.



Microfotografía electrónica de las células HeLa



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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