viernes, 5 de abril de 2019

[SONRÍA, POR FAVOR] Al menos hoy viernes, 5 de abril





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. También, como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Un servidor de ustedes tiene escaso sentido del humor, aunque aprecio la sonrisa ajena e intento esbozar la propia. Identificado con la primera de las acepciones citadas, en la medida de lo posible iré subiendo periódicamente al blog las viñetas de mis dibujantes favoritos en la prensa española. Y si repito alguna por despiste, mis disculpas sinceras..., aunque pueden sonreír igual. 







Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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jueves, 4 de abril de 2019

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "La de San Quintín"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quién es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que acaban de cumplirse 175 años, estoy subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog,  su obra teatral La de San Quintíncomedia en tres actos, en la edición digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante, basada en la de  Imprenta La Guirnalda, de Madrid, de 1894. La de San Quintín fue estrenada en el Teatro de la Comedia madrileño el 27 de enero de 1894. 

En el desarrollo de la trama, el acaudalado anciano Don José Manuel de Buendía, que convive con su sobrino César, invita a Doña Rosario de Trastámara, joven duquesa venida a menos, a pasar una temporada en su finca. Una vez instalada, Doña Rosario recibe la declaración de amor de Víctor, hijo ilegítimo de César. La duquesa llega a conocer esa circunstancia y cuando llega a oídos de César, éste le ofrece una importante cantidad de dinero a su hijo para que abandone la ciudad. Víctor lo rechaza por orgullo y dignidad. Rosario, favorablemente sorprendida por este gesto, finalmente acepta las proposiciones del joven y juntos deciden emprender una nueva vida en América.




Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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miércoles, 3 de abril de 2019

[A VUELAPLUMA] ¿Prefiere ser comensal, o parte del menú?





Los votos que entran en la urna para generar representación son ciegos a la condición del votante, pero debe tener en cuenta que si decide no acudir a votar y quedarse en su casa, se convertirá en parte del menú y no en comensal de la cita electoral. 

La pelota del 28 de abril está en el aire, escribe el profesor de Ciencia Política de la Universidad Carlos III de Madrid, Pablo Simón. Por muy pocos votos de diferencia, comienza diciendo, la balanza se puede decantar de un lado o del otro, de la continuidad del Gobierno actual o de una coalición a la andaluza. Cosa especialmente cierta, además, en las provincias de menos de nueve diputados, donde los escaños pueden bailar por márgenes pequeños. De ahí el consenso sobre el papel clave que jugará la participación electoral.

¿Por qué votar? Desde una perspectiva egoísta, el acto encierra una paradoja: parece que difícilmente un solo voto será el decisivo en el resultado último. Sin embargo, si seguimos participando masivamente en los comicios es porque para muchos ciudadanos subyace la idea de que hacerlo es un deber cívico. Es verdad que las investigaciones de Carol Galais y André Blais señalan que la Gran Recesión ha debilitado algo ese sentimiento en España, especialmente entre los jóvenes, pero incluso en lo más crudo de la crisis este compromiso ciudadano siguió siendo crucial.

Al fin y al cabo, no debería olvidarse que votar tiene dos propiedades únicas. Por una parte, se trata de un sistema de influencia totalmente igualitario. Mecanismo muy barato de participación (apenas acercarse unos minutos un día al colegio electoral), cuando los votos entran en la misma urna para generar representación son ciegos a la condición del votante. La papeleta de un rico o un pobre, de un sabio o un necio, todas cuentan lo mismo. La idea radicalmente democrática de que cada ciudadano es soberano identificando lo que más le conviene a él y al país.

Por otra parte, el voto que permite a los ciudadanos elegir privadamente y en libertad, sin coacción, aquella opción política que prefieren. Otras formas de participar como una protesta, una manifestación o una queja con frecuencia implican el coste de mostrarse al público. El voto, por el contrario, es un acto anónimo, lo que protege contra la represalia de los poderosos. No es casualidad que la conquista de este derecho y sus propiedades (universal, libre, igual, directo y secreto), estuviera encabezada por el obrerismo, el feminismo o los grupos raciales de muchos países. Los más vulnerables frente al poder.

La participación electoral fue baja en 2016 ya que el agotamiento de la repetición electoral y la baja competitividad desmovilizó a ciertos votantes. Ahora, el escenario está abierto.

Una polarización importante en la campaña debería moverla al alza, pero es cierto que las encuestas no son congruentes y tan lejos de las elecciones cualquier previsión es osada. Eso sí, solo hay una certeza para los ciudadanos que aún dudan si participar: si con su voto no se sientan a la mesa, serán parte del menú.




Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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martes, 2 de abril de 2019

[EUROPA. ESPECIAL ELECCIONES 2019] Europa y el Islam





Entre los próximos 23 y 26 de mayo estamos llamados los ciudadanos europeos a elegir a nuestros representantes en el Parlamento de la Unión. Me parece un momento propicio para abrir una nueva sección del blog en la que se escuchen las opiniones diversas y plurales de quienes conformamos esa realidad llamada Europa, subiendo al mismo aquellos artículos de opinión que aborden, desde ópticas a veces enfrentadas, las grandes cuestiones de nuestro continente. También, desde este enlace, pueden acceder a la página electrónica del Parlamento europeo con la información actualizada diariamente del proceso electoral en curso.

Hoy hay 1.800 millones de musulmanes y para fines de este siglo habrá más musulmanes que cristianos en el mundo, pero antes, en 2050, el 10% de los europeos serán musulmanes. Más que alarmarnos, ahora, más que nunca, lo que necesitamos es comprender a fondo esa religión, sus problemas y sus promesas, comenta el escritor y ensayista venezolano de origen judío, Moisés Naím. 

"¿Por qué nos odian?" Este fue el titular de portada de la revista Newsweek después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. El titular se refería al hecho de que todos los terroristas que perpetraron los ataques eran musulmanes impulsados por un odio visceral contra EE UU y el mundo occidental. Los atentados provocaron una feroz respuesta militar por parte de EE UU y sus aliados, así como un intenso debate acerca de las causas de ese odio y cómo enfrentarlo. El debate popularizó la hipótesis del choque de civilizaciones, según la cual las religiones y culturas reemplazarían al choque de ideologías —comunismo contra capitalismo, por ejemplo— como fuentes de los conflictos internacionales. El enfrentamiento de la civilización islámica contra la occidental es un importante pronóstico de esta visión.

Hoy sabemos que este pronóstico no fue acertado. Más que un choque entre civilizaciones lo que ha ocurrido es un sangriento choque dentro de una civilización: el islam. La inmensa mayoría de las víctimas del terrorismo a nivel mundial son musulmanes inocentes asesinados o heridos por musulmanes radicalizados. Los ataques de terroristas islamistas contra europeos y estadounidenses han sido graves y siguen siendo una amenaza real. Y el reciente ataque a la mezquita en Nueva Zelanda forma parte del nuevo activismo criminal de los supremacistas blancos. Pero el número de víctimas del terrorismo islamista en EE UU y Europa es bajo en comparación con las muertes que causan esos terroristas en países musulmanes.

Para enfrentar con éxito este terrorismo hay que comprender a fondo sus orígenes y motivaciones así como la actual situación del islam. La urgencia de esta mejor comprensión no es solo por el terrorismo. En este siglo el islam moldeará temas críticos para la humanidad, tales como el futuro de África y el Oriente próximo, los flujos migratorios, la lucha contra la pobreza y tragedias como las de Siria y Yemen o la de los rohinyá.

Hoy hay 1.800 millones de musulmanes y son el grupo religioso que más rápido crece. Para fines de este siglo habrá más musulmanes que cristianos en el mundo y antes, en 2050, el 10% de los europeos serán musulmanes.

Hasta finales de los años noventa, el análisis del papel del islam en el comportamiento económico había sido dominado por teólogos, sociólogos y politólogos. Esto está cambiando y hay cada vez más investigaciones de economistas que estudian esta religión aplicando las teorías y métodos modernos de su disciplina. Timur Kuran, profesor de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, acaba de publicar la más exhaustiva reseña que se ha hecho hasta ahora de la relación entre el islam y la economía. El ámbito de este trabajo es amplísimo e imposible de resumir pero el texto completo está en The Journal of Economic Literature.

Una de las preguntas clave es si el islam retarda el desarrollo económico, ya que los países con una población mayoritariamente musulmana son más pobres que el promedio del resto del mundo. En 2017 el ingreso por persona de los 57 países miembros de la Organización de Cooperación Islámica fue de media 11.073 dólares. Ese año el ingreso por persona de todos los demás países fue de 18.796 dólares.

En naciones con mayorías musulmanas, las expectativas de vida son más bajas y el analfabetismo más alto. Además, en países como India por ejemplo, donde importantes porcentajes de la población practican diferentes religiones, los musulmanes tienden a ser los más pobres. La pobreza relativa de los musulmanes ocurre tanto en países donde son minoría como en los que constituyen el mayor grupo religioso.

No obstante, el profesor Kuran alerta de que si bien estos datos son muy sugerentes, no son suficientes para concluir que el islam está reñido con la prosperidad económica. Después de todo, las economías de los países pobres del sur de Asia y de América Latina también sufren de un mediocre y crónico desempeño.

La revisión de los artículos científicos publicados desde 1997 revela otros interesantes resultados. Algunos ejemplos: quienes participan en la peregrinación anual a la Meca adquieren actitudes que favorecen el crecimiento económico y una mayor tolerancia hacia los no-musulmanes. Los individuos cuyas madres ayunaron durante el ramadán estando embarazadas de ellos tienen vidas más breves, mala salud, menos agudeza mental, bajos logros educacionales y un débil desempeño laboral.

La filantropía de los musulmanes tiende a favorecer más a la clase media que a los más pobres. Las reglas que rigen las llamadas finanzas islámicas no tienen mayor efecto en la conducta financiera de los musulmanes. Los gobernantes de países musulmanes han contribuido a la persistencia del autoritarismo a través del uso del islam con fines políticos.

El estudio incluye las explicaciones y los datos que apoyan estas conclusiones así como muchos otros sorprendentes hallazgos. Necesitamos más y mejores estudios de este tipo. Ahora más que nunca nos hace falta comprender a fondo el islam, sus problemas y sus promesas.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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