Paul Verlaine
Es muy posible que a algún purista la parezca una blasfemia lo que pretendo hacer durante unas semanas: unir en la misma entrada algunos de los más bellos sonetos de amor y a mis viñetistas cotidianos preferidos. Bien, pues lo siento por los puristas, pero un servidor piensa que hay pocas cosas en la vida más serias que el amor y el humor, así pues, ¿por qué no juntarlos? Todo ello sin mayores pretensiones, aun reconociendo que meter en el mismo envoltorio un soneto de amor y unas viñetas humorísticas, por muy preñadas que estén de crítica social y realidad cotidiana, puede no resultar una fórmula afortunada. En cualquier caso, espero que sean de su agrado.
Continúo hoy la serie de sonetos con el titulado "Nevermore", de Paul Marie Verlaine (1844-1896). Poeta simbolista francés. De familia perteneciente a la pequeña burguesía y padre militar, estudió en París y frecuentó los cafés y salones literarios de la ciudad. En 1866 publica los "Poemas saturnianos", influenciados por Baudelaire. En 1871, un año después de su matrimonio con Mathilde Mauté, conoce a Arthur Rimbaud. Abandona a su esposa y se hacen amantes. La relación entre ambos poetas termina dos años más tarde cuando Verlaine intenta matar de un disparo a Rimbaud. En 1883 publica en la revista Lutèce la primera serie de los «Poetas malditos» (Stéphane Mallarmé, Tristan Corbière, Arthur Rimbaud), que contribuye a darlo a conocer. Junto con Mallarmé, es tratado como maestro y precursor por los poetas simbolistas y decadentistas. A partir de 1887, a medida que su fama crece, cae en la más negra de las miserias. Pasa el tiempo entre el café y el hospital. En 1894 fue elegido «Príncipe de los Poetas» y se le otorga una pensión. Prematuramente envejecido, muere en 1896 en París, a los 51 años. La influencia de Verlaine fue grande entre sus coetáneos y no hizo más que crecer tras su fallecimiento, tanto en Francia como en el resto del mundo. En castellano, el modernismo no puede entenderse sin la figura de Verlaine. La obra de algunos grandes poetas del ámbito hispánico, como Rubén Darío, Manuel Machado, José Martí, Pablo Neruda, son consecuencia directa o indirecta de la del poeta francés.
Las viñetas que reproduzco más abajo son de Forges (El País) y Morgan (Canarias 7), todas de estos últimos días.
Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt
Continúo hoy la serie de sonetos con el titulado "Nevermore", de Paul Marie Verlaine (1844-1896). Poeta simbolista francés. De familia perteneciente a la pequeña burguesía y padre militar, estudió en París y frecuentó los cafés y salones literarios de la ciudad. En 1866 publica los "Poemas saturnianos", influenciados por Baudelaire. En 1871, un año después de su matrimonio con Mathilde Mauté, conoce a Arthur Rimbaud. Abandona a su esposa y se hacen amantes. La relación entre ambos poetas termina dos años más tarde cuando Verlaine intenta matar de un disparo a Rimbaud. En 1883 publica en la revista Lutèce la primera serie de los «Poetas malditos» (Stéphane Mallarmé, Tristan Corbière, Arthur Rimbaud), que contribuye a darlo a conocer. Junto con Mallarmé, es tratado como maestro y precursor por los poetas simbolistas y decadentistas. A partir de 1887, a medida que su fama crece, cae en la más negra de las miserias. Pasa el tiempo entre el café y el hospital. En 1894 fue elegido «Príncipe de los Poetas» y se le otorga una pensión. Prematuramente envejecido, muere en 1896 en París, a los 51 años. La influencia de Verlaine fue grande entre sus coetáneos y no hizo más que crecer tras su fallecimiento, tanto en Francia como en el resto del mundo. En castellano, el modernismo no puede entenderse sin la figura de Verlaine. La obra de algunos grandes poetas del ámbito hispánico, como Rubén Darío, Manuel Machado, José Martí, Pablo Neruda, son consecuencia directa o indirecta de la del poeta francés.
Las viñetas que reproduzco más abajo son de Forges (El País) y Morgan (Canarias 7), todas de estos últimos días.
Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt
NEVERMORE
Souvenir, souvenir, que me veux tu? L' automne
Faisait voler la grive à travers l'air atone,
Et le soleil dardait un rayon monotone
Sur le bois jaunissant où la bise détone.
Nous étions seul à seule et marchions en rêvant,
Elle et moi, les cheveux et la pensée au vent.
Soudain, tourant vers moi son regard émouvant:
"Qel fut ton plus beau jour?' fit sa voix d'or vivant.
Sa voix douce et sonore, au frais timbre angélique.
Un sourire discret lui donna la réplique,
Et je baisai sa main blanche, dévotement.
Ah! les premières fleurs, qu'elles sont parfumées!
Et qu'il bruit avec un mumure charmant
Le premier oui qui sort de lèvres bien-aimées!
Faisait voler la grive à travers l'air atone,
Et le soleil dardait un rayon monotone
Sur le bois jaunissant où la bise détone.
Nous étions seul à seule et marchions en rêvant,
Elle et moi, les cheveux et la pensée au vent.
Soudain, tourant vers moi son regard émouvant:
"Qel fut ton plus beau jour?' fit sa voix d'or vivant.
Sa voix douce et sonore, au frais timbre angélique.
Un sourire discret lui donna la réplique,
Et je baisai sa main blanche, dévotement.
Ah! les premières fleurs, qu'elles sont parfumées!
Et qu'il bruit avec un mumure charmant
Le premier oui qui sort de lèvres bien-aimées!
Paul Verlaine
***
NEVERMORE
¡Oh, recuerdo, recuerdo! ¿Qué quieres? El otoño
hizo volar la arena en los aires en calma,
y al sol dardear sus rayos monótonos y tristes
sobre el bosque amarillo donde el viento cantaba.
Solitarios los dos, marchábamos soñando
ella y yo, pensamientos y cabellos al viento.
De pronto, a mí volviendo su mirar inquietante:
"¿Cuál -me dijo su voz- fue tu día más bello?",
su voz dulce y sonora, de fresco timbre angélico.
Respondió a su pregunta mi memoria discreta,
y su mano besé de dedos sonrosados.
¡Ah, qué fragancia tienen las primerizas flores!
Y ¡cómo suena, dulce, su murmullo hechicero
el primer "sí" que sale de los labios amados!
hizo volar la arena en los aires en calma,
y al sol dardear sus rayos monótonos y tristes
sobre el bosque amarillo donde el viento cantaba.
Solitarios los dos, marchábamos soñando
ella y yo, pensamientos y cabellos al viento.
De pronto, a mí volviendo su mirar inquietante:
"¿Cuál -me dijo su voz- fue tu día más bello?",
su voz dulce y sonora, de fresco timbre angélico.
Respondió a su pregunta mi memoria discreta,
y su mano besé de dedos sonrosados.
¡Ah, qué fragancia tienen las primerizas flores!
Y ¡cómo suena, dulce, su murmullo hechicero
el primer "sí" que sale de los labios amados!
Paul Verlaine
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Entrada núm. 2429
elblogdeharendt@gmail.com
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)
2 comentarios:
Soberbio....
Saludos
Me encanta el contraste. Gracias.
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