lunes, 25 de junio de 2012

Hannah Arendt: Grandes pensadores del siglo XX

Atlas de geopolítica

Geopolítica mundial

sábado, 23 de junio de 2012

Las Palmas de Gran Canaria, de cumpleaños





En esta plaza nació Las Palmas



La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria cumple mañana, 24 de junio, 534 años. No son muchos para una ciudad, pero no todas las ciudades del mundo pueden presumir de saber cuando es su cumpleaños. Para no repetirme, y si tienen interés o curiosidad por conocer las vicisitudes de su fundación y su historia, les invito a poner en el  buscador del blog "Las Palmas", "Las Palmas de Gran Canaria" o "El Real de Las Palmas", que son los tres nombres que la ciudad ha ostentado a lo largo de su dilatado periplo histórico.


Les animo a conocerla. Estoy seguro de que les encantará. Pueden comenzar a hacerlo con los dos vídeos que acompañan la entrada, correspondientes a la serie "Ciudades para el siglo XXI" de RTVE, que ya he puesto anteriormente en el blog pero que repongo con placer.


¡Felicidades, Las Palmas, y hasta el próximo cumpleaños!


Y sean felices, por favor, a pesar del gobierno. Tamaragua, amigos. HArendt




Lady Harimaguada, de Martín Chirino
Símbolo de Las Palmas del Siglo XXI





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Entrada núm. 1668
"Tanto como saber, me agrada dudar" (Dante)
"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)
"La historia del mundo no es un suelo en el que florezca la felicidad.
Los tiempos felices son en ella páginas en blanco" (Hegel)

Las Palmas de Gran Canaria: 534 años de historia (I)

Las Palmas de Gran Canaria: 534 años de historia (II)

martes, 19 de junio de 2012

Habermas, Krugman y Stiglitz: Críticos con la crisis




Reunión del G-20 (México, junio de 2012)



Lo sé, lo sé, no hace falta que me lo recuerden... Todas las generalizaciones son malas, al igual que los prejuicios, pero como bien dice mi admirada Hannah Arendt en "¿Qué es la política?" (Paidós, Barcelona, 1997), sin prejuicios, "entendidos en el espacio público-político como aquello que sin darnos cuenta compartimos todos y sobre lo que ya no juzgamos, no podríamos pensar ni vivir, porque una vida desprovista de prejucios exigiría una atención sobrehumana, una constante disposición, imposible de conseguir, a dejarse afectar en cada momento por toda la realidad, como si cada día fuera el primero o el del Juicio Final".

Vamos pues con las generalizaciones y los prejucios: 1.º ¿Qué se necesita para ser Premio Nobel?: ¿Prestigio, reconocimiento, competencia acreditada, originalidad, rigor intelectual?... 2.º ¿Qué se necesita para ser un buen economista?: ¿Estudios, preparación, imaginación, rigor profesional?... 3.º ¿Qué se necesita para ser político?: ¿Palabrería, imagen, locuacidad, insensatez, descaro, incompetencia, irresponsabilidad, desvergüenza, caradura?... 4.º ¿Que se necesita para triunfar y medrar en el mundo de las finanzas?: ¿Lo mismo que para ser político, y además, falta de escrúpulos, mendacidad, cinismo,  vocación innata de ladrón y cierta dosis de mafioso potencial?... Sintetizando: en el mundo de la política y el de las finanzas contra más caradura e incompetente seas más posibilidades tienes de alcanzar el éxito; basta con echarle cara al asunto, aprender a alabar a tu jefe sin que se te note en demasía, no llevar nunca la contraria a los de arriba, y si es preciso hacerles chups, chups..., dialéctico, se sobreentiende...



Quizá sea por eso de los prejuicios que el filósofo Jürgen Habermas y los economistas Paul Krugman y Joseph Stiglitz, tengan tan mala fama entre los defensores del pensamiento único neoliberal que nos atenaza. Entre los tres suman dos premios Nobel en Economía y dos Príncipes de Asturias en Ciencias Sociales. No es extraño que la derecha los deteste, pues los tres se han posicionado desde su innegable prestigio académico y profesional contra el pensamiento y las prácticas económicas neoliberales de la Unión Europea y de sus gobiernos nacionales, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y de la gestión que dichos organismos vienen haciendo de la crisis financiera que asola el euro y las economías europeas.



Joseph Eugene Stiglitz (1943) es un economista y profesor estadounidense, premio Nobel de Economía en 2001, conocido por su visión crítica de la globalización, de los economistas de libre mercado (a quienes llama "fundamentalistas de libre mercado") y de algunas de las instituciones internacionales de crédito como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Se le considera como neokeynesiano,  y es uno de los economistas más leídos y citados del mundo.



Paul Krugman (1953) es otro economista estadounidense también cercano a los planteamientos neokeynesianos.  Profesor en la Universidad de Princeton, galardonado en 2008 con el premio Nobel de Economía, ha estudiado lo mucho que la economía tiene de política o, lo que es lo mismo, los intereses y las fuerzas que se mueven en el trasfondo de la disciplina económica desenmascarado las falacias que se esconden tras ciertos intereses económicos.



Jürgen Habermas (1929) es el filósofo vivo más eminente de Europa, miembro de la segunda generación de la Escuela de Frankfurt y uno de los exponentes de la Teoría crítica desarrollada en el Instituto de Investigación Social. Sus análisis y reflexiones se han orientado hacia la fundamentación de la ética discursiva, la defensa de la democracia deliberativa y de los principios del Estado de derecho, las bases normativas requeridas para configurar e incluso constitucionalizar una esfera pública mundial y una acendrada defensa del proyecto político que representa la Unión Europea, que a su juicio debe llevar a la constitución de la República Federal Europea.



En su más reciente libro, "La constitución de Europa" (Trotta, Madrid, 2012), Jürgen Habermas realiza un lúcido análisis de las causas de la crisis que atraviesa Europa: "El estrechamiento de miras economicistas, dice en él, resulta tanto más incomprensible en la medida en que los expertos parecen estar de acuerdo en el diagnóstico de las causas más profundas de la crisis: la falta de competencias de la Unión Europea para la armonización necesaria de unas economías nacionales que profundizan drásticamente sus diferencias en lo relativo a su competitividad. Lo cierto es -añade- que a corto plazo la crisis actual acapara toda la atención, siendo así, que los actores no deben olvidar que solo a largo plazo se puede subsanar un error básico como es el de una unión monetaria sin las necesarias capacidades políticas de regulación en el ámbito europeo".


"Hace falta más Europa, sigue más adelante, pero hasta ahora, a todos los gobiernos implicados les falta valentía, patalean desorientados y atrapados entre la espada y la pared de los imperativos de los grandes bancos y las agencias de calificación de riesgos, por un lado, y su miedo ante una inminente pérdida de legitimación frente a sus propias poblaciones, frustradas, por otro". 

"Frente al tremendo peso de los problemas, añade, sería de esperar que los políticos pusieran por fin, sin añadir ningún pero, las cartas europeas sobre la mesa e informaran con claridad a la población la sobre relación de costes a corto plazo y los beneficios verdaderos del significado histórico del proyecto europeo, superando su miedo a los estados de ánimo demoscópicos y confiando en la fuerza persuasiva de los buenos argumentos. Pero todos los gobiernos implicados, concluye, y todos los partidos políticos se arredran ante ese paso congraciándose con un populismo que ellos mismos provocaron mediante el encubrimiento de un tema complejo y poco querido, haciendo que la política parezca contener el aliento y agache la cabeza en el umbral de la unificación económica y política de Europa". ¿Les suena la letra de la canción? A los sufridos españoles, griegos, portugueses, irlandeses e italianos, seguro que sí, por desgracia.    

Hace solo unos días, en el diario económico Expansión, Stiglitz se pronunciaba con rotundidad sobre el rescate bancario solicitado por España: "No funcionará, afirma,  si el gobierno español rescata a los bancos y la banca rescata al Gobierno, el sistema se convierte en una economía vudú". ¿Se equivocará esta vez o acertará?; crucemos los dedos mientras los dados ruedan...

Sobre las opiniones de Krugman al respecto, también muy crítico con las posibilidades de la economía española y de toda la zona euro, nada mejor que seguirlas en el blog que mantiene casi a diario en el diario El País. Se lo recomiendo encarecidamente.


Les invito a ver los dos vídeos que sobre la crisis del euro desde la perspectiva de la ética acompañan la entrada.

Y sean felices, por favor, a pesar del gobierno. Tamaragua, amigos. HArendt




Habermas, Stiglitz y Krugman









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Entrada núm. 1661
http://harendt.blogspot.com
"Tanto como saber, me agrada dudar" (Dante)
"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)
"La historia del mundo no es un suelo en el que florezca la felicidad.
Los tiempos felices son en ella páginas en blanco" (Hegel)

La crisis del Euro (I): Una perspectiva ética

La crisis del Euro (II): Una perspectiva ética

martes, 12 de junio de 2012

No hablo de política




El Congreso de los Diputados (Madrid)



Nunca me ha gustado hablar de política en público, será que siempre he oído que de religión y política no se habla y se me quedó en las carnes, o que mi señor padre habla tanto de política que no me gusta repetir. Lo bueno de no hablar en estos casos, es que se escucha mejor, y se escuchan todas las versiones.


Curiosamente hace años tuve el pensamiento de hacer Ciencias Políticas pero como el futuro lo veía peor que la Historia del Arte me quedé con la Historia; total, hoy en día todo es igual a paro. La política en sí me gusta, la teoría, la filosofía; el circo que montan en el congreso no. También podría ser llamado como patio de colegio, o solo nos insultamos porque no nos atrevemos a darnos a la salida. Es vergonzoso ver el comportamiento que tienen estos personajes sentados en sus sillones, parecen "hooligans" animando al equipo; y da igual al equipo que animen, todos caen en lo mismo. Pitidos, aplausos, silbidos, abucheos.. comportamientos que no están permitidos en un aula a niños de 10 años tienen cabida ahí. Será que por esto tampoco hablo de política porque para hablar de adultos sin modales a los que solo les falta decir ¡chincha rabiña!, mejor hablar de Modern Family que me río a gusto y no de pena.

Con el padre que tengo está claro hacia donde va mi tendencia, cuestiones de herencia, ya que no me deja un palacete en la sierra, me deja sus gustos. Y que no me guste no significa que no me interese. Hay que informarse de lo que pasa en el mundo, desde la ciudad hasta Marte si hace falta. Cuando no entiendo algo siempre pregunto y pregunto hasta que lo comprendo, y como suele pasar en política casi nunca me place del todo. Algo que mejora siempre perjudica por otrora, no llueve a gusto de todos, ni todo el campo es orégano; pero es lo que hay y demos gracias a que estamos en una democracia, por ahora...

Además del comportamiento infantil, tampoco aguanto la gandulería y egoísmo que le entra a la gran oposición, sea cual sea el partido al que le toque, cuando toma ese papel. “Pues yo no lo haría así, eso está fatal, me voy a chivar”  Pero ni dan ideas para que todo mejore, ni hacen críticas serias, ni nada de nada, solo “Mal, mal y muy mal. Yo lo haría mejor.”  En la teoría Política, como ciencia, se supone que la oposición tiene un papel muy importante, no es solo el grano en el culo del gobierno, es la que tiene que luchar para ganarse al pueblo y la que debe aportar ideas cuando el gobierno esté estancado; no la que mete el dedo en la llaga, después se relame, se aplaude a sí misma y dice que bien lo hemos hecho. Si en lugar de intentar hundir al gobierno de turno, la oposición del momento diera ideas sería más efectivo, eso sí lo hundiría por sí solito, no por llamarlo inútil aunque lo sea. Luego la gente cuando lleguen las elecciones votará por cansancio, no por ideología.

Bueno, ya por hoy y por mucho he hablado de ciencia. Un saludo. Nos vemos. Ruth Campos





Ejerciendo la política





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Entrada núm. 1475
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"Tanto como saber, me agrada dudar" (Dante)
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"La historia del mundo no es un suelo en el que florezca la felicidad. Los tiempos felices son en ella páginas en blanco" (Hegel)