CHINA
Era una noche pequeña como una piedra en el recuerdo del sueño.
Era piedra pequeña durmiendo en el puño de la noche.
La noche tenía dos manos:
en una a Carlos Baúl del Aire que dormía como una piedra pequeña
y en la otra al despertar vacío:
la mano abierta ya sin piedra.
Así dejó ir Baúl del aire su máquina de escribir poemas.
Por una ventana abierta en manos ajenas.
Fue la brisa del sol nocturno y confiar en el cielo vecino,
más un litro de vino pensado en su cintura
que lo dejaron puteando y revolviendo
La puta madre. Debo tener respaldo en disquete,
en papel, en pendraiv,
en una cuenta de la Red Residual.
Nada.
Nada como una piedra.
Nada.
Como una idea.
Y a llorar al cuartito.
Como una piedra pequeña.
Martín Barea Mattos (1978)
Poeta uruguayo
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