martes, 28 de noviembre de 2017

[Humor en cápsulas] Para hoy martes, 28 de noviembre





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción.

En la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos: Morgan en Canarias7; Ricardo, Gallego y Rey e Idígoras y Pachi en El Mundo; El Roto, Forges, Peridis, Ros y Sciammarella en El País; y Montecruz, Padylla y Santy en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: vámonos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

lunes, 27 de noviembre de 2017

[A vuelapluma] La perversión Da Vinci





En la historia del arte, más allá de la belleza, la pulsión del deseo y el refinamiento, se aloja también la inmundicia de algunas pasiones, comenta en el El Mundo, el poeta y periodista Antonio Lucas, responsable due la sección de cultura de ese periódico

Hay obras más o menos sublimes que sirvieron para desmochar el vientre de algún adversario. César Borgia tenía puñales muy finos diseñados por Leonardo da Vinci. La crueldad y la codicia son parte de la estética de algunos seres de tiniebla. Una obra de arte puede ser también el lujo de una venganza, el botín de los saqueos, el triunfo dorado de una humillación. El arte lo acepta todo. Pero lo que antes se resolvía junto a las ruinas de después de la batalla hoy sucede en la sala de subastas. Una cripta donde un puñado de muecas exquisitas delatan que en ese aquelarre -reservado el derecho de admisión- se amasa una estafa cuya cruda verdad sólo saben unos pocos.

Es la vieja ceremonia de convertir en mercancía salvaje un cuadro firmado por un pintor relevante. El aforo de las casas de pujas en los días de fiesta grande es un espectáculo: abogados con corbata de titanio, comisionados de fondos de buitre, contratistas gañanes, intermediarios con estela de mundanidad. Todos pajariteando para mantener el negocio de unos cuantos desaprensivos; luego migajearán el alpiste de la orgía.

Los casi 500 millones de euros pagados por el Salvator Mundi de Leonardo da Vinci es otra prueba de cómo el arte también es una malversación de la vanidad, un sótano turbio. Otra manera de convertir algo sublime en algo canalla, incluso violento. No hay pieza que justifique ese dinero. No hay pintura que soporte el remate del Da Vinci. Es falso que el arte valga lo que se quiera pagar. Eso es especulación y delata el estilo de un cierto mundo donde nada importa más allá del beneficio que genera, del balance de cuentas, del bulto del oro. La espectacular noticia de esa subasta enferma es una coartada: debajo del lerele de las cifras está el cieno de una cultura fúnebre que inventa un precio sideral por un cuadro que no vale lo que dicen, que no lo valdrá jamás. Ni ese ni ninguno. Existen algunas piezas sin precio (La joven de la perla, Las meninas, el Guernica), pero no sirven al mercado. Podrían arder sin que a un especulador, petrolero o traficante de los que baten el récord por Da Vinci se le arrugase el alma. Esas obras sublimes nunca serán suyas. Es decir, no tienen valor de cambio. No sirven para ocultar patrimonio. No existen. El mercado del arte está en manos de tías y tíos con hocico de tiburón, desaprensivos que degradan una obra real al estiércol de una mentira, de un monopoly propio. El Salvator Mundi es su nueva eyaculación.



Salvator Mundi, de Leonardo da Vinci


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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[Parlamento] XII Legislatura de las Cortes Generales. Noviembre, 2017 (IV)





Las Cortes Generales representan al pueblo español y están conformadas por el Congreso de los Diputados y el Senado. Ambas Cámaras ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuye la Constitución. 

En los Diarios de Sesiones de las Cámaras se reflejan literalmente los debates habidos en los plenos y las comisiones respectivas y las resoluciones adoptadas en cada una de ellas. Los demás documentos parlamentarios: proyectos de ley, proposiciones de ley, interpelaciones, mociones, preguntas, y el resto de la actividad parlamentaria, se recogen en los Boletines Oficiales del Congreso de los Diputados y del Senado. 

Desde este enlace pueden acceder a toda la información parlamentaria de la presente legislatura, actualizada diariamente. Les recomiendo encarecidamente que la exploren con atención si tienen interés en ello. Y desde estos otros a las páginas oficiales de la

Casa de S.M. el Rey

Congreso de los Diputados
Senado
Presidencia del Gobierno
Tribunal Constitucional
Tribunal Supremo y Consejo General del Poder Judicial
Consejo de Estado
Boletín Oficial del Estado

Parlamento Europeo

Consejo Europeo y Consejo de la Unión Europea
Comisión Europea
Tribunal de Justicia de la Unión Europea
Tribunal Europeo de Derechos Humanos
Diario Oficial de la Unión Europea

Parlamento de Canarias
Gobierno de Canarias
Cabildo de Gran Canaria
Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

La actividad parlamentaria de las Cortes Generales ha estado centrada esta pasada semana en las de las Comisiones y los Plenos de ambas Cámaras. Desde los enlaces siguientes (en rojo) pueden acceder a los Diarios de sesiones respectivos. Estos enlaces se actualizan diariamente aunque la entrada haya sido publicada con anterioridad.

DIARIO DE SESIONES DE LAS CORTES GENERALES
Lunes, 20 de noviembre
Comisión de Defensa (Senado)

Martes, 21 de noviembre
Sesión plenaria (Congreso)
Comisión de Cooperación internacional para el desarrollo (Congreso)
Comisión de Empleo y seguridad social (Congreso)
Comisión de Investigación sobre la financiación del partido popular (Congreso)
Comisión Constitucional (Senado)
Sesión plenaria (Senado)

Miércoles, 22 de noviembre
Sesión plenaria (Congreso)
Comisión de Justicia (Congreso)
Comisión de Presupuestos (Congreso)
Comisión para el Estudio del cambio climático (Congreso)
Comisión sobre Seguridad vial y movilidad sostenible (Congreso)
Sesión plenaria (Senado)

Jueves, 23 de noviembre
Sesión plenaria (Congreso)
Comisión de Economía, industria y competitividad (Congreso)
Comisión de Interior (Senado)
Comisión de Derechos de la familia, la infancia y la adolescencia (Senado)
Comisión Mixta para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas (Cortes Generales)
Comisión Mixta para la Seguridad nacional (Cortes Generales)

Esta es la agenda de trabajo prevista para esta semana en el Congreso y en el Senado.  Y desde este enlace pueden acceder al programa semanal que RTVE ofrece sobre la actividad parlamentaria.









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[Humor en cápsulas] Para hoy lunes, 27 de noviembre





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción.

En la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos: Morgan en Canarias7; Ricardo, Gallego y Rey e Idígoras y Pachi en El Mundo; El Roto, Forges, Peridis, Ros y Sciammarella en El País; y Padylla y Santy en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 





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domingo, 26 de noviembre de 2017

[A vuelapluma] Otoño del 17





En marcha ya sin demasiadas complicaciones la aplicación del 155 de la Constitución y confirmado que todos los partidos políticos catalanes se van a presentar las elecciones en Cataluña el 21 de diciembre (lo que supone, en la práctica, un 155 de mínimos y una salida política más que digna al embrollo catalán) podemos extraer algunas lecciones de los sucesos vividos en España en el agitado otoño de 2017 que entrará a formar parte de la Historia de nuestro país aunque ciertamente no del modo previsto por sus instigadores, comenta en El Mundo Elisa de la Nuez, abogada del Estado, coeditora de ¿Hay Derecho? y miembro del consejo editorial de ese diario.

El famoso principio -recogido por Karl Marx en su ensayo sobre el 18 de Brumario de Luis Napoleón Bonaparte-, comienza diciendo Elisa de la Nuez, según el cual la historia se repite siempre dos veces, primero como tragedia y después como farsa, se ha cumplido religiosamente en el caso del independentismo catalán del siglo XXI. Afortunadamente. La razón es que el momento histórico de este tipo de nacionalismos (en base a los cuales se construyeron muchos Estados-nación durante los siglos XIX y XX) ha pasado hace mucho tiempo al menos en los países desarrollados. De ahí el carácter inevitablemente retro y nostálgico de un independentismo que necesita para sobrevivir revivir clichés de siglos anteriores magnificando la importancia de "las estructuras de Estado" y negando la profunda transformación que ha experimentado la sociedad española en las últimas décadas. Una transformación que es mucho mayor que la del propio Estado dicho sea de paso. Nuestras instituciones necesitan una renovación urgente que deberíamos acometer en un plazo perentorio para adaptarlas a las necesidades y a las exigencias de una sociedad española muy distinta a la que vivió el franquismo y la Transición y no solo por obvios motivos generacionales. Es también la sociedad que acaba de vivir la gran recesión, lo que la ha convertido en una sociedad más resistente, más crítica, más consciente y más segura de sí misma. Baste recordar que durante los últimos meses ha sido básicamente la ciudadanía y la sociedad civil y no las instituciones la que ha protagonizado la defensa intelectual, mediática y social de los valores democráticos y constitucionales. La cantidad de análisis, reflexiones, manifiestos, concentraciones y manifestaciones propiciadas al margen o incluso en contra de los cauces oficiales en un cortísimo periodo de tiempo ha sido realmente espectacular, lo mismo que la decidida voluntad de suplir las deficiencias de la estrategia de comunicación oficial particularmente en relación con los medios extranjeros. Lo que demuestra la enorme vitalidad y recursos de los que disponemos como sociedad y, lo que es más importante, la convicción de que podemos y debemos usarlos sin esperar a que una mediocre clase política claramente sobrepasada por los acontecimientos nos saque las castañas del fuego. En definitiva, hemos vivido un proceso de maduración acelerada que nos ha permitido tomar la delantera a nuestros políticos e instituciones, lo que también nos permite ser mucho más críticos y exigentes con unos y con otras. Quizás el caso catalán siga siendo la excepción más notable frente a este cambio aunque hay que destacar la comparecencia in extremis de la mayoría silenciosa y algunas iniciativas de personas y colectivos que empiezan a romper la omertá nacionalista. Pero sin duda una de las características más llamativas del independentismo es que ha impedido que una parte significativa de sus electores haya experimentado el mismo proceso de maduración ciudadana al recurrir a un relato político infantilizado de malos y buenos sólo apto para consumidores acríticos.

La conclusión parece clara: no necesitamos ni queremos rebeliones institucionales y saltos en el vacío para mejorar nuestro entramado político e institucional. En el selecto club de las democracias liberales occidentales de la Unión Europea, al que afortunadamente pertenecemos, las cosas no se hacen así. Claro que hay muchas reformas que siguen pendientes, especialmente, las políticas e institucionales que son además las que permitirían abordar todas las demás en mejores condiciones. Pero mantener desde un poderoso Gobierno regional con cargo al erario público que la única posibilidad de mejora pasa por la independencia (incluso cuando la desidia y la incompetencia del Gobierno central vienen en tu ayuda) y que además una parte de la ciudadanía -precisamente la más privilegiada en términos sociales y económicos- está oprimida es bastante más complicado que sostenerlo desde el exilio, la cárcel, la guerrilla o las huelgas de hambre, por mencionar algunos de los instrumentos tradicionales a los que los realmente oprimidos no tienen más remedio que recurrir. Ni siquiera la prisión preventiva de Junqueras y otros consejeros o el autoimpuesto exilio de Puigdemont son suficientes para demostrar la existencia de ese Estado opresor que el separatismo necesita para justificar la vulneración de los principios y valores de nuestro pacto de convivencia nacional y europeo. En ese sentido, es muy comprensible el desprecio que suscitan los que denuncian injusticias y agravios imaginarios a los que han luchado y todavía luchan por combatir las injusticias y agravios reales como se ha puesto de manifiesto en las declaraciones de algunos representantes de la izquierda histórica española que saben de lo que hablan.

También se ha puesto de manifiesto el enorme valor del Estado de derecho en nuestras sociedades. La previsibilidad y la certeza que proporciona a ciudadanos y empresas en un momento dado no puede arrojarse por la borda a cambio de vagas promesas. Las leyes se pueden y se deben mejorar siempre, pero a través de los procedimientos establecidos. Sin duda nuestro Estado de derecho tiene imperfecciones pero el peor de los ordenamientos jurídicos democráticos es mejor que ninguno o que la pura y simple arbitrariedad de los gobernantes. Para un jurista no deja de ser una satisfacción comprobar cómo un concepto tan abstracto y tan complejo ha sido interiorizado por los españoles con ocasión de esta crisis. Y es que -como ocurre con tantas otras cosas importantes en la vida- sólo apreciamos su valor cuando corremos el riesgo de perderlo.

Por tanto, como sociedad madura que ya somos conviene desconfiar de los gobernantes que nos prometen alcanzar la tierra prometida (la famosa Dinamarca del sur) de un día para otro y a coste cero adulando nuestras más bajas pasiones. Hay que ser conscientes de que las grandes transformaciones jurídicas e institucionales pueden ocurrir, pero requieren de debate, de tiempo y de esfuerzo. Tratar a los ciudadanos con respeto supone reconocerlo así. Ocultar los costes y el esfuerzo de cualquier promesa que se haga a los votantes de saltos económicos, institucionales, jurídicos o incluso sociales para ponernos a la altura de los países más avanzados del mundo por arte de magia es pura y simple demagogia, y deberíamos empezar a denunciarlo. En este sentido, hay que hablar no sólo de la irresponsabilidad de los líderes políticos (sin duda clamorosa y que debería propiciar en algún momento su sustitución por otros que, aun manteniendo la misma ideología, sean más honestos con sus votantes) sino también de la de muchos brillantes académicos, economistas y expertos de toda índole cuya frivolidad (no siempre desinteresada) ha sido pavorosa. Estamos ante una versión moderna de la traición de los intelectuales criticada por Julian Benda en su famoso libro de 1927 La trahison des clercs. Efectivamente, se trata de una traición en toda regla a la principal misión de un intelectual: el compromiso con la verdad. Como siempre, el problema es que los platos rotos económicos e institucionales no los pagarán los más responsables porque suelen ser los que tienen el poder y los medios para evitarlo. Los pagarán los más débiles y los menos organizados. Más allá del recorrido judicial que tengan los procesos judiciales ya estamos viendo que la mayoría de los políticos responsables del destrozo repiten en las listas electorales. También los empresarios consentidores seguirán con sus negocios y los prestigiosos profesores en sus cátedras. La vida sigue pero los que perderán o verán amenazados sus puestos de trabajo serán otros desde los pequeños empresarios que quebrarán por el boicot a sus productos hasta los empleados de los negocios dependientes del turismo y en general todos aquellos trabajadores y empresarios a los que les irá un poco peor. Si algo podemos aprender como sociedad de esta gran crisis del otoño de 2017 es que la ineludible renovación de nuestro pacto de convivencia representado por la Constitución de 1978 exige tiempo, dedicación, esfuerzo y la participación de todos.  



Dibujo de LPO para El Mundo



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[Tribuna de prensa] Lo mejor de la semana. Noviembre, 2017 (IV)





Les dejo con los Tribuna de prensa que durante esta semana pasada he ido subiendo a Desde el trópico de Cáncer. Espero que les resulten interesantes, y que como decía Hannah Arendt les inviten a pensar para comprender y comprender para actuar. La vida, a fin de cuentas, no va de otra cosa que de eso. Se los recomiendo encarecidamente.


Domingo, 19 de noviembre
¿Héroes o leyes?, por Moisés Naím
Demócratas de mala calidad, por Soledad Gallego-Díaz
Gabriel Rufián, por Manuel Arias Maldonado

Lunes, 20 de noviembre
Arena en la boca, por Antonio Navalón
Imaginación, por Almudena Grandes
De lenguas y bilingüismo, por Ana Merino
Experimentos políticos, por Klaus Geiger
El dedo ruso, por Andrea Rizzi
¡Franco, presente!, por Rubén Amón
Contra los sentimientos, por Sergio del Molino
Patrañas políticas, por Rosario G. Gómez
Supremacismo nacionalista, por Teodoro León Gros
El uso tóxico de las palabras, por José María Calleja
Vírgenes de Murillo y otras modelos, por Berta González de Vega
Depresión posfiasco, por Iñaki Gabilondo

Martes, 21 de noviembre
Reforma, no proceso constituyente, por Javier Ayuso
Ladridos, por Félix de Azúa
¡Taxi!, por David Trueba
Culto al cargo, por Víctor Lapuente
Socialismo democrático y revolución, por Joaquín Coll
Voices from Spain, por Elena Alfaro y Verónica Puertollano
Supositorio, por Tadeu
Salamandras en guerra, por Luis Martínez
Desmontando el victimismo, por Nicolás Redondo Terreros
Buena idea mal diseñada, por José Ignacio Conde-Ruiz
Pateras invasoras, por Milagros Pérez Oliva

Miércoles, 22 de noviembre
¡Qué se jodan!, por Iñaki Gabilondo
El arte de la víctima, por Ricardo F. Colmenero
El miembro, por Carmen Rigalt
Su Majestad el Odio, por Raúl del Pozo
Un cliente llamado España, por Tsevan Rabtan
Mutti, por Tadeu
La eficacia catalana, por Carlos Sebastián
La independencia otro paraíso, por Berna González Harbour
Renuncia, por Leila Guerriero
Fuera de contexto, por Iñaki Gabilondo
Lluch, por Manuel Jabois
África, en la agenda política europea, por Antonio Tajani
Polarizados de acento fijo, por Sandra León
El nativismo catalán, por Antonio Elorza
Izquierda y procés, por Jorge San Miguel

Jueves, 23 de noviembre
Corredor mediterráneo, por Emilia Landaluce
Albert Rivera, el hereu del PP, por Raúl del Pozo
Merkel resiste, ¿y gana?, por Iñaki Gil
Cupo, no cabe, por Tadeu
Marte en la Tierra, por Teresa Guerrero
Esos flipados, por Berta González de Vega
Despejar la niebla, por Gonzalo Torné
El cordón umbilical, por Iñaki Gabilondo
Escuchad a las mujeres, por José Ignacio Torreblanca
La mala práctica del contragolpe, por Rafael Rojas
Descolocados, por Luz Sánchez-Mellado
Estilizar, por Javier Sampedro
España resiste a los cenizos, por Carlos Yárnoz
Barcelona ante el procesismo, por Jaume Collboni
Abusos en la cúspide del poder, por Lluís Bassets
Tablero de ajedrez, por Rocío Vázquez
Aplicar la ley para hacer justicia, por Mariola Urrea Carres
Miedo, por Maite Nieto

Viernes, 24 de noviembre
Españoles prehistóricos, por Rafa Latorre
La soledad del tamagotchi, por Antonio Lucas
Tabernas, por Manuel Hidalgo
La coincidencia naranja, por Jorge Galindo
Abuelos, por Jorge M. Reverte
El cocido, por Juan José Millás
Hay otros mundos, pero están en este, por José Andrés Rojo
Señoritos de mierda, por Félix Ovejero
El relato de las redes, por Olivia Muñoz-Rojas

Sábado, 25 de noviembre
Pueblo, por Fernando Savater
Veto, luego existo, por Máriam Martínez-Bascuñán 
La magia (oscura) del cupo vasco, por Teodoro León Gross 
La manada de cada día, por Rosa Cullell
SOS mujeres, por Gloria Lomana
Posmachismo cómplice, por Miguel Lorente Acosta
Extremadura, por Julio Llamazares
Tocada, pero no hundida, por Francisco G. Basterra
La laicidad en Francia, por Marc Bassets
La radicalización de Ciudadanos, por Josep Ramoneda 
El médico ante la violencia de género, por Serafín Romero Agüit
Insumisa, por Tadeu
Por un feminismo marxista y liberal, por Aurora Nacarino-Brabo *
Temblores de aire, por Manuel Arias Maldonado 
Odiar a Ciudadanos, por Jorge Bustos 

Y desde los enlaces de más abajo pueden acceder a algunos de los diarios y revistas más relevantes de España y del mundo, actualizados continuamente. Espero que los disfruten:

The Washington Post (EUA)
El País (España)
Le Monde (Francia)
The New York Times (EUA)
The Times (Gran Bretaña)
Le Nouvel Observateur (Francia)
Chicago Tribune (EUA)
El Mundo (España)
La Vanguardia (España)
Los Angeles Times (EUA)
Canarias7 (España)
El Universal (México)
Clarín (Argentina)
L'Osservatore Romano (Vaticano)
La Voz de Galicia (España)
NRC (Países Bajos)
La Stampa (Italia)
Frankfurter Allgemeine Zeitung (Alemania)
Le Figaro (Francia)
Tages Anzeiger (Suiza)
Komsomolskaya Pravda (Rusia)
Excelsior (México)
Die Welt (Alemania)
El Nuevo Herald (EUA)
Revista de Libros (España)
Letras Libres (España)
Claves de Razón Práctica (España)
Cuadernos para el diálogo (España)
Litoral (España)
Jot Down (España)
Real Instituto Elcano (España)
Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (España)
Der Spiegel (Alemania)
The New Yorker (EUA)
Política Exterior (España)
Cidob (España)
Concilium (España)
Le Monde Diplomatique (Francia)
Le Nouvel Afrique (Bélgica)
Time (EUA)
Life (EUA)
Revista Española de Ciencia Política (España)
Cambio16 (España)
Jeune Afrique (Francia)
Tiempo (España)
Historia y Política (España)
Newsweek (Estados Unidos)
Nature (Estados Unidos)
Historia National Geographic (España)
Paris Match (Francia)
Instituto Nacional de Estadística (España)
Para terminar, les dejo con los reportajes de El País con las mejores imágenes del 2016, las treinta fotos más representativas de los 40 años de vida del periódico, las fotos ganadoras del World Press Photo 2017, y las 12 fotos del año de National Geographic. Y como siempre, las mejores fotos de la semana que termina en El País. 




Funambulismo (Parque Nacional Tierra de Cañones, Utah, EUA)


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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