miércoles, 3 de julio de 2019

[ SONRÍA, POR FAVOR] Al menos hoy miércoles, 3 de julio





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. También, como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Un servidor de ustedes tiene escaso sentido del humor, aunque aprecio la sonrisa ajena e intento esbozar la propia. Identificado con la primera de las acepciones citadas, en la medida de lo posible iré subiendo periódicamente al blog las viñetas de mis dibujantes favoritos en la prensa española. Y si repito alguna por despiste, mis disculpas sinceras..., aunque pueden sonreír igual. 




















 





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



HArendt






Entrada núm. 5037
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

martes, 2 de julio de 2019

[A VUELAPLUMA] Recuerdos





Llueve aquí donde estoy, escribe en La Vanguardia la periodista y escritora hispanoargentina Flavia Company. Miro a través de la ventana y veo a muchos tipos de gente, comienza diciendo. Casi todos con prisa, más que nada los que no usan paraguas. Algunos, previsores, con gabardinas, con capuchas. Otros, descreídos, despreocupados o despistados, tal cual irían en día de sol. Habrá quien compre un paraguas callejero por enésima vez y se diga a sí mismo que es la última. Y no lo será. El suelo está brillante, los charcos son espejos. Quienes llevan paraguas dan color al gris del día; los hay con todo tipo de estampados, de mensajes, de propagandas, de medidas. Cuando deje de llover algunos se convertirán en improvisado bastón. Otros se olvidarán, se perderán. Cambiarán de manos, porque alguien los encontrará.

Llueve mucho aquí donde estoy. De pronto, veo a una adulta con paraguas de rayas azules y blancas que le hace fotos a una niña con paraguas de color rosa y zapatos de color rosa y mochila de color rosa. Las dos se han detenido en medio de la plaza, bajo la lluvia. No sé por qué, ya que desde aquí no distingo sus facciones, pienso que es una abuela que ha ido a buscar a la niña a la escuela. Esa instantánea tomada por el móvil se va a convertir en un recuerdo visual. Y entonces me pregunto si el hecho de que exista esa foto va a sustituir la historia que la narraría. Si al mostrarla más tarde a quien sea todo va a haber quedado explicado y ya no va a ser necesario relatar la travesura de esa abuela osada que decide detener a su pequeña nieta bajo la cortina de agua. La anécdota de esa abuela divertida que lucha para sostener paraguas y móvil mientras intenta captar la imagen a unos cuantos pasos de la niña, que posa feliz ante aquel interés desmedido por su persona. Y pienso que la foto tal vez se va a perder, como los paraguas cuando deja de llover. Quizás va a quedar encerrada en aquel móvil, que sin duda la abuela va a cambiar por otro tarde o temprano. Es curiosa la sensación de atrapar recuerdos con el teléfono y de tener así la certeza de que ya llegará el momento de pasarlos de nuevo por el corazón. Como si fueran presas de caza que ya se comerán cuando llegue el hambre.

Ha parado de llover. El cielo sigue encapotado. Parece que será sólo una pausa. La gente camina más despacio. Los ­árboles dejan caer gotas cada vez que los mueve la brisa. Podría sacar una foto. ­Pero no.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



HArendt





Entrada núm. 5036
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[ARCHIVO DEL BLOG - 2008] Religiones



¿Otros tiempos?


La escritora y pintora tunecina afincada en España Nicole Muchnik escribe hoy en "La Cuarta" de El País un artículo muy crítico con la iglesia católica española, "La excepción religiosa española", se titula, que comparto plenamente. Se equivoca quien piense que el fenómeno religioso me resulta ajeno; por el contrario, me interesa muchísimo y no sólo por conocerlo para combatirlo, cuestión esa es la que no tengo el menor interés, sino porque me parece un fenómeno relevante en la historia del progreso humano y que debería conocerse y enseñarse en las escuelas, eso sí, desde la objetividad y la total ausencia de dogmatismo. ¿Permitiría la jerarquía católica española la impartición de una asignatura que enseñara científicamente la historia del fenómeno religioso y de las religiones como una más del currículo académico por profesores no-confesionales? Lo dudo...Sin la menor intención de molestar y mucho menos de ofender, a mí, cualquier confesión religiosa -la católica entre ellas- me parece un peligro público. Y sin embargo respeto su derecho a existir, a organizarse como mejor crea, a adoctrinar a sus fieles, y a exponer libremente su "mensaje", si es que lo tiene... Que la iglesia católica española goza de privilegios inadmisibles e inentendibles en otros países europeos, salvo -acaso- la excepción italiana o polaca creo que está fuera de duda. Y que no se me diga que el 99,99 por ciento de la población española es católica para justificarlos. Primero porque no es verdad, y segundo porque una cosa es haber sido bautizado en una confesión religiosa, y otra muy distinta compartir, aceptar, seguir y cumplir sus preceptos, y no digamos ya considerar que esos preceptos y directrices obligan al conjunto de la sociedad. Sin acritud, y con cierta dosis de irónico escepticismo, diría que lo ideal para mi es que ser católico, evangelista, testigo de Jehová, musulmán, judío, ortodoxo, ateo, agnóstico, etc., etc., etc., resulte tan irrelevante a efectos sociales o morales para los ajenos a la respectiva fe, como ser del Real Madrid, el Barcelona o el Numancia Fútbol Club... Mientras no sea así, seguiré siendo beligerante con las iglesias, -con todas-, hasta que demuestren con sus actos que las personas somos para ellas más importantes que sus dioses...



La escritora y pintora Nicole Muchnik


"La excepción religiosa española", por Nicole Muchnik


Los privilegios políticos, sociales, simbólicos y económicos de los que disfruta la Iglesia católica en un país supuestamente aconfesional como España no tienen parangón en el mundo democrático.

Cuenta Avraham Burg, ex presidente de la Knesset, el Parlamento israelí: "Mi padre enseñaba el Talmud con la kipá. Pero, cuando enseñaba historia, se la quitaba. Con ello señalaba la separación física entre lo sagrado y lo laico". Hay muchas definiciones de la laicidad, pero ésta es tan buena como cualquiera. Lo cual no permite deducir que Israel sea un modelo de democracia laica.

Considerando Europa desde el punto de vista histórico, hay que reconocer que el hecho religioso forma parte de los cimientos de nuestras sociedades. Con una salvedad, aunque importante: en estos cimientos no están sólo las creencias cristianas, sino también la judía y la musulmana, aunque en menor medida.

Siendo así, es incontestable que todas las conquistas de la modernidad democrática se han logrado contra las iglesias y no con ni gracias a ellas: el principio democrático contra la autoridad de derecho divino; la libertad de pensar y de debatir contra el dogma; la igualdad de sexos contra la ley de todas las iglesias y los usos y costumbres que de ello derivaron; el desarrollo de la ciencia y el estudio de la naturaleza, en particular de la medicina, contra los tabúes religiosos hostiles a toda experimentación; la tolerancia general contra la intolerancia hacia otros cultos o hacia diferencias dentro del mismo culto, por no hablar de las convicciones agnósticas o ateas.

Hoy día, todas las leyes de carácter liberalizador e igualitario, como las que regulan los derechos a la contracepción, al aborto y al matrimonio entre individuos que consienten libremente, así como el derecho a una muerte digna, se han logrado o se logran en reñida lucha contra todas las iglesias. Es lícito concluir que una buena enseñanza de las religiones sería sin duda útil a la causa de la libertad de conciencia, una libertad que, curiosamente, aún hoy es necesario defender con la máxima vigilancia.

Es un hecho, por otra parte, que las democracias europeas son cada vez más multirreligiosas. Ningún Estado europeo puede referirse a una sola religión común como argamasa social. Al contrario, las sociedades democráticas modernas sólo pueden organizarse en base a valores universales nacidos de la ética, como la justicia, la igualdad y la libertad de conciencia. Este conjunto de valores lleva directamente a la autonomía de la esfera política y social de la esfera religiosa, en la cual lo sobrenatural y la fe cierran todo posible debate. En cambio, la democracia pretende dar a cada uno la posibilidad de dar libremente un sentido a su propia vida.

La condición mínima para que una sociedad sea democrática es el reconocimiento de la libertad de expresión y el respeto a las opiniones ajenas. ¿Gozan de esta libertad los ateos en España? Recientemente, mientras el alcalde de Toledo -ciudad de un Estado aconfesional según la Constitución- consagraba el Ayuntamiento de la ciudad a la defensa del dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen, un encuentro de Ateos Españoles era considerado como "una mancha" para el buen nombre de esa ciudad.

Para tomar como ejemplo el caso francés, el primer artículo de su Constitución define el Estado como una república indivisible, laica, democrática y social. Y, según una ley de 1905, "la república asegura la libertad de conciencia y garantiza el libre ejercicio de los cultos", al tiempo que "no reconoce, ni paga ni subvenciona culto alguno". Lo que significa que la religión es una institución que goza de plena libertad en cuanto a su funcionamiento interno. Sus principios, creencias y leyes jamás serán combatidos, pero la libertad de conciencia, tal como la libertad de culto, forma parte de las libertades públicas garantizadas por el Estado. De ello nace la institución del Estado civil. En realidad siempre se ha considerado implícitamente que la laicidad es la garantía de los derechos humanos o, por lo menos, que es el marco legislativo neutro más propicio para la aplicación de estos derechos.

España alberga hoy una multitud de confesiones o convicciones diferentes, entre las cuales la protestante y la musulmana reúnen ya tres millones de personas, a las que habría que añadir budistas, judíos, no creyentes y ateos. Dicho sea de paso, el ateísmo está considerado aquí más bien como "ausencia de convicción".

La Constitución de 1978 (10.2) se refiere explícitamente a la Declaración Universal de los Derechos Humanos en todos sus extremos y, en particular, a la referencia a la Declaración de 1948 sobre la libertad de conciencia que vale la pena citar: "Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia". En 1981, Naciones Unidas juzgó oportuno volver al asunto: "Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión". ¿Puede progresarse hacia el respeto de estos valores sin la laicidad?

La Constitución española es aconfesional y ofrece un espacio neutro para todos. Entonces, ¿dónde está el problema?, ¿cuál es la excepción española comparada con la mayor parte de las democracias laicas occidentales? Es la financiación, no generosa sino pródiga, de la Iglesia católica por el Estado, entre exenciones fiscales, ayudas económicas y subvenciones a los centros escolares concertados. Es el que toda alusión a la laicidad sea considerada blasfema.

El problema -la excepción- es también el que las altas autoridades de la Iglesia católica se pronuncien políticamente sobre las decisiones gubernamentales y den consignas de voto. Es el que los obispos bajen a la calle para manifestarse políticamente contra un Gobierno elegido democráticamente por la mayoría de los ciudadanos. Es el que escuelas construidas para ser públicas se conviertan por arte de magia en escuelas privadas o concertadas. Es el que los presidentes de Gobierno y los ministros de este Estado aconfesional juren o prometan el acatamiento a la Constitución ante la Biblia y un crucifijo.

Y también es el que la Conferencia Episcopal financie -¿con el dinero del Estado?- y apruebe los planteamientos casi golpistas de una radio nacional, portavoz de una ultraderecha que cabalga alegremente sobre el lema de que España se rompe, y practica una estrategia de la tensión en lugar de lo que debería ser el papel de una iglesia: ayudar al consenso.

Y así, cuando la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anuncia la intención gubernamental de revisar la Ley de Libertad Religiosa durante la actual legislatura, la reacción de ciertos comentaristas especializados en la deformación y el insulto en una radio que en Gran Bretaña "llevarían a los tribunales y tendría difícil defensa", según Paul Preston, sea la de deducir, sin vergüenza, que "excluir las convicciones religiosas del ámbito público es como mutilar la condición humana".

Tranquilos, no es para tanto. Por una parte, uno puede preguntarse con qué derecho las iglesias -en este caso, la católica- se erigen en los únicos defensores de la condición humana. Y, por otra parte, no parece que la condición humana haya sufrido mucho históricamente al pasar de la ciega obediencia a los "diktats", abusivamente cambiantes, de la denominada "ley de Dios", al libre ejercicio de la conciencia.

En todo caso, no es respetando lo que también podría llamarse "costumbres" como una sociedad democrática puede hacer frente con pleno derecho a los fundamentalismos de todo signo que constituyen uno de los problemas importantes de nuestro tiempo. (El País, 04/07/08).


http://www.elpais.com/recorte/20080705elpepivin_2/XLCO/Ies/20080705elpepivin_2.jpg

Romeu (El País, 05/07/08)



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



HArendt






Entrada núm. 5035
Publicada originariamente el 4/7/2008
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[SONRÍA, POR FAVOR] Al menos hoy martes, 2 de julio





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. También, como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Un servidor de ustedes tiene escaso sentido del humor, aunque aprecio la sonrisa ajena e intento esbozar la propia. Identificado con la primera de las acepciones citadas, en la medida de lo posible iré subiendo periódicamente al blog las viñetas de mis dibujantes favoritos en la prensa española. Y si repito alguna por despiste, mis disculpas sinceras..., aunque pueden sonreír igual. 




















Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



HArendt





Entrada núm. 5034
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

lunes, 1 de julio de 2019

[A VUELAPLUMA] Al final del tablero





¿Qué podemos hacer con los mensajes políticos virales que emponzoñan nuestra vida pública?, se pregunta en El País el profesor Javier Sampedro, doctor en genética y biología molecular e investigador del Centro  Severo Ochoa de Madrid y del Laboratorio del Medical Research Council de Cambridge.

Vivimos en tiempos de crecimiento exponencial, comienza diciendo Sampedro. A veces abusamos de este término. La población humana, aunque sigue creciendo, ya no lo hace de forma exponencial. Tampoco lo hacen la inmigración ni la inseguridad, la psicopatía ni la inmoralidad. Que algo crezca es asumible y entra dentro de lo normal. Que crezca de manera exponencial suele implicar algún desajuste, y a menudo un peligro para alguien. La medalla de “viral” que merecen ciertos mensajes en la red está plenamente justificada: al igual que el virus biológico de donde toma el nombre, ese mensaje se reproduce entre las masas acríticas adosadas a un teléfono con una dinámica exponencial. Cuantos más repetidores humanos lo reciben, más se propaga en la siguiente ronda de infección, hasta generar un mito o una escabechina. Guardaos del crecimiento exponencial.

La fábula oriental nos ha regalado un buen recurso divulgativo, que casi todo el mundo ha oído pero casi nadie ha incorporado a su modelo interior del mundo. Cuéntase que el visir Sissa Ben Dahir, queriendo quedar bien con el rey Sharim de la India, le regaló un tablero de ajedrez hecho a mano y tan hermoso como un amanecer en el mar Arábigo. Sharim se quedó deslumbrado por la belleza del tablero, y preguntó al visir qué podía ofrecerle en compensación por él. Los cortesanos del rey se estaban preparando contra una petición onerosa cuando el visir se limitó a pedir: “Ponga su majestad un grano de arroz en el primer cuadrado del tablero, dos granos en el segundo, cuatro en el tercero y así hasta el último cuadrado”. Este visir es más tonto que una carpa de río, pensó el rey, y ordenó a sus ayudantes que satisficieran su pedido. Como es bien conocido, arruinó de esta forma a su país, donde no había suficiente arroz para llenar ni el cuadrado 42 (de los 64 que tiene el tablero).

Los biólogos están acostumbrados a tratar con esta progresión exponencial (o geométrica), porque es la forma natural en que proliferan las células: una célula se divide para dar 2, que se dividen para dar 4, luego 8, 16, 32, 64, 128… y así hasta formar un cuerpo humano. También las bacterias crecen así, que es la razón por la que la esterilidad es tan difícil de alcanzar. Si matas por la noche a todas las bacterias menos a una, la que queda habrá reconstruido todo el cultivo infecto cuando vuelvas por la mañana al laboratorio.

Dice el cosmólogo Max Tegmark que nuestro universo nació exactamente igual que un sistema biológico. A partir de una mota mucho más pequeña que un átomo, el cosmos empezó a duplicar su tamaño una vez tras otra (1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128…) y así a cada instante, hasta generar todo lo que vemos a nuestro alrededor virtualmente de la nada. Ese es el Génesis según la física actual. La razón de ese comportamiento exponencial, que recuerda al cuento del visir y al crecimiento de un bebé, es que la fuerza que expande el universo está contenida en el mero espacio. Así, cuanto más espacio se genere, más fuerza lo expandirá, más espacio se generará y así hasta la habitual pesadilla exponencial.

¿Qué podemos hacer entonces con los mensajes políticos virales que emponzoñan nuestra vida pública? Pues recordar una cosa: que el crecimiento exponencial requiere unas condiciones ambientales óptimas. Sin eso, los virus empiezan a competir consigo mismos hasta descomponerse o evolucionar hacia otra cosa.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



HArendt






Entrada núm. 5033
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[DESDE LA RAE] Hoy, con el académico Luis Mateo Díez







La Real Academia Española se creó en Madrid en 1713 por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga (1650-1725), octavo marqués de Villena, quien fue también su primer director. Tras algunas reuniones preparatorias realizadas en el mes de junio, el 6 de julio de ese mismo año se celebró, en la casa del fundador, la primera sesión oficial de la nueva corporación, tal como se recoge en el primer libro de actas, iniciado el 3 de agosto de 1713. En estas primeras semanas de andadura, la RAE estaba formada por once miembros de número, algunos de ellos vinculados al movimiento de los novatores. Más adelante, el 3 de octubre de 1714, quedó aprobada oficialmente su constitución mediante una real cédula del rey Felipe V. La RAE ha tenido un total de 483 académicos de número desde su fundación. Las plazas académicas son vitalicias y solo ocho letras del alfabeto no están representadas —ni lo han estado en el pasado— en los sillones de la institución: v, w, x, y, z, Ñ, W, Y. 

En esta sección del blog, que espero tengo un largo recorrido, voy a ir subiendo periódicamente una breve semblanza de esos cuatrocientos ochenta y tres académicos, comenzando por los más recientes, hasta llegar a la de su fundador, don Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga. Pero sobre todo, en la medida de lo posible, pues creo que será lo más interesante, sus discursos de toma de posesión como miembros de la Real Academia Española. 

Continúo hoy la semblanza de los actuales y pasados miembros de la RAE con la del académico Luis Mateo Díez, nacido en Villablino (Castilla y León), el 21 de septiembre de 1942. Elegido el 22 de junio de 2000, tomó posesión de la silla académica "I" el 20 de mayo de 2001 con el discurso titulado La mano del sueño. Consideraciones sobre el arte narrativo, la imaginación y la memoria al que respondió en nombre de la corporación el académico Manuel Seco.

Licenciado en Derecho y funcionario jubilado del Ayuntamiento de Madrid, colaboró entre 1963 y 1968 en la revista poética Claraboya. Con la trilogía formada por El espíritu del páramo, La ruina del cielo y El oscurecer, creó su propio territorio imaginario: el reino de Celama, metáfora rural y «ventana a lo más hondo y misterioso del corazón humano». Celama saltó de los libros a los escenarios con una adaptación teatral, representada en varios festivales internacionales, que obtuvo el Premio Rivas Cherif de la Asociación de Directores Teatrales (2005). En 2000 Luis Mateo Díez fue distinguido con el Premio Leonés del Año y en 2014 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de León.

Traducida a distintas lenguas, su obra literaria ha sido objeto de tesis doctorales en universidades españolas, europeas y americanas. Entre los galardones que ha recibido figuran el Premio Café Gijón por Apócrifo del clavel y la espina (1972), el Premio Ignacio Aldecoa por Cenizas (1976), el Premio Nacional de Narrativa (1987 y 2000) por La fuente de la edad y La ruina del cielo —con las que obtuvo también el Premio de la Crítica—, el Premio Castilla y León de las Letras (2000), el Premio de la Crítica de Castilla y León por Los frutos de la niebla (2009) y el Premio Francisco Umbral por La cabeza en llamas (2012). Ha publicado sus novelas cortas reunidas en un solo volumen titulado Fábulas del sentimiento. En 2013 donó a la Biblioteca Nacional de España varios manuscritos de novelas y apuntes preparatorios. En 2014 llegó a las librerías La soledad de los perdidos y en 2015 apareció su obra Los desayunos del Café Borenes.

Algunas narraciones de Luis Mateo Díez han sido adaptadas al cine, como el cuento Los grajos del sochantre, recreado en la película de José María Martín Sarmiento El filandón, o la novela La fuente de la edad, rodada por Julio Sánchez Valdés para Televisión Española.

El 22 de diciembre de 2015 fue galardonado con el Premio de Literatura de la Comunidad de Madrid. En octubre de 2016 la Universidad de Alcalá de Henares y la Saint Louis University de Madrid le dedicaron a José María Merino y a Luis Mateo Díez el congreso internacional «El arte de contar». En marzo de 2017 publicó Vicisitudes, presentada el 6 de abril en Madrid. Su última novela, El hijo de las cosas, apareció en febrero de 2018. Fue tesorero de la Junta de Gobierno de la Real Academia entre 2002 y 2009.



Luis Mateo Díez en su toma de posesión académica



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



HArendt






Entrada núm. 5032
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[SONRÍA, POR FAVOR] Al menos hoy lunes, 1 de julio





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. También, como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Un servidor de ustedes tiene escaso sentido del humor, aunque aprecio la sonrisa ajena e intento esbozar la propia. Identificado con la primera de las acepciones citadas, en la medida de lo posible iré subiendo periódicamente al blog las viñetas de mis dibujantes favoritos en la prensa española. Y si repito alguna por despiste, mis disculpas sinceras..., aunque pueden sonreír igual. 

















Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



HArendt





Entrada núm. 5031
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)