domingo, 5 de mayo de 2019

[DOMINICAL] Las primeras madres





A todas las madres del mundo
HArendt

El mito (o timo) que cae sobre la idea de maternidad se ha mantenido intacto y medieval, dice Nuria Labari, escritora y periodista, y autora de La mejor madre del mundo (Literatura Random House). El Día de la Madre, comienza escribiendo Nuria Labari, es un buen día para regalar flores, para abrazar, para agradecer, para acompañar, para gastar, para comprar una joya, para ir a comer con la familia. Ese tipo de cosas.

Pero el Día de la Madre debería empezar a ser un espacio político y de lucha, porque muchas de las batallas más importantes por la igualdad y la justicia social nos las vamos a jugar precisamente ahí, en el espacio simbólico que ocupa la maternidad en la sociedad del siglo XXI. Y en el espacio social y político que le demos.

Muchas abuelas dicen que las madres de ahora estamos locas, que creemos que nadie ha tenido hijos antes. Y tienen razón, porque las madres de los 2000 nos sentimos, en muchos sentidos, las primeras madres del mundo. Lo que, desde luego, nos vuelve un poco idiotas. Pero lo cierto es que somos, por ejemplo, las primeras preocupadas en congelar nuestros óvulos porque sabemos que llegaremos tarde, las primeras que fichamos por empresas dispuestas a congelar nuestros óvulos (gratis) como una medida de conciliación laboral, las primeras en tener hijos con los óvulos donados de otras mujeres, las primeras en tener hijos con otras mujeres, las primeras en compartir de forma generalizada la custodia de nuestros hijos con nuestras exparejas.

Nosotras somos esas mujeres que estábamos un día viendo una serie en Netflix con nuestro compañero de piso y amor de la vida, cuando supimos que estábamos embarazados. Las que ganábamos igual que ellos en ese momento, las que habíamos estudiado lo mismo (o un poco más), trabajábamos las mismas horas y salíamos de fiesta juntos cuando nació el bebé. De hecho, nosotras somos las primeras que fuimos iguales que ellos hasta que tuvimos hijos. Porque fue entonces cuando el padre disfrutó de tres o cuatro días de baja de paternidad a modo de puente de la Constitución y nosotras nos quedamos solas en casa, criando y flipando. Menos mal que en eso algunas fuimos primeras y últimas. Porque juntos hemos conquistado esos dos meses de baja para ellos.

Seguimos siendo nosotras quienes nos quedamos más tiempo en casa con nuestros bebés y nos sentimos solas como nunca antes nos habíamos sentido. Muchas veces sin saber dónde van los niños en una ciudad donde ni siquiera crecimos. A menudo, en una ciudad realmente grande donde no hay ni guarderías suficientes para cuidar de nuestros niños, solo bares y asfalto de repente. La de al lado de mi casa recibió 264 solicitudes para 8 plazas cuando nació mi hija mayor.

También somos las primeras en tener hijos rozando los 50 años, incluso habiéndolos cumplido. Y somos también todas las que, por primera vez, habiendo elegido no tener hijos exigimos que no nos toquen la moral con el tema hasta más allá de la menopausia. Somos las primeras que reivindicamos un espacio para la no maternidad tan respetado como el de la no paternidad.

Somos las primeras hembras fértiles que vivimos en una sociedad abiertamente decidida a mercantilizar la maternidad, que ha puesto precio a la idea de ser madre. Un precio que, por lo demás, no todas podemos permitirnos. Pero sobre este asunto apenas hay debate, ni promesas en ningún programa político (por mucho que algunos defiendan las familias como un nuevo amanecer) porque, a fin de cuentas, si cada día tenemos menos hijos es por culpa de las madres perezosas que nos empeñamos en estudiar antes de parir. O sea, que si llegamos tarde a la maternidad, lo normal es que paguemos por ello.

Somos las primeras que asistimos a la regulación del precio que corresponde pagar a otra mujer para que geste los hijos que otras u otros no podemos parir. Y cuando la gestación no tiene precio (así, en plan canadiense), entonces se supone que tendrá un contrato firmado por la gestante, que viene a ser lo mismo. Un contrato que va mucho más allá del útero porque cede los derechos de filiación del nacido (sin consentimiento de la criatura, por supuesto) a otra persona y sin posibilidad de vuelta atrás. Es gracioso, porque la filiación implica derechos tan importantes para los hijos, como una parte legítima de la herencia de sus padres que nadie les puede arrebatar. Pero bueno, esto no tiene importancia mientras los vientres alquilados sean pobres o anónimos.

Muchas cosas han cambiado en torno al espacio que ocupan las madres en la sociedad. Sin embargo, el mito (o timo) que cae sobre la idea de maternidad se ha mantenido intacto y medieval. Nosotras, las madres, tenemos desde el momento en que parimos una capacidad de abnegación y sacrificio individual nunca vistas. A lo mejor por eso los anuncios que invitan a la compra el Día de la Madre dicen cosas como: ella nunca se queja, ella se come el peor filete cada noche, ella es una mártir… Ella es madre.

En fin. Con la que está cayendo, creo que este año no deberíamos conformarnos con una rosa. Pero esto es solo la opinión de una madre.



Mural en la ciudad de Valencia, de Mónica Torres


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[TRIBUNA DE PRENSA] Lo mejor de la semana. Mayo, 2019 (I)





Dicen que elegir es descartar, y estoy acuerdo con ello. Aquí les dejo algunos de los artículos de opinión publicados en la prensa diaria que durante la pasada semana he ido subiendo al blog en la columna Tribuna de prensa. Asumo la responsabilidad de su elección y de la posibilidad de equivocarme. Como dijo Hannah Arendt, espero que les inviten a pensar para comprender y comprender para actuar, pues la vida, a fin de cuentas, no va de otra cosa: pensar, comprender, actuar. Se los recomiendo encarecidamente. Creo que merecen la pena, pero si no es así, la próxima vez acertaré. 

DOMINGO, 28 DE ABRIL
Como llenarte, soledad, por Sara Berbel
No disparen al denunciante, por Ana Fuentes
Abril, por Julio Llamazares

LUNES, 29 DE ABRIL
Pensamiento robótico, por Javier Redondo
Hablar mucho sin decir nada, por Máriam Martínez-Bascuñán

MARTES, 30 DE ABRIL
La virtud cívica de la hipocresía, por Sergio del Molino
Matar en nombre de Dios, por Ramón Lobo
Orgullo pijopobre, por Sergio del Molino

MIÉRCOLES, 1 DE MAYO
Ante el primer Gobierno de  coalición, por Jorge de Esteban
Sí será no, por Rafa Latorre
La trampa de un pacto antinatura, por Fernando Salgado

JUEVES, 2 DE MAYO
Ejecutores, por Leila Guerriero
Es de noche, no sé morirme, por Manuel Jabois
Aprender a nadar, por David Trueba

VIERNES, 3 DE MAYO
Tengo una idea: ¡volvamos al bloqueo!, por Xosé Luís Barreiro
Franco, Fraga y Julio César, por Raúl del Pozo
Sánchez y su ángel de la guarda, por Fernando Ónega

SÁBADO, 4 DE MAYO
Una fiesta (o así) en la Puerta del Sol, por Fernando Ónega
Aguirre, madre de dragones, por Laureano López
El PP, Vox y el factor separatista, por Roberto L. Blanco

Y desde los enlaces de más abajo puede acceder a algunos de los diarios y revistas más relevantes de España, Europa y el mundo, actualizados continuamente.

The Washington Post (EUA)
El País (España)
Le Monde (Francia)
The Times (Gran Bretaña)
El Mundo (España)
Gazeta Wyborcza (Polonia)
La Vanguardia (España)
Canarias7 (España)
El Universal (México)
Clarín (Argentina)
La Voz de Galicia (España)
NRC (Países Bajos)
La Stampa (Italia)
Le Figaro (Francia)
Tages Anzeiger (Suiza)
Excelsior (México)
Die Welt (Alemania)
El País Semanal (España)
Revista de Libros (España)
Letras Libres (España)
Litoral (España)
Jot Down (España)
Der Spiegel (Alemania)
Política Exterior (España)
Cidob (España)
Concilium (España)
Le Nouvel Afrique (Bélgica)
Time (EUA)
Life (EUA)
Cambio16 (España)
Jeune Afrique (Francia)
Tiempo (España)
Newsweek (Estados Unidos)
Nature (Estados Unidos)
Paris Match (Francia)
National Geographic (Estados Unidos)
Expresso (Portugal)
Les Temps Modernes (Francia)

Y como siempre, para terminar, las mejores fotos de la semana de los corresponsales en todo el mundo del diario El País. 




Los chalecos amarillos en el 1 de mayo. París, Francia


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



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[PARLAMENTO] Diario de Sesiones de las Cortes Generales. Mayo, 2019 (I)





Las Cortes Generales representan al pueblo español y están conformadas por el Congreso de los Diputados y el Senado. Ambas Cámaras ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuye la Constitución. 

En los Diarios de Sesiones de las Cámaras se reflejan literalmente los debates habidos en los plenos y las comisiones respectivas y las resoluciones adoptadas en cada una de ellas. Los demás documentos parlamentarios: proyectos de ley, proposiciones de ley, interpelaciones, mociones, preguntas, y el resto de la actividad parlamentaria, se recogen en los Boletines Oficiales del Congreso de los Diputados y del Senado. 

Desde este enlace pueden acceder a toda la información parlamentaria de la presente legislatura, actualizada diariamente. Les recomiendo encarecidamente que la exploren con atención si tienen interés en ello. Y desde estos otros a las páginas oficiales de las principales instituciones políticas nacionales, europeas y locales:



INSTITUCIONES EUROPEAS


INSTITUCIONES LOCALES


Desde estos otros enlaces pueden acceder a los Diarios de Sesiones de los plenos de ambas cámaras, así como a los de sus comisiones y los de las mixtas de las Cortes Generales, habidas en la semana precedente: 


I. CORTES GENERALES
(Sin sesiones)

II. CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
(Sin sesiones)

III. SENADO
(Sin sesiones)

Y desde estos otros a la la Resolución de la Junta Electoral Central proclamando las candidaturas presentadas al Parlamento Europeo, las agendas previstas para la semana próxima tanto en el Congreso como en el Senado, al programa que RTVE ofrece semanalmente sobre la vida parlamentaria, y al blog de las Cortes Generales dedicado a la Conmemoración del 40º aniversario de la Constitución.
   




Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



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sábado, 4 de mayo de 2019

[A VUELAPLUMA] El lugar del olvido





Resulta rastrera la promesa de rescatar un pasado glorioso porque el pasado es a veces peligroso y puede volver al presente de las maneras más peliagudas, escribe el historiador José Andrés Rojo. 

Todavía en los estertores de una campaña electoral confusa y airada, y donde se ha abusado de lo emocional, igual queda margen para decirlo, aunque sea a media voz: traerse la gloria de unas antiguas gestas heroicas y de una grandeza perdida para armar las promesas del presente es la manera más rastrera de hacer política. Tiene algo de pretensión vana, y de falsedad que no tiene nombre, asegurar que el esplendor de unos remotos tiempos dorados puede regresar de la mano de un líder iluminado. Pero, por desgracia, ese es el relato que se está repitiendo como una cantinela: en España, en Europa y en el mundo entero. Y hay muchos que han decidido creérselo. Acaso por la pura impotencia de no conseguir lidiar con las duras condiciones de una época dura y contradictoria, o quizá también por el simple deseo de cabalgar a lomos de ese arrebato que se produce cuando se forma parte del coro que corea las consignas de una tribu.

Pero el pasado está efectivamente ahí, pero anegado de sangre, dolor y sufrimiento (¿y la grandeza?). Este último fin de semana se pudo ver en Madrid, en el Teatro del Barrio, la puesta en escena de uno de los relatos incluidos en Los girasoles ciegos, el libro de Alberto Méndez que obtuvo el Premio de la Crítica de 2005. La historia que cuenta se desarrolla en 1940 y rescata, página por página, lo que un “difunto desconocido” (DD), según el atestado de la Guardia Civil, escribió en un cuaderno con pastas de hule que se encontró debajo de una pesada piedra en una cabaña situada en los prados de los altos de Somiedo, ahí donde se juntan Cantabria y León. También se descubrieron los esqueletos de un adulto y de un niño de pecho sobre unos sacos de arpillera. Los encontró un pastor. Había también una vaca, los restos de una vaca, medio hedionda todavía, sin una pata y sin cabeza. Y en la pared, escrita una frase: “Infame turba de nocturnas aves”.

El montaje del relato de Méndez, titulado Manuscrito encontrado en el olvido, tiene una rara cualidad: la de distanciarte por una doble vía de lo que se cuenta en el escenario. En primer lugar, a través de Patxi Freitez, que sobre todo lee el texto que escribió Alberto Méndez, y en segundo, por la recreación de la historia que van haciendo otros actores. El director Tolo Ferrà ha armado una delicada reconstrucción de aquella terrible historia. Empieza con una mujer que muere en el parto y que deja al recién nacido en las peores condiciones posibles. “¿Cómo se corrige el error de estar vivo?”, apunta el superviviente en su cuaderno. Y ahí contará cómo tarda en enterrar a su mujer, cómo la criatura persevera un tiempo en vivir, cómo termina muriendo sin consuelo posible. Y cómo el padre mata a un lobo y cómo lleva a una vaca a su morada como compañera de infortunios. La propuesta de Ferrà está llena de ternura y como armada con materiales heredados de la vanguardia: muñecos de tela, las máscaras de los animales, la ayuda de una suerte de intérpretes mecánicos.

Por mucho que el pasado se vista de gloria, hay dolores que no se olvidan. Un joven muchacho abandonó su pueblo para unirse al Ejército republicano durante la Guerra Civil. Cuando terminó huyó al monte con su mujer embarazada. “Tengo miedo de tanto miedo”, apunta en su cuaderno. Y Méndez observa, al final de su relato, que igual aquel muchacho escribió esas notas “cuando tenía dieciocho años”, y cree “que esa no es edad para tanto sufrimiento”. No hay nada más que decir.



Montaje de 'Manuscrito encontrado en el olvido'



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viernes, 3 de mayo de 2019

[EUROPA] España, sola en el mundo





Entre los próximos 23 y 26 de mayo estamos llamados los ciudadanos europeos a elegir a nuestros representantes en el Parlamento de la Unión. Me parece un momento propicio para abrir una nueva sección del blog en la que se escuchen las opiniones diversas y plurales de quienes conformamos esa realidad llamada Europa, subiendo al mismo, de aquí al 26 de mayo próximo, al menos dos veces por semana, aquellos artículos de opinión que aborden, desde ópticas a veces enfrentadas, las grandes cuestiones de nuestro continente. También, desde este enlace, pueden acceder a la página electrónica del Parlamento europeo con la información actualizada diariamente del proceso electoral en curso.

No sabemos qué piensan nuestros candidatos de las diferentes tendencias que se palpan en Europa en cuanto al futuro de la Unión Europea, escribe Olivia Muñoz-Rojas, investigadora independiente, doctora en Sociología por la London School of Economics, máster en Humanidades y Pensamiento Social por la New York University y licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense. 

Mientras el futuro de Europa forma parte del debate nacional en muchos otros países europeos, comienza diciendo, en el nuestro, su ausencia en esta campaña —y, concretamente, en los dos principales debates electorales— asombra. Podría pensarse que es porque las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina y existe una preferencia por reservar el tema europeo para esa campaña. O que no es relevante porque ninguno de los principales partidos promueve la salida de la Unión Europea (ni tan siquiera Vox). O que tenemos preocupaciones internas demasiado serias, como el conflicto territorial, que requieren nuestra atención plena. O que las encuestas sociológicas indican que la política exterior no es una prioridad para los ciudadanos. Sea como fuere, cualquiera que observara nuestra campaña desde fuera, podría llegar a la conclusión de que España está sola en el mundo. ¿Cuál es el papel de nuestro país en el Mediterráneo? ¿Cuál en la Unión Europea? ¿Qué papel puede jugar en tanto puente entre Europa y América Latina?

Salvo por la cuestión de la inmigración, es difícil saber la postura de cada partido respecto de las transformaciones políticas que se están viviendo en el mundo árabe, por ejemplo, y sus consecuencias para nuestro país y Europa en su conjunto. Tampoco sabemos qué piensan nuestros candidatos de las diferentes tendencias que se palpan en Europa en cuanto al futuro de la Unión, fundamentalmente, la tensión entre reforzar la soberanía nacional que defiende el Grupo de Visegrado, mantener el statu quo o avanzar hacia un modelo crecientemente federal. Es un asunto que, en la actual estructura de la UE —con un Ejecutivo (la Comisión) formado por representantes designados por los gobiernos de cada país y con mayores prerrogativas que el Parlamento Europeo— no se dirime sólo en las elecciones a este último, sino, e incluso más, en las elecciones generales de cada país.

Con alguna excepción y más allá de las referencias ideológicas a Venezuela —y México, tras la famosa carta de AMLO— ningún partido parece interesado en explicar cómo podría aprovechar mejor España su posición como interlocutor privilegiado entre Europa y más de la mitad del continente americano en un incierto mapa geopolítico y económico mundial.

Se trata de temas trascendentes que elevarían el nivel de nuestro debate, sin restarle importancia a las cuestiones internas, pues, al fin y al cabo, muy poco de lo que hoy nos sucede puede entenderse fuera de un contexto europeo y global. Se puede, como sucede en nuestro país vecino, debatir la crisis de los chalecos amarillos —asunto interno no menor— a la vez que se discute el papel de Francia en Europa y su proyección en otros continentes. Convendría que aquellos que defienden España como uno de los mejores países del mundo y se enorgullecen de su historia milenaria universal les recuerden también a los votantes que España no vive en una burbuja.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



HArendt






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