lunes, 16 de mayo de 2016

[Humor en cápsulas] Lunes, 16 de mayo de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7,  Morgan; La Provincia, Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, Forges, Peridis, Ros y El Roto, en su edición nacional. Espero que disfruten de las mismas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




HArendt




Entrada núm. 2732
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Galdós en su salsa] Hoy, con "La Corte de Carlos IV".




Estatua de Galdós en Las Palmas de G.C. (Pablo Serrano, 1969)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal, no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que acaban de cumplirse 173 años, voy a ir subiendo al blog a lo largo de los próximos meses su copiosa obra narrativa, que comencé hace unos días con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, militar que había participado y combatido en ella.

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español. Considerado como uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser propuesto por diversos especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope ningún escritor fue tan popular, ninguno tan universal desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912.

La Corte de Carlos IV es la segunda novela de la primera serie de los Episodios Nacionales de Galdós. Prosiguen en ella las aventuras del joven Gabriel de Araceli, que después de haber asistido a la batalla de Trafalgar aparece ahora en Madrid en un momento en que van ocurrir los sucesos históricos conocidos como "La conspiración de El Escorial", una traición urdida por el príncipe Fernando y sus partidarios en contra de su padre el rey Carlos IV. La trama relata como es descubierta y desmantelada la conjura y los posteriores juicios a sus participantes, reflejando con minuciosidad la situación de la corte española a principios del siglo XIX. Pueden leerla o descargarla en el enlace anterior en la versión existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante. Disfrútenla.


La familia de Carlos IV (Francisco de Goya, 1801. Museo del Prado, Madrid)



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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Entrada núm. 2731
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Reedición] El sinsentido de la existencia







"Reedición" es una nueva sección del blog dedicada a reproducir antiguas entradas que tuvieron cierto predicamento en su momento entre los lectores de Desde el trópico de Cáncer. Estas entradas se publican diariamente, conservan su título, fecha y numeración original, y no cuentan en el cómputo general de entradas del blog. Disfrútenla de nuevo si lo desean.   

***

Vivir es tener una historia que contar a quienes vienen después... Me repito, lo sé. Es la misma frase con la comenzaba mi entrada de hace unos días sobre la abdicación del rey Juan Carlos. Solo que esta vez creo que viene más oportuna. Se cuenta que un afamado escritor contemporáneo suyo le preguntó al filósofo británico David Hume (1711-1776) si no tenía miedo a la muerte o preocupación por el más allá. La respuesta de Hume fue que si nunca le había preocupado saber donde había estado antes de nacer difícilmente iba a preocuparle lo que le ocurriera después de morir.

Me parece una respuesta inteligente y madura. Hace unos días comentaba con dos buenas amigas la impresión que me había causado el libro El corazón de las tinieblas, del escritor polaco-británico Josep Conrad (1857-1924), que acababa de terminar de leer, y en la que cobraba sentido esa pregunta sobre el sinsentido de la existencia: "Luchar a brazo partido con la muerte es lo menos estimulante que puede imaginarse. Tiene lugar en un gris implacable, sin nada bajo los pies, sin espectadores, sin clamor, sin gloria, sin un gran deseo de victoria, sin un gran temor a la derrota, en una atmósfera enfermiza de tibio escepticismo, sin demasiada fe en los propios derechos, y aun menos en los del adversario. Si tal es la forma de la última sabiduría, la vida es un enigma mayor de lo que alguno de nosotros piensa. Me hallaba a un paso de aquel trance y sin embargo descubrí, con humillación, que no tenía nada que decir".

Tremendo y desolador alegato sobre la existencia, sobre el sentido de la vida... Yo, la verdad, no sé si lo tiene. Soy de los que piensa que no. Que estamos aquí por puro azar. Que somos polvo de estrellas, como dice uno de los personajes de El mundo de Sofía, del escritor noruego Jostein Gaarder (1952). Que al final vamos a desaparecer sin dejar rastro. Que todo lo que ha existido se extinguirá sin dejar recuerdo ninguno de su existencia ni de nuestro paso por el mundo. Y no me refiero al paso personal de cada uno de nosotros, que no tiene mayor importancia, sino al de la humanidad completa. De la que nada quedará, ni siquiera memoria...

Hay pocas cosas que puedan consolarnos de ese sinsentido de la existencia, Entre ellas, el amor, la amistad y los libros. El amor de las personas más cercanas: esposos, hijos, nietos, padres, hermanos. La amistad, el más noble de los sentimientos humanos, el que nos hace solidarios con los otros: "Un poco de generosidad, y el hombre es un paraíso para el hombre", dejo dicho Jean-Paul Sartre (1905-1980). Y los libros y la historia, claro, porque nos permiten conocer lo que otros han hecho antes que nosotros; y dejar constancia de lo que nosotros hemos hecho antes de que lleguen los siguientes.

Estoy leyendo ahora mismo una bellísima autobiografía del escritor israelí Amos Oz (1939) titulada Una historia de amor y oscuridad (Siruela, Madrid, 2004). Un relato sobre su familia, que se inicia a mediados del siglo XIX en Europa oriental y continúa hasta el Israel del siglo XXI: "Cuando era pequeño, cuenta Oz en las primeras páginas, quería crecer y ser libro. No escritor, sino libro: a las personas se las puede matar como a hormigas. Tampoco es difícil matar a los escritores. Pero un libro, aunque se lo elimine sistemáticamente, tiene la posibilidad de que un ejemplar se salve y siga viviendo eterna y silenciosamente en una estantería olvidada de cualquier biblioteca perdida de Reikjavik, Valladolid o Vancouver". Por eso he repetido al inicio de esta entrada de hoy lo de que vivir, a fin de cuentas, no es más que tener una historia que contar a los que vienen después...

Sean felices, por favor, y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt







Entrada núm. 2075
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Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)
Publicada originariamente con fecha 12 de junio de 2014

domingo, 15 de mayo de 2016

[Humor en cápsulas] Domingo, 15 de mayo de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7,  Morgan; La Provincia, Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, Forges, Peridis, Ros y El Roto, en su edición nacional. Espero que disfruten de las mismas.










Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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Entrada núm. 2729
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Cuentos para la edad adulta] Hoy, con "Las babas del diablo", de Julio Cortazar





El cuento, como género literario, se define por ser una narración breve, oral o escrita, en la que se narra una historia de ficción con un reducido número de personajes, una intriga poco desarrollada y un clímax y desenlace final rápidos. Durante los próximo meses voy a traer hasta el blog algunos de los relatos cortos más famosos de la historia de la literatura universal. Obras de autores como Phili p K. Dick, Franz Kafka, Herman Melville, Guy de Maupassant, Julio Cortázar, Alberto Moravia, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, Lovecraft, Jack London, Anton Chejov, y otros.

Continúo hoy la serie de Cuentos para la edad adulta con el titulado Las babas del diablo, de Julio Cortázar (1914-1984), escritor, traductor e intelectual argentino, nacionalizado francés en 1981. Está considerado como uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general y creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano, rompiendo los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal. Debido a que los contenidos de su obra transitan en la frontera entre lo real y lo fantástico, suele ser puesto en relación con el realismo mágico e incluso con el surrealismo.

La historia de Las babas del diablo está contada simultáneamente por dos narradores, que a medida que avanza el cuento descubrimos que es uno solo que ve la situación desde dos puntos de observación de la realidad diferentes. No les adelanto nada más. Disfrútenla.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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Entrada núm. 2728
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

sábado, 14 de mayo de 2016

[Humor en cápsulas] Sábado, 14 de mayo de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7,  Morgan; La Provincia, Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, Forges, Peridis, Ros y El Roto, en su edición nacional. Espero que disfruten de las mismas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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Entrada núm. 2727
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Reedición] Mi subida al Roque Nublo






"Reedición" es una nueva sección del blog dedicada a reproducir antiguas entradas que tuvieron cierto predicamento en su momento entre los lectores de Desde el trópico de Cáncer. Estas entradas se publican diariamente, conservan su título, fecha y numeración original, y no cuentan en el cómputo general de entradas del blog. Disfrútenla de nuevo si lo desean.   

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Al atardecer de un 29 de marzo de 1967, a bordo del Caravelle de Iberia que me traía a isla de Gran Canaria desde Madrid, vi por vez primera el Nublo recortándose en el horizonte, con la majestuosa silueta del Teide, en la isla de Tenerife, al oeste, casi coincidiendo con la puesta del sol.  

El Roque Nublo es el monumento natural más emblemático de Gran Canaria. Uno de los mayores roques basálticos del mundo. Situado prácticamente en el centro geográfico de la isla, en una zona muy abrupta de origen volcánico, alcanza una altura de 80 metros desde su base y de 1813 metros sobre el nivel del mar. Fue lugar mágico, de culto, junto a su vecino el Roque Bentayga, de los aborígenes prehispánicos y hoy ocupa sin duda alguna el epicentro de los sentimientos más profundos de todos los grancanarios.

Ayer hizo 47 años, 3 meses y 5 días que lo ví por vez primera a 9000 metros de altura, y cinco años que subí a pie hasta él. No sé por qué no lo hice antes. Quizá porque estaba allí desde hacía unos cuantos millones de años y sabía que no se me iba a escapar. Que siempre iba a estar esperándome. Ayer hizo cinco años que subí por vez primera hasta la base del Roque Nublo. Me había prometido volver a hacerlo, ahora ya con un poco más de preparación, con toda la familia: mi mujer, mis hijas, mis nietos y mis yernos. Tengo la impresión de que es una intención que no va a poder realizarse; por falta de fuerzas y  de ánimo sobre todo. 

La visita de hace cinco año, la primera y única, fue bastante impremeditada, pues solo había salido con mi mujer y mi yerno más joven con la intención de dar un paseo en coche por las cumbres centrales de la isla y subir hasta su punto más alto, el Pozo de Las Nieves, a 1949 metros de altitud, justo donde termina la carretera que llega hasta allí. El día estaba espléndido, no como hoy que ha sido lluvioso y fresco, al menos en Las Palmas. Casi de repente, cuando ya bajábamos hacia la costa sur de la isla buscando un restaurante rural donde comer nos encontramos de bruces con el letrero que anunciaba el sendero forestal que lleva hasta la base del Roque Nublo. Y no pudimos ni supimos resistir la tentación... De lo impremeditado de la subida daba prueba que ni tan siquiera llevábamos una máquina de fotos o un móvil para inmortalizar nuestra hazaña. Los tres íbamos en chanclas y sin una mísera gorra que echarnos a la cabeza. Pero mereció la pena.

De todas maneras no se crean eso que dicen los folletos turísticos de que es una subida de extrema facilidad que se hace en 15 o 20 minutos. ¡Y un huevo para tres!, que dicen en mi pueblo natal. De subida fácil, nada. Y échenle de 45 a 50 minutos de ascenso empinado, aunque practicable, y no recomendable para los que sufran de vértigo, aunque tampoco es preciso ser un senderista profesional para hacerlo. Suban con cuidado y disfruten del paseo, nosotros lo hemos hecho y disfrutado. A pesar de lo que dije antes me gustaría volver a subir con mi familia. Ahora sí, con alevosía y premeditación. Muchas premeditación..., por eso de las fuerzas y que el cuerpo ya no es el mismo. Dejémoslo en un "ya veremos"...

Ahora, por favor, sean felices. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt



Gran Canaria desde el espacio



Entrada núm. 2088
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Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)
Publicada originariamente con fecha 5 de julio de 2014

[Píldoras literarias] Hoy, "Del ejercicio del poder", de Rodolfo Modern






La noción de brevedad ronda siempre las consideraciones sobre la minificción de los minirrelatos. Aunque la brevedad no sea, ni con mucho, el único rasgo que es necesario observar en estas brillantes construcciones verbales, resulta lógico que para el lector común, e inclusive en cierta medida para el escritor, resalte de manera especial. 

Fue, en efecto, la primera característica que llamó la atención de lectores y críticos de esta forma literaria: la que primero produjo desconcierto y, a partir de allí, admiración. Ocurre, sin embargo, que tal noción es eminentemente subjetiva. Se puede considerar breve un relato de ocho o diez páginas, pero también lo será uno de un par de páginas, e igualmente, y con mayor razón, algún texto de extensión aún menor, que podremos describir en función de un determinado número máximo de líneas o de palabras, y no de páginas ni de párrafos. 

Pesan en este sentido la tradición de una literatura, y también la implícita comparación -casi instintiva, casi subconsciente- que formulamos con otros textos que conocemos, o bien con lo que se considera cuento o relato en nuestra propia literatura o en una distinta de ella. ¿Habremos de aceptar una categoría nueva, la del microrrelato brevísimo o hiperbreve, aunque el nombre resulte redundante? ¿O bien entenderemos que hay casos en que el escritor extrema alguna de las características que también tienen otros textos de este tipo, y ese hecho es percibido por el lector como un factor de diferenciación? Ustedes deciden. 

Continúo hoy la serie Píldoras literarias con el relato titulado Del ejercicio del poder, de Rodolfo Modern (1922), escritor, poeta, ensayista y abogado argentino, miembro de número de la Academia Argentina de Letras, como secretario general, y correspondiente de la Real Academia Española desde 1999 y de la Academia Norteamericana de la Lengua Española desde 2001. 

Su relato, incluido en la obra El libro del señor de Wu (1980) tiene veinticuatro palabras, y dice así:


DEL EJERCICIO DEL PODER

Cuando F’ang, el conductor, se sentía fatigado
 tras una dura jornada de labor, 
descansaba tres años. Y con él todo el reino.



Rodolfo Modern



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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viernes, 13 de mayo de 2016

[Galdós en su salsa] Hoy, con "Trafalgar"



Escultura de Galdós en Las Palmas de G.C. (Pablo Serrano, 1969)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal, no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que acaban de cumplirse 173 años, voy a ir subiendo al blog a lo largo de los próximos meses su copiosa obra narrativa, que comienzo con Trafalgar, el primero de sus "Episodios Nacionales", colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, militar que había participado y combatido en ella.

Trafalgar es la primera novela de la primera serie de los "Episodios Nacionales". En ella se narra la historia del joven gaditano Gabriel de Araceli, que a los 14 años se ve envuelto en la batalla de Trafalgar como criado de un viejo oficial de la Armada en la reserva. Pueden leerla o descargarla en el enlace anterior en la versión de Enrique y Arturo Mélida existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante.  

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español. Considerado como uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser propuesto por diversos especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope ningún escritor fue tan popular, ninguno tan universal desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912.



La batalla de Trafalgar


Disfruten de la novela. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




HArendt




Entrada núm. 2725
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Humor en cápsulas] Viernes,13 de mayo de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7,  Morgan; La Provincia, Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, Forges, Peridis, Ros y El Roto, en su edición nacional. Espero que disfruten de las mismas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt






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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)