domingo, 17 de abril de 2016

[Humor en domingo] Hoy, sin palabras por descanso del personal y con las viñetas de Morgan






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





HArendt




Entrada núm. 2690
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Reedición] Historias de la II República y la Guerra Civil




Ángel Viñas



"Reedición" es una nueva sección del blog dedicada a reproducir antiguas entradas que tuvieron cierto predicamento en su momento entre los lectores de Desde el trópico de Cáncer. Estas entradas se publican diariamente, conservan su título, fecha y numeración original, y no cuentan en el cómputo general de entradas del blog. Disfrútenla de nuevo si lo desean. 

***

La Historia como notaria del pasado sigue gozando de respetable salud. Y eso que hace ya 2500 años que dos griegos ilustres, mediado el siglo IV a.C., la iniciaron como disciplina científica: Heródoto, con su Historia (Círculo de Lectores, Barcelona, 1996), y Tucídides, con su Historia de la Guerra del Peloponeso (Círculo de Lectores, Barcelona, 1997), hermosas lecturas que les recomiendo con especial énfasis.

De esa misma respetable salud sigue gozando la historia de la Guerra Civil Española (1936-1939), y por extensión, la de la II República española (1931-1939). Uno de los historiadores que más y mejor ha escrito sobre la guerra civil española ha sido el profesor e hispanista estadounidense Gabriel Jackson, y entre los españoles, el economista, diplomático e historiador Ángel Viñas, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

Al profesor Viñas le conocí, aunque no tuve el placer de tratarle personalmente, durante mi paso por la UNED, cuando cursaba la licenciatura de Geografía e Historia. Fue a mediados de los 80, creo recordar, durante la celebración del Congreso Internacional de Historia sobre "La oposición al régimen de Franco", organizado en Madrid por mi universidad, bajo la dirección de los profesores Tuñón de Lara y Javier Tusell, al que asistí como alumno becario. Le recuerdo con su sempiterna corbata de pajarita, prenda típica y casi de uniformidad oficial del profesorado de la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey, Estados Unidos; la universidad también de Albert Einstein y Hannah Arendt, y perdónenme la petulante digresión, los cinematográficos y televisivos doctores Indiana Jones y House.

De él reseñé en mi entrada del pasado día 2, con motivo del 75º aniversario del inicio de la II Guerra Mundial, un artículo suyo titulado "Un tiempo de sangre y fuego", que dilucidaba algunas de las falsedades creadas por la historia en torno al pacto Stalin-Hitler, que en gran manera favoreció el paso a dicha conflagración. 

En el mes de octubre de 2009 Revista de Libros publicó una extensa y documentada reseña crítica del profesor Jackson, bajo el título de "Una trilogía histórica magistral", de tres de los últimos libros del profesor Viñas: La soledad de la República, El escudo de la República y El honor de la República, todos ellos editados por Crítica, Barcelona.

Decía en su reseña el profesor Jackson que los tres libros comentados constituían sin duda alguna los estudios archivísticos más detallados y más exhaustivamente documentados de las reacciones diplomáticas y militares al estallido de la Guerra Civil española; y también de los esfuerzos de los sucesivos gobiernos republicanos para vencer la hostilidad político-económica de las grandes potencias democráticas –Inglaterra, Francia y Estados Unidos– y contrarrestar la masiva ayuda militar ofrecida desde el principio por Italia, Alemania y Portugal a las fuerzas comandadas por el general Franco.

En pos de su investigación documental, añadía, el autor había viajado a París, Londres, Moscú y a muchos otros lugares específicos en que se encuentran archivos relevantes. Ha proporcionado detalladas notas al pie para todas sus interpretaciones controvertidas. Ha preparado una lista de los acrónimos de docenas de archivos, preparado una bibliografía ingente, ofrecido al lector una extensa lista de "dramatis personae" y aportado copias de documentos importantes. Para conseguir su objetivo crítico e historiográfico ha citado y refutado, seguía diciendo, cientos de contundentes afirmaciones de personas e instituciones que aparecen citadas con sus nombres.

En los párrafos finales de su comentario decía el profesor Jackson que había intentado señalar en su artículo lo que le parecían énfasis ocasionales que distraían de la tarea principal, y que había destinado mucho espacio a ello porque quería que el lector conociera los juicios del autor más que simplemente las valoraciones que el reseñista hacía de esos juicios, pero que ello -añadía- no había de entenderse en absoluto como una evaluación negativa. Nadie, decía, ha rastreado los archivos más exhaustivamente que Viñas; nadie ha estado más dispuesto que él a compartir información; nadie se ha mostrado más deseoso de comparar interpretaciones con colegas.

Como conclusión de la reseña, Gabriel Jackson expresaba su convencimiento de que la trilogía publicada por el profesor Viñas se manifestaría como una combinación excepcionalmente rica de historias basadas en archivos y de debates que cuestionan deliberadamente ideas establecidas en la lucha por alcanzar un entendimiento objetivo de la Guerra Civil española.

A mí me gustaría terminar la entrada de hoy, aparte de animarles a leer el artículo del profesor Jackson, con una reflexión del también historiador y profesor Josep Fontana en su libro La historia después del fin de la historia (Crítica, Barcelona, 1992) en la que apela a la necesidad de recuperar las señas de identidad de una historiografía crítica que proponga aprender a pensar el pasado en términos de encrucijada (y no solo de una vía única), que incite a los historiadores a situar el presente en el centro de sus preocupaciones y que ayude a las nuevas generaciones a mantener viva la capacidad de razonar, preguntar y criticar para cambiar el presente y construir un futuro mejor. 

Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt





El historiador Gabriel Jackson



Entrada núm. 2170
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)
Publicada originariamente con fecha 26 de septiembre de 2014

sábado, 16 de abril de 2016

[Celebrando a Miguel de Cervantes] Hoy, "El vizcaíno fingido"




Representación de "El vizcaíno fingido"


El próximo 23 de abril se conmemora el 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes y de William Shakespeare. Como bien decía el editorial de El País del pasado 30 de enero, las comparaciones son odiosas, pero a veces pueden servir para valorar cómo distintos países gestionan desafíos parecidos. Tanto Miguel de Cervantes como William Shakespeare parece que murieron ese mismo día del año 1616, y tanto uno como otro son los mayores referentes de la lengua española y de la inglesa, respectivamente.   

A principios de año el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, lanzaba al mundo un rotundo mensaje, que Shakespeare sigue vivo, y poco a poco se ha empezado a concretar la ofensiva internacional de propuestas con las que se pretende proyectar la obra del clásico en 141 países. En cuanto a Miguel de Cervantes, solo existe la vaga afirmación de que están en marcha 131 proyectos —académicos, culturales, turísticos, educativos—. No tiene sentido -sigue diciendo el editorial citado- medir la envergadura de los clásicos por la magnitud de los fastos que se programan para celebrar sus centenarios. Lo que importa es que sean leídos y representados y que su obra siga hablando en el presente. En ese sentido, El Quijote ha contado con prestigiosos valedores que lo llevan mimando desde que en 2005 se celebrara el cuarto centenario de la aparición de su primera parte. El año pasado, que recordaba el aniversario de la publicación de la segunda, hubo excelentes iniciativas que ayudaron a confirmar su grandeza. Pero fueron hechos puntuales, fruto muchas veces de la sociedad, a falta de un verdadero plan riguroso y bien articulado que cumpla con las expectativas que deben exigirse a cualquier Gobierno respecto al patrimonio cultural del que es responsable: convertirlo en pieza esencial de la educación de los menores, cuidarlo para que siga manteniéndose vivo y saber proyectarlo para sacar provecho de todo su potencial (también económico). 

De las tareas de la Comisión responsable del cuarto centenario de Cervantes poco se sabe. Y lo que se conoce hasta ahora no es como para tirar voladores (expresión del español de Canarias que no necesita traducción) y parece confirmar que no hay ningún plan claro.

"Desde el trópico de Cáncer" se suma con humildad y pasión contenida a la efeméride que conmemora el 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes. Y para celebrarlo, asume el compromiso de ir subiendo al blog día a día, a lo largo de estas semanas que restan, la totalidad de su obra para disfrute de todos los lectores y amantes de la lengua española, lengua a la que él elevó a la máxima expresión literaria, hasta culminarlas los próximos 22 y 23 de abril con la publicación en el blog de las dos partes de El Ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha.

Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 29 de septiembre de 1547-Madrid, 22 de abril de 1616) fue un soldado, novelista, poeta y dramaturgo español, conocido con el sobrenombre de "Príncipe de los Ingenios". Está considerado como la máxima figura de la literatura española y es universalmente conocido por haber escrito Don Quijote de la Mancha, que muchos críticos han descrito como la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura universal, además de ser el libro más editado y traducido de la historia, solo superado por la Biblia.

Continúo esta nueva sección del blog dedicada a la conmemoración del 400 aniversario de su muerte con la publicación de su entremés El vizcaíno fingido, en la edición de Florencio Sevilla Arroyo, que puede leerse en la página electrónica de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante (España). Los escritos iniciales de Cervantes datan de los tiempos de su reclusión en Argel. Fue a su regreso a España, entre 1582 y 1587, cuando escribió sus primeras obras teatrales, que ya he traído hasta el blog. Tras ellas, dejó de escribir para la escena y solo al final de su vida publicó ocho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca representados (1615). 

El vizcaíno fingido, quinto de los entremeses, pieza teatral de carácter cómico y de un solo acto que originalmente se representaba en el entreacto de una comedia, escritos por Cervantes, es un gracioso epìsodio, sin intención satírica, en el un par de truhanes, Quiñones y Solórzano, deciden estafar a una ramera, Cristina, aprovechándose de que su condición no le permitiría acudir a la justifica. La simulación del vizcaíno y la psicología de las mujeres son dos excelentes logros de dramaticidad, así como la extraordinaria eficacia de los parlamentos cervantinos, la acertada dosis de insinuación o de declaración patente que los personajes hacen de sí mismos. Disfrútenlo.




Miguel de Cervantes



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





HArendt




Entrada núm. 2688
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Reedición] "Realpolitik"



El presidente de la C.A. de Cataluña firma la Ley de consultas catalana


"Reedición" es una nueva sección del blog dedicada a reproducir antiguas entradas que tuvieron cierto predicamento en su momento entre los lectores de Desde el trópico de Cáncer. Estas entradas se publican diariamente, conservan su título, fecha y numeración original, y no cuentan en el cómputo general de entradas del blog. Disfrútenla de nuevo si lo desean. 


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Una de las razones de que los títulos de muchas entradas del blog vayan "entrecomillados" no es solo la falta de respuesta clara del autor, es decir, de mí, a lo que se plantea en el titulo; es que tampoco tiene clara cual debería ser la pregunta. Será por eso que decía Dante de que tanto como saber le agradaba dudar, o el más cercano en el tiempo, Voltaire, de que la verdad era una fruta que convenía cogerse muy madura. 

Recurro a la Wikipedia para precisar el concepto del término "Realpolitik" (política de la realidad, en alemán) acuñado según se dice en ella por el canciller alemán Otto von Bismarck a finales del siglo XIX para encontrar un método de equilibrar las influencias de poder de los imperios europeos, que tuviera su base en intereses prácticos y acciones concretas sin atender a la filosofía o teoría política como elementos formadores de la misma (de la política). Más o menos lo mismo que ya había dicho Nicolás Maquiavelo a principios del siglo XVI en su obra "El Príncipe", cuya edición, comentada, en Temas de Hoy (Madrid, 1994) les recomiendo encarecidamente. 

Se ha dicho, pienso que con razón, que la lectura y comprensión del libro "El Federalista" (FCE, México, 1994), escrito a finales del siglo XVIII por los "ilustrados" norteamericanos Hamilton, Jay y Madison, equivale a todo un máster en Derecho Constitucional y Teoría Política. Creo que lo mismo, pero ahora referido a esa "política de la realidad" a la que aludía Bismarck de este movido comienzo del siglo XXI, podría aplicarse a dos libros que estoy releyendo al unísono en estos momentos: "Diplomacia" (Ediciones B, Barcelona, 2010), de Henry Kissinger, y "Querido Mr. Stalin" (Paidós, Barcelona, 2007), de Susan Butler. 

El primero nos da una interpretación personal, pero no por ello menos fascinante, de la historia reciente del mundo, tanto por el retrato que el autor hace de los líderes mundiales de su época como secretario de Estado estadounidense: Nixon, Gorbachov, De Gaulle..., como por la explicación -no por subjetiva, falta de rigor- de los entresijos y acontecimientos más importantes de la política internacional del último tercio del siglo XX, de los cuales el autor fue coprotagonista indiscutible.

El libro de Susan Butler es la primera publicación rigurosa y exacta que se realiza (y se comenta por la recopiladora) de la correspondencia completa entre el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt y el líder soviético Josef V. Stalin, entre 1941, a raíz del ataque por sorpresa de Alemania a la Unión Soviética, y 1945, con el último mensaje del mandatario norteamericano a su homólogo soviético, unos minutos antes de su repentina muerte. Una recopilación de trescientos cuatro mensajes intercambiados entre ambos estadistas a lo largo de cuatro años, que reflejan la sintonía de los mismos en la resolución de los problemas comunes en la guerra contra Alemania y Japón, sin menoscabo de la apreciación personal que cada uno tenía del otro, que como dice el historiador Arthur M. Schlesinger, Jr., en el prólogo del libro implicaba que a pesar de la opinión de Roosevelt, en 1940, de que "la Unión Soviética es una dictadura tan absoluta como cualquier otra del mundo", Roosevelt y Churchill reconocieran sin paliativos lo que las democracias debían al Ejército Rojo en la derrota de Hitler, y que el "Día D" no hubiera sido posible si Stalin no hubiera retenido a la mayor parte del ejército nazi en el frente oriental de Alemania.

Retomo, o lo intento al menos, el hilo argumental de esta entrada, para volver la vista a la convulsa situación político-constitucional interna que estamos viviendo los españoles a causa del enfrentamiento político directo entre la mayoría del parlamento catalán y el gobierno de Cataluña con el gobierno y el resto del Estado español. Sentadas las bases jurídicas de ese enfrentamiento, y admitido que no cabe más recurso democrático para resolverlo que el acatamiento a la resolución que en su momento adopte el Tribunal Constitucional, ¿no estamos a tiempo de admitir la necesidad de una pequeña dosis de "realpolitik" por ambas partes que evite el fraccionamiento de la sociedad española y catalana en dos entidades irreductibles enfrentadas?

No quiero recurrir a los argumentos, muchas veces falaces y la mayor parte de las ocasiones idiotas, de los protagonistas del enfrentamiento. Prefiero atender con preferencia a las opiniones de los expertos y del mundo académico, aunque tampoco estas estén a priori a salvo de personalismos. Entre ellas, dos que se publican en el número de septiembre de Revista de Libros:  "La configuración del Estado español", de Gaspar Ariño Ortiz, catedrático de Derecho Administrativo en la Universidad Autónoma de Madrid, comentando el libro Estado autonómico y reforma federal (Alianza, Madrid, 2014) del profesor Eliséo Aja, y "Como salvar a España de su pasado", por Julio Carabaña, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, reseñando el libro El dilema de España (Península, Barcelona, 2014) del profesor Luis Garicano. Son dos artículos muy interesantes, el primero de argumentos más estrictamente políticos, y el segundo económicos, pero sin obviar los elementos políticos y territoriales.

Pero a mí, de todo lo más reciente leído al respecto, lo que más me ha gustado por su brevedad, sencillez y claridad expositiva es lo que escribe en el diario El País de hoy el catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Montreal, Canadá, el profesor Jean Leclair, en un artículo titulado "De clavos y martillos en Escocia y Cataluña", en el que analizando las semejanzas y disimilitudes de los procesos soberanistas en Quebec, Escocia y Cataluña, llega a la conclusión -que comparto- de que adentrarse por la vía de los referéndums para resolver los problemas territoriales de los Estados es un error de incalculable consecuencias cuando aun están sin explorar y afirmar las posibilidades de las vías que ofrecen los estados federales.

En fín, como ven los amables lectores de Desde el trópico de Cáncer, planteo más dudas que respuestas. Respuestas que solo podremos encontrar desde el diálogo y no desde la confrontación. Así pues, señores políticos, ¿sería posible un poco más de "realpolitik", por favor? Al menos, inténtenlo.

Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt




El presidente Rajoy anuncia el recurso del Gobierno ante el Tribunal Constitucional



Entrada núm. 2171
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)
Publicada originariamente con fecha 30 de septiembre de 2014

viernes, 15 de abril de 2016

[Celebrando a Miguel de Cervantes] Hoy, "La guarda cuidadosa"




Representación de "La guarda cuidadosa"


El próximo 23 de abril se conmemora el 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes y de William Shakespeare. Como bien decía el editorial de El País del pasado 30 de enero, las comparaciones son odiosas, pero a veces pueden servir para valorar cómo distintos países gestionan desafíos parecidos. Tanto Miguel de Cervantes como William Shakespeare parece que murieron ese mismo día del año 1616, y tanto uno como otro son los mayores referentes de la lengua española y de la inglesa, respectivamente.   

A principios de año el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, lanzaba al mundo un rotundo mensaje, que Shakespeare sigue vivo, y poco a poco se ha empezado a concretar la ofensiva internacional de propuestas con las que se pretende proyectar la obra del clásico en 141 países. En cuanto a Miguel de Cervantes, solo existe la vaga afirmación de que están en marcha 131 proyectos —académicos, culturales, turísticos, educativos—. No tiene sentido -sigue diciendo el editorial citado- medir la envergadura de los clásicos por la magnitud de los fastos que se programan para celebrar sus centenarios. Lo que importa es que sean leídos y representados y que su obra siga hablando en el presente. En ese sentido, El Quijote ha contado con prestigiosos valedores que lo llevan mimando desde que en 2005 se celebrara el cuarto centenario de la aparición de su primera parte. El año pasado, que recordaba el aniversario de la publicación de la segunda, hubo excelentes iniciativas que ayudaron a confirmar su grandeza. Pero fueron hechos puntuales, fruto muchas veces de la sociedad, a falta de un verdadero plan riguroso y bien articulado que cumpla con las expectativas que deben exigirse a cualquier Gobierno respecto al patrimonio cultural del que es responsable: convertirlo en pieza esencial de la educación de los menores, cuidarlo para que siga manteniéndose vivo y saber proyectarlo para sacar provecho de todo su potencial (también económico). 

De las tareas de la Comisión responsable del cuarto centenario de Cervantes poco se sabe. Y lo que se conoce hasta ahora no es como para tirar voladores (expresión del español de Canarias que no necesita traducción) y parece confirmar que no hay ningún plan claro.

"Desde el trópico de Cáncer" se suma con humildad y pasión contenida a la efeméride que conmemora el 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes. Y para celebrarlo, asume el compromiso de ir subiendo al blog día a día, a lo largo de estas semanas que restan, la totalidad de su obra para disfrute de todos los lectores y amantes de la lengua española, lengua a la que él elevó a la máxima expresión literaria, hasta culminarlas los próximos 22 y 23 de abril con la publicación en el blog de las dos partes de El Ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha.

Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 29 de septiembre de 1547-Madrid, 22 de abril de 1616) fue un soldado, novelista, poeta y dramaturgo español, conocido con el sobrenombre de "Príncipe de los Ingenios". Está considerado como la máxima figura de la literatura española y es universalmente conocido por haber escrito Don Quijote de la Mancha, que muchos críticos han descrito como la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura universal, además de ser el libro más editado y traducido de la historia, solo superado por la Biblia.

Continúo esta nueva sección del blog dedicada a la conmemoración del 400 aniversario de su muerte con la publicación de su entremés La guarda cuidadosa, en la edición de Florencio Sevilla Arroyo, que puede leerse en la página electrónica de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante (España). Los escritos iniciales de Cervantes datan de los tiempos de su reclusión en Argel. Fue a su regreso a España, entre 1582 y 1587, cuando escribió sus primeras obras teatrales, que ya he traído hasta el blog. Tras ellas, dejó de escribir para la escena y solo al final de su vida publicó ocho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca representados (1615). 

La guarda cuidadosa es el cuarto de los entremeses, pieza teatral de carácter cómico y de un solo acto que originalmente se representaba en el entreacto de una comedia, escritos por Cervantes. En este entremés, Cervantes ofrece una divertida parodia sobre el viejo tópico de las armas y las letras, en el que se enfrentan por obtener el favor de una mujer un viejo soldado de los Tercios, pobre pero orgulloso, y un sacristán. Al final será el ... Pero mejor, disfrútenlo.




Miguel de Cervantes



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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Entrada núm. 2687
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[Poesía y humor] Hoy, con "Ya de mis quietos días el sereno", de Jerónimo de Lomas Cantoral, y viñetas de Forges






Es muy posible que a algún purista le parezca una blasfemia lo que pretendo hacer durante unas semanas: unir en la misma entrada algunos de los más bellos sonetos de amor y a mis viñetistas cotidianos preferidos. Bien, pues lo siento por los puristas, pero un servidor piensa que hay pocas cosas en la vida más serias que el amor y el humor, así pues, ¿por qué no juntarlos?  Todo ello sin mayores pretensiones, aun reconociendo que meter en el mismo envoltorio un soneto de amor y unas viñetas humorísticas, por muy preñadas que estén de crítica social y realidad cotidiana, puede no resultar una fórmula afortunada. En cualquier caso, espero que sean de su agrado. 

El soneto es una composición poética compuesta por catorce versos de arte mayor, endecasílabos en su forma clásica, que se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. En el primer cuarteto suele presentarse el tema de la composición, tema que el segundo cuarteto amplifica. El primer terceto reflexiona sobre la idea central expresada en los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, remata con una reflexión grave o con un sentimiento profundo desatado por los versos anteriores. De Sicilia, el soneto pasó a la Italia central, donde fue también cultivado por los poetas del "dolce stil nuovo" (siglo XIII). A través de la influencia de Petrarca, el soneto se extiende al resto de literaturas europeas.

Continúo hoy la serie de sonetos de amor con el de Jerónimo de Lomas Cantoral (1542-1600) que se inicia con el verso que dice "Ya de mis quietos días el sereno". Poeta español, nacido en Valladolid, toda su vida y su obra transcurre en ambientes cortesanos, siendo esta última marcadamente moralizante y grave e influenciada por los petrarquistas italianos y los clásicos latinos. Cervantes lo alaba como poeta en La Galatea. 

***

YA DE MIS QUIETOS DÍAS EL SERENO


Ya de mis quietos días el sereno

cielo se va turbando y con sosiego
en el alma se enciende un nuevo fuego
que me consume dulcemente el seno.

Recoge, corazón, recoge el freno

y a más sano lugar te vuelve luego,
pues que de amor el más sabroso juego
está con hiel templado y con veneno.

Al suspirar y al llanto triste y laso,

a oscura luz y a noches congojosas
no tornes, ya que miras libre el cielo.

Huye a los ojos bellos, cierra el paso

al vano desear y a mentirosas
esperanzas, y cércate de hielo.


Jerónimo de Lomas Cantoral


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Las viñetas que acompañan el poema son todas del dibujante Forges, que las publica en el diario El País. Disfrútenlas.

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Entrada núm. 2686
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[Reedición] Cambio de ciclo: ¿Fin del capitalismo? ¿Hora de revoluciones?



Lenin arengando a los soviets (Anónimo, Museo de Bostón)


"Reedición" es una nueva sección del blog dedicada a reproducir antiguas entradas que tuvieron cierto predicamento en su momento entre los lectores de Desde el trópico de Cáncer. Estas entradas se publican diariamente, conservan su título, fecha y numeración original, y no cuentan en el cómputo general de entradas del blog. Disfrútenla de nuevo si lo desean. 

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A mis nietos Gabriel, Guillermo y Saúl,
aunque aún no puedan entenderlo,
porque ellos representan el futuro

Cuando el Muro de Berlín se vino abajo en noviembre de 1989, y con él todo el sistema de dominación política y económica de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas sobre su propio territorio (que saltaría hecho pedazos dos años más tarde) y sobre el del resto de países del llamado "bloque socialista" de Europa Oriental, pareció a muchos que la Historia (con mayúsculas) se hubiera detenido y que un nuevo ciclo histórico dominado por el sistema capitalista en lo económico y el democrático-liberal en lo político, se hubiera instalado ya para siempre, o al menos para mucho tiempo, en toda la sociedad. Era, el "fin de la historia", ya predicho por Hegel y Marx en el siglo XIX, entendido, en palabras del profesor Israel Sanmartín, como término de un proceso dialéctico que a través de unos estadios comprensibles e incluso predecibles desembocan en uno postrero que otorga sentido y realidad a los acontecimientos. ¿Se equivocaron Hegel y Marx? Parece que sí, pero...

Un año antes de la caída del Muro, en 1988, un joven profesor de Ciencias Políticas estadounidense, Francis Fukuyama, escribió un polémico artículo que alcanzó una enorme difusión en todo el mundo. Se titulaba "El fin de la historia". Y en España mereció el estreno con él de la revista Claves de Razón Práctica, una publicación fundamental para conocer, en español, lo que se cuece en el mundo sobre historia, cultura, filosofía, sociología, economía y política. La tesis central del artículo era que, con el triunfo insoslayable del sistema económico capitalista y el político democrático-liberal, la Historia (de nuevo con mayúscula) había llegado a su culminación. Que nada más perfecto para el desarrollo del hombre y de la sociedad podría sustituir a ambos sistemas. ¿Se equivocó Fukuyama? Parece evidente que sí, pero...

Veinticinco años después el mundo y el sistema económico capitalista y el político democrático-liberal están, como mínimo, trastocados. ¿Cambio de ciclo? ¿De paradigma? (Paradigma es, en palabras del filósofo estadounidense Thomas S. Kuhn, toda una constelación de convicciones, valores y modos de proceder compartidos por los miembros de una socidad dada). Bien pudiera ser, pero...

Lo es, por ejemplo, para el sociólogo norteamericano Jeremy Rifkin, que acaba de publicar un libro (2014) titulado "La sociedad del coste marginal" en el que augura la jubilación del sistema capitalista, una tesis que defiende en un recientísimo artículo titulado "Hacia el Internet de las cosas". Dice en él que para el año 2050 los "prosumidores" (ya no existirán consumidores) dominarán el mundo con una nueva concepción de la economía, la cultura y las artes como productores y consumidores de manera gratuita, o casi, gracias al coste marginal cero. Un penúltimo logro, dice, de la democratización, la autogestión y autorregulación de un nuevo sistema llamado "procomún colaborativo", que habrá derrocado para esas fechas, al capitalismo. ¡Cuán largo me lo fiáis, amigo Sancho!, le dijo don Quijote a su escudero. ¿Será posible? Me gustaría que sí, pero...

¿Será este, ahora, el momento de la Revolución? ¿De ese cambio de ciclo presentido? ¿De ese nuevo paradigma en la historia de la humanidad? Pienso, sinceramente, que no deberíamos dejarnos llevar por las ensoñaciones ni las utopías. Es cierto que sin "utopías" es difícil avanzar, pero las utopías, las más recientes: el comunismo (el dominio de una clase para abolir las clases) y el nazismo (el dominio de una raza para abolir la libertad y dominar a las demás) han causado demasiado sufrimiento, demasiada sangre, demasiadas muertes, como para no tomarlas, al menos, con un cierto escepticismo.

Mi admirada y profusamente citada en "Desde el trópico de Cáncer" Hannah Arendt, decía en su libro Sobre la revolución, que la palabra "revolución", etimológicamente, no significa "cambio hacia delante", sino al contrario, cuando una situación se entiende como defectuosa o necesitada de cambio, como un "volver hacia atrás". Es decir, a una situación que se reconoce como "mejor" y "más justa", basada en la experiencia y el recuerdo del pasado.

Un joven, polémico y famoso filósofo surcoreano, Byun-Chul Han, muy crítico con las ideas de Jeremy Rifkin, ha escrito un reciente artículo titulado "¿Por qué hoy no es posible la revolución?", en el que afirma que quien pretenda establecer un sistema de dominación lo primero que debe hacer es eliminar resistencias. ¿Por qué el régimen  de dominación democrático-liberal es tan estable? ¿Por qué hay tan poca resistencia? ¿Por qué toda resistencia se desvanece tan rápido? ¿Por qué ya no es posible la revolución a pesar del creciente abismo entre ricos y pobres?, se pregunta el profesor Han. Para explicarlo, dice, es necesario comprender adecuadamente como funcionan hoy el poder y la dominación. Y a ello se dedica en el artículo que comento. ¿Tendrá razón Han? Como ven sigo planteando más preguntas que respuestas. En todo caso espero que los enlaces les resulten de interés. 

Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt




La libertad guiando al pueblo (E. Delacroix, Museo del Louvre)




Entrada núm. 2175
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)
Publicada originariamente con fecha 9 de octubre de 2014