TIEMPO DE ESPERA
Si echan ceniza sobre tu cabeza,
tú mientras, vieja España,
sillar de la paciencia,
alza esa cara.
Si vienen otro día
tasando tus arenas,
tú, en tu casa;
hila que hila, por dentro,
la hebra de la verdad
de tus pueblos. Vuelve
a ellos la mirada.
(No resisto, los muerdo;
hundo mis dientes: Ronda,
Tordesillas de Alba
aún enloqueciendo
bajo ojivas doradas;
Morella cabalgando
hacia tu mar. Arriba,
con el fuego y el símbolo,
Berga prestidígita.)
Sentada en tu portal
de hermosa piedra,
deja correr el oro
de envenenadas aguas.
Mira hacia dentro, y mira
la cal de tus paredes
y la tierra cocida de tus tapias.
No necesitas más.
Tus hijos, y una alcuza,
para las noches largas,
te bastan.
Lejos, por soleares
-digo los que se tardan-,
por aquí, los que nunca
salimos de tus faldas,
haremos que no ceda
ni se apague la llama.
Si alguien tu voz suplanta,
y arrienda tu miseria,
con tus serios pastores
ha de verse la cara.
En tu portal de piedra
-hijos tienes y amor-,
en tus pueblos, espera.
JULIÁN ANDÚGAR (1917-1977)
poeta español
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