Es muy posible que a algún purista le parezca una blasfemia lo que pretendo hacer durante unas semanas: unir en la misma entrada algunos de los más bellos sonetos de amor y a mis viñetistas cotidianos preferidos. Bien, pues lo siento por los puristas, pero un servidor piensa que hay pocas cosas en la vida más serias que el amor y el humor, así pues, ¿por qué no juntarlos? Todo ello sin mayores pretensiones, aun reconociendo que meter en el mismo envoltorio un soneto de amor y unas viñetas humorísticas, por muy preñadas que estén de crítica social y realidad cotidiana, puede no resultar una fórmula afortunada. En cualquier caso, espero que sean de su agrado.
El soneto es una composición poética compuesta por catorce versos de arte mayor, endecasílabos en su forma clásica, que se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. En el primer cuarteto suele presentarse el tema de la composición, tema que el segundo cuarteto amplifica. El primer terceto reflexiona sobre la idea central expresada en los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, remata con una reflexión grave o con un sentimiento profundo desatado por los versos anteriores. De Sicilia, el soneto pasó a la Italia central, donde fue también cultivado por los poetas del "dolce stil nuovo" (siglo XIII). A través de la influencia de Petrarca, el soneto se extiende al resto de literaturas europeas.
Continúo hoy la serie de sonetos de amor con el de Jerónimo de Lomas Cantoral (1542-1600) que se inicia con el verso que dice "Ya de mis quietos días el sereno". Poeta español, nacido en Valladolid, toda su vida y su obra transcurre en ambientes cortesanos, siendo esta última marcadamente moralizante y grave e influenciada por los petrarquistas italianos y los clásicos latinos. Cervantes lo alaba como poeta en La Galatea.
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YA DE MIS QUIETOS DÍAS EL SERENO
Ya de mis quietos días el sereno
cielo se va turbando y con sosiego
en el alma se enciende un nuevo fuego
que me consume dulcemente el seno.
Recoge, corazón, recoge el freno
y a más sano lugar te vuelve luego,
pues que de amor el más sabroso juego
está con hiel templado y con veneno.
Al suspirar y al llanto triste y laso,
a oscura luz y a noches congojosas
no tornes, ya que miras libre el cielo.
Huye a los ojos bellos, cierra el paso
Jerónimo de Lomas Cantoral
YA DE MIS QUIETOS DÍAS EL SERENO
Ya de mis quietos días el sereno
cielo se va turbando y con sosiego
en el alma se enciende un nuevo fuego
que me consume dulcemente el seno.
Recoge, corazón, recoge el freno
y a más sano lugar te vuelve luego,
pues que de amor el más sabroso juego
está con hiel templado y con veneno.
Al suspirar y al llanto triste y laso,
a oscura luz y a noches congojosas
no tornes, ya que miras libre el cielo.
Huye a los ojos bellos, cierra el paso
al vano desear y a mentirosas
esperanzas, y cércate de hielo.Jerónimo de Lomas Cantoral
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Las viñetas que acompañan el poema son todas del dibujante Forges, que las publica en el diario El País. Disfrútenlas.
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