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viernes, 21 de diciembre de 2012

Entrevista a Hannah Arendt (II): 1964




Hannah Arendt


Con el vídeo que acompaña esta entrada completo la mia anterior del 14 de diciembre pasado, dedicada a comentar la entrevista concedida por Hannah Arendt a la televisión alemana en octubre de 1964, centrada ya en su etapa como ciudadana estadounidense.

Interesante su respuesta al entrevistador cuando le preguntan por su añoranza de Europa, por la tierra de origen. Ella niega esa añoranza, pero no así sobre la lengua materna, que reconoce como vínculo insoslayable, siempre presente: Hay una diferencia abismal entre la lengua materna y todas las demás, dice en un momento de la entrevista.

A la pregunta sobre el impacto del año 1933 en su vida, el del ascenso de los nazis al poder, responde que el momento más decisivo en su vida no fue ese sino aquel de 1943 en que se supo de la existencia de Auswichtz. Aquello fue, dice, una conmoción absoluta; como si el abismo se hubiese abierto ante los hombres. Auswichtz fue algo que nunca debió permitirse que ocurriese, añade.

Hay otro momento interante de la conversación con el entrevistador, aquel  en que la preguntan sobre su concepto del amor a raíz de sus manifestaciones de que ella nunca ha amado al pueblo alemán, ni al judío, ni al norteamericano, ni a la clase trabajadora, ni a un partido, ni a un país... Su respuesta es que amar solo se puede amar a las personas; que solo cuando existen relaciones de persona a persona puede hablarse del vínculo amoroso o de amistad. El amor es apolítico por esencia, añade. La pertencia a un grupo no natural, por ejemplo una asociación o partido político, es una asociación por interés, en defensa de intereses comunes, no un vínculo personal.

La entrevista termina con una referencia a su libro La condición humana, y a la realidad del hombre moderno, el de nuestro tiempo. Dice Hannah Arendt que el hombre moderno se ha apartado de la vida activa, de la vida política, de la vida pública. Que solo trabaja y consume, viviendo ausente del mundo, entendido éste como espacio público, aquel en donde el hombre se hace presente como persona a través de su relación con los demás, y que esa presencia ante el mundo es, precisamente, la aventura de la condición humana.

Espero que estas reflexiones sobre la persona, la vida y la obra de Hannah Arendt que he traído hasta ustedes en este mes de diciembre en que se conmemora el aniversario de su muerte les hayan resultado interesantes.

Y sean felices, por favor. A pesar del gobierno que padecemos. Tamaragua, amigos. HArendt










Entrada núm. 1771
http:/harendt.blogspot.com
"Tanto como saber, me agrada dudar" (Dante)
"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)
"La historia del mundo no es un suelo en el que florezca la felicidad. Los tiempos felices son en ella páginas en blanco" (Hegel)
"Todas las penas pueden soportarse si las ponemos en una historia o contamos una historia sobre ellas" (Isak Dinesen)

viernes, 14 de diciembre de 2012

Entrevista a Hannah Arendt (I): 1964



Hannah Arendt


El 28 de octubre de 1964 Hannah Arendt concede una entrevista al periodista Günter Gaus que se emitirá dentro del programa "En persona" de la televisión alemana. El vídeo que acompaña esta entrada y la siguiente, recogen en su integridad dicha entrevista, subtitulada en español.

En esta primera entrega, de quince minutos de duración, Hannah Arendt deja desde el primer momento claro su oposición a ser incluida en lo que el entrevistador califica como el "círculo de los filósofos", definiéndose a sí misma como teórica política, y explicando las tensiones y hostilidades que ella percibe entre Filosofía y Política, para pasar enseguida a contestar a las preguntas que la formulan sobre la emancipación femenina o su pertenencia o identidad con el pueblo judío.

También nos habla de su infancia, sus primeras lecturas: Kant, Jaspers, Kierkegaard; su decantación por la Filosofía, la Teología y el Griego; sus estudios con Bultmann, Heidegger y Jaspers.

Y como no, sobre la inflexión que supuso en su vida el año 1933, con el ascenso de los nazis al poder, en el que marcha a París, donde colabora con organizaciones que ayudan a jóvenes judíos a establecerse en Palestina; el nulo papel que jugaron los intelectuales alemanes en su oposición al nazismo; y sobre todo, y ante todo, su necesidad de "comprender", que va a ser el eje central de toda su existencia.

La segunda parte de la entrevista, que comentaré en la siguiente entrada del blog, se centrará en su estancia en los Estados Unidos de América desde mediados de la II Guerra Mundial.

Sean felices, por favor. A pesar del desgobierno que padecemos. Tamaragua, amigos. HArendt









Entrada núm. 1769
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