martes, 10 de octubre de 2017

[A vuelapluma] Los silenciados hasta ahora ya se dejan oír





Los catalanes que permanecían callados han hablado. Ayer salieron a la calle contra las mentiras y engaños, contra los que subvierten la democracia y el derecho, contra los que quieren separarnos de España y de Europa, dice en El País el profesor Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Al final de la manifestación de ayer en Barcelona, que superó las previsiones de los más optimistas, una pregunta rondaba en todas las conversaciones: ¿esta masiva asistencia significa un antes y un después en la política catalana?, se pregunta el profesor De Carreras

En los próximos días, semanas o meses, se podrá contestar con fundamento a esa pregunta. En todo caso, los catalanes callados han hablado, ya no podrá la prensa extranjera —o nuestros nacionalistas locales— hablar de “los catalanes” como un bloque unitario frente a España. Cataluña es plural, hay muchas Cataluñas, como sucede también en España, o en Francia, Italia, Alemania y la mayoría de los demás países europeos. No somos distintos de ellos. Los conflictos, normales en toda sociedad, no son entre países, o entre naciones, sino entre ciudadanos. El Estado de derecho, a través de la democracia, es el cauce normal para resolverlos.

El éxito de asistencia en la manifestación de ayer no se puede explicar sin lo sucedido en semanas anteriores, desde finales de agosto. Se dice desde hace tiempo que el llamado procés está generando un hartazgo en buena parte de la población catalana y en la mayoría de la española. Es cierto. Pero al hartazgo se le ha sumado en los últimos tiempos la indignación, indignación ante las mentiras del independentismo, el abierto desafío al Estado de derecho y, finalmente, en los últimos días ha sido bien visible, el peligroso precipicio al que nos estamos acercando con temeridad.

El decálogo de mentiras del independentismo fue objeto de un extraordinario reportaje en EL PAÍS, hace un par de semanas, escrito por José Ignacio Torreblanca y Xavier Vidal-Folch. Desde hace años se repiten estas mentiras, día sí y día también, por políticos y periodistas nacionalistas. Ya puedes rebatirlas con datos y argumentos que, imperturbables, las siguen manteniendo. Cuando estos días recibía visitas o llamadas telefónicas de periodistas extranjeros para que les informara de lo que sucede en Cataluña, les remitía inmediatamente a este reportaje: sintéticamente allí está todo. Léanlo si no lo hicieron en su momento.

El desafío al Estado de derecho, mejor dicho la vulneración sin complejos de la Constitución, el propio Estatuto de autonomía y el resto del ordenamiento jurídico, viene de años, comenzó con la campaña de descrédito al Tribunal Constitucional tras la sentencia del vigente Estatuto. Entonces se contrapuso la democracia al derecho, algo tan peligroso que ha dado lugar a las más conocidas dictaduras europeas del siglo XX y que genéricamente ha sido llamado fascismo.

Pero en septiembre pasado, durante los días 6 y 7, el Parlamento de Cataluña fue el escenario de la bochornosa aprobación, sin debate alguno, de dos leyes que prescindían sin tapujos del marco legal vigente. Dos leyes que prepararon el simulacro de referéndum del pasado día 1 de octubre y sus consecuencias, precedido todo ello por la deslealtad del jefe de los Mossos, el mayor Josep Lluís Trapero, que incumplió un mandato judicial y dio lugar a una campaña de desinformación cuidadosamente preparada por el Govern de Carles Puigdemont, las redes sociales controladas por las entidades independentistas y los medios de comunicación públicos de la Generalitat o los privados alimentados con sus generosas subvenciones. Las mentiras han sido demasiadas y al final muchos catalanes han decidido salir a la calle porque ya era hora de denunciarlas.

Pero también contribuyeron a esta salida masiva a las calles de Barcelona otros dos hechos sucedidos la semana pasada que marcaron un importante punto de inflexión.

En primer lugar, el discurso real. Con rostro grave y severo, en poco más de seis minutos, el rey Felipe VI fue contundente. Dijo primero que, antes de nada, y previamente a todo, era imprescindible el restablecimiento del orden constitucional en Cataluña. Con ello constataba que ese orden constitucional había sido gravemente conculcado. En segundo lugar, el Rey no hizo ninguna referencia al diálogo ni a la negociación, tan común a todos sus discursos sobre Cataluña. Significado general de sus palabras: sin el respeto a la autoridad del Estado no es legítimo plantear demanda alguna. Como colofón, comunicaba solemnemente a los españoles que mantuvieran la confianza en la Constitución, las leyes y la democracia, en definitiva, a nuestro Estado de derecho.

Al día siguiente, Puigdemont expresó su disconformidad con el Rey, de quien dijo que había renunciado a su papel constitucional de mediador. Sin duda, el discurso del Rey había surtido efecto y el vértigo ante su incierto futuro empezaba a aflorar en las filas independentistas. ¿Cuál debía ser el paso siguiente? ¿La declaración unilateral de independencia, la famosa DUI? Y después de la declaración, un acto de pura retórica, ¿se habrían constituido en el tan anhelado Estado propio? Tras la euforia de la jornada del domingo, empezó el miedo y la decepción.

El aldabonazo final sobrevino el jueves. El Banco Sabadell anunciaba el traslado de su sede corporativa a Alicante. Le siguieron, entre otras empresas, CaixaBank y Gas Natural, y amenazan con seguir el ejemplo Freixenet, Codorniu y Planeta. Huida masiva contra el pronóstico de ilustres economistas, ahora sumidos en el ridículo. A los empresarios les asusta la independencia, a los trabajadores también. Esto fue definitivo para que ayer todos salieran a la calle: contra las mentiras y engaños, contra los que subvierten la democracia y el derecho, contra los que quieren separarnos de España y de Europa.

En este punto, empezaron a surgir como setas, tristes y ridículos, los mediadores. ¿Mediadores entre quiénes? ¿Cuáles son las partes? No estamos en Colombia, ni en Oriente Próximo. Aquí el problema es de lealtad a las leyes por parte de la Generalitat y no de conflicto de intereses entre Cataluña y España. La prueba está en que grandes y medianas empresas huyen de Cataluña porque sus intereses no los defiende la Generalitat sino un Estado que permanece y seguirá permaneciendo en la Unión Europea. Mediar hoy sería salvar a los culpables de haber llevado a Cataluña a una tristísima situación por haber estimulado las bajas pasiones y olvidar la razón.

Los hasta ahora callados han hablado, saliendo a la calle, tras tantas provocaciones, ante el riesgo cierto de empobrecerse, ante la descarada vulneración de las leyes que ponen en peligro su seguridad. En fin, ante tantas mentiras. ¿Ello significa que las causas de la afluencia a la manifestación significan un antes y un después en Cataluña? Esperemos que así sea. Después de tanta irresponsabilidad, de actuar con tan poco fundamento, a los independentistas, como es lógico, empiezan a temblarles las piernas, concluye diciendo.



Dibujo de Nicolás Aznárez en El País



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: vámonos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos.  HArendt




HArendt






Entrada núm. 3905
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Un clásico de vez en cuando] Hoy, con "Las traquinias", de Sófocles





En la mitología griega, Melpómene (en griego Μελπομένη "La melodiosa") es una de las dos Musas del teatro. Inicialmente era la Musa del Canto, de la armonía musical, pero pasó a ser la Musa de la Tragedia como es actualmente reconocida. Melpómene era hija de Zeus y Mnemósine. Asociada a Dioniso, inspira la tragedia, se la representa ricamente vestida, grave el continente y severa la mirada, generalmente lleva en la mano una máscara trágica como su principal atributo, en otras ocasiones empuña un cetro o una corona de pámpanos, o bien un puñal ensangrentado. Va coronada con una diadema y está calzada de coturnos. También se la representa apoyada sobre una maza para indicar que la tragedia es un arte muy difícil que exige un genio privilegiado y una imaginación vigorosa. Un mito cuenta que Melpómene tenía todas las riquezas que podía tener una mujer, la belleza, el dinero, los hombres, solo que teniéndolo todo no podía ser feliz, es lo que lleva al verdadero drama de la vida, tener todo no es suficiente para ser feliz.

Les pido disculpas por mi insistencia en mencionar a los clásicos, de manera especial a los griegos, y de traerlos a colación a menudo. Me gusta decir que casi todo lo importante que se ha escrito o dicho después de ellos es una mera paráfrasis de lo que ellos dijeron mucho mejor. Con toda seguridad es exagerado por mi parte, pero es así como lo siento. Deformación profesional como estudioso de la Historia y amante apasionado de una época y unos hombres que pusieron los cimientos de eso que llamamos Occidente.

Continúo la sección de Un clásico de vez en cuando trayendo hoy al blog la tragedia de Sófocles titulada Las traquinias. La pueden leer en el enlace inmediatamente anterior. Espero que la disfruten.

Sófocles (496-406 a.C.) poeta trágico ateniense, se sitúa junto con Esquilo y Eurípides entre las figuras más destacadas de la tragedia griega y de toda la literatura universal. De toda su producción literaria sólo se conservan siete tragedias completas que son de importancia capital para el género. Participó activamente en la vida política de Atenas. Fue administrador del tesoro de la Liga de Delos y estratego durante la guerra de Samos bajo la autoridad de Pericles. Perteneció al Consejo de los Diez Próbulos, formado en Atenas tras el fracaso de la Expedición a Sicilia. No se distinguió especialmente por sus dotes como político pero amó su ciudad y rechazó invitaciones de autoridades importantes de otras ciudades con tal de no abandonar Atenas. El teatro de Sófocles recurre a los antiguos mitos de las sagas heroicas, y posee una rica versatilidad que facilita múltiples maneras de aproximación. En buena medida su teatro es un teatro de caracteres. De hecho, el título de todas las tragedias conservadas (salvo "Las Traquinias") se corresponde con el de sus protagonistas que emergen como auténticos colosos y arquetipos humanos.

No se conoce la fecha en que la obra fue representada por vez primera, pero el carácter fiero de Heracles, distante de la humanidad característica de los personajes  de las últimas obras de Sófocles, y el hecho de que haya en ella dos figuras principales, sitúan la misma entre las más antiguas de las conservadas de este autor. 

Los héroes trágicos de Sófocles unen heroísmo y vulnerabilidad. Frente a los dioses, que son inmutables en el tiempo, sufren mutaciones súbitas y decisivas. Heracles es el paradigma de la indefensión humana a causa de su mutabilidad, pero sus sufrimientos no se deben a sus culpas. En Las traquinias, casi todos los personajes se dan cuenta tarde de la verdad. Deyanira comprende tarde que el manto causa la muerte de Heracles. Hilo descubre tarde que su madre no ha sido responsable. Y Heracles se da cuenta tarde del significado del oráculo que decía que moriría a manos del muerto.

La obra está llena de ironía trágica. Como trata sobre el regreso de un héroe a casa tras llevar a cabo grandes hazañas, se espera que la escena culminante sea el encuentro de los esposos, pero estos nunca llegan a estar en escena simultáneamente. 




La muerte de Heracles


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt





Entrada núm. 3904
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Humor en cápsulas] Para hoy martes, 10 de octubre de 2017





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy con Morgan en Canarias7; Ricardo y Gallego y Rey en El Mundo; Sciammarella, Forges, Peridis, Ros y El Roto en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: vámonos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




HArendt






Entrada núm. 3903
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

lunes, 9 de octubre de 2017

[A vuelapluma] La independencia no era una fiesta de pijamas





La independencia no era una fiesta de pijamas. La convivencia es frágil, el sistema bancario también. La fuga de empresas y la violencia despiertan a los ingenuos. Lo dice el director del diario económico Cinco días, Ricardo de Querol.

Desafiar al Estado no era una fiesta de pijamas. La revolución de las sonrisas ha cambiado a mueca amarga. El bonito cuento de la convivencia ejemplar en Cataluña se ha acabado. Ahora se percibe miedo, furia, tristeza. Las banderas de cada bando ondean en los balcones. La historia nos enseña que no hay frontera que no se haya dibujado con sangre; tampoco va a imponerse el Estado cogiendo claveles. Debió ser divertido ese fin de semana de encierro en los colegios, seguro que allí había sincera ilusión, pero será más prudente no volver a llevar a los niños y a las abuelas a las barricadas. Ya no estamos en la Diada, adonde se va con los chiquillos con las caras pintadas de estelada a ver los castellers. Esto va en serio. No hay revolución sin destrucción. El dinero, que huele el desorden y sale pitando, no estará allí para saludar a la nueva república, no vaya a ser que se estrene con un corralito y nacionalizaciones.

El independentismo empezó esta semana envalentonado por su éxito de imagen del domingo, esas fotos de ancianas ensangrentadas que dieron la vuelta al mundo y desenmascaraban al Estado autoritario y opresor. Luego se dieron cuenta de que nadie se había tragado la farsa del referéndum. Siguen solos. Y el poder económico, que ejerce cada día su derecho a decidir, se desconecta de ellos.

A esta hora, cuando deberían estar a punto de pulsar el botón nuclear, les tiemblan las piernas. Se lo piensan antes de hacer saltar todo en pedazos. Soñaban con pasar a la historia como héroes de la nueva patria, pero ya sienten el aliento del poder del Estado en el cogote. No es fácil encaminarse al martirio. Habían puesto por escrito en una ley (ilegal) que van a proclamar la república en 48 horas, pero no sería la primera vez que incumplen sus propias reglas. Se lo prometieron a su gente, que ahora también siente vértigo. Hasta Mas, que empezó todo esto, admite que no están preparados. Algunos dirigentes quieren enfriar el procés.

Puede estar siendo más eficaz la presión del dinero que la de todos los antidisturbios que desembarcaron del barco de Piolín. Algunos, bien informados, sostienen que el independentismo se agarraría ahora a cualquier salida honrosa, de ahí la súplica de una mediación. Pero no puede dar la vuelta un tren sin cambiar de vía. Esta sigue llevando al precipicio.

Claro que hay miedo. Si existe una remota posibilidad de que Cataluña alcance la independencia (de facto, nunca reconocida), pasaría por una movilización extraordinaria y permanente, como la del Maidán en Kiev o la plaza Tahrir en El Cairo. Miren cómo acabaron esas dos historias: una en guerra civil y la otra en dictadura militar. Hemos vivido eso aquí.

“En esta hora solemne, en nombre del pueblo y del Parlamento, el Gobierno que presido asume todas las facultades del poder en Cataluña y proclama el Estado catalán de la República Federal Española”. El 6 de octubre de 1934, durante una huelga general revolucionaria, la solemne declaración de Lluís Companys desde el balcón de la plaza de Sant Jaume desembocó en el estado de guerra, ataques de artillería, decenas de muertos, encarcelamientos en buques militares y la suspensión de la Generalitat, que no recuperó sus competencias hasta 1936. Fue uno de los movimientos que desestabilizaron la República y alentaron la sangrienta sublevación militar posterior. No estamos en los años treinta, en que campaban los totalitarismos. Pero encendemos el mismo fuego.

Otra vez el mercado estaba ciego, como antes del brexit o de la victoria de Trump. Vivimos tiempos de riesgos políticos extendidos que para la gente de números son difíciles de medir, así que los operadores del mercado tienden a ignorarlos y fijarse solo en lo suyo: los márgenes de las empresas, su endeudamiento, los tipos de interés. Hasta que la crisis es tan evidente que la realidad les da un sopapo. Entonces se disparan los nervios como si hubiera caído un meteorito inesperado. Y aparece la volatilidad de estos días: bajones y subidones, según las intuiciones de cada hora. La prima de riesgo no sube más porque la están sujetando los bancos, el BCE y los privados. Más nos vale haber resuelto este asunto cuando Draghi o quien le releve ponga fin a las narcóticas compras de deuda.

El mundo económico reacciona tarde, porque esto se veía venir hace años. Tal y como está pasando se había puesto por escrito hace un mes. Incluso después de eso se pensó que no había nada que temer. No calibraron el coste que tendrá restablecer el orden constitucional, si es que se restablece, en términos de seguridad jurídica, estabilidad política y certidumbre económica.

Antes que la Bolsa, que estaba a sus cosas, las empresas sí se daban cuenta de lo que se avecinaba pero elegían un perfil bajo. Los primeros en salir, claro, los bancos. Sabemos que un banco es una institución muy delicada. Frágil. Si cunde la desconfianza, si se ven atrapados en el caos, puede desatarse la espiral destructora: retiradas masivas, crisis de liquidez, rescate o muerte. Un banco puede arrastrar en su desplome a todo el país, como tenemos muy fresco en la memoria por ese horrible año 2012. Han esperado hasta el fin, porque temían significarse. Sabadell se marcha a Alicante, CaixaBank a Valencia. Las entidades actúan como se espera de ellas: lo primero es salvar el dinero de sus clientes, y lo segundo responder a sus accionistas, en su mayoría fondos internacionales que no quieren ni medio problema.

Después de los bancos han hecho las maletas muchas otras empresas, sobre todo las que tienen la mayor parte de su negocio fuera. Los exportadores no se pueden permitir quedar detrás de una nueva frontera. Nadie quiere operar entre la agitación permanente. No cabe exponerse a los requerimientos de la Hacienda catalana. No podrían descartarse expropiaciones (Aena no puede llevarse El Prat, señalado por la CUP). El Gobierno central ha marcado el camino de salida con esa reforma para que los consejos decidan sin convocar una junta. Ahora el temor por la imagen se invierte: se significa la compañía que no se vaya. Y se pone en la diana de las agencias de calificación.

En la calle vivimos una extraña tregua, un impasse después de jornadas de altísima tensión. Las imágenes son poderosas. Tuvimos un día de detenciones y redadas con manifestantes subidos al coche de la Guardia Civil (la Operación Anubis, dios de la muerte, ¿quién pondrá esos nombres?). Y el domingo de marras tuvimos a la Policía y la Guardia Civil metidos en una trampa, porque los Mossos les dejaron solos en territorio hostil. No cargaban contra los votantes, esto hay que recordarlo, sino contra quienes les bloqueaban el paso. Pero se les fue la mano, eso debió entenderlo alguien que en la tarde del domingo renunció a mantener la pelea, incluso a requisar las urnas llenas. El delegado del Gobierno en Cataluña ha pedido las disculpas que se han evitado pronunciar en Madrid.

En fin, ha habido episodios lamentables, pero ¿una “violencia sin precedentes”, como dice Puigdemont? Como si esta hubiera sido la primera intervención de los antidisturbios desde la muerte de Franco. No hace tanto que los Mossos sacudieron a los indignados del 15M en la plaza de Cataluña (cien heridos). Ha habido incidentes así en huelgas generales, conflictos laborales (cubriendo una revuelta minera en Asturias me llevé unos cuantos porrazos, gajes del oficio), manifestaciones estudiantiles, ultras que la montan en Cibeles, ni digamos ya en los años de la kale borroka.

A los de Puigdemont les convenía sobreactuar con la violencia del Estado. Si los resultados del referéndum no se los puede creer nadie (y menos con resultados a la búlgara del 90% a favor), las cifras de heridos (más de 800) tampoco son muy fiables cuando solo cuatro fueron hospitalizados. En cuanto ha pasado un poco la conmoción por las fotos, los editoriales de los diarios internacionales han vuelto a alejarse del procés. “Gana Rusia”, era la conclusión del Washington Post. The Economist habla de la “calamidad” de una secesión. Financial Times cree que hay una mayoría silenciosa del no. Tampoco aplauden a Rajoy, cierto, y alguno sugiere un referéndum pactado como el escocés. Nadie piensa que el 1-O se votó de verdad.

Les convenía sobreactuar ante la violencia policial. Ya no buscan la legitimidad en un referéndum increíble, sino en la violencia sufrida, como en Kosovo
Como el referéndum no lo avalan ni siquiera los observadores (no neutrales, fichados por la Generalitat), el separatismo pretende legitimarse no en la voluntad popular, sino en la violación de los derechos humanos por el Estado español. Esa es la vía por la que Kosovo pudo separarse de Serbia. Pero los serbios estaban masacrando a los kosovares, no se llegó a eso por los golpes repartidos en una mañana desgraciada. Nada menos que 400 profesores de Derecho Internacional (de unos 550) firman un manifiesto en que recuerdan los únicos supuestos reconocidos para la autodeterminación: situación colonial o de ocupación (el Sáhara, Palestina, nada que ver) o comunidades territoriales que sufran persecución y “violaciones generalizadas de los derechos fundamentales”. De ahí el relato victimista.

Los caminos pacíficos a la independencia son raros. Ha habido más Yugoslavias que Escocias. Se cita a Quebec, uno de los pocos casos en que hay un procedimiento previsto para la ruptura. La verdad es que la Ley de Claridad de Canadá impone unas condiciones tan leoninas para la independencia que ha frenado en seco al nacionalismo. No se reconoce el “derecho a decidir”, se exige una mayoría muy cualificada para empezar a negociar y, atención, no se garantiza la integridad territorial de la provincia que se va.

Cataluña se está despertando del loco sueño de que bastaba con votar y declarar la independencia, y eso ya sería efectivo de inmediato, el Estado se retiraría y la UE abriría los brazos. La convivencia de que tanto presumía la comunidad, con su modelo de asimilación lingüística y su sociedad multicultural, está hecha añicos. Sabemos de las tensiones por esto en los pueblos, las familias, las pandas de amigos. Es violento también el acoso a policías y guardias civiles (como en la Euskadi más negra), los casos de humillación de niños en el colegio, los piquetes de una extraña huelga convocada desde las instituciones, la furia contra los periodistas. Insultan a la cineasta Isabel Coixet cuando saca a pasear el perro, le hacen saber que no hay sitio para gente como ella allí.

Si la rabia contra el Estado en Cataluña fortalece a los partidos del Govern, en el resto de España resurge el orgullo de lo español, lo que claramente beneficia al PP (quedan en muy segundo plano las corrupciones que salpicaron a ambos). Las banderas en los balcones no son un fenómeno madrileño, ni se circunscribe a esa caricaturizada derecha centralista nostálgica del franquismo, que existe pero es minoritaria. Buena parte de los que se creen españoles (las naciones son siempre subjetivas) se sienten agredidos por el discurso del procés. Nos quieren hacer extranjeros, nos tachan de fascistas.

La subida de la fiebre nacionalista, española o catalana, deja en situación incómoda a los tibios. El PSOE parece enredado en sus contradicciones, ni con unos ni con otros, el mismo día apoya a Rajoy y reprueba a Santamaría. Curiosamente, habla más claro Iceta que la gente de Sánchez (el líder está mudo). Si llega el 155 no van a tener más remedio que tomar partido con claridad. Parece más astuto el movimiento de los comunes de Ada Colau, que aspira a pescar en el caladero nacionalista. Pero la declaración unilateral de independencia dejaría en ridículo a quienes, como ella, participaron en el referéndum porque lo consideraban una “movilización” contra Rajoy. Colau dijo que esta vez votaría en blanco o nulo (y en 2014 votó sí-sí, es decir, cualquier cosa menos el no a la independencia). Ahora se echa las manos a la cabeza por la DUI, y eso que los convocantes del 1-O habían dejado escrito que era vinculante y se aplicaría en 48 horas. En todo caso, ese conglomerado confuso que es Catalunya Sí Que Es Pot puede jugar un papel clave: son los únicos que podrían tirar un salvavidas a Puigemont y Junqueras si quisieran dar marcha atrás, porque en ese giro nunca les acompañaría la CUP. 

Los optimistas se aferran a la posibilidad de que en la semana que entra tampoco se proclame la independencia, o no del todo, o se haga en diferido. Ir ganando tiempo para que se calmen los ánimos. Pero los puentes están rotos: las últimas líneas rojas se traspasaron los días 6 y 7 de septiembre, en aquellas infames sesiones parlamentarias que aprobaron las nuevas leyes supremas con medio hemiciclo vacío. No hay atisbo de diálogo sin que renuncien a eso primero. Y entonces estarían traicionando a los suyos.

Es una pena: si el Govern estuviera dispuesto a reconocer que no puede llegar a la independencia y abandonara la rebeldía a la ley, solo en ese caso, podría llegar a una negociación en una posición de fuerza para lograr, si son pacientes, las mayores concesiones hechas nunca a Cataluña, no ya en una España federal, sino casi confederal. Los líderes de la Generalitat seguramente no se librarían de las condenas que les esperan, pero habrían hecho un servicio a su país mucho mejor que abocarnos a la confrontación.

Eso sí sería una puerta abierta como la que Puigdemont dejaba ver a su espalda en su mensaje televisado. Nos tememos que elija seguir los pasos de Companys.


Una imagen que puede repetirse con otros protagonistas



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: vámonos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos.  HArendt




HArendt






Entrada núm. 3902
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Parlamento] XII Legislatura de las Cortes Generales. Octubre, 2017 (II)





Las Cortes Generales representan al pueblo español y están conformadas por el Congreso de los Diputados y el Senado. Ambas Cámaras ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuye la Constitución. 

En los Diarios de Sesiones de las Cámaras se reflejan literalmente los debates habidos en los plenos y las comisiones respectivas y las resoluciones adoptadas en cada una de ellas. Los demás documentos parlamentarios: proyectos de ley, proposiciones de ley, interpelaciones, mociones, preguntas, y el resto de la actividad parlamentaria, se recogen en los Boletines Oficiales del Congreso de los Diputados y del Senado. 

Desde este enlace pueden acceder a toda la información parlamentaria de la presente legislatura, actualizada diariamente. Les recomiendo encarecidamente que la exploren con atención si tienen interés en ello. Y desde estos otros a las páginas oficiales de la

Casa de S.M. el Rey

Congreso de los Diputados
Senado
Presidencia del Gobierno
Tribunal Constitucional
Tribunal Supremo y Consejo General del Poder Judicial
Consejo de Estado
Boletín Oficial del Estado

Parlamento Europeo

Consejo Europeo y Consejo de la Unión Europea
Comisión Europea
Tribunal de Justicia de la Unión Europea
Tribunal Europeo de Derechos Humanos
Diario Oficial de la Unión Europea

Parlamento de Canarias
Gobierno de Canarias
Cabildo de Gran Canaria
Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

La actividad parlamentaria de las Cortes Generales ha estado centrada en las reuniones celebradas por las Comisiones y Plenos de ambas Cámaras. 

Martes, 3 de octubre
Comisión de Investigación sobre la crisis financiera de España (Congreso)
Comisión de Empleo y Seguridad Social (Senado)
Comisión de Fomento (Senado)

Miércoles, 4 de octubre
Comisión de Interior (Congreso)
Comisión de Asuntos Exteriores (Senado)
Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Senado)
Comisión de Educación y Deporte (Senado)

Jueves, 5 de octubre
Comisión de Energía, Turismo y Agenda Digital (Senado)

Desde los enlaces anteriores pueden acceder a los Diarios de sesiones respectivos.

Y esta es la agenda de trabajo prevista para esta semana en el Congreso y en el Senado

Y ahora vamos una semana más con los documentos que relatan la historia del parlamentarismo español gracias a la publicación de "Papeles para la Historia" en la página electrónica del Congreso de los Diputados. Su objetivo es acercar a los ciudadanos la historia parlamentaria aprovechando la digitalización de los fondos del archivo de la Cámara que se ha realizado en estos últimos años.

El periodo que abarca esta historia parlamentaria desde 1810 a 1977 se ha dividido en ocho etapas formadas a su vez por las diferentes elecciones y legislaturas comprendidas entre una elección y otra.

Los apartados desarrollado son los siguientes:

I. Cortes de Cádiz 1810-1814.
II. Trienio Liberal 1820-1823.
III. Regencias y Reinado de Isabel II 1833-1868, subdividido en la 
III. 1. Regencia de María Cristina de Borbón, 1833-1840.
III. 2. Regencia del General Baldomero Espartero, 1840-1843.
III. 3. Década Moderada,1844-1854.
III. 4. Bienio Progresista, 1854-1856.
III. 5. Crisis del Moderantismo, 1856-1868.
IV. Sexenio Revolucionario, 1868-1874, con: 
IV. 1.Gobierno Provisional-Regencia del General Serrano y Gobierno de Prim.
IV. 2. Reinado de Amadeo I 
IV. 3. Primera República.
V. Restauración, 1874-1923, con:
V. 1. Reinado de Alfonso XII, 1874-1885.
V. 2. Regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena, 1885-1902.
V. 3. Reinado de Alfonso XIII, 1902-1923 
VI. Dictadura de Primo de Rivera, 1923-1930, con:
VI. 1. Asamblea Nacional, 1927-1929. 
VII. Segunda República Española, 1931-1939.
VIII. Franquismo. Cortes Españolas, 1943 -1977

Cada uno de estos periodos va introducido por un breve resumen histórico reseñando los hechos más relevantes de esos años. En el texto se muestran distintos enlaces a imágenes o documentos que pretenden ilustrar y testimoniar la historia política y parlamentaria dando además a conocer el patrimonio documental y bibliográfico del Congreso de los Diputados.

Además en cada periodo aparecen bajo la elección correspondiente los datos relativos a cada una de las legislaturas, así como el resumen o reseña, según los casos, que se publicaba al final de los índices del Diario de Sesiones. Y a continuación se enumeran los presidentes de la cámara, durante cada una de las legislaturas con un enlace al apartado referente a los mismos en la página institucional.

Continúo hoy la historia del parlamento español subiendo al blog los documentos relacionados con denominado Sexenio Revolucionario, que abarca el periodo 1868-1874: Gobierno Provisional - Regencia del general Serrano y gobierno de Prim - Reinado de Amadeo I y Primera República (1868-1874). Les animo encarecidamente a su lectura, así como a la de los enlaces (en rojo) que desarrollan el texto.

La revolución conocida como La Gloriosa comienza el 18 de septiembre de 1868 con el pronunciamiento de la Armada en Cádiz, al mando del almirante Juan Bautista Topete y del ejército dirigido por los generales Juan Prim y Francisco Serrano.

Gobierno provisional, Regencia del general Serrano y gobierno de Prim.

La reina se exilia a Francia el 30 de septiembre y tres días más tarde el general Serrano lidera el Gobierno provisional, asumiendo la regencia en junio de 1869. (En la fotografía tomada por J. Laurent en el Salón de Ministros del Congreso de los Diputados aparece rodeado de los miembros de ese gobierno, de izquierda a derecha: Figuerola, Ruiz Zorrilla, Sagasta, Prim, Serrano en el centro, Topete, López de Ayala, Romero Ortiz y Lorenzana)

Las Cortes Constituyentes redactan una  nueva Constitución que es aprobada el 1 de junio de 1869 y en sesión extraordinaria de 18 de junio de 1869… nombran Regente del reino al Presidente del Poder ejecutivo Don Francisco Serrano y Domínguez, con el tratamiento de Alteza y con todas las atribuciones que la Constitución concede a la Regencia, menos la de sancionar las leyes y suspender y disolver las Cortes Constituyentes (Francisco Serrano Domínguez, Duque de la Torre en Galería de los representantes de la Nación, 1869. BCD)

El principio monárquico contemplado en la Constitución y que excluye a los Borbones implica la búsqueda de un nuevo rey. En la sesión de Cortes de 16 de octubre de 1870 se elige entre los siguientes candidatos: Amadeo de Saboya, que obtiene 191 votos, la República federal 60, el Duque de Montpensier 27, Espartero 8, Alfonso de Borbón 2, República unitaria 2 y en blanco 19 votos. El Presidente de las Cortes Manuel Ruiz Zorrilla declara al duque de Aosta como Rey de los españoles.

Reinado de Amadeo I 

Tras la elección de Amadeo, las Cortes nombran una comisión para acompañar al rey desde Italia hasta Madrid. A su llegada a Madrid, el 2 de enero de 1871, debe acudir a la basílica de Atocha en la que se halla el fallecido General Prim, que había sido su gran valedor, víctima de un atentado el 27 de diciembre de 1870 en la calle del Turco. A continuación se dirige a las Cortes donde presta juramento a la Constitución y es proclamado Rey de España. (Exposiciones a las Cortes con motivo de la muerte de Juan Prim y acta de aceptación del trono de España por S.A.R Amadeo de Saboya, Duque de Aosta)

Su reinado es breve, dos años y dos meses, e inestable, dada la alternancia constante de los gobiernos. Al final de su reinado destaca, entre otras iniciativas, la abolición de la esclavitud en la isla de Puerto Rico, cuyo proyecto presenta en la sesión del 24 de diciembre de 1872 el Ministro de Ultramar. (Puerto Rico, Censo de esclavitud. 1872 en ACD Legajo S.General 171, nº 21)

El 11 de febrero de 1873 tiene lugar la renuncia de S.M. el Rey Don Amadeo de Saboya a la corona de España, dando comienzo la Primera República. 

Primera República

Se suceden cuatro presidentes en los once meses que dura la Primera República, que tienen que hacer frente al problema de la insurrección cantonal:  Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar. 




Escultura de Emilio Castelar por Mariano Benlliure, 1908. 
Edificio de ampliación del Congreso de los Diputados.

Durante la Asamblea Nacional se presenta el proyecto de ley aboliendo la pena de muerte, de 20 febrero de 1873.

Ese mismo año de 1873, la comisión Constitucional presenta el proyecto de Constitución federal de la República española, que había sido redactado  en poco tiempo por Castelar. Es un texto estructurado en 117 artículos divididos en 18 títulos. La nación española asume la forma de una república federal integrada en diferentes estados que quedan definidos en el título primero: Andalucía Alta, Andalucía Baja, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Cataluña, Cuba, Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, Puerto Rico, Valencia, Regiones Vascongadas. (Dictamen de la Comisión y Proyecto). 

Esta primera experiencia republicana termina el 3 de enero de 1874 tras el golpe de estado del General Pavía, que allana el camino al pronunciamiento de Martínez Campos el 29 de diciembre de ese mismo año y devuelve la monarquía a la dinastía de los Borbones en la cabeza de Alfonso XII, hijo de Isabel II. Se inicia un nuevo período histórico, conocido como Restauración.

Durante el Sexenio se celebran cinco procesos electorales en 1869, 1871, 1872 (abril y agosto) y 1873; son siete legislaturas, dos de ellas constituyentes, las de 1869-1871 y 1873-1874. 

Elecciones 15 enero 1869.
Elecciones 8 marzo 1871.
Elecciones 2 abril 1872.
Elecciones 24 agosto 1872.
Elecciones 10 mayo 1873.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt






Entrada núm. 3901
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Humor en cápsulas] Para hoy lunes, 9 de octubre de 2017





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy con Morgan en Canarias7; Ricardo y Gallego y Rey en El Mundo; Sciammarella, Forges, Peridis, Ros y El Roto en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 








Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: vámonos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




HArendt






Entrada núm. 3900
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)