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miércoles, 28 de agosto de 2019

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "Voluntad". Comedia en tres actos y en prosa






Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quién es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que ya se han cumplido 175 años, estoy subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Traigo hoy al blog su obra teatral Voluntad. Comedia en tres actos y en prosa, edición digital basada en la de Madrid, Establecimiento Tipográfico La Guirnalda, 1896, cuyo ejemplar se encuentra en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, de Ciudad Real. Fue estrenada en el Teatro Español de Madrid el 20 de diciembre de 1895, intepretando al personaje central de la obra, Isidora, la actriz María Guerrero. 

Isidora es una joven emprendedora y decidida que se ve en la necesidad de gestionar el negocio comercial de su padre para salir de la ruina, poniéndose así al frente de la familia y desbordando los papeles supuestamente atribuidos al padre y al hermano pequeño. Las circunstancias, no obstante, cambian con la aparición del galán Alejandro, del que Isidora se enamora y con el que está dispuesta a convivir incluso sin haber contraído matrimonio.



Estatua de Galdós en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria



La reproducción de artículos firmados en el blog no implica compartir su contenido, pero sí, su  interés. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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viernes, 2 de agosto de 2019

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "Realidad" (Drama en cinco actos y en prosa)



La actriz María Guerrero (1867-1928)



Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quién es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que ya se han cumplido 175 años, estoy subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Traigo hoy al blog su obra teatral Realidad. Drama en cinco actos y en prosaen la edición digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, basada en la de Madrid, Imprenta La Guirnalda, 1892, localizada en la Biblioteca de la Universidad de Castilla-La Mancha, en Ciudad Real. 

Realidad es una adaptación de la novela homónima del mismo autor, publicada en 1889. En el Madrid burgués de finales del siglo XIX, el matrimonio formado por Tomás Orozco y Augusta Cisneros está a punto de sucumbir a causa del adulterio de ella con Federico Viera, difundido ya por los corrillos de la capital.

Fue estrenada en el Teatro de la Comedia de Madrid el 15 de marzo de 1892. El papel de "Augusta" fue interpretada por la gran actriz María Guerrero, con Miguel Cepillo como "Orozco" y Emilio Thuillier en el papel de "Viera. 

El biógrafo de Galdós, Pedro Ortiz-Armengol ha señalado posibles connotaciones autobiográficas del asunto tratado en Realidad: los amores clandestinos de una rica dama de alcurnia —y reconocido estatus social en la capital de España— con un soltero "voluble e inteligente" que alterna esta relación de alto nivel y en secreto con una no menos secreta compañía, la de una prostituta elegante. La tesis del biógrafo apunta hacia una posible relación entre la condesa de Pardo-Bazán y Galdós, que pudo tener su punto más íntimo y subsiguiente desenlace en la primavera de 1888, tras la cual, la escritora inició una estrecha amistad con el mago de las finanzas José Lázaro Galdiano.





La reproducción de artículos firmados por otras personas en el blog no implica que se comparta su contenido, pero sí, y en todo caso, su interés y relevancia. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. 

Hoy, 2 de agosto, cumple este blog trece años de vida. Gracias de todo corazón por compartir esta aventura con nosotros. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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jueves, 11 de julio de 2019

[A VUELAPLUMA] Tocarnos sin miedo





Cuando fui a ver Jauría, comenta la escritora Lara Moreno,  salí con la reforzada convicción de que nuestra educación sexual es condenable y peligrosa. Empecé viendo a Rocky Balboa, comienza diciendo, con sus ojos de vaca casi tiernos y su ingenua crítica social asociada a un chándal gris y a una triste novia de barrio. Intenté acostumbrarme sin éxito a los esteroides de Schwarzenegger o de Jean-Claude Van Damme, los cabeza de buey, los rompe cráneos. Masa humana inflada golpeando. Bebedores de leucocitos. Pasé miedo con Freddy Krueger, un miedo completamente exento de empatía. Aquello estaba hecho para ser mirado, pero a mí me costaba mirar. Todo esto acabó; aunque tarde, llegaron los años en los que podía decidir por mí misma. La violencia audiovisual ¿empezó a ser otra cosa? Recuerdo los debates que tuve con amigos sobre Irreversible, la película de Gaspar Noé, donde se filma una violación desde el suelo, con un plano fijo, durante más minutos de lo establecido (fuera del porno, claro). Esa violación estaba exenta de erotismo y había que sostenerle el pulso a la pantalla. Yo tuve que quitar el sonido, y aun así no conseguí mantener los ojos abiertos. Aquello tenía un mensaje, decíamos. Igual que Funny Games, de Haneke: ¿no era esa mirada a cámara del depravado protagonista, esa sonrisa, el guiño que confirmaba la condición de crítica a través del arte? La violencia siempre debería incomodar. Estremecer. La violencia siempre debería resultar repulsiva. Pero el entretenimiento, parque de atracciones del capitalismo, está por encima del bien y del mal. Y quién no ha disfrutado con el capítulo de Juego de tronos donde se apuñala a una embarazada en el vientre. Sangre sofisticada.

Cuando fui a ver Jauría, la obra de teatro de Miguel del Arco sobre el juicio de La Manada, salí con la reforzada convicción de que nuestra educación sexual (y por lo tanto emocional), la de todos, que viene directamente de la industria pornográfica y de siglos de machismo y patriarcado aderezados con restos de una losa católica, es condenable. Es peligrosa. Los gestos, la bravuconería, la violencia, el uso y la anulación y la destrucción del otro, de la otra, de todas las otras: urge empezar de nuevo. Y cuidado: no mezclemos el amor en la educación sexual y emocional, el amor no es algo que nos vaya a caer del cielo para salvarnos. El amor es un sentimiento, no una posición. Solo nos queda mirar al otro con respeto y desde la igualdad. Entonces podremos empezar a tocarnos sin miedo. 



Una escena de la obra de teatro 'Jauría'



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miércoles, 3 de julio de 2019

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "La fiera" (Drama en tres actos)





Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quién es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que ya se han cumplido 175 años, estoy subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Traigo hoy al blog su obra teatral La fiera: drama en tres actosen la edición digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, basada en la 2ª ed. de Madrid, Sucesores de Rodríguez y Odriózola, 1897, que se encuentra en la Biblioteca de Castilla-La Mancha (Ciudad Real).

La fiera fue estrenada el 23 de diciembre de 1896 en el Teatro de la Comedia de Madrid. Ambientada en 1822, en pleno Trienio liberal, Don Juan - hijo del Marqués de Tremps y primo de la Susana, Baronesa de Celis - defiende la plaza de Urgel frente a los realistas, liderados por Berenguer. Éste además, busca venganza contra la familia Celis por ofensas y crímenes cometidos en el pasado por el fallecido Barón. Sin embargo, Berenguer cae enamorado de Susana. Ante la inminente llegada a la ciudad de tropas de refuerzo liberales se ve entonces en la tesitura de anteponer sus sentimientos de amor por encima de sus ideales y carga a muerte tanto contra el fanático liberal como contra el fanático realista. Los enamorados deciden huir a algún territorio lejano donde reine la paz.






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lunes, 10 de junio de 2019

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "Electra"






Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quién es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que ya se han cumplido 175 años, estoy subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Traigo hoy al blog su obra teatral Electra : drama en cinco actos, en la edición digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, basada en la de Madrid, Tipografia de la Viuda e Hijos de M. Tello, de 1901. 

Estrenada el 30 de enero de 1901, Electra plantea la personal versión del escritor del mito llevado a tragedia sucesivamente por Esquilo, Sófocles y Eurípides, y recuperado en numerosas ocasiones a lo largo de la historia de la cultura. Su planteamiento, comenta Pedro Ortiz-Armengol –presidente de la Asociación Internacional de Galdosistas desde 1990 hasta su muerte–, fue un "duro alegato contra los poderes de la Iglesia y contra las órdenes religiosas que la servían" en un momento histórico en el que en España, tras los avances liberales del periodo 1868-1873, crecía de nuevo la influencia de los intereses políticos del Vaticano.

El propio autor, Galdós, se explicaba en una entrevista publicada en el Diario de las Palmas del 7 de febrero de 1901 con estas palabras: "En Electra puede decirse que he condensado la obra de toda mi vida, mi amor a la verdad, mi lucha constante contra la superstición y el fanatismo, y la necesidad de que olvidando nuestro desgraciado país las rutinas, convencionalismos y mentiras, que nos deshonran y envilecen ante el mundo civilizado, pueda realizarse la transformación de una España nueva que, apoyada en la ciencia y la justicia, pueda resistir las violencias de la fuerza bruta y las sugestiones insidiosas y malvadas sobre las conciencias."

La reacción de la España tradicionalista y conservadora, para asombro del propio Galdós, fue mucho más sonora de lo que él había esperado, provocando lo que se ha analizado y entendido como una conspiración ultramontana orquestada desde la Santa Sede para conseguir que el genio literario de Galdós no fuera reconocido con el Premio Nobel de Literatura.





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lunes, 27 de mayo de 2019

[ARCHIVO DEL BLOG] Humo, máscaras y personas






"Prosopon" es palabra griega y con ella se designaba a la máscara que los actores usaban en el escenario para representar un personaje en las tragedias clásicas. De allí pasó al etrusco como "phersu", y de éste al latín, ya convertido en "persona". Es decir, que los antiguos ya tenían claro que ser persona lo que significa es representar un papel en la vida. Nada más, o nada menos..., según se mire.

Leo en el número de mayo-junio de "La Luna del Cuyás", la excelente revista bimensual del teatro Cuyás en Las Palmas, una reseña de una de las obras programadas para los días finales de este mes de mayo: "Humo", de Juan Carlos Rubio. No se quien la ha escrito pero me parece que merece la pena reproducir sus primeros párrafos porque se pueden aplicar al ámbito general de la vida, y no sólo al del teatro.

Dice así: "El escenario es un ámbito mágico donde se descubren dimensiones escondidas de la existencia: sueños pesadillas, ilusiones, anhelos, recuerdos, deseos ocultos, esperanzas y temores... El enigma de la vida, que se escapa tantas veces a los argumentos de la razón, se muestra en el escenario con toda su grandeza.

En ese gigantesco espejo tratamos de reconocernos y, al actuar, sentimos que existimos. Lo mismo hace cada ser desde que nace hasta que muere; repetir concienzudamente su papel durante toda su vida.

Apariencia y simulacro, eso es "Humo". Si alguna vez llegamos a comunicarnos con los demás es sólo por azar. La máscara es la existencia posible. Sin ella los tigres del pasado que esconden nuestra conciencia nos comerían por dentro. Sólo si nos alejamos de nosotros mismos podemos ver, y burlarnos, como representamos ante el mundo nuestro absurdo y tonto papel.

Algunos incidentes aparentemente triviales marcan nuestro destino, nos guste o no, y después dedicamos el resto de nuestra vida a defendernos como víctimas, haciendo el papel de culpables, ante el gran jurado del mundo. La única forma de sobrevivir sin caer en la locura es reirnos de nosotros mismo." O escribirlo, pienso yo, aunque sólo lo leamos nosotros... Hoy me ha resuelto el día la reseña.





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Entrada núm. 4925
Publicada originariamente el 19/5/2008
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jueves, 9 de mayo de 2019

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "Doña Perfecta"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quién es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que acaban de cumplirse 175 años, estoy subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog,  su obra teatral Doña Perfecta, drama en cuatro actos, arreglo teatral de la novela del mismo título, en la edición digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante,tomada de la original de Establecimiento Tipográfico de La Guirnalda, Madrid, de 1896. Fue estrenada en el Teatro Español de Madrid el 28 de enero de 1896. 

La acción se desenvuelve en Orbajosa, una "pequeña ciudad levítica", sin vida intelectual ni económica en la que nunca pasa nada y donde vive la protagonista, doña Perfecta, viuda y representante del pensamiento de la "España profunda" anclada en la tradición. Ella y su hermano, que sin embargo vive en Madrid, deciden preservar el patrimonio familiar casando a su hija Rosario con su sobrino Pepe Rey, un prometedor ingeniero, al que invitarán a visitar Orbajosa, donde entre otros familiares podrá conocer a su prima. Pero el joven ingeniero, educado en un ambiente más evolucionado, y aunque católico de ideología progresista, producirá en Doña Perfecta y en Don Inocencio, cura del pueblo, un efecto inesperado. Pronto quedarán frustradas las relaciones entre Rosario y Pepe, cuyo amor socialmente imposible concluirá en tragedia.






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sábado, 4 de mayo de 2019

[A VUELAPLUMA] El lugar del olvido





Resulta rastrera la promesa de rescatar un pasado glorioso porque el pasado es a veces peligroso y puede volver al presente de las maneras más peliagudas, escribe el historiador José Andrés Rojo. 

Todavía en los estertores de una campaña electoral confusa y airada, y donde se ha abusado de lo emocional, igual queda margen para decirlo, aunque sea a media voz: traerse la gloria de unas antiguas gestas heroicas y de una grandeza perdida para armar las promesas del presente es la manera más rastrera de hacer política. Tiene algo de pretensión vana, y de falsedad que no tiene nombre, asegurar que el esplendor de unos remotos tiempos dorados puede regresar de la mano de un líder iluminado. Pero, por desgracia, ese es el relato que se está repitiendo como una cantinela: en España, en Europa y en el mundo entero. Y hay muchos que han decidido creérselo. Acaso por la pura impotencia de no conseguir lidiar con las duras condiciones de una época dura y contradictoria, o quizá también por el simple deseo de cabalgar a lomos de ese arrebato que se produce cuando se forma parte del coro que corea las consignas de una tribu.

Pero el pasado está efectivamente ahí, pero anegado de sangre, dolor y sufrimiento (¿y la grandeza?). Este último fin de semana se pudo ver en Madrid, en el Teatro del Barrio, la puesta en escena de uno de los relatos incluidos en Los girasoles ciegos, el libro de Alberto Méndez que obtuvo el Premio de la Crítica de 2005. La historia que cuenta se desarrolla en 1940 y rescata, página por página, lo que un “difunto desconocido” (DD), según el atestado de la Guardia Civil, escribió en un cuaderno con pastas de hule que se encontró debajo de una pesada piedra en una cabaña situada en los prados de los altos de Somiedo, ahí donde se juntan Cantabria y León. También se descubrieron los esqueletos de un adulto y de un niño de pecho sobre unos sacos de arpillera. Los encontró un pastor. Había también una vaca, los restos de una vaca, medio hedionda todavía, sin una pata y sin cabeza. Y en la pared, escrita una frase: “Infame turba de nocturnas aves”.

El montaje del relato de Méndez, titulado Manuscrito encontrado en el olvido, tiene una rara cualidad: la de distanciarte por una doble vía de lo que se cuenta en el escenario. En primer lugar, a través de Patxi Freitez, que sobre todo lee el texto que escribió Alberto Méndez, y en segundo, por la recreación de la historia que van haciendo otros actores. El director Tolo Ferrà ha armado una delicada reconstrucción de aquella terrible historia. Empieza con una mujer que muere en el parto y que deja al recién nacido en las peores condiciones posibles. “¿Cómo se corrige el error de estar vivo?”, apunta el superviviente en su cuaderno. Y ahí contará cómo tarda en enterrar a su mujer, cómo la criatura persevera un tiempo en vivir, cómo termina muriendo sin consuelo posible. Y cómo el padre mata a un lobo y cómo lleva a una vaca a su morada como compañera de infortunios. La propuesta de Ferrà está llena de ternura y como armada con materiales heredados de la vanguardia: muñecos de tela, las máscaras de los animales, la ayuda de una suerte de intérpretes mecánicos.

Por mucho que el pasado se vista de gloria, hay dolores que no se olvidan. Un joven muchacho abandonó su pueblo para unirse al Ejército republicano durante la Guerra Civil. Cuando terminó huyó al monte con su mujer embarazada. “Tengo miedo de tanto miedo”, apunta en su cuaderno. Y Méndez observa, al final de su relato, que igual aquel muchacho escribió esas notas “cuando tenía dieciocho años”, y cree “que esa no es edad para tanto sufrimiento”. No hay nada más que decir.



Montaje de 'Manuscrito encontrado en el olvido'



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jueves, 4 de abril de 2019

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "La de San Quintín"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quién es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que acaban de cumplirse 175 años, estoy subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog,  su obra teatral La de San Quintíncomedia en tres actos, en la edición digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante, basada en la de  Imprenta La Guirnalda, de Madrid, de 1894. La de San Quintín fue estrenada en el Teatro de la Comedia madrileño el 27 de enero de 1894. 

En el desarrollo de la trama, el acaudalado anciano Don José Manuel de Buendía, que convive con su sobrino César, invita a Doña Rosario de Trastámara, joven duquesa venida a menos, a pasar una temporada en su finca. Una vez instalada, Doña Rosario recibe la declaración de amor de Víctor, hijo ilegítimo de César. La duquesa llega a conocer esa circunstancia y cuando llega a oídos de César, éste le ofrece una importante cantidad de dinero a su hijo para que abandone la ciudad. Víctor lo rechaza por orgullo y dignidad. Rosario, favorablemente sorprendida por este gesto, finalmente acepta las proposiciones del joven y juntos deciden emprender una nueva vida en América.




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