jueves, 2 de abril de 2020

[SONRÍA, POR FAVOR] Es jueves, 2 de abril





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Tengo un peculiar sentido del humor que aprecia la sonrisa ajena más que la propia, por lo que, identificado con la definición de la Real Academia antes citada iré subiendo cada día al blog las viñetas de mis dibujantes favoritos en la prensa española. Y si repito alguna por despiste, mis disculpas sinceras, pero pueden sonreír igual...




















La reproducción de artículos firmados en este blog no implica compartir su contenido. Sí, en todo caso, su  interés. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

miércoles, 1 de abril de 2020

[A VUELAPLUMA] Tiempo



Plaza del Obradoiro, Santiago de Compostela. Foto de Óscar Corral


En un mundo en el que podemos calcular nanosegundos y soñar con viajar a la velocidad de la luz, escribe la periodista Cristina Manzano, subdirectora general de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE), en el A vuelapluma de hoy [Que pasen los días. El Pais, 27/3/2020]- posiblemente el tiempo que nos marca el reloj de arena simbolice el sentir de muchos de nosotros.

"Contaba Stephen Hawking en su Historia del tiempo -comienza diciendo Cristina Manzano- que la teoría de la relatividad llevó a abandonar la idea de que había un tiempo absoluto único: “El tiempo se convirtió en un concepto más personal, relativo al observador que lo medía”.

Nada más cierto en estos días de coronavirus. El tiempo, y la forma de enfrentarse a él, se presentan como un factor crítico a la hora de abordar la pandemia.

Unos desean que el reloj acelere; que todo esto pase lo antes posible. Que se convierta de una vez en solo ese paréntesis insospechado en nuestras vidas. El tiempo como una losa. Ese tiempo perdido, el de no haber podido abrazar al ser querido que se ha ido. El tiempo muerto, sin horizonte, de los mayores en sus residencias, en sus casas, aislados, sin poder recibir el consuelo de un rostro familiar. El de los enfermos en sus camas. El de los trabajadores sanitarios, para los que la jornada laboral se ha convertido en un ciclo sin fin. El tiempo infinito de los niños sin colegio. Todos ellos están deseando que pasen los días lo más rápidamente posible.

Otros, sin embargo, quisieran detenerlo. Es la lucha de los investigadores, de los científicos de todo el mundo en una carrera frenética contra el reloj por encontrar la esquiva vacuna; por entender mejor el comportamiento del virus, por localizar algún medicamento eficaz para paliar sus efectos. También la de los responsables sanitarios, y la de los políticos, ansiosos de frenar ese imparable curso ascendente de la curva y de tener más margen para tomar decisiones sobre cuestiones para las que no estaban preparados. La de los empresarios, para los que cada día que pasa es una sangría y un interrogante mayor para su futuro. El confinamiento cuasi global como una paradoja para una sociedad que se había subido a un tren de ritmo vertiginoso. La velocidad y el cambio empujados por la tecnología como signos distintivos de la humanidad en el siglo XXI. Mucho se ha comentado sobre las diferencias culturales entre Occidente y Oriente en el frente contra el virus; entre el predominio de la inmediatez para los primeros y la capacidad de mirar a largo plazo de los segundos.

En un curioso ensayo publicado en los años cincuenta, El libro del reloj de arena, el filósofo alemán Ernst Jünger hacía un repaso a cómo la historia de los relojes muestra la evolución de la concepción humana sobre el paso del tiempo. En un mundo en el que podemos calcular nanosegundos y soñar con viajar a la velocidad de la luz, posiblemente el reloj de arena simbolice el sentir de muchos: va cayendo inexorablemente, pero no con la rapidez suficiente. Cuídense mucho y quédense en casa".

A vuelapluma es una locución adverbial que el Diccionario de la lengua española define como texto escrito "muy deprisa, a merced de la inspiración, sin detenerse a meditar, sin vacilación ni esfuerzo". No es del todo cierto, al menos en mi caso, y quiero suponer que tampoco en el de los autores cuyos textos subo al blog. Espero que los sigan disfrutando, como yo, por mucho tiempo. 





La reproducción de artículos firmados en este blog no implica compartir su contenido. Sí, en todo caso, su  interés. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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[PÍLDORAS LITERARIAS] Hoy, con "Un tercero en discordia", de Robert Burton





La noción de brevedad ronda siempre las consideraciones sobre la ficción de los minirrelatos. Aunque la brevedad no sea, ni con mucho, el único rasgo que es necesario observar en estas brillantes construcciones verbales, resulta lógico que para el lector común, e inclusive en cierta medida para el escritor, resalte de manera especial.  


Continúo hoy la serie de Píldoras literarias con el relato del escritor británico Robert Burton titulado "Un tercero en discordia". Robert Burton (1577-1640) fue un clérigo y erudito inglés, profesor de la Universidad de Oxford, que ha pasado a la posteridad por su ensayo La anatomía de la melancolía, considerado obra capital de las letras británicas. Pasó la mayor parte de su vida en Oxford, primero como alumno del Brasenose College y luego como fellow en el Christ Church College. En 1614 terminó los estudios de Teología y en 1616 fue nombrado vicario de la Iglesia de Santo Tomás, en Oxford. En 1626 obtuvo el cargo de bibliotecario de Oxford, en el que pasó sus últimos años de vida. Les dejo con su relato.


UN TERCERO EN DISCORDIA
por 
Robert Burton


En su Vida de Apolonio, refiere Filostrato que un mancebo de veinticinco años, Menipio Licio, encontró en el camino de Corinto a una hermosa mujer, que tomándolo de la mano, lo llevó a su casa y le dijo que era fenicia de origen y que si él se demoraba con ella, la vería bailar y cantar y que beberían un vino incomparable y que nadie estorbaría su amor. Asimismo le dijo que siendo ella placentera y hermosa, como lo era él, vivirían y morirían juntos. El mancebo, que era un filósofo, sabía moderar sus pasiones, pero no ésta del amor, y se quedó con la fenicia y por último se casaron. Entre los invitados a la boda estaba Apolonio de Tiana, que comprendió en el acto que la mujer era una serpiente, una lamia, y que su palacio y sus muebles no eran más que ilusiones. Al verse descubierta, ella se echó a llorar y le rogó a Apolonio que no revelara el secreto. Apolonio habló; ella y el palacio desaparecieron.


FIN



El escritor Robert Burton



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[SONRÍA, POR FAVOR] Es miércoles, 1 de abril





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Tengo un peculiar sentido del humor que aprecia la sonrisa ajena más que la propia, por lo que, identificado con la definición de la Real Academia antes citada iré subiendo cada día al blog las viñetas de mis dibujantes favoritos en la prensa española. Y si repito alguna por despiste, mis disculpas sinceras, pero pueden sonreír igual...


















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martes, 31 de marzo de 2020

[ARCHIVO DEL BLOG] Libertad de prensa. (Publicada el 25 de septiembre de 2009)





Se me hace muy cuesta arriba no pensar que la actual y beligerante línea dura de crítica a la persona y a la política del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por parte de los medios de comunicación de PRISA, no responde a un enfado de la empresa editora de dichos medios a cuenta de la afección del presidente, más que aparente, hacia la empresa editora del diario "Público" y la cadena de televisión "La Sexta". Nada que objetar a que PRISA defienda sus intereses empresariales, dentro de la ley, como mejor le parezca. Incluso criticando la política de aparente (o real) favoritismo gubernamental hacia otra empresa competidora de PRISA. Eso es legítimo, guste o no guste. Pero el caso es que tampoco quiero poner en duda que la línea editorial de un periódico de una trayectoria democrática tan clara como la de "El País" no va a dejarse supeditar a los intereses empresariales de sus dueños.

El pasado día 20 la Defensora del Lector de "El País", Milagros Pérez Oliva ["El País y Zapatero: una crítica incómoda"], ante la avalancha de críticas recibidas por el periódico, pidió al director del mismo que expusiera ante los lectores su versión de los hechos. Pueden leer más arriba mel artículo de la Defensora del Lector y las explicaciones del director de "El País", Javier Moreno, en defensa de la independencia del periódico sobre su propia empresa editora. Yo, por mi parte, destacaría el párrafo final de la Defensora del Lector: "Cuando la sospecha se instaura en el ecosistema mediático, no sólo afecta a la credibilidad del medio que está bajo escrutinio, sino a la del periodismo en general. Y crea desafección. Alimenta un discurso según el cual, parece normal que un Gobierno, del signo que sea, quiera tener medios afines y utilice para ello los resortes del poder; y también, que los operadores respondan a este juego utilizando su influencia para defender sus intereses empresariales. El resultado de este discurso es una idea de efectos letales: la de que todos son iguales, los gobiernos y los medios. Demostrar lo contrario es, pues, un imperativo democrático".

Expuestos los términos, habrá que estar al examen minucioso y atento de los hechos. pues a fin de cuentas, son éstos los que cuentan y no las opiniones que nos hagamos de ellos. Entre los columnistas habituales de "El País", diría yo que de momento hay división de actitudes. La de hoy, del escritor Juan José Millás ["La cacería". El País, 25/9/2009] parece bastante clara. Lo pueden leer en el enlace anterior. En todo caso, ustedes juzgarán. Les dejo con una frase, que cito de memoria, del que fuera tercer presidente de los Estados Unidos de América, Thomas Jefferson: "Si tuviera que decidirme entre un régimen de gobierno en el que no hubiera periódicos, y otro régimen en el que hubiera periódicos y ningún gobierno, sin duda alguna optaría por el segundo". HArendt



El presidente Rodriguez Zapatero



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[SONRÍA, POR FAVOR] Es martes, 31 de marzo





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Tengo un peculiar sentido del humor que aprecia la sonrisa ajena más que la propia, por lo que, identificado con la definición de la Real Academia antes citada iré subiendo cada día al blog las viñetas de mis dibujantes favoritos en la prensa española. Y si repito alguna por despiste, mis disculpas sinceras, pero pueden sonreír igual...



















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lunes, 30 de marzo de 2020

[A VUELAPLUMA] Bienvenido



Fotografía de Getty Images


"Hay que tener puntería [Enzo, bienvenido. El País, 27/3/2020] -comenta el escritor Jorge M. Reverte en el A vuelapluma de hoy lunes-, para nacer el día en el que todos los habitantes de Madrid se tienen que quedar encerrados en casa. Eso incluye a los abuelos que, como obliga su cargo, están deseando besar y achuchar trozos —aunque sean de ropa— del bebé.

Enzo ha nacido cuando Madrid estrenaba primavera. Una estación que este año llega como es debido, o sea, con un tiempo inestable, imposible de predecir. Algo que es como antes, como cuando se encontraba uno a alguien en el portal y le decía cargado de razón, “el tiempo está loco”. Aseveración que no tiene respuesta, como todos los pensamientos tan imbéciles, zafios y banales.

Enzo ha nacido en una situación complicada desde el punto de vista afectivo, o sea, que no hay manera de sobarle si no se es su madre o su padre. Un tal Pedro Sánchez, en su calidad efímera de presidente del Gobierno, ha declarado el estado de alarma en España, y eso se traduce en que el niño no tiene todavía su generosa dosis latina de arrumacos.

Sea como sea, el recién nacido se va a dar con una España que puede ser mucho mejor o tan mala como la que había hace tan solo unos días. Depende, claro.

Dependerá de si aprendemos algo los españoles de lo que ha pasado o, mejor, dicho, de lo que está pasando.

Yo no soy tan optimista como algunos colegas de escritura, que piensan que el conocimiento serio de las cosas se va a imponer al robusto, al fecundo, mercado de las filfas y los tiempos “locos”. Algunos políticos que basan su éxito electoral en la simpleza y muchos periodistas que opinan sobre la superficie de las cosas son el triste ejemplo de ello.

Creo que lo de saber de qué se habla está mal pagado, electoralmente para los políticos populistas y económicamente para los periodistas caraduras.

Creo que tendría que ser obligatorio que esos políticos y esos periodistas dieran su versión sobre la inestabilidad del tiempo antes de hablar de otra cosa, antes de salir de casa.

Es posible que la educación de Enzo dependa de que sus padres, y sus abuelos cuando puedan achucharle, crean, de forma seria, profunda, que no se puede despachar una observación banal con una respuesta tan descalificadora para la razón.

Enzo, escucha, el mundo solo va a ser mejor si impides que una respuesta como que “el tiempo está loco” triunfe".

A vuelapluma es una locución adverbial que el Diccionario de la lengua española define como texto escrito "muy deprisa, a merced de la inspiración, sin detenerse a meditar, sin vacilación ni esfuerzo". No es del todo cierto, al menos en mi caso, y quiero suponer que tampoco en el de los autores cuyos textos subo al blog. Espero que los sigan disfrutando, como yo, por mucho tiempo. 





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