lunes, 4 de septiembre de 2017

[A vuelapluma] Completar la democracia





En todos los Estados democráticos hay instituciones —desde tribunales hasta bancos centrales— que no rinden cuentas directamente a los votantes o representantes electos. Son imparciales, defienden determinado bien común y completan la democracia. Quien así se expresa es el profesor Daniel Innerarity, catedrático de Filosofía Política e investigador Ikerbasque en la Universidad del País Vasco, y referente asiduo en Desde el trópico de Cáncer. Su último libro, La democracia en Europa (Galaxia-Gutenberg, Barcelona, 2017), terminé de leerlo hace unos días y se lo recomiendo encarecidamente. 

Las elecciones son demasiado poco para unos y demasiado para otros, comienza diciendo Innerarity. Unos insisten en recordarnos los errores de los votantes (Surowiecki) y otros subrayan las limitaciones de los procesos electorales para determinar y hacer valer la voluntad popular (Van Reybroucke). Para los primeros, las elecciones representan demasiado bien lo que quieren los electores y para otros demasiado mal; la principal preocupación es, en el primer caso, el populismo, y en el segundo, la crisis de la democracia representativa. Unos consagran el orden constitucional o la legalidad vigente como algo que en ningún caso puede ser socialmente verificado; otros apelan a la voluntad de los militantes, a las consultas o defienden la tesis de la “absolución electoral” para los corruptos.

Algo está pasando en nuestros sistemas políticos cuando la inminencia de una cita electoral es vista como una amenaza (o la ausencia de elecciones inmediatas se celebra como una oportunidad para llevar a cabo ciertas políticas) o, en el caso opuesto, se tiene una concepción descontextualizada e irrefutable de la voluntad popular, es decir, sin contrapesos, marco legal, información suficiente, espacio para la deliberación o protección de las minorías.

Lo complicado del asunto es que todos tienen algo de razón. Se trataría, por tanto, de compaginar ambas posiciones, de completar la democracia, que no es una mera legalidad constitucional, pero tampoco una serie de big bangs constituyentes, que no puede prescindir del electorado, pero que no debe ser solo democracia electoral. No se pueden suprimir las instituciones de la democracia electoral sin dañar la democracia, pero se la puede y debe completar con otro tipo de instituciones que defienden valores igualmente necesarios para la calidad de la vida democrática.

En todos los Estados democráticos hay previsiones constitucionales o cuasiconstitucionales que limitan el poder del demos y configuran una serie de instituciones que no representan tanto a las personas sino a ciertos valores o bienes públicos. Representan de algún modo la imparcialidad y defienden determinado bien común al margen e incluso por encima de los electores actuales. Una característica de la gobernanza de todas las democracias contemporáneas es la delegación de poderes significativos en instituciones que no rinden cuentas directamente ante los votantes o los representantes electos: tribunales, bancos centrales independientes, autoridades regulatorias de supervisión y regulación, comisiones de la competencia y tribunales de cuentas se hacen cargo cada vez de más ámbitos de la vida política y económica. Hay un desplazamiento del poder hacia lugares menos sometidos al escrutinio y control públicos, y esa derivación no siempre está motivada por intenciones perversas sino también por necesidades funcionales que es necesario entender y legitimar.

¿Cómo se justifica la existencia de tales instituciones? De entrada, hay una justificación funcional. Existe un amplio consenso en torno a la convicción de que, por ejemplo, el control de las normas y la política monetaria o crediticia son mejor desempeñados por los tribunales constitucionales y los bancos centrales que por los parlamentos. Imaginemos las consecuencias desastrosas que tendría la asunción de estas tareas por los parlamentos. De ahí que la delegación de estos momentos de soberanía no debilite sino que fortalezca la democracia, si es que por democracia entendemos no solo la formalidad de quién toma las decisiones sino la capacidad de proporcionar determinados bienes públicos.

No está de moda defender las instituciones técnicas, pero conviene recordar la función que ejercen en una democracia. En una entrevista publicada por Süddeutsche Zeitung, el director general de la oficina estadística de la UE, Walter Rademacher, explicaba la responsabilidad de los Estados miembros al dar por buenas las cuentas de Grecia para su ingreso en la moneda única cuando todos tenían serias dudas acerca de la fiabilidad de las informaciones proporcionadas por el Gobierno griego. Por esta razón el Eurostat pidió más poderes de control pero los Estados miembros se opusieron a ello. En aquel caso, los técnicos tenía razón frente a quienes representaban a sus electorados.

Un segundo tipo de legitimidad de esta delegación en instituciones independientes del ciclo electoral procede de la justificación por el largo plazo. Uno de los problemas de las actuales democracias es su inconsistencia temporal, el hecho de que sacrifiquen los proyectos de largo alcance ante el altar de los beneficios electorales inmediatos. Todo lo que tiene que ver con la protección de las minorías, la justicia intergeneracional o ciertos compromisos medioambientales (es decir, con los intereses que por definición están escasamente presentes en nuestros procedimientos de decisión) requieren algún tipo de justificación que no depende de la voluntad de los electorados realmente existentes.

Este tipo de bienes solo pueden protegerse cuando una parte de la soberanía es transferida a un nivel menos “electoralmente democrático” y son adoptadas por instituciones más inmunes a las presiones inmediatas. Las instituciones europeas fueron creadas en parte para gestionar este tipo de externalidades intratables por procedimientos democráticos. Algunas de las acusaciones de tecnocracia o déficit democrático tienen que ver con esta circunstancia; no con que no sean suficientemente democráticas sino con que no son electoralmente democráticas. Los costes de una institución no democrática (o mejor: no electoral o mayoritariamente democrática) tienen que ser sopesados con los beneficios de salvaguardar ciertos bienes colectivos. Pensar de este modo no equivale a derogar la democracia sino más bien defenderla frente a su debilidad. Todo ello no es incompatible con ciertas reformas que deben asegurar sus procedimientos para hacerlas más democráticas, por ejemplo, más representativas (pensemos en la escandalosa infrarrepresentación de las mujeres en el Banco Central Europeo) o reformulando su independencia, siempre y cuando se lleven a cabo sin comprometer su naturaleza.

Podríamos concluir afirmando que estas instituciones deben entenderse como un constitucionalismo democráticamente configurado y no como una democracia constitucionalmente restringida. Serían democráticamente inaceptables si fueran modos de impedir el poder del pueblo y no un modo de canalizarlo adecuadamente o si estuvieran configuradas de tal manera que se encontraran absolutamente fuera del alcance de la discusión pública y la reforma.



Dibujo de Eduardo Estrada para El País



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt






Entrada núm. 3796
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Política] XII Legislatura de las Cortes Generales. Septiembre, 2017 (I)





Las Cortes Generales representan al pueblo español y están conformadas por el Congreso de los Diputados y el Senado. Ambas Cámaras ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuye la Constitución. 

En los Diarios de Sesiones de las Cámaras se reflejan literalmente los debates habidos en los plenos y las comisiones respectivas y las resoluciones adoptadas en cada una de ellas. Los demás documentos parlamentarios: proyectos de ley, proposiciones de ley, interpelaciones, mociones, preguntas, y el resto de la actividad parlamentaria, se recogen en los Boletines Oficiales del Congreso de los Diputados y del Senado. 

Desde este enlace pueden acceder a toda la información parlamentaria de la presente legislatura, actualizada diariamente. Les recomiendo encarecidamente que la exploren con atención si tienen interés en ello. Y desde estos otros a las páginas oficiales de la

Casa de S.M. el Rey

Congreso de los Diputados
Senado
Presidencia del Gobierno
Tribunal Constitucional
Tribunal Supremo y Consejo General del Poder Judicial
Consejo de Estado
Boletín Oficial del Estado

Parlamento Europeo

Consejo Europeo y Consejo de la Unión Europea
Comisión Europea
Tribunal de Justicia de la Unión Europea
Tribunal Europeo de Derechos Humanos
Diario Oficial de la Unión Europea

Parlamento de Canarias

Gobierno de Canarias
Cabildo de Gran Canaria
Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

Se reinicia poco a poco la actividad parlamentaria oficial con las reuniones extraordinarias celebradas la pasada semana por las comisiones de Defensa, Empleo y Seguridad Social, Fomento,  Hacienda y Función Pública, Justicia, y del Pleno del Congreso de los Diputados, con la intervención del presidente de gobierno. Desde los enlaces anteriores (en rojo) pueden acceder a los Diarios de sesiones respectivos.

Y esta es la agenda de trabajo prevista para esta semana en el Congreso de los Diputados y en el Senado.

Continúo una semana más con los documentos que relatan la historia del parlamentarismo español gracias a la publicación de "Papeles para la Historia" en la página electrónica del Congreso de los Diputados, que tiene como objetivo acercar a los ciudadanos la historia parlamentaria aprovechando la digitalización de los fondos del archivo de la Cámara que se ha realizado en estos últimos años.

El periodo que abarca esta historia parlamentaria desde 1810 a 1977 se ha dividido en ocho etapas formadas a su vez por las diferentes elecciones y las legislaturas comprendidas entre una elección y otra.

Los periodos desarrollado son:

I. Cortes de Cádiz 1810-1814.
II. Trienio Liberal 1820-1823.
III. Regencias y Reinado de Isabel II 1833-1868, subdividido en la 
III. 1. Regencia de María Cristina de Borbón, 1833-1840.
III. 2. Regencia del General Baldomero Espartero, 1840-1843.
III. 3. Década Moderada,1844-1854.
III. 4. Bienio Progresista, 1854-1856.
III. 5. Crisis del Moderantismo, 1856-1868.
IV. Sexenio Revolucionario, 1868-1874, con: 
IV. 1.Gobierno Provisional-Regencia del General Serrano y Gobierno de Prim.
IV. 2. Reinado de Amadeo I 
IV. 3. Primera República.
V. Restauración, 1874-1923, con:
V. 1. Reinado de Alfonso XII, 1874-1885.
V. 2. Regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena, 1885-1902.
V. 3. Reinado de Alfonso XIII, 1902-1923 
VI. Dictadura de Primo de Rivera, 1923-1930, con:
VI. 1. Asamblea Nacional, 1927-1929. 
VII. Segunda República Española, 1931-1939.
VIII. Franquismo. Cortes Españolas, 1943 -1977

Cada uno de estos periodos va introducido por un breve resumen histórico reseñando los hechos más relevantes de esos años. En el texto se muestran distintos enlaces a imágenes o documentos que pretenden ilustrar y testimoniar la historia política y parlamentaria dando además a conocer el patrimonio documental y bibliográfico del Congreso de los Diputados.

Además en cada periodo aparecen bajo la elección correspondiente los datos relativos a cada una de las legislaturas, así como el resumen o reseña, según los casos, que se publicaba al final de los índices del Diario de Sesiones. Y a continuación se enumeran los presidentes de la cámara, durante cada una de las legislaturas con un enlace al apartado referente a los mismos en la página institucional.

Continúo hoy la historia del parlamento español subiendo al blog los documentos relacionados con la regencia de María Cristina de Borbón, entre 1833 y 1840. 

María Cristina de Borbón, cuarta mujer de Fernando VII, ocupa la Regencia de 1833 a 1840, tras la muerte de su marido. El 4 de octubre de 1833, María Cristina presenta un manifiesto político. Se publican los Reales Decretos de 4 de enero y 16 de febrero de 1834 sobre libertad de imprenta y organización de la Milicia Nacional.

Durante este periodo se celebraron seis procesos electorales: 1834, 1836 (febrero, julio y octubre), 1837 y 1839.

Elecciones 30 junio 1834
Elecciones 26 febrero 1836
Elecciones 13 julio 1836
Elecciones 2 octubre 1836
Elecciones 22 septiembre 1837
Elecciones 24 julio 1839

La aportación fundamental de Francisco Martínez de la Rosa al frente del gabinete, en la transición al nuevo liberalismo, es el Estatuto Real (16 de abril de 1834), que venía a sustituir a la Constitución gaditana. El Estatuto ha sido llamado Constitución Otorgada por algunos historiadores.

El Estatuto Real está estructurado en cinco títulos y cincuenta artículos: establece la reunión de las Cortes en dos Cámaras. El Estamento de Próceres (actual Senado) y el Estamento de Procuradores (actual Congreso de los Diputados). Los reales decretos de 20 de mayo de 1834 y de 24 de mayo de 1836 regulan la elección de procuradores a las Cortes Generales del Reino. El Estatuto Real no convence a conservadores ni a liberales. Martínez de la Rosa se debe enfrentar además al problema de la guerra carlista.

José María Queipo de Llano, conde de Toreno, es otro de los liberales que desde la jefatura del gobierno colabora en la transición hacia el liberalismo, pero, impotente frente a los desórdenes públicos que se suceden, es sustituido por Mendizábal. Juan Álvarez Mendizábal pasará a la historia como presidente del Consejo de Ministros por la desamortización de los bienes eclesiásticos mediante los decretos de supresión de los conventos de menos de doce religiosos y disolución de  las órdenes religiosas, salvo las hospitalarias. (Poder del Procurador José María Queipo de Llano Ruiz de Saravia, conde de Toreno y busto en mármol de Juan Álvarez de Mendizábal por José Grágera y Herboso, 1868 en el Salón de Conferencias).

En el discurso que Mendizábal prepara a la Reina Gobernadora para la apertura de las Cortes el 16 de noviembre de 1835 se proponen a los procuradores tres proyectos de ley: la institucionalización de la prensa libre, la responsabilidad ministerial y la reforma electoral. En julio de 1837 se aprueba esta nueva ley electoral, que abre un gran debate entre los partidarios del sufragio indirecto y los que quieren introducir el sufragio directo.

Por Real Decreto de 24 de mayo de 1836 se convocan nuevas Cortes, que no se llegan a reunir por los sucesos ocurridos en La Granja (Segovia), el Pronunciamiento de los sargentos ante la Reina Regente que obliga  a restaurar la Constitución de 1812.

Las Cortes constituyentes de 1836-1837 aprueban una nueva Constitución el 18 de junio de 1837 y la Reina Gobernadora jura la misma acompañada de su hija Isabel en el Convento del Espíritu Santo, habilitado como sede de las Cortes. En la comisión designada para presentar el proyecto de Constitución estaban Argüelles, Ferrer y Olózaga. Esta Constitución ha sido considerada siempre un código transaccionista, con concesiones por parte de los progresistas y de los moderados. Establece dos Cámaras, que se denominan ya Senado y Congreso de los Diputados.

El 24 de febrero de 1837, la Comisión de Constitución presenta el proyecto de Reglamento para el Gobierno Interior de los cuerpos colegisladores, en la parte común a ambos. Aprobada la Constitución de 1837, la Reina Gobernadora disuelve las Cortes constituyentes. Las legislaturas 1837-1838, 1838 y 1839 cierran esta primera Regencia.

Durante las Cortes de la Regencia de María Cristina se aprueban dos reglamentos: el  15 de julio de 1834 el de Régimen y Gobierno del Estamento de procuradores a Cortes, y el 14 de febrero de 1838 el Reglamento del Congreso de los Diputados.

La Reina Regente pronuncia su último discurso el 1 de septiembre de 1839 en la sesión de apertura de estas Cortes. Finaliza la legislatura el 18 de noviembre de ese mismo año.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt






Entrada núm. 3795
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Humor en cápsulas] Para hoy lunes, 4 de septiembre de 2017





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy con Morgan en Canarias7; Idígoras y Pachi en El Mundo; Forges, Peridis, Ros y El Roto en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




HArendt






Entrada núm. 3794
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

domingo, 3 de septiembre de 2017

[A vuelapluma] Sobre la ironía en política





No hablar en serio es muchas veces la estrategia del cobarde para no afrontar la realidad, dice Ricardo Dudda, periodista y miembro de la redacción de Letras Libres. En La democracia sentimental, Manuel Arias Maldonado crea la figura del “ironista melancólico”: un individuo escéptico que usa la ironía para tomar distancia de las pasiones políticas, consciente de “la inevitable incompatibilidad de los distintos valores en juego”. La ironía suele ser inteligente; en muchas ocasiones, la sátira es más efectiva y crítica que el análisis solemne. Pero su abuso puede desembocar en cinismo. El debate público contemporáneo, especialmente en redes sociales, se ha convertido en un perfecto campo de juego para las guerras irónicas. La ironía no funciona aquí como el ideal liberal e ilustrado de Arias Maldonado, sino como un mecanismo de reafirmación tribal y un arma ideológica. Este ironista no es cauteloso, está de vuelta de todo y observa la realidad y la política desde la superficie frívola, nunca profundiza. Un ejemplo lo vemos en los tuits del diputado Gabriel Rufián, o en los de Izquierda Unida cuando envía a alguien al gulag; pero también en todas aquellas bromas que hay sobre cualquier debate político que trasciende cierto consenso virtual, o de la pequeña tribu. En los mayores momentos de violencia en Venezuela, los tuiteros irónicos se mofaron del excesivo interés de los medios españoles, y denunciaron una supuesta cortina de humo. Más allá de la posible instrumentalización política del conflicto, lo interesante es ver cómo usan la ironía para mostrar la supuesta verdad. Rufián insiste, mediante chistes, en que los medios magnifican un tema banal en detrimento de otro importante, siempre de manera interesada, pero nunca explica por qué uno es más importante que el otro. No sabe ir más allá de su broma. La ironía es una manera cínica de camuflar el dogmatismo.

En su ensayo E Unibus Pluram sobre la ficción televisiva estadounidense en los años noventa, David Foster Wallace escribe que “toda la ironía estadounidense se basa en un implícito ‘realmente no va en serio lo que digo”. Wallace afirma que la ironía puede convertirse en una especie de tiranía, y que “cualquiera que se moleste en preguntarle al ironista qué es lo que está defendiendo realmente acaba pareciendo un histérico o un pedante”. ¿Quién responde a un meme irónico? ¡Si es todo broma! Como son “bromas” los chistes de la alt-right, el movimiento supremacista blanco surgido en Internet en los últimos años: comenzó como un fenómeno de jóvenes que se quejaban de la cultura contemporánea y buscaban la provocación con ironía, y ha acabado convertido en un movimiento neonazi que desfila con antorchas y banderas con la esvástica. Alice Marwick, autora de un estudio del Data & Society Institute sobre la alt-right en las redes, afirma que la ultraderecha estadounidense “extiende el pensamiento supremacista blanco, la islamofobia y la misoginia a través de la ironía y del conocimiento de la cultura de Internet”. El usuario de la alt-right internetera, que usa los memes de la rana Pepe y términos como cuckservative (un conservador vendido) o normie (alguien políticamente correcto y que no piensa por sí mismo), esconde su racismo y machismo detrás de la ironía para evitar el rechazo social. Si alguien se ofende, siempre puede usar irónicamente uno de esos términos, y decir que solo está de broma. Es, según Mark Thompson, autor de Sin palabras: ¿qué ha pasado con el lenguaje de la política?, un “imbécil de Schrödinger”, “alguien que hace comentarios sexistas, racistas o intolerantes en general y solo decide si habla en serio o ‘está de broma’ cuando ve la reacción de los demás”.

¿Significa esto que los tuits irónicos de Rufián son lo mismo que los de un neonazi en un foro oscuro de Internet? En absoluto. Lo que significa es que en muchas ocasiones la ironía es solo superficie, un discurso vacío, y puede ser la estrategia que tiene el cobarde para no afrontar la realidad. A veces, no hablar en serio es no ser sincero con uno mismo. El escritor Lewis Hyde dice que “la ironía solo tiene un uso de emergencia. Si se usa a lo largo del tiempo, se convierte en la voz del atrapado que empieza a disfrutar de su jaula”. Este ironista acaba atrapado en su propia ironía como el políticamente incorrecto acaba atrapado en su condición de transgresor y rebelde rompedor de tabúes. En el caso de los ironistas neonazis de Internet, que usan un código especial con neologismos para ocultar su racismo, se da un caso especial. Son, irónicamente, unos cobardes políticamente correctos, incapaces de decir claramente lo que piensan.



El diputado de ERC, Gabriel Rufián


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt





Entrada núm. 3793
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Tribuna de prensa] Lo mejor de la semana. Septiembre, 2017 (I)






Les dejo con los Tribuna de prensa que durante esta semana pasada he ido subiendo a Desde el trópico de Cáncer. Espero que les resulten interesantes, y que como decía Hannah Arendt les inviten a pensar para comprender y comprender para actuar. La vida, a fin de cuentas, no va de otra cosa que de eso. Se los recomiendo encarecidamente. Son estos:

Domingo, 27 de agosto:
La princesa de la multitud, por Javier Redondo.
Argumenta, aunque sea poco, que algo queda, por José Ignacio Torreblanca.
Ni fui ni iré, por Arcadi Espada.

Lunes, 28 de agosto:
Cuál es el Estado enemigo, por Xavier Vidal-Folch.
La indignidad de Puigdemont, por Ignacio Martín Blanco.
Protagonista accidental, por Iñaki Gil.

Martes, 29 de agosto:
Trifulcas, por David Trueba.
Demasiada atención, por Víctor Lapuente.
Muerte al derrotismo, por Jesús Andreu.

Miércoles, 30 de agosto:
Mejor así, por Manuel Jabois.
¿Somos de verdad un país federal?, por Santiago Lago.
La inseguridad nacional, por Jorge de Esteban.

Jueves, 31 de agosto:
El insecto, por Javier Sampedro.
Mayoría es moderación, por Alberto Penadés.
Un debate extemporáneo, por Antonio Heredia.

Viernes, 1 de septiembre:
Rajoy, átono y atónito, por Jorge Bustos.
Banderas, por Jorge M. Reverte.
Mentiras y medias verdades en política, por Javier Ayuso.

Sábado, 2 de septiembre:
El culo de las francesas, por Elvira Lindo.
Conversos, por Fernando Savater.
Camareros, por Julio Llamazares.

Y desde los enlaces de más abajo pueden acceder a algunos de los diarios y revistas más relevantes de España y del mundo, actualizados continuamente. Espero que los disfruten:

The Washington Post (EUA)
El País (España)
Le Monde (Francia)
The New York Times (EUA)
The Times (Gran Bretaña)
Le Nouvel Observateur (Francia)
Chicago Tribune (EUA)
El Mundo (España)
La Vanguardia (España)
Los Angeles Times (EUA)
Canarias7 (España)
El Universal (México)
Clarín (Argentina)
L'Osservatore Romano (Vaticano)
La Voz de Galicia (España)
NRC (Países Bajos)
La Stampa (Italia)
Frankfurter Allgemeine Zeitung (Alemania)
Le Figaro (Francia)
Tages Anzeiger (Suiza)
Komsomolskaya Pravda (Rusia)
Excelsior (México)
Die Welt (Alemania)
El Nuevo Herald (EUA)
Revista de Libros (España)
Letras Libres (España)
Claves de Razón Práctica (España)
Cuadernos para el diálogo (España)
Litoral (España)
Jot Down (España)
Real Instituto Elcano (España)
Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (España)
Der Spiegel (Alemania)
The New Yorker (EUA)
Política Exterior (España)
Cidob (España)
Concilium (España)
Le Monde Diplomatique (Francia)
Le Nouvel Afrique (Bélgica)
Time (EUA)
Life (EUA)
Revista Española de Ciencia Política (España)
Cambio16 (España)
Jeune Afrique (Francia)
Tiempo (España)
Historia y Política (España)
Newsweek (Estados Unidos)
Nature (Estados Unidos)
Historia National Geographic (España)
Paris Match (Francia)
Instituto Nacional de Estadística (España)
Para terminar, les dejo con los reportajes de El País con las mejores imágenes del 2016, las treinta fotos más representativas de los 40 años de vida del periódico, las fotos ganadoras del World Press Photo 2017, y las 12 fotos del año de National Geographic. Y como siempre, las mejores fotos de la semana que termina en El País. 




Modernidad. Pekín, China


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt






Entrada núm. 3792
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Humor en cápsulas] Para hoy domingo, 3 de septiembre de 2017





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy con Morgan en Canarias7; Idígoras y Pachi en El Mundo; Forges, Peridis, Ros y El Roto en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




HArendt






Entrada núm. 3791
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)