Parece una tontería pero es verdad, hemos dejado de tener mano para tener un apéndice en forma de teléfono ultramoderno. Da igual donde estés: la parada de autobús, dentro de él, la sala de espera del médico o en una cena con tu pareja. El teléfono va a estar en tu entorno visual directo. Ya no sabemos vivir sin él o eso creemos. El hecho de tener un móvil sin internet te convierte, aparentemente, en un ser antisocial y casi prehistórico. Te tachan de no estar comunicado, de querer aislarte del mundo y hasta de ser mal amigo por no tener el WhatsApp. ¿Tan difícil es llamar? Es tan incomprensible la comunicación verbal que ya no sabemos mantener una conversación... (Continúa aquí).
Entrada núm. 2178
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"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)