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miércoles, 20 de enero de 2016

[Poesía y música] Hoy, con Gabriel Celaya, Gaetano Donizetti y Enrico Caruso



Gabriel Celaya


Como afirmo en una de las entradas más leídas del blog soy capaz de recordar y reconocer casi cualquier fragmento de texto literario o película que haya leído o visto, aunque solo haya sido una vez en la vida. Por el contrario, ni el Azar ni la Naturaleza, mis divinidades paganas preferidas, me han dotado del mismo talento para la música. La diosa Terpsícore me ha negado sus favores, salvo en aquellas piezas que ya forman parte, por la amplitud de su difusión, del imaginario colectivo de la humanidad. Y esa incapacidad para recordar y reconocer piezas musicales, es una de las circunstancias que más dolor me producen, porque en contraste con ellas la música es de todas las Bellas Artes la que más profundas emociones me provoca. 

George Steiner, uno de los más grandes intelectuales del siglo XX, dice en su libro Errata. El examen de una vida, uno de los más hermosos textos que he leído nunca, lo siguiente: "El canto (y la música) es, simultáneamente la más carnal y la más espiritual de las realidades. Aúna alma y diafragma. Puede, desde sus primeras notas, sumir al oyente en la desolación o transportarlo hasta el éxtasis. La voz que canta es capaz de destruir o de curar la psique con su cadencia". Estoy en completo acuerdo con él.

La UNESCO instituyó el año 2000 el Día Mundial de la Poesía, que se celebra cada 21 de marzo, entendiendo que el mundo contemporáneo tiene necesidades estéticas y sociales que la poesía puede cubrir. Así pues, continúo con esta entrada de hoy la nueva sección del blog, Poesía y música, aunando algunos de los más bellos poemas en español con algunas de las más hermosas arias operísticas de la historia. 

Les invito hoy a disfrutar de La poesía es un arma cargada de futuro, de Gabriel Celaya,  y de Una furtiva lágrima, aria de la ópera El elixir de amor, de Gaetano Donizetti, cantada por Enrico Caruso en 1904 en el Carnegie Hall de Nueva York. Esto último pueden hacerlo desde el enlace de más arriba o en el vídeo del final de la entrada. Espero que ambas, poesía y aria, sean de su agrado.

Rafael Gabriel Juan Múgica Celaya Leceta (1911-1991), poeta español de la generación literaria de posguerra, fue uno de los más destacados representantes de la que se denominó poesía comprometida o poesía social. Entre los años 1927 y 1935 vivió en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a Federico García Lorca, José Moreno Villa y a otros intelectuales que lo inclinaron por el campo de la literatura, llevándolo a dedicarse por entero a la poesía. Combatió durante la Guerra Civil Española en el bando republicano y estuvo preso en un campo de concentración en Palencia. En 1946 fundó en San Sebastián, con su esposa, Amparo Gastón, la colección de poesía Norte, que  pretendía hacer de puente entre la poesía de la generación de 1927, la del exilio y la europea. En los años cincuenta se integra en la estética del compromiso junto a Eugenio de Nora y Blas de Otero, en la que defiende la idea de una poesía no elitista, al servicio de las mayorías, para transformar el mundo. En 1986 es galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas.

Gaetano Donizetti, cuyo nombre completo era Domenico Gaetano Maria Donizetti, (1797-1848) fue un compositor italiano de óperas muy prolífico, conocido sobre todos por tres de sus obras: L'elisir d'amore, que contiene la famosa aria Una furtiva lágrima"; Lucia di Lammermoor, inspirada en la novela de Walter Scott; y La favorita. Compuso 75 óperas.

Enrico Caruso (1873-1921) fue un tenor italiano, el cantante más popular en cualquier género durante los años 1920 y uno de los pioneros de la música grabada. Su gran éxito de ventas y una voz extraordinaria, aclamada por su potencia, belleza, riqueza de tono y técnica superlativa, le convirtieron en uno de los más famosos cantantes de ópera de todo el siglo XX. Con su estilo de canto Enrico Caruso fijó un estándar, influyendo en prácticamente todos los tenores en los repertorios italianos y franceses. Su carrera abarcó desde 1895 hasta 1920 e incluyó un récord de 863 apariciones en el Metropolitan Opera de Nueva York.


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas.  Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

Gabriel Celaya


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UNA FURTIVA LÁGRIMA








Entrada núm. 2584
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"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)