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martes, 3 de marzo de 2020

[ARCHIVO DEL BLOG] Las reglas del juego (Publicada el 23 de agosto de 2009)




Alegoría de la Justicia



Ninguno de los amables y sufridos lectores de este Blog que siga el mismo con un mínimo de asiduidad podrá decir que comparto un especial fervor por la judicatura española en particular o por los tribunales de cualquier tipo, en general. No sólo pienso que una buena parte de las sentencias y pronunciamientos judiciales dictados en estos últimos tiempos en España son un auténtico disparate, sino que me ratifico en planteamientos anteriormente expuestos de que sería preferible resolver los pleitos tirando una moneda al aire, y "a quien Dios se la de, San Pedro se la bendiga". En función de la Ley de Probabilidades, la posibilidad de acierto o fallo de las sentencias dictadas de esta manera estaría en un 50 por ciento exacto, lo que es mucho más favorable para todas las partes implicadas que el recurso a los tribunales de justicia.

Dicho lo cual, y sin empecinamiento alguno, reconozco que las reglas del juego son las reglas del juego y que están para respetarlas. Los jueces, como los árbitros, se equivocan; algunas veces sin intención y por ignorancia, y otras a sabiendas y con intención. Pruebas de lo último nos están dando en estos días a paletadas. Pero son los árbitros y hay que aceptar sus decisiones, y recurrirlas si es el caso, o demandarles si entendemos que han prevaricado. Pero cuando la decisión llega a la última instancia, pues se acabó la historia. Si no nos gusta pongámonos de acuerdo todos, o la mayoría, para cambiar las reglas del juego (las leyes) y el proceso de designación de los árbitros (los jueces y tribunales).

Esta intrascendente reflexión, -intrascendente por venir de quién viene, es decir, de un servidor de ustedes-, me la estoy haciendo hoy a cuento de la que veo venir con motivo de la ya inminente sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña. impugnado -no se olvide. por el PP- casi en su totalidad, y en algunos de sus artículos, por el inefable Defensor del Pueblo, don Enrique Múgica.

Algunos ya se están poniendo la venda antes de la herida y comienzan a hacer aspavientos antes de conocer la literalidad de la sentencia, hablando o escribiendo de ofensa gravísima a la soberanía del pueblo catalán. Y aunque me duele en el alma decirlo pues ansío para Cataluña y para todas las restantes comunidades autónomas españolas el mayor nivel de autogobierno posible para cada una de ellas en el marco de una nueva e hipotética reformulación constitucional del reparto de competencias entre el Estado central y las Comunidades autónomas. la soberanía es una e indivisible, y pertenece al conjunto de los ciudadanos españoles y no a los ciudadanos de cada una de sus Comunidades autónomas como tales. Esa es una verdad de "Perogrullo". Así que, si no gusta, cambiemos las reglas del juego, pero eso es lo que hay y mientras no se cambien hay que respetarlas si de verdad nos llámamos demócratas. Si algunos están jugando a otra cosa, es su problema.

Como no hay regla sin excepción, me gustaría reseñar la enorme satisfacción que me ha producido la reciente Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, sobre el recurso presentado por Herri Batasuna y Batasuna contra la ilegalización de ambas formaciones políticas por los tribunales españoles. La comenta magníficamente el profesor de la Universidad del País Vasco, Aurelio Arteta, en su artículo del pasado 20 de agosto en El País, titulado "La sentencia silenciada", que pueden leer en el enlace anterior.

Comparto con el autor del artículo mi estupor por el escaso -¿intencionado o malintencionado?- eco que se la ha dado a la misma, y eso que en la Sentencia, dictada por unanimidad de la Sala Quinta del Tribunal, se destaca cosas tan obvias y de triste actualidad en nuestro país, como la de que la sola repulsa de los medios violentos no convierte en democrático a un partido, al revés de lo que predica la simpleza política reinante; sólo lo vuelve pacífico, y que para calificarlo de democrático, deberá probar además que su programa y su proyecto respetan la igualdad política y postulan la libertad de los ciudadanos.

Dentro de mi estupor encuentra acogida la imposibilidad de acceder a dicha sentencia en español, así que he tenido que rebuscarla en la propia página electrónica del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en francés. La pueden leer desde este enlaceEspero que les resulte interesante. HArendt




Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Estrasburgo



La reproducción de artículos firmados en este blog no implica compartir su contenido. Sí, en todo caso, su  interés. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





HArendt




Entrada núm. 5790
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

martes, 22 de octubre de 2013

La "Doctrina Parot": Restableciendo el derecho desde Europa


Se veía venir y no ha habido lugar para sorpresa alguna posible: el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, ha echado por tierra la denominada "Doctrina Parot", establecida por nuestro Tribunal Supremo y ratificada por el Constitucional, ordenando la puesta en libertad inmediata de la etarra Inés del Río, tras cumplir 26 años de cárcel de los 3800 a los que fue condenada en 1987.

Tampoco resulta sorprendente la reacción de las asociaciones de víctimas del terrorismo, explicables en su dolor e indignación, pero a las que hay que hacer ver, con todo el respeto debido, que su dolor e indignación, justificadas y explicables, no pueden hacer que el Estado vulnere sus propios principios jurídicos, basados en la supremacía de la ley sobre cualquier otra opción personal por legítima que esta sea. 

Lamentable la reacción inmediata de la FAES, la fundación presidida por el expresidente del gobierno José María Aznar, con una declaración en la que hace responsable de la sentencia a "una operación política protagonizada por Rodríguez Zapatero". Así, sin santigüarse, literalmente: Eso se llama respeto a la justicia y al tan cacareado Estado de Derecho.

Conforme con la decisión de la corte europea y en apoyo de la misma se pronuncia el Grupo de Estudios de Política Criminal, formado por más de 200 juristas españoles (jueces, magistrados, fiscales, catedráticos y profesores de derecho penal). Sensato y crítico con las decisiones de la justicia española que han llevado a esta resolución se mostraba el abogado José María Ruiz Soroa en su artículo de El País "La ley no tolera atajos", que lamenta el triste papel que en toda esta historia han jugado las sucesivas instancias judiciales de nuestro país, con notables excepciones, y la irresponsable actitud -mirando hacia otro lado y haciendo dejación de su responsabilidad- del parlamento y de los sucesivos gobiernos españoles, olvidando el principio jurídico básico de la civilización occidental que establece que no hay pena sin ley previa: "Nulla pena sine lege". Nos lo tenemos merecido.

Mi desprecio absoluto para Inés del Rio y para todos los criminales que van a verse favorecidos por este clamoroso y lamentable "patinazo" de nuestra penosa justicia, y mi agradecimiento al Tribunal Europeo de Derechos Humanos por restablecer frente a todos el imperio de la ley. Esa es también la opinión, llena de sensibilidad hacia las víctimas, de las escritoras Elvira Lindo en su "No hay otra" (El País), y de Patricia Hernández con su "Y cuando no gusta..., también" (El Plural), que comparto.

En este enlace pueden ver la lectura de la sentencia por el pleno del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Y en este otro acceder al texto de la misma en español.

Sean felices, por favor, aunque no está el horno para bollos, Y como decía Sócrates: "Ιωμεν", vámonos. Tamaragua, amigos. HArendt



Entrada núm. 1987
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Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)