domingo, 23 de julio de 2023

[ARCHIVO DEL BLOG] Desvergüenza. [Publicada el 10/08/2015]










La reunión que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el exvicepresidente Rodrigo Rato mantuvieron el pasado 29 de julio respondía a una petición de este último para tratar de una cuestión de carácter “exclusivamente personal” y “completamente al margen de la situación procesal” en la que se encuentra, según un comunicado emitido este lunes por el ministerio. 
El ministro accedió a reunirse con Rato el pasado miércoles a las doce de la mañana y la entrevista concluyó antes de la una, según la nota. Fernández Díaz "consideró que lo correcto era recibirle en la sede del Ministerio del Interior porque garantizaba absoluta transparencia y no había nada que ocultar. Sin duda era más adecuado hacerlo en la sede del ministerio que en el reservado de un restaurante o en un lugar similar", prosigue Interior.
El ministro "no ha realizado ningún tipo de gestión ni ninguna iniciativa que tenga que ver absolutamente nada ni directa ni indirectamente con la situación procesal del señor Rato", según la explicación remitida por el ministerio. 
Interior asegura que las investigaciones sobre el expresidente de Bankia "las están dirigiendo la autoridad judicial, la Fiscalía Anticorrupción y la Unidad de Inteligencia Financiera (UNIF) de la Agencia Tributaria".
"Cualquier otra actuación que sea requerida de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lo será en su condición de policía judicial y, por tanto, actuarán en todo momento bajo la dirección de las autoridades judiciales y en ningún momento bajo la autoridad del Ministerio del Interior".
No obstante, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil está realizando investigaciones sobre el caso después de ser requerida por el juez de instrucción de Madrid que llevaba hasta hace unos días el asunto de blanqueo que se imputa al expresidente de Bankia. El juez aceptó utilizar a la UCO para las gestiones pertinentes a petición de la Fiscalía Anticorrupción, la cual señaló que los nuevos datos que aparecieran en las pesquisas debían ser aportados a "una pieza separada secreta con objeto de salvaguardar el buen fin de la investigación".
Los principales grupos de la oposición han pedido este lunes la comparecencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para dar explicaciones sobre la reunión que tuvieron el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y Rodrigo Rato, exvicepresidente del Gobierno, el pasado 29 de julio en la sede de Interior. Algunos de los grupos políticos incluso han solicitado la dimisión de Fernández Díaz y del propio Rajoy.
El PSOE, a través de su portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, considera "inconcebible" que Rajoy no estuviera al tanto de la reunión mantenida entre Rato y Fernández Díaz. "Esto implica también al presidente del Gobierno y tendrá que terminar dando explicaciones en sede parlamentaria", ha dicho Hernando.
"El Gobierno ha perdido la decencia y la vergüenza y tiene que dar explicaciones", insistía Hernando en declaraciones a la Cadena Ser. "Fernández Díaz tiene que comparecer ante los medios de comunicación; en el Congreso con pelos y señales; sobre quién llamó a quien; por qué se decidió hacerlo en el Ministerio; de qué hablaron. Tenemos derecho a saber de qué hablaron", ha exigido el portavoz socialista.
Hernando ha apuntado que esto es "lo nunca visto" y que desde el Gobierno se desprende una "sensación de impunidad terrible". "Creíamos que el Gobierno no nos iba a sorprender nunca más en materia de corrupción y de delincuencia, pues Jorge Fernández se ha superado", ha señalado. En el PSOE consideran una "interferencia del poder Ejecutivo en una investigación del poder judicial" la reunión.
Ciudadanos también ha apostado porque Fernández Díaz dé explicaciones y, una vez lo haga, valorarán qué reacción le pedirán. "Nos parece absolutamente falto de todo rigor institucional que un ministro se reúna con una persona imputada en dependencias públicas y del Ministerio del Interior, que es el que tiene encomendado por parte del Estado la persecución de los delitos, y entre otros los que está imputado Rato", ha señalado José María Espejo-Saavedra, subsecretario de Organización y Relaciones con partidos políticos de la formación.
Espejo-Saavedra ha considerado que es comprensible que Fernández Díaz "pueda tener una relación de amistad o privada con Rato, que está imputado por delitos graves, pero eso no le da legitimidad para utilizar su cargo para reunirse en dependencias del ministerio". Espejo-Saavedra ha apuntado que "cuando uno es presidente, es responsable de lo que hagan sus ministros, conozca o no" lo que hagan.
Por su parte, la secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, ha advertido este lunes de que es "la espina dorsal" del PP y "no solo manzanas" las que están "podridas". Rodríguez ha señalado que el PP se "empeñará en decir que Rodrigo Rato era también una manzana podrida", pero, en su opinión, esta reunión demuestra que "el alma máter de la política económica del PP sigue siendo reconocida por su cúpula".
UPyD ha pedido la dimisión del ministro de Interior y del presidente del Gobierno. Andrés Herzog, portavoz de la formación, ha asegurado que "es intolerable un Gobierno que ampara y protege a los corruptos, y además utiliza para ello los recursos y medios públicos". "Es un nuevo caso de indecencia política del Gobierno del PP, que en vez de perseguir la corrupción, la ampara y la protege", ha añadido Herzog. 
Para el Portavoz de UPyD, "nos encontramos ante una nueva reedición del ya conocido 'Luis, sé fuerte', referido a Bárcenas, pero esta vez con Rato de protagonista". Rosa Díez, portavoz en el Congreso del partido, ha registrado una petición de comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno en la Comisión Constitucional y del propio Fernández Díaz en la Comisión de Interior.
IULV-CA también ha pedido este lunes la dimisión del ministerio de Interior, ya que "evidencia que la justicia no es para todos igual". Así lo ha señalado uno de los miembros de la dirección de Izquierda Unida Antonio Ortiz, quien ha apuntado que su partido se une a esta petición de dimisión.
"El encuentro es una evidencia de que la justicia no es para todos igual, hay puertas delanteras y traseras por las que algunos pretenden escaparse", ha subrayado Ortiz. El portavoz de la formación en la Comisión de Interior, Ricardo Sixto, considera "inasumible" que un miembro del Gobierno "reciba en su propio despacho" a una persona con "varias causas penales abiertas" todavía por dirimir, y, menos aún, que el encuentro se produjera "con cordialidad", como explicaron fuentes del ministerio.
Por ello, ha asegurado que su grupo "seguirá de cerca" las consecuencias que puedan derivarse de esta reunión y no descarta exigir en el futuro "un mayor grado de responsabilidad política" a Fernández Díaz por unos hechos que sí están siendo investigados por unidades pertenecientes a su departamento, concretamente por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, tras la decisión del juez de Madrid de incorporarla al caso por petición expresa de la Fiscalía Anticorrupción". (El País, 10/8/2015).
La reunión en sede ministerial entre Rodrigo Rato y Jorge Fernández Díaz, poco antes de que el juez del caso Rato remitiese la instrucción a la Audiencia Nacional, es un flagrante ejemplo de irresponsabilidad política que exige una aclaración inmediata. Según ha informado este periódico, el pasado 29 de julio el titular de Interior recibió, en un ambiente de "cordialidad" y durante dos horas, al ex vicepresidente del Gobierno, imputado en varias causas y sobre el que pesan gravísimos delitos fiscales y de blanqueo de capitales. Fuentes del Ministerio enmarcaron la reunión en la relación de amistad que les une desde hace años y aclararon que los cuerpos de seguridad adscritos a su departamento son ajenos a las investigaciones que la Agencia Tributaria lleva a cabo sobre las actividades del que fuera todopoderoso ministro de Economía. Sin embargo, ambos argumentos son insuficientes.
El primero de ellos, porque un ministro lo es a tiempo completo y no puede desdoblar su personalidad mientras está en el cargo. Además, la reunión se produjo en el despacho de Fernández Díaz, lo que la convierte automáticamente en oficial. Por eso tienen razón tanto PSOE como UPyD al exigir que el ministro acuda al Parlamento a informar sobre el porqué de ese inoportuno encuentro y sobre el contenido del mismo. 
Pero, sin duda, lo más grave es que el Ministerio no ha dicho la verdad en la segunda de sus alegaciones. A petición de la Fiscalía Anticorrupción, desde hace meses la Guardia Civil colabora con los técnicos de Hacienda a través de la Unidad Central Operativa (UCO). El juez encargó expresamente a esta unidad especializada la investigación referida al posible delito de blanqueo, cuyos indicios han motivado el traslado de la causa a la Audiencia Nacional. De esta forma, la reunión en el Ministerio del Interior adquiere unos razonables tintes de sospecha que ni el Gobierno ni el PP pueden pasar por alto.
Dados los cargos de máxima responsabilidad política nacionales e internacionales desempeñados por Rato, su caso se ha convertido con razón en uno de los asuntos que el PP debe gestionar de la manera más transparente posible. No hay que olvidar que quien estuvo a punto de ser nombrado sucesor de Aznar y cuya gestión económica se ha presentado como modélica posee una fortuna de orígenes no justificados y tiene abiertas varias causas sobre su nefasto papel en Bankia, coronado con el deshonroso episodio de las tarjetas 'black'. A todo eso se añaden los cinco delitos fiscales que pesan sobre él y la nueva acusación de blanqueo de capitales. Tal y como informamos hoy, existe la sospecha de que el ex ministro ha invertido en el hotel que posee junto a su mujer en Berlín, 420.000 euros provenientes posiblemente de comisiones ilegales, obtenidas dureante su etapa al frente de Bankia. Las acusaciones revisten una enorme gravedad si se tiene en cuenta que la investigación sospecha que la cuantía total defraudada ronda los dos millones de euros. Por todo ello, es normal la intranquilidad de Rato, ya que la las penas de los delitos fiscales sumadas a las de blanqueo llevan aparejadas importantes penas de prisión.
Para evitar que las razonables sospechas que la reunión ha despertado entre la oposición y en la Asociación Unificada de la Guardia Civil, que ha pedido la dimisión del ministro, Fernández Díaz debe explicar personalmente cuanto antes los detalles de lo ocurrido". (El Mundo, 10/8/2015).
Sobra todo comentario. En cualquier Estado democrático del mundo mundial el Ministro del Interior estaría ya en su casa, dimitido, porque no habría sido necesario cesarle. En política los errores, que no los delitos, y este evidentemente no lo es, se pagan con la dimisión, pero aquí no. El presidente del gobierno de España, su componentes y el partido que los sustenta están vacunados contra toda tentación de asumir responsabilidades. Ellos, a lo suyo, que desgraciadamente no es lo nuestro. Pero las especulaciones sobre el contenido de esa conversación quedan en el aire mientras el señor ministro del Interior no de las explicaciones pertinentes en sede parlamentaria. El problema es que, a estas alturas, diga lo que diga, no le van a creer ni los suyos, y los ciudadanos corrientes y molientes tenemos todo el derecho del mundo a pensar mal mientras no se nos demuestre lo contrario, aunque lo jure el Ministro del Interior sobre los Evangelios. O quizá precisamente por eso... Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt













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