martes, 29 de noviembre de 2011

Mis lecturas





Entre mayo de 2004 y noviembre de 2006 llevé un diario con anotaciones sobre las lecturas que iba realizando. Esta es una versión reducida de algunas de las anotaciones de ese diario literario, meros bosquejos de la reflexión que me había merecido el libro leído, sin que la extensión de la nota sea indicativa de preferencia alguna. Las lecturas están ordenadas cronológicamente. 

1.- “Del espíritu de las leyes”,  Montesquieu. Uno de los grandes clásicos de la teoría política de todos los tiempos. Imprescindible para comprender los principios que informaron las primeras experiencias democráticas en Occidente.

2.- “Mar de fondo”, Patricia Highsmith. Intrigante novela de suspense, magistralmente escrita, que nos envuelve en una atmósfera de misterio que sólo se aclara al final. Final, por cierto, que no me ha gustado, aunque resulte lógico.

3.- “La Eva fantástica”, Antonio Muñoz Molina (edt.). Veinte relatos cortos de fantasía, terror y misterio, escritos todos ellos por mujeres: desde Mary Shelley a Patricia Highsmith. Hay entre ellos dos escritos por españolas. Todos interesantísimos. El que más me ha gustado: “Portobello”.

4.- “La reforma del Senado”. Recoge las intervenciones habidas en el Centro de Estudios Constitucionales hace doce años. Todas muy interesantes. Pero todo sigue igual o peor en relación con dicha reforma, sin el menor avance significativo al respecto por falta de voluntad política por parte de los responsables.

5.- “Historia del rey Arturo y sus nobles caballeros”, John Steinbeck. Magnífica versión moderna realizada por el premio Nobel norteamericano a partir del texto del siglo XV escrito por Mallory, que a su vez lo tomó del francés Chretien de Troyes. Bellísima.

6.- “La monarquía de España”, Miguel Artola. Un texto imprescindible para conocer los entresijos y el funcionamiento de la institución monàrquica y sus órganos a lo largo de toda la historia española, desde los visigodos hasta la monarquía parlamentaria actual.

7.- “Las edades de Lulú”, Almudena Grandes. La leí por primera vez hace quince años. Es una nueva edición, corregida por la autora con motivo de dicho aniversario, con un prólogo que explica el origen de la novela y lo que significó para ella. Me ha gustado mucho más ahora que antes.

8.- “Amadís de Gaula”, Garci Rodríguez de Montalvo. Uno de los grandes clásicos de la “novela de caballería”, precursor de una relación que acaba y culmina con el Quijote. Muy entretenido.

9.- “El pensamiento francés en el siglo XVIII”, Daniel Mornet. Interesantísimo libro sobre los antecedentes filosóficos y científicos que van a dar origen a la Revolución francesa.

10.- “La cultura de la conversación”, Benedetta Craveri. Uno de los más bellos e interesantes libros que he leído nunca, en el que se da cuenta de la febril actividad cultural y social llevada a cabo por los “Clubs” parísinos, la mayoría de ellos impulsados por mujeres de la nobleza francesa, a lo largo de los siglos XVII y XVIII.

11.- “Los versos satánicos”, Salman Rusdhie. Lo adquirí en octubre de 1989 en solidaridad con el autor, condenado a muerte por las autoridades religiosas iraníes. No lo había leido aún. Me ha parecido una sensacional novela de humor y fantasía, con escenas de una gran comicidad, no exenta de ironía y sarcasmo. Y desde luego, en nada irreverente con el Profeta.

12.- “Hay algo que no es como me dicen. El caso de Nevenka Fernández contra la realidad”, Juan José Millás. Impresionante recreación de los hechos que dieron lugar a la defenestración política del que fuera alcalde de Ponferrada por acoso sexual a una de las concejalas de dicho municipio leonés. Durísimo alegato en defensa de la capacidad de decidir de la mujer.

13.- “La República mundial de las Letras”, Pascale Casanova. Ensayo sobre la influencia literaria francesa sobre el resto de la literatura europea. Excesivamente “ombliguista”, pero interesante.

14.- “El futuro de la libertad. Las democracias *iliberales* en el mundo”, Fareed Zakaria. Fascinante texto sobre la historia de la libertad y su enfrentamiento, a veces inevitable, con la idea de democracia. La tesis del libro es que no siempre una mayor democracia significa mayor libertad, tesis que comparto.

15.- “El Federalista”, A. Hamilton, J. Madison y J. Jay. Otro de los grandes clásicos de la literatura política de todos los tiempos. Escrito a finales del siglo XVIII, en defensa y explicación, a través de artículos de prensa del proyecto que acabaría convirtiéndose en la Constutición de los Estados Unidos de América. Imprescindible.

16.- “El mundo de Sofía. Novela sobre la historia de la filosofía”, Jostein Garder. Interesantísima y bellísima obra en la cual, a través de una trama de acción, misterio y fantasía juvenil, se nos ofrece una historia de la filosofía y de la ciencia que en nada desmerece de cualquier libro de texto de nivel universitario, de una forma amena y entretenida. Magnífica.

17.- “Don Quijote de La Mancha”, Miguel de Cervantes. Releida con motivo del quinto centenario de su publicación. Lo mejor de lo mejor.

18.- “Libertad conquistada. Memorias”, Hans Küng. Para un descreido como yo, sin remordimiento ni sentimiento alguno de culpa por ello, ni miedo a una eternidad sin Dios, el mensaje cristiano me sigue resultando fascinante. Y que haya hombres como Küng, que hacen del respeto a ese mensaje una cuestión vital, me llena de esperanza. Como dijo otro gran ”herético” (Teilhard de Chardin): “Si llego a perder la fe en Dios, al menos me queda la fe en el hombre”. Impresionante testomio de libertad y de fe.

19.- “Los símbolos del alma”, Emilio Lledó. Discurso pronunciado en la Real Academìa Española por el considerado como el mayor filósofo español vivo. Un pequeño y bellísimo texto. Fue mi profesor de Historia de la Filosofía en mi paso por la universidad. Haberle conocido y escuchar sus lecciones es el mejor recuerdo que tengo de la universidad. 

20.- “Obras Completas”, Esquilo, Sofocles y Eurípides. Todo el pensamiento originario de Occidente está aquí. Bellísimo.

21.- “Alegato de los gatos”, Antonio Burgos. Sentimental texto sobre el mundo gatuno y su relación con los humanos. Tierno y sensible hasta la risa y el llanto. Sólo lo entenderán los afortunados mortales que han convivido con los más fantásticos seres del mundo animal.

22.- “La sombra del viento”, Carlos Ruíz Zafón. La obra más vendida del panorama literario español. Para llorar: no pasa de ser un folletín decimonónico, mal escrito, plagado de incongruencias, contradicciones y expresiones fuera de contexto. Apto para lectores sin mayores pretensiones. Así anda la literatura patria…

23.- “Buenos días, pereza. Estrategias para sobrevivir en el trabajo”, Corinne Maier. Un divertido alegato contra la deshumanización del trabajo en la sociedad actual, escrito por una psicóloga francesa de reputado e incómodo inconformismo social. Muy interesante.

24.- “Nubes. Las ranas. Pluto”, Aristófanes. Sarcásticas comedias del más ácido y crítico contemporáneo de la democracia ateniense. Desvergozadas y divertidas. No deja títere con cabeza.

25.- “Buenos días, tristeza”, Francoise Sagan. La primera novela de esta afamada escritora francesa, escrita cuando tenía 18 años. Magistral en su sensualidad y cinismo, prototipo de una forma de vida que se conoció como ”dolce vita”. La leí, en francés, cuando aún estaba en el instituto, y luego, mucho más adelante, en español. La vuelvo a releer con motivo de la muerte de la autora, en homenaje a una mujer y un libro que rompieron todos los esquemas de una sociedad bienpensante.

26.- “El Cristianismo. Esencia e historia”, Hans Küng. El teólogo más importante del catolicismo romano se enfrenta a una tarea fundamental de explicación del origen, historia y sentido final del cristianismo. Lo releeo con motivo del Cónclave que elegirá a Benedicto XVI como nuevo papa.

27.- “La esencia del cristianismo”, Ludwig Feuerbach. Al igual que el libro anterior, comienzo a leerlo con motivo del Cónclave de sucesión de Juan Pablo II. Libro de difícil lectura escrito por uno de los más enfervorazados enemigos de la iglesia y durísimo crítico del catolicismo.

28.- “¿Dónde se encuentra la sabiduría?”, Harold Bloom. El más importante crítico literario del mundo analiza las principales obras literarias de la historia y su influencia sobre el pensamiento occidental, con protagonismo especial del “Don Quijote” cervantino. Bellísimo.

29.- “Ulises”, James Joyce. La última versión en español de la novela que reformó los esquemas literarios en lengua inglesa. Un libro sorprendente, en que no pasa nada fuera de la vida cotidiana de sus protagonistas, a lo largo de un solo día en el Dublín de principios del siglo XX. Inmensa, difícil y gratificante. La tenía sin leer desde 1989.

30.- “La sociedad dividida”, José Félix Tezanos. Un certero análisis sociológico de la estructura social actual y sus enfrentamientos larvados entre clases y grupos, con predicciones de futuro. Interesante.

31.- “Soy Charlotte Simmons”, Tom Wolfe. Descarnada crítica del mundo universitario norteamericano llevada a cabo por uno de ´los más lúcidos novelistas contemporáneos. La escena de la violación pseudo-consentida de la protagonista es realmente magistral. Quizá la novela sea demasiado extensa y excesivamente sarcástica, motivo por el cual pierde verosimilitud.

32.- “El banquete”, Platón. Uno de los más bellos diálogos platónicos sobre la naturaleza profunda del amor, protagonizado por una mujer, Diotima, que por esta vez roba el papel principal a Sócrates. Espléndido y reconfortante.

33.- “Las voces de la libertad. Intelectuales y compromiso en la Francia del XIX”, Michel Winock. Magnífico ensayo sobre el caldo de cultivo intelectual que sacudió los comportamientos políticos de la Europa del siglo XIX, a partir de la lucha por la libertad de los escritores, filósofos, periodistas e intelectuales franceses, desde la caida de Napoléon hasta la I Guerra Mundial.

34.- “La mesa limón”, Julian Barnes. Colección de relatos cortos de este escritor británico en los que con ácido humor, pone delante de nuestros ojos la vida, los amores y la presencia latente de la muerte de las personas englobadas en ese grupo que hemos dados en llamar “tercera edad”. Deliciosos a pesar del previsible fin trágico de todos ellos.

35.- “Ángeles y demonios”, Dan Brown. La primera novela del autor de “El Código Da Vinci”. Disparatada, absurda, en algunos momentos divertida y con un final, sobre la cúpula de San Pedro, absolutamente delirante. Resulta difícil imaginar como “algo” así puede ser llamado literatura. Para olvidar.

36.- “Assassini”, Thomas Gilford. Otra novela de intriga en el seno de la iglesia católica, esta vez más creible y dentro de lo admisible como novela de entretenimiento. Y lo consigue. Merece la pena siempre que no se busque nada trascendente. Muy interesante.

37.- “La isla y los demonios”, Carmen Laforet. La segunda novela de la autora, cuya acción transcurre en la isla de Gran Canaria en el último año de la guerra civil. La visión de una sociedad cerrada como era la de la burguesía isleña desde la óptica de una joven que despierta a la vida llena de ansias de libertad. El retrato de los paisajes isleños de la época, por ejemplo, la aventura que suponía ir de Las Palmas hasta Maspalomas, en el sur de la isla, conmueve todas las fibras sentimentales de los que vivimos actualmente en ella. La recomiendo fervientemente.

38.- “El libro de los pequeños placeres”, Luis Racionero. Un canto a la vida y a esos “pequeños placeres” que ella nos depara si la afrontamos con los ojos y el corazón dispuestos.

39.- “Breve historia del saber”, Charles Van Doreen. Magistral síntesis de la historia de la cultura, la ciencia y el progreso humano desde los albores de la vida hasta el futuro más inmediatamente predecible. Imprescindible.

40.- ”El viaje a la felicidad. Las nuevas claves científicas”, Eduardo Punset. De nuevo un interesantísimo ensayo sobre las enormes posiilidades que los descubrimientos científicos abren para la humanidad en su eterna e infatigable búsqueda de la felicidad. Muy interesante, ameno e instructivo. Una magnífica obra de divulgación científica.

41.- “Jesús y Jahvé. Los nombres divinos”, Harold Bloom. Interesante libro que indaga sobre la veracidad de la existencia humana del Jesús de Nazareth de los evangelios, contraponiendo los relatos del Antiguo y el Nuevo Testamento, y los mensajes salvíficos de ambos. No es un libro de fácil lectura, ni tampoco ún  relato religioso, sino más bien una exégesis crítico-literaria sobre el Jesús de los evangelios y ese mismo Jesús histórico que se reconstruye a partir de ellos.

42.- “Comedia. Paraiso”, Dante Alighieri. Versión bilingüe italiano-española del libro que funda la lengua italiana. Un poema eterno, aunque quizá este libro III (Paraiso) sea el menos poético de los tres que consituyen la Comedia. Bello.

43.- “Extrañas estrellas. Wedding-Pankow, 1976/1977″, Emine Sergi Ózdamar. El intimista Diario de la escritora y dramaturga turco-alemana, que relata su llegada a Alemania desde Turquía, para trabajar en la mítica compañía de teatro que fundara Bertol Brecht en Berlín Oriental. Muy interesante.

44.- “4 Relatos”, Arturo Pérez-Reverte. Cuatro deliciosos relatos cortos de la más variada temática: sobre la bienpensante colonia española en la Guinea Ecuatorial de los años 40; la derrota de Pavía contada por el rey Francisco I de Francia a su amante parisina; la “Noche Triste” de la conquista de México, desde los ojos de un soldado de Cortés; y un excurso sobre los más afamados personajes de los libros de aventuras de la literatuta universal. Entrañables.

45.- “Mitológicas. Lo crudo y lo cocido”, Claude Levy-Strauss. El libro más importante y famoso de la antropología de los pueblos indígenas sudamericanos, escrito por la mayor eminencia científica en este campo. Impresionante.

46.- “Helena, Helena, amor mio”, Luciano de Crescenzo. Divertida recreación de la guerra de Troya como excusa para contarnos los más entrañables mitos de la Grecia clásica. Muy entretenido.

47.- “Entrevista con la historia”, Oriana Fallaci. La gran sacerdotisa del periodismo europeo entrevista a corazón abierto a los grandes líderes mundiales de los años 70. Entre ellos, a Santiago Carrillo, un año antes de la muerte de Franco. Esclarecedor y emotivo.

48.- “El fenómeno humano”, Teilhard de Chardin. El gran teólogo y antropólogo belga intenta dar su visión de la aventura humana desde la aparición de la vida sobre la tierra hasta el fin del mundo, compaginando ciencia y fe como nadie hasta él lo había intentado jamás, y granjeándose por ello la expulsión de la iglesia católica y la injusta condena de sus libros.  

49.- “Constitucionalismo en la historia”, Miguel Artola. Una historia comparada del imparable avance del constitucionalismo como base del nuevo “contrato social” de las sociedades modernas, pormenorizados exhaustivamente en todos sus elementos constitutivos. Clarificador.

50.- “Las nieblas de Avalón”, Marion Zimmer Bradley. Una de las mejores recreaciones literarias de los mitos artúricos, contada desde el protagonismo de Morgana y las restantes mujeres de la leyenda. Muy bueno y sumamente entretenido.

51.- “Paz. Aves. Lisístrata.  Nubes”, Aristófanes. Cuatro comedias del mordaz, sarcástico y desvergonzado autor contemporáneo de Sócrates y Platón, que nos incitan a aceptar que después de lo dicho por los griegos pocas cosas nuevas hay bajo el sol. Divertidísimas y procaces.

52.- “Los Masones”, César Vidal. Otro libro más, los escribe como el que hace churros, de este joven historiador perteneciente a la “nueva ola revisionista”, al lado de Pio Moa y otros, cuya pretendida ingente documentación no esconde ni por asomo la parcialidad de sus conclusiones. Con justificada razón, y aunque gocen de un amplio crédito mediático, no merecen la consideración ni el respeto de la mayoría de los historiadores españoles.

53.- “Cien poemas de amor”, Amaru. Deliciosos y sensuales poemas, a modo de epigramas, escritos por el más famoso poeta erótico de la India a mediados del siglo VIII d.C. Bellísimos.

54.- “La Eneida”, Virgilio. Las andanzas de Eneas, tras su huida de la Troya arrasada, hasta arribar a lo que más tarde será la ciudad de Roma. Una de las grandes epopeyas de la literatura universal. No tiene la garra de la Odisea, pero es también un bellísimo poema. Lo tenía en casa, sin leer, desde hace más de treinta años.

55.- “El Aleph”, Jorge Luis Borges. Colección de relatos cortos de temática varia, pero todos de carácter fantástico, con el lenguaje y el ritmo característicos de su autor. Brillantes y cautivadores.

56.- “Las ciudades. César o Nada”, Pío Baroja. Releo esta novela después de muchos años de haber hecho sobre ella un trabajo de curso universitario sobre los antecedentes del fascismo en la literatura española. Publicada en 1910, relata las aventuras de un joven español, cínico y descreido, que nos revela el “hombre nuevo” que estaba emergiendo en Europa. Me ha gustado más que cuando la lei por vez primera.

57.- “Vida amorosa de los pueblos naturales. Comportamiento sexual de las comunidades primitivas”, Adolf Tüllman. Estudio etnológico sobre la sexualidad de los pueblos primitivos de América, África y Oceanía, principalmente.  No alcanza la altura de otras obras, como las de Levy-Strauss, pero su lectura ma ha resultado muy interesante. Lo tenía sin leer desde hace casi veinte años o más.

58.- “Vida amorosa en el Lejano Oriente. Comportamiento sexual de los pueblos orientales”, Adolf Tüllman. Estudio similar al comentado anteriormente, pero esta vez centrado en los pueblos primitivos de China , Indochina y las islas del Pacífico. Interesante también.

59.- “El Digesto de Justiniano. Tomo I: Constituciones preliminares y Libros I-XIX”, A´Dors (et ál.). Después de una temporada de ficción, nada como la base del Derecho para volver al mundo real. Siempre es una gozada releer una obra cumbre del espíritu humano como esta en la que precisión conceptual, rigor terminológico y concisión estilística se aunan para fundar una ciencia. 

60.- “Single & Single”, John Le Carré. Interesante novela del afamado autor británico, especialista del género policiaco. Este vez, centrada en los paraisos fiscales, los negocios turbios, las mafias financieras y los asesorías legales que asesoran y protegen a los delincuentes. Interesante.

61.- “Ramses. La batalla de Kadesh”, Christian Jacq. Tercera novela de la serie sobre la mítica figura de Ramses II, ahora centrada en la famosa batalla de Kadesh, que enfrentò en tierras de la actual Siria, a las tropas del faraón con el ejército hitita por el dominio de la región. Y además, las intrigas en la corte egipcia tejidas por los sacerdotes rebeldes al rey en torno a la figura de su esposa, Nefertari. Muy bien escrita y sumamente entretenida.

62.- “Guerras justas a injustas. Un razonamiento moral con ejemplos históricos”, Michael Walzer. Un magistral ensayo sobre la guerra y su justificación moral, escrito por este profesor de Princenton, justamente alabado por su espíritu crítico.

63.- “Escalera hacia el cielo”, Luis Goytisolo. Una divertida y desvergonzada novela, ambientada en la España de ahora mismo, sobre el amor y sus indeseables consecuencias, con escenas amorosas de alto contenido erótico, que la hacen más atractiva aun si ello es posible. Muy buena, como todos los textos de este autor.

64.- “Favoritos de la Fortuna”, Colleen McCullough. De nuevo una magistral novela histórica, también tercera de la seria escrita por esta autora australiana sobre la figura de Julio César. Centrada en esta ocasión en la adolescencia del joven Julio y las vicisitudes e intrigas de la Roma de su tiempo. Magistral.

65.- “Entre el pasado y el futuro. Ocho ejercicios sobre la reflexión política”, Hannah Arendt. Releo esta magnífica obra sobre teoría política  conmemorando a mi manera el centenario del nacimiento de la autora. La tesis del libro es que las palabras que reflejan nuestra percepción actual de la política han perdido sentido: justicia, democracia, razón, participación, responsabilidad, virtud…, parecen no significar apenas nada o son tergiversadas con oportunismo por los populismos de izquierda y derecha. Y lo que Hanna Arendt viene a decirnos es que es preciso recuperarlas, siguiendo la trayectoria de esos conceptos a lo largo de la Historia, para así proyectarlos desde el pasado hasta el futuro. Fundamental para encontrar un poco de luz en la inhospita obscuridad de ideas en que andamos sumidos. Lo he disfrutado más ahora que en su primera lectura.

66.- “El guardian entre el centeno”, J.D. Salinger. Novela de culto, donde las haya, en los institutos y universidades norteamericanas, donde es lectura obligatoria para los alumnos, como en España lo son Don Quijote, la Celestina o el Lazarillo. Salvando las distancias, claro está, porque se trata de lecturas muy distintas. La lástima es no poder leerla en su idioma original. Escrita por Salinger el año 1945, y reescrita de nuevo en 1973, la novela describe el relato en primerísima persona de la peripecia de su joven protagonista, un joven de dieciseis años, de familia “bien”, que acaba de ser expulsado del elitista colegio en el que estudia y vuelve a su casa de Nueva York en las navidades de un año indeterminado a finales de la década de los cuarenta. Temeroso de la reacción familiar, deámbula durante dos días por hoteles y casas de conocidos en la ciudad mientras nos cuenta como ha sido su vida en el colegio, las relaciones con sus compañeros y profesores. con las mujeres y con su familia. ¿Novela de iniciación, y de ahí su importancia en la literatura juvenil y académica norteamericana? Pudiera ser. En todo caso. lectura agradable y gratificante, con cierto tufillo moralizante, como no podría ser de otro modo. El extraño título de la novela está sacado de un poema de Robert Burns que el protagonista rememora de una conversación con su hermana pequeña.

67.- “El origen del mundo”, Jorge Edwards. Deliciosa novela de amores, celos y pasiones entre chilenos exiliados de la dictadura pinochetista en el París de mediados de los noventa. Relato que se inicia con el descubrimiento por los protagonistas en el Museo de Orsay parisino del famoso cuadro hómónimo (“El origen del mundo”, de Gustave Courbet) tildado de obsceno por buena parte de sus contemporáneos, razón por la cual permaneció durante casi cien años en la clandestinidad más absoluta. Divertida a veces y entretenida en todo momento, resulta de muy agradable lectura, a lo que ayuda la magnifica impresión y tipo de letra habitual en los libros de la editorial Tusquets.

68.- “La dama de Urtubi”, Pío Baroja. Relato corto ambientado en el País Vasco de inicios del siglo XVII. Una peripecia romántica que nos narra los amores de Leonor de Alzate, sobrina del Señor de Urtubi y de Miguel Machain, joven hidalgo sin fortuna, en un marco rural de gran belleza, a caballo entre el Labourd y el Bearn francés y la Navarra española y plagado de magia, brujas (las “sorguiñas”), aquelarres e inquisidores, con especial protagonismo de la famosa cueva de Zugarramurdi. Un precioso cuento de final feliz, como todos los cuentos que se precien. 

69.- “El Horla”, Guy de Maupassant. Novela de misterio y terror psicológico ambientada en la campiña de la Isla de Francia a mediados del siglo XIX.  A través de las anotaciones del Diario del protagonista. un burgués de Ruán que vive apaciblemente en su cara rural a orillas del Sena, y en el transcurso de cinco meses de anotaciones, vamos asistiendo gradualmente a la aparición y posterior posesión personal del protagonista por medio de un ser inmaterial, el Horla, que acabará por dominarlo física y psicológicamente hasta el fatídico desenlace final con trágicas consecuencias no esperadas ni deseadas. Muy interesante y de fácil lectura por su brevedad.

70.- “El Informe Pelícano”, John Grisham. Entretenida novela judicial de este prolífico autor norteamericano, repetidamente llevado al cine. Dos jueces del Tribunal Supremo de los Estados Unidos de América son asesinados en una misma noche de forma violenta. A dos mil kilómetros de allí, una joven universitaria de Nueva Orleans, liada con su profesor de Derecho Constitucional, ferviente admirador de uno de los jueces asesinados, no sabemos muy bien cómo ni porqué, se encierra durante varios días en la biblioteca de la universidad y a base de de repasar libros y casos judiciales llega a la conclusión de que ha averiguado quién y porqué ha asesinado, o mandado asesinar, a los dos jueces del Supremo. Su amante y profesor lleva el informe redactado por la protagonista a un amigo del FBI y dos días después muere al explotar su coche a la salida de un  restaurante. Comienza una huida frenética de nuestra heroina, perseguida por “los malos”; el informe llega a manos de la Casa Blanca que intuye que van a tambalearse todas sus estructuras si se hace público. La “buena” (Julia Roberts en la película) se pone en contacto con un periodista del “Washington Post”, y ambos comienzan una aventura conjunta para poner a los malos ante el paredón (es una metáfora) mientras intervienen la CIA y el FBI… Es la primera novela que leo de Grisham, y probablemente, la última.


"Post scriptum", a 29/11/2011: En noviembre de 2006, hace justamente cinco años, dejé de anotar y comentar las lecturas que iba realizando. No recuerdo muy bien que me impulsó a dejar de hacerlo; probablemente, el hecho de comenzar la aventura de "Desde el trópico de Cáncer". De todas formas, esporádicamente, voy dejando en el blog desde esa fecha comentarios sobre las nuevas lecturas que realizó, al menos, de las que me parecen más interesantes. En la columna de la derecha del mismo pueden acceder a la sección denominada "Bibliografía", que abarca desde enero de 2008 hasta la fecha de hoy, en la que se citan por autor, título, editorial y año de publicación, pero ya sin comentario alguno por mi parte, los libros que voy leyendo o que me parecen interesantes para leer en un futuro. En la sección siguiente a la de "Bibliografía", titulada "Algunos de mis autores y libros favoritos" he puesto una lista, incompleta, de aquellos libros cuya lectura me ha producido mayor impresión y satisfacción. Lo de incompleta por doble motivo: primero, porque hace mucho tiempo que no la actualizo, y con toda probabilidad, así va a seguir; y segundo, por que no quise poner nada más que un título por cada uno de los autores que cito. No están todos los que son, pero si son todos los que están.

Como complemento de la entrada les recomiendo vean el vídeo que la acompaña sobre la historia de la Biblioteca Nacional de España. Espero que les resulte interesante. Y sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt 



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Entrada núm. 1431 -
Reedición de la publicada en el blog el 20/11/2006
http://harendt.blogspot.com
"Tanto como saber, me agrada dudar" (Dante)
"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)
"La historia del mundo no es un suelo en el que florezca la felicidad. Los tiempos felices son en ella páginas en blanco" (Hegel)

Historia de la Biblioteca Nacional de España

lunes, 28 de noviembre de 2011

Libertad o seguridad: ¿Final de una época?






Madrid, 11/3/2004





El debate que nos traemos en las sociedades exopulentas de Occidente desde los atentados de Las Torres Gemelas de Nueva York, los de Madrid, Londres, Bagdad y otros muchos lugares, sobre si hay que sacrificar parte de nuestra libertad en favor de una mayor seguridad, me parece un debate maniqueo. Se diga lo que se diga, el mundo no está dividido entre buenos y malos. Dicho lo anterior, a mi lo que me produce un cada vez mayor desasosiego interior es el ver como los gobiernos occidentales están utilizando la lucha contra ese inaprensible terrorismo global (Bush llegó a declarar el “estado de excepción universal”) como coartada para, por un lado, dejarnos muestras de su incapacidad para luchar contra él con la ley en la mano; en segundo lugar para eludir responsabilidades, y en último, por no seguir con la lista, para cercenar libertades individuales que han costado siglos de lucha, violencia, muerte y sacrificios. Y ese es un debate falso. Porque no hay libertad posible sin seguridad, ni seguridad sin libertad. Y punto. Ambas son irrenunciables, solo que conservar la libertad es responsabilidad de la ciudadanía y mantener la seguridad es responsabilidad de los gobiernos. Y ni uno ni otro podemos hacer dejación de esas responsabilidades sin correr el riesgo que a finales del siglo XVIII denunciara el que fuera presidente de los Estados Unidos de América, Thomas Jefferson: “Quién sacrifica su libertad en aras de su seguridad acabará perdiendo ambas”…

Y hablando de hundimientos... Acabo de ver por enésima vez la película “El hundimiento” (Der Untergang), dirigida por el realizador alemán Olivier Hirschbiegel en el año 2004, y cuya acción se situa en el interior del bunker de la Cancillería del Reich, en los primeros días del mes de mayo de 1945, mientras las tropas soviéticas cercan la ciudad de Berlín.

Me ha parecido una impresionante película, dura, realista, sin concesiones; y al mismo tiempo lo suficientemente intimista como para permitirnos asistir, asombrados, al derrumbe final de unos hombres y de un régimen  que se pretendió de mil años de duración. Hay escenas desoladoras, como el suicidio forzado de los pequeños hijos del matrimonio Goebbels. O de los sentimientos que afloran en muchos de los personajes de la película ante el desenlace final que presienten inmediato. Estremecedoras las imágenes finales de la película con la huida de la Cancillería en llamas, atravesando las filas del ejército rojo, de la joven Trauld y de uno de niños de las Juventudes Hitlerianas que defendieron Berlín hasta el último momento.


Impresionante la caracterización del actor Bruno Ganz en el papel de Hitler. Y muy acertado el de la bella actriz Alexandra María Lara en el de Trauld Junge, la jovencísima secretaria personal del caudillo nazi, a través de cuya asombrada mirada se  nos cuenta la historia real de los últimos días del dictador y de su regimen.

No es una película para estómagos blandos, pero desde luego más que recomendable como reconstrucción vívida y realista,  desde dentro, de una época que terminaba de forma tan atroz. Se puede ver un avance de la película en el video que acompaña la presente entrada.

Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt







El efecto dominó






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Entrada núm. 1430 -
Reedición de la publicada en el blog el 2/10/2006
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"Tanto como saber, me agrada dudar" (Dante)
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"El hundimiento" (2004), de O. Hirschbiegel

domingo, 27 de noviembre de 2011

"Una Mujer Desnuda y en lo Oscuro", por Joan Manuel Serrat

"Palabras de amor", por Ana Belén y Joan Manuel Serrat

"Si la soledad es el sentimiento que surge cuando se constata que no soy nada, ni nadie para un alguien, el antídoto eficaz será la experiencia de importar a otro, y de importarle mucho. En una palabra, la soledad muere cuando nace el amor". (Anónimo).

Buenas noches. Les dejo con las palabras de amor de Ana Belén y Joan Manuel Serrat. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt










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Entrada núm. 1428 -
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sábado, 26 de noviembre de 2011

100 000 gracias...







HArendt



Hace unos minutos que "Desde el trópico de Cáncer" ha recibido su visita número 100 000 desde que el 1 de junio de 2010 se pusiera en marcha el contador del blog. Me siento abrumado... No se si es mucho o poco, pero gracias, de todo corazón a los que se han acercado hasta él en este tiempo. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt








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Entrada núm. 1427 - 
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Repensar la izquierda: "¿Blowing in the wind?"






Norberto Bobbio






En su libro "Derecha e izquierda" (Taurus, Madrid, 1998). el filósofo y politólogo italiano Norberto Bobbio afirmaba: "aquellos que dicen que no hay diferencias entre la izquierda y la derecha son siempre de derechas". El historiador británico Tony Judt, fallecido el pasado año, en su también afamado libro "Algo va mal" (Taurus, Madrid, 2010), expresaba la necesidad de repensar la izquierda, siempre desde presupuestos estrictamente democráticos, si no se quería que desapareciera de la política el ideal de progreso de las libertades y derechos ciudadanos arrollados por el fenómeno de la globalización financiera. De ambos autores y libros ya he escrito en ocasiones anteriores en el blog; a ellas me remito.

Hoy publica El País un interesante artículo, "Aprender de la derrota", del diputado socialista Odón Elorza, con el que coincido plenamente, y que comparte muchos de los presupuestos expresados por Bobbio y Judt sobre la necesidad de "repensar" la izquierda.

En democracia, las derrotas en la urnas nunca son irreversibles. Y deberíamos aprender de ellas, algo, por lo que veo, bastante difícil de asumir por los que viven "de" la política más que "para" la política, que son "casi" todos los que están. Esta entrada se la dedico especialmente a todas aquellas personas y ciudadanos que creen que la política está por encima de la economía; que la democracia, las libertades y los derechos individuales están por encima de los mercados, los banqueros y las agencias de calificación; que las necesidades sociales no pueden ser preteridas a las necesidades financieras; que Europa (otra Europa federal, no ésta de mercaderes) es la solución, y no el problema.

No se si lo anterior está escrito sobre el viento, como reza el título de la hermosa canción interpretada por Joan Baez que acompaña la entrada. De lo que estoy seguro es de que este viento reaccionario que nos arrasa ahora mismo no puede, no debe conformarnos. 

Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt






Tony Judt







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"Tanto como saber, me agrada dudar" (Dante)
"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)
"La historia del mundo no es un suelo en el que florezca la felicidad. Los tiempos felices son en ella páginas en blanco" (Hegel)

Joan Baez: "Blowing in the wind"

viernes, 25 de noviembre de 2011

Canción para La Magdalena, por Joaquín Sabina

Para mi, la más bella canción de Sabina; sin dudarlo. Estoy seguro de que hasta el mismo Jesús de Nazaret histórico, Él, que fue el mejor amigo de las mujeres, sonreiría complacido al escucharla. Buenas noches y sean felices. Tamaragua, amigos. HArendt













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jueves, 24 de noviembre de 2011

Dream






Dream




Esta madrugada recibí un correo electrónico bastante inusual. No por la dirección electrónica desde la que me llegaba, la de una antigua y querida amiga catalana, de Tarragona, sino por lo que figuraba en el recuadro de asunto: "Para mami", y por la firma que aparecía al final del mensaje: Dream.

Todos los que convivimos con animales sabemos que los animales hablan. A su manera, pero nos hablan. Con toda claridad. Algunos, hasta escriben. Sobre todo aquellos que se han convertido en personajes literarios, cuyos nombres no voy a enumerar porque son sobradamente conocidos. Hasta hubo uno, un caballo, Incitato, histórico y real, que llegó a ser cónsul de la república romana... Lo que resulta más novedoso es que animales de carne, hueso y alma, sí, los animales también tienen alma, es que manden correos electrónicos. Cosas de la modernidad.

No tengo la menor idea del porqué me ha llegado a mi; supongo que por error. O quizá no, que lo haya enviado a propósito porque sabe que conozco a la destinataria y de alguna manera quería hacerme saber lo que está sintiendo, ahora que su "mami" no está en plenitud física a causa de un accidente laboral ocurrido hace unos meses. O quizá, también, por qué no, sabedor de mis manías escribidoras, para que lo publique en el blog y todos los otros amigos de su mami sepan cuanto la quiere... 

Conozco a Dream, un yorkshire terrier, desde que nació. Y a su mami, María Francesca, también, claro está desde bastante antes que a él. Su mamá y yo nos conocimos a mediados de los 80, en Madrid. Una fresquita tarde de invierno, en la terraza de una cervecería de la plaza del Ángel, frente al Teatro Español, donde habíamos quedado el grupo de delegados de alumnos de  Geografía e Historia de la UNED, venidos de toda España para una reunión que tendría lugar al día siguiente en la Facultad. Congeniamos los dos a primera vista, y a pesar de la distancia y del tiempo transcurrido, ahí seguimos: ella, yo, y otros muchos, como los que aparecen en la foto que acompaño, de un año después, en una nueva reunión celebrada en el centro asociado de la UNED en Tortosa (Cataluña), organizada precisamente por María Françesca. Tan amigos como entonces, o más... Otra cosa más que agradecer a la vida, y a nuestra universidad.

Me ha emocionado el relato de Dream. entre otras muchas razones porque me ha recordado a mi perro Parchís, otro yorkshire terrier, que también hablaba, bebía café solo, dormía con papá y mamá, me esperaba en la puerta de casa cuando volvía del trabajo, y se hacía el muerto con maestría cinamatográfica cuando alguien simulaba que le disparaba, con un dedo extendido, y decía ¡pumm!...


Muchas gracias por recordármelo, Dream, aunque no fuera esa tu intención. Dale un beso muy grande a tu mami de mi parte, y otro muy grande también para tí. Dile que que se cure pronto; y que la quiero mucho... ¿Vale?

La foto de grupo, está tomada en el Delta del Ebro, el día de la reunión de delegados de alumnos en Tortosa. María Françesca aparece en el centro de la misma, y justo detrás de ella, en la última fila, este impenitente escribidor. 


Les dejo con la carta de Dream a su mamá. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt







María Françesca
  





"Para Mami",  de su Dream
 24/11/2011

Soy un perro. A diferencia de ese gato presumido de Sosaki, yo si tengo nombre. Y no un nombre cualquiera, no. Me llamo Drim, aunque se escribe Dream, si, si, en inglés, por eso no es un nombre cualquiera: corto, sonoro, con significado: Sueño. Me lo puso mi mami. Ah, mi mami! Pero ya cuando nací, en un lugar donde los humanos se dedican a criar perros y luego venderlos a otros humanos como mascotas, me bautizaron  -bueno, bautizar en sentido figurativo ¿eh?- con el nombre de Ciro. Fíjate, yo con el nombre de un importante rey de los persas, Ciro el Yorksire. Porte aristocrático sí que tengo, modestia aparte. Y también a diferencia de ese gato callejero tan sabiondo, tengo pedigrí, que es algo que los hombres se miran mucho a la hora de adquirir un animal de compañía ¿tiene pedigrí? Ah, pues no lo quiero,  yo quiero uno que tenga pedigrí, no un chucho callejero. Llegué a casa de mami a través de una amiga que tenía otra mascota de mi raza. Solo tenía un defecto, y es que era muy besucón y llenaba de babas a todo el que se le acercara. Un poco más pequeño que yo, puro nervio. Coñazo perro, que no se estaba quieto ni atado. Yo siempre he sido muy áspero. De pequeño no soportaba que me cogieran en brazos –puñetera manía que tienen los humanos de cogernos en brazos, manosearnos y besarnos- y eso de los besos he empezado a practicarlo ya de mayorcito, tal vez porque mi mami me besa mucho y ahora me gusta tanto que empecé a pensar que a ella también le gustaría que yo la besara. Y así lo hago y veo que sí, que le gusta. Aunque durante poco rato, porque no estoy acostumbrado y me cuesta. No veo yo eso de los besos como cosa de perros, que quieren que les diga.


Ya he cumplido los once años, o sea que estoy en la edad que los expertos consideran anciano para un perro. Y digo yo, ¿qué sabrán estos expertos sobre la vida de los perros si nunca han sido perros? 7 años de mi vida por uno de ellos. Y si los números no me fallan, en estos momentos tengo unos 77 años. Ahhhh, que me da un ataque de risa. ¿Qué os creéis, que los perros no nos reímos? Los humanos me parecéis bastante tontos. Pensáis que sois superiores a todos los bichos del reino animal. Pero si no sabéis ni andar a cuatro patas, con lo cómodo y rápido que es. Pues sí, los perros reímos, lloramos sin lágrimas, sufrimos, amamos, sentimos, tememos tos, nos tiramos pedos, eructamos, hacemos pipí y caca, tenemos miedo, nos estresamos, reconocemos a quienes nos aman de los que no, nos hacemos entender sin hablar, escuchamos, obedecemos, vemos la vida en dos colores –pero nos basta-, nos defendemos, demostramos nuestra alegría a todas horas saltando y moviendo nuestro rabo, protegemos a los nuestros, defendemos nuestro territorio, nos gusta el sexo tanto o más que a vosotros los humanos, nos enamoramos de nuestras perritas y luchamos por conseguir su amor, sabemos distinguir una buena comida de los restos de la vuestra, saboreamos el agua que bebemos… Ya veis, todo igual que al resto de la gente.


A pesar de tanta igualdad, debo confesar que existen grandes diferencias entre nosotros, los perros. Y eso se debe a la suerte que cada uno haya tenido en encontrar a su familia. Cuando paseo con mami –ah, mami- por la calle acostumbro a cruzarme con algún que otro compañero. Y cuando ves a su dueño ya sabes con qué clase de perro te vas a encontrar. Están los estirados, esos que ni te miran cuando pasas por su lado; incluso se apartan como si tú fueras un apestado y aligeran el paso para no hacerse el encontradizo. El dueño hace lo mismo: simula una prisa que no tiene y no ya ni te mira, es que ni te ve. Esos son perros infelices, pero como no les dejan tener relaciones sociales con otros perros, pues no se pueden desahogar ni les podemos ayudar y siempre llevan esa mirada penosa encima. Sus dueños tampoco se relacionan mucho con gente de su especie. Son personas solitarias, agrias, un tanto desgraciadas en su vida personal, laboral y social y que un día decidieron poner un perro en su vida para encontrar un poco de compañía. Da pena verles a los dos. 


Ah! y luego están los amiguillos de verdad, esos que se alegran de verte, que te esperan en medio de la calle ya moviendo su rabo y que desean olerte y ladrarte dándote los buenos días o las buenas tardes. Después de saludarnos, hala, cada uno al arbolito de turno para dejar nuestra marca. ¡Cómo los quiero a esos!  Alegran mi rutina diaria, y no digamos sus mamis o sus papis. Son tan simpáticos como ellos. Siempre entablan conversación con mami, la mayoría de las veces sobre nosotros mismos, que si tal, que si cual, que qué guapos somos, que qué bien peinados vamos hoy, que qué graciosos, que como movemos la colita, que si Poti ha estado malito con diarrea, que qué comió, a pues no sé, algo en la calle –siempre es la calle-, ahora está a dieta y Poti me dice que está hasta las narices de arroz hervido, que él lo que quiere es su perolete de cada día, con su buena ración de premios. Anda, anda, quejica, que si por ti fuera te comerías un pollo entero y mojarías pan en la salsa. Pues anda que tú, pijo del culo –siempre me llama así, no sé de donde le salió esa coletilla de “culo”- que estás suspirando para que te suban a la mesa y te den de todo lo que hay en los platos. Sí,  debo reconocerlo: estoy muy mal criado y consentido. En casa mando yo, con permiso de mami y hasta que ella quiere. Buf, cuando ella se cuadra, sálvese quien pueda. Luego nos encontramos con Mandi, una preciosa perrita pelirroja que me tiene el seso sorbido y a la que le importo un pito, o dos. Siempre me enseña los dientes y me dice ni se te ocurra acercarte que te los hinco. Y yo, con mi porte regio le digo, como si no me importara –pero sí que me importa-, pues que te den morcilla, y me marcho contoneándome y con la cabeza bien alta. Habrase visto la arrogante de la perra. Y mira que es guapa la jodida, pero no me deja ni olisquearla. Y alguna vez nos encontramos con esos perros tan enormes, que a mí me dan unas ganas de tirarme a su yugular y luchar a muerte con ellos, que si no fuera por mami –ah, mami- ya estaría supermuerto docenas de veces. Se creen que me asustan y que dan miedo por ser tan grandotes, pero yo soy un tío valiente donde los haya, por mis genes corre sangre de antepasados que luchaban con los hurones en las madrigueras, con las malditas ratas y otras alimañas. Porque es que además te miran con superioridad –vale que son muy grandes-, pero eso no les da derecho a menospreciar a los chiquitos. Mami, ah mami, no me deja acercar a ellos. Cuando les ve venir ya me frena la correa y me reprende cuando empiezo a gruñirles y me voy directo a sus cuellos. Siempre me dice, mira que eres tonto, que no ves que con solo abrir su boca ya estarías caput . ¿Qué querrá decir con eso de caput? Yo me enfado. Da igual, no me sirve de nada.


Hay otro tipo de perros a los que hay que tener a raya, porque no son lo que parecen, ni sus dueños tampoco. A simple vista parecen dóciles y nada agresivos. Sí, sí, fíate tú de esos. Disimulan y cuando te tienen a tiro, zas, mordisco al canto.  A esos los evito siempre. Son mala gente, traicionera, en los dos sentidos, perro y dueño.


A mami le gusta mucho jugar a pelota y yo para complacerla juego con ella. Cada dos por tres aparece con una pelota nueva  ¿Será que se cansa de las antiguas? Tenemos la casa llena. Yo las escondo debajo del sofá para tener un poco despejado el territorio, ya que son objetos peligrosos y mami puede pisarlas y caerse. Así que me he convertido en el guardián de las articulaciones de la gente de mi casa. Dream, ¿dónde está la pelota? Eso es que quiere jugar. Y yo voy entonces y la busco. Si están todas debajo del sofá le muestro el lugar y ella la saca. Entonces empezamos un interminable partido de fútbol. Yo la chuto con mi hocico y ella me la devuelve con su pie; yo la paro con mis manitas y mi boca y se la vuelvo a tirar. A veces se me escapa intencionadamente y entonces mami grita gol, te he marcado un gol! Y se la ve ten feliz que yo me dejo marcar alguno que otro para que ella grite gol, te he marcado un gol! Y así nos pasamos un buen rato, hasta que ella se cansa,  pero yo sigo jugando para hacerla reír, porque soy un artista consumado con la pelota. Hago lo que quiero con ella. Me tiene subyugado esa bolita, como se mueve, como salta, como se para… A veces me quedo estirado mirándola fijamente frente a mí, quieta, parada, esperando que de un momento a otro se ponga a rodar, como si mis ojos pudieran darle velocidad. Estoy convencido de que un día se pondrá a correr solita. Entonces, de un salto me levanto, la cojo entre mis dientes y la tiro al aire. Me fascina verla rebotar y rebotar y rebotar hasta que se vuelve a parar. ¿Qué tendrá dentro para saltar como lo hace? ¿Habrá algún animal misterioso en su interior, tipo canguro, que hace que pegue esos brincos? ¿Llevan pilas como los feos conejitos de un anuncio de la tele que los hacen andar como tontos metros y metros hasta que las pilas se acaban y los conejitos no saben ni dónde están ni cómo van a regresar?  Seguro que mis pelotas saltarinas son mágicas, porque las compra mi mami y todo lo que hace mi mami es mágico.Mami es mi refugio y mi paz, mi tranquilidad. Cuando estoy malito ella me cuida, me da esas asquerosas medicinas que yo no me quiero tragar y esas pastillas que escupo con gran habilidad. Pero, ah, ella tiene sus trucos. Me las inyecta disueltas a placer con una jeringuilla en la boca y ahí yo ya no tengo nada que hacer. Pataleo para que vea que no me gusta que me chuten y hago miles de ascos, aunque al ratito ya me encuentro un poco mejor. Así que haré el propósito de portarme bien cuando me toque la dosis, porque yo sé que mami nunca haría nada que pudiera perjudicarme y si ella me cuida tanto y me hace feliz yo también debo hacerla feliz a ella. Cuando tengo miedo, siempre busco sus brazos y ella me los abre y me acoge con todo el amor que se le puede dar a un hijo .Ella dice que yo soy su niño pequeño –debe decirlo por el tamaño- y debe ser verdad que lo cree así, porque desprende tanta ternura que casi me derrito


Mami lleva días malita. Tiene algo en su pie, aunque no ha sido por culpa de las pelotas, que yo las escondo muy bien para que no se caiga, pero un día llegó a casa con toda su pierna vendada y sin poder andar. Yo no tengo medicinas para darle, así que me estiro a sus pies y hago ver que duermo, cuando en realidad no le quito ojo de encima, no vaya a ser que se ponga peor y yo no tenga tiempo de avisar a papi, porque él sí que tiene medicinas para darle y mami se las toma sin hacer tantos aspavientos como hago yo. Y vigilo atentamente para que no sea tan traviesa como yo y las escupa, porque así no se curaría y mi vida sin ella ya no tendría sentido.


Ahora muchas mañanas me quedo solo en casa porque dice mami que va al médico de la patita para curarse pronto, que vuelve enseguida, que me porte bien, que no ladre ni rasque la puerta, porque es muy importante para ella ir a ese médico. Se me hacen eternas esas horas. Me estiro frente a la puerta y me quedo mirándola fijamente: por ahí se ha ido, por ahí vendrá. Y cuando llega le hago unas grandes fiestas, salto, corro, le traigo la pelota… pero mami ya no está tan alegre y no me chuta la pelota porque no se puede poner de pie ni camina, sino que se desplaza en una silla enorme que anda sola.  Yo presiento que no me dice la verdad, que ese médico al que va no es tan bueno como el mío, porque sus medicinas no la están curando rápido. Deberé decírselo de alguna manera, que cambie de médico, que vaya al mío y que la pinche y le dé las pastillitas que tan bien me ponen a mí, que en cuatro días vuelvo a estar más fresco que una rosa. Yo presiento su dolor y algunas veces me pongo a darle besitos en su pie lastimado, para que sepa que la amo y que la cuido con mis limitados medios, y que quiero volver a salir de paseo con ella, y a jugar a pelota para que me marque todos los goles que quiera…Y ella sonríe y acaricia mi cabecita, dándome las gracias por mis desvelos, respondiendo a mis preguntas sin haberlas formulado, diciéndome que no sufra, que cada día se encuentra mejor, que pronto todo volverá a ser como antes. Y yo me dejo mecer por el sonido de esas palabras que hacen mella en mi corazón de perro, anhelando el momento de ver como mami se levanta de esa horrible silla. Así que ahora me estiro siempre frente a ella y la miro fijamente, como a mis pelotas, para ver si con mi penetrante mirada y mi ferviente deseo, hago que mami ande. No hay nada que la voluntad no consiga. Mami volverá a andar muy pronto. Palabra de perro.






Delta del Ebro (ca. ¿1985?)






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