viernes, 5 de agosto de 2016

[Reedición] Una paradoja irresoluble



Mnemosine, musa de la Memoria


"Reedición" es una nueva sección del blog dedicada a reproducir antiguas entradas que tuvieron cierto predicamento en su momento entre los lectores de Desde el trópico de Cáncer. Estas entradas se publican sin periodicidad fija, conservan su título, fecha y numeración y pueden variar ligeramente en su contenido sobre el publicado originariamente. Disfrútenla de nuevo si lo desean. 

***

El Diccionario de la Real Academia Española da la siguiente definición del término "paradoja": Del latín "paradoxus", y este del griego "παράδοξος": 1. Idea extraña u opuesta a la común opinión y al sentir de las personas; 2. Aserción inverosímil o absurda, que se presenta con apariencias de verdadera; 3. Figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción. Por ejemplo: "Mira al avaro, en sus riquezas, pobre".

En el siglo IV a.C., el filósofo griego Zenón de Elea, se hizo famoso planteando una serie de paradojas. Una de las que más interés despertó durante siglos fue la de "Aquiles y la tortuga". Dice así: Aquiles, llamado "el de los pies ligeros" y el más hábil guerrero de los aqueos, quien mató a Héctor, decide salir a competir en una carrera contra una tortuga. Ya que corre mucho más rápido que ella, y seguro de sus posibilidades, le da una gran ventaja inicial. Al darse la salida, Aquiles recorre en poco tiempo la distancia que los separaba inicialmente, pero al llegar allí descubre que la tortuga ya no está, sino que ha avanzado, más lentamente, un pequeño trecho. Sin desanimarse, sigue corriendo, pero al llegar de nuevo donde estaba la tortuga, ésta ha avanzado un poco más. De este modo, Aquiles no ganará la carrera, ya que la tortuga estará siempre por delante de él.

No soy Zenón de Elea, a lo sumo, un aprendiz de todo que no domina ni tan siquiera los rudimentos de la ciencia filosófica y menos aún de la matemática, pero me gustaría plantearles a ustedes una paradoja que se me suscitó hace mucho tiempo y que no he sabido resolver. Es la siguiente: Un niño nacido en el año 2000, considerando que el plazo de tiempo entre una generación y otra sea de 25 años sus padres habrían nacido hacia 1975, sus 4 abuelos que lo habrían hecho hacia 1950, los 8 bisabuelos hacia 1925 y sus 16 tatarabuelos alrededor del 1900.

Con esa progresión geométrica, en 1800 sus ascendientes directos serían 256; en 1700, 4096; en 1600, 65.536; en 1500, 1.049.376; en 1400, 16.790.016; en 1300, 268.640.256; en 1200, serían 4.301.444.096; y en 1100, ni les cuento... Me resulta difícil de aceptar la conclusión, matemática, de que entre los años 1200 y 2000 de nuestra era hayan vivido en este mundo 4.301.444.096 seres humanos que son antecedentes directos de ese niño nacido en el año 2000 d.C. Es, evidentemente, una paradoja, pero... ¿alguno de ustedes puede explicarme dónde está el error? Les aseguro que me harían muy pero que muy feliz...






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri
Publicada originariamente el 24 de abril de 2014

jueves, 4 de agosto de 2016

[Humor en cápsulas] Para hoy jueves, 4 de agosto de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Como yo no soy humorista, me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7: Morgan; La Provincia: Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, de Madrid, en su edición nacional: Forges, Peridis, Ros y El Roto. Espero que disfruten de las mismas.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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Entrada núm. 2816
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Píldoras literarias] Hoy, con "Una sola carne", de Armando José Sequera





La noción de brevedad ronda siempre las consideraciones sobre la minificción de los minirrelatos. Aunque la brevedad no sea, ni con mucho, el único rasgo que es necesario observar en estas brillantes construcciones verbales, resulta lógico que para el lector común, e inclusive en cierta medida para el escritor, resalte de manera especial. 

Fue, en efecto, la primera característica que llamó la atención de lectores y críticos de esta forma literaria: la que primero produjo desconcierto y, a partir de allí, admiración. Ocurre, sin embargo, que tal noción es eminentemente subjetiva. Se puede considerar breve un relato de ocho o diez páginas, pero también lo será uno de un par de páginas, e igualmente, y con mayor razón, algún texto de extensión aún menor, que podremos describir en función de un determinado número máximo de líneas o de palabras, y no de páginas ni de párrafos. 

Pesan en este sentido la tradición de una literatura, y también la implícita comparación -casi instintiva, casi subconsciente- que formulamos con otros textos que conocemos, o bien con lo que se considera cuento o relato en nuestra propia literatura o en una distinta de ella. ¿Habremos de aceptar una categoría nueva, la del microrrelato brevísimo o hiperbreve, aunque el nombre resulte redundante? ¿O bien entenderemos que hay casos en que el escritor extrema alguna de las características que también tienen otros textos de este tipo, y ese hecho es percibido por el lector como un factor de diferenciación? Ustedes deciden. 

Continúo hoy la serie "Píldoras literarias" con el relato titulado Una sola carne, del venezolano Armando José Sequera (1953), escritor, periodista y productor audiovisual. Gran parte de sus obras han sido para niños y jóvenes. Ha obtenido diecisiete premios literarios, cuatro de ellos internacionales: Premio Casa de las Américas (1979), Diploma de Honor IBBY (1995), Bienal Latinoamericana Canta Pirulero (1996) y Premio Internacional de Microficción Narrativa “Garzón Céspedes” (2012). Es autor, entre otros títulos, de Evitarle malos pasos a la gente (1982), Teresa (2001) y Mi mamá es más bonita que la tuya (2005). En 2006 fue nominado al Premio Astrid Lindgren por el Banco del Libro.

Su relato, incluido en La otra mirada, de David Lagmanovich, tiene veintidós palabras y dice así: 


UNA SOLA CARNE 


Tan pronto el sacerdote concluyó la frase
 …y formaréis una sola carne, 
el novio, excitado, 
se lanzó a devorar a la novia.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

miércoles, 3 de agosto de 2016

[Humor en cápsulas] Para hoy miércoles, 3 de agosto de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Como yo no soy humorista, me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7: Morgan; La Provincia: Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, de Madrid, en su edición nacional: Forges, Peridis, Ros y El Roto. Espero que disfruten de las mismas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Galdós en su salsa] Hoy, con "El equipaje del rey José"



Estatua de Galdós en Las Palmas de G.C. (Pablo Serrano, 1969)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que acaban de cumplirse 173 años, voy a ir subiendo al blog a lo largo de los próximos meses su copiosa obra narrativa, que comencé hace unos días con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió.

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912.

El equipaje del rey José es la primera novela de la segunda serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. En ella se presenta a los personajes centrales de esta serie y a través de ellos se describe la raíz del enfrentamiento entre liberales y absolutistas que se había ido incubando durante la Guerra de Independencia y que a partir de entonces marcará la historia de España. La novela se narra en tercera persona, desde los distintos puntos de vista de los personajes principales hasta las descripciones puramente históricas. Como ya ocurrió en la primera serie, Galdós plantea una historia folletinesca, en este caso en torno a dos hermanos que, ignorando que lo son, se hacen enemigos a muerte por amor y por creencias. Para mantener el vínculo con la primera serie, la novela presenta a varios personajes secundarios que aparecieron en ésta; muchos otros irán reapareciendo a lo largo de la segunda serie.

Pueden leer o descargar la novela desde el enlace de más arriba, en la versión existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante. Disfrútenla.



José I Bonaparte (François Gérard, 1770-1837) 


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Entrada núm. 2813
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martes, 2 de agosto de 2016

[Humor en cápsulas] Para hoy martes, 2 de agosto de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Como yo no soy humorista, me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7: Morgan; La Provincia: Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, de Madrid, en su edición nacional: Forges, Peridis, Ros y El Roto. Espero que disfruten de las mismas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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Entrada núm. 2812
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[Personal] 10 años de Desde el trópico de Cáncer





El trópico de Cáncer es la línea imaginaria que circunvala la tierra a lo largo del paralelo de latitud 23º 26′ 14″ al norte del Ecuador. Esta línea delimita el punto más septentrional en los que el Sol llega a brillar en su cénit (la vertical del lugar), entre el 20 y el 21 de junio de cada año, en el llamado solsticio de verano. 

La Punta de los Saltos, en la isla canaria de El Hierro, situada a 27º 38' 16" de latitud norte, es la tierra española más próxima al trópico de Cáncer, a unos 450 kilómetros más al sur. 

Hoy, 2 de agosto de 2016, cumple este blog, que lleva el nombre del trópico de Cáncer, sus primeros diez años de existencia. A su primera etapa en la plataforma "blog.com", entre el 2 de agosto de 2006 y el 5 de mayo de 2008, aun es posible acceder, aunque no siempre se consigue a la primera, en la dirección electrónica "http://ccampos1946.blog.com". Les invito a darse un paseo por allí para que puedan observar como ha ido cambiando su idiosincrasia desde ese día hasta hoy.

Hoy, diez años después, y 2811 entradas más tarde, "Desde el trópico de Cáncer" lo celebra con ustedes, sus lectores, que son la principal razón de su existencia. Espero que sigamos viéndonos en su vigésimo cumpleaños. Muchas gracias y seguimos en contacto.



Punta de Los Saltos, La Restinga (El Hierro, Islas Canarias, España)



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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Entrada núm. 2811
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lunes, 1 de agosto de 2016

[Humor en cápsulas] Para hoy, lunes, 1 de agosto de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Como yo no soy humorista, me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7: Morgan; La Provincia: Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, de Madrid, en su edición nacional: Forges, Peridis, Ros y El Roto. Espero que disfruten de las mismas.






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Entrada núm. 2810
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[A vuelapluma] Sobre la dignidad y la felicidad humanas





Retomo la rutina cotidiana del blog después del paréntesis de julio recurriendo de nuevo a los filósofos, esos personajes extraños y extraordinarios que a veces remueven nuestras conciencias con sus ocurrencias. De ellos, suelo decir yo que hay que escucharlos siempre aunque sea para llevarles después la contraria. 

Lo hago hoy lunes, primero de agosto, trayendo hasta ustedes un reciente artículo publicado por Javier Gomá Lanzón (1965), escritor, filósofo, jurista y filólogo español titulado "Qué es la dignidad"noción filosófica influyente y transformadora, dice, que sin embargo, carece de un filósofo a la altura de su importancia pues ni siquiera el impresionante Diccionario de filosofía de Ferrater Mora, añade, le concede una entrada a lo largo de sus cuatro tomos.

La "dignidad" se usa con profusión en toda clase de contextos a guisa de fundamento teórico de tratados, organizaciones internacionales, Constituciones, declaraciones de derechos, leyes y resoluciones judiciales, sigue diciendo, pero invariablemente su esencia se presupone o su entendimiento se confía al buen sentido, quedando, por eso mismo, a la espalda y pendiente de definir. Incluso, ya en nuestro siglo, continúa, ha inspirado el movimiento social de los indignados sin que estos hayan sentido la necesidad de precisar antes, siquiera elementalmente, qué es aquello cuya ausencia enciende su ira y su protesta.

Kant distinguió, precisa, entre lo que tiene precio y lo que tiene dignidad. Tienen precio aquellas cosas que pueden ser sustituidas por algo equivalente, en tanto que aquello que trasciende todo precio y no admite nada equivalente, eso tiene dignidad. Solo el hombre posee con pleno derecho, incondicionalmente, esa cualidad de incanjeable, fin en sí mismo y nunca medio, aquello inexpropiable que hace al individuo resistente a todo, incluso al interés general y al bien común: el principio con el que nos oponemos a la razón de Estado, protegemos a las minorías frente a la tiranía de la mayoría y negamos al utilitarismo su ley de la felicidad del mayor número.

La dignidad, dice más tarde, es idea de larga genealogía intelectual, pero solo en la Ilustración se configura como propiedad inmanente de lo humano, sin más fundamento que la humanidad misma, a la luz del convencimiento, expresado por Tocqueville, de que ahora “nada sostiene ya al hombre por encima de sí mismo”. Somos los hombres quienes nos reconocemos unos a otros la dignidad; es decir, mutuamente nos concedemos por convención un valor incondicional… no sujeto a convenciones, pero ese concepto ilustrado de dignidad experimenta una mutación extraordinaria en el siglo XX a consecuencia de su democratización, porque en Kant la dignidad todavía conserva resabios aristocráticos al presentarla dependiente de nuestra racionalidad moral, que excluye en la práctica muchos casos, mientras que el concepto democrático obra una especie de universalización de esa distinción aristocrática a todo sujeto existente creando una aristocracia de masas.

La dignidad democrática, dice, se recibe por nacimiento y otorga a su titular derechos sin mérito moral alguno por su parte, válidos incluso aunque desmienta esa dignidad de origen con una odiosa indignidad de vida. Es irrenunciable, imprescriptible, inviolable, aquello que siendo inmerecido merece un respeto y coloca en cierto modo al resto de la humanidad en situación de deudora. Es única, universal, anónima y abstracta, por lo que prescinde de las determinaciones (cuna, sexo, patria, religión, cultura o raza) en las que se fundaban el surtido variado de las antiguas dignidades. Es, en fin, una dignidad cosmopolita, la misma por igual para todos los hombres y mujeres del planeta. Pues ahora nos parece una verdad evidente que nadie es más que nadie y que, como dijo Juan de Mairena, “por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre”. Pero aunque inviolable, la dignidad sigue siendo hoy violada mil veces cada día, añade. La diferencia con otros tiempos estriba en que ahora, en este estadio democrático de la cultura, ya nadie puede hacerlo sin envilecerse. La repugnancia que nos inspiran los cotidianos atropellos nos despierta un sentimiento aún más vivo de nuestro propio valor. Y cuanto más seguros estamos de esa dignidad originaria, tanto más trágicamente tomamos conciencia de la mayor de las indignidades, la absoluta, esa que no es de naturaleza personal ni social, sino metafísica: la muerte. Qué paradójica condición la nuestra, dotada de dignidad de origen y abocada extrañamente a una indignidad de destino que afecta tanto al pobre como al rico, al ignorante como al sabio, al célebre como al anónimo, al afortunado tanto como al desventurado, todos igualmente agitados por este dramatismo universal de la doliente epopeya humana.

Demasiado conscientes de esta indignidad metafísica última, la felicidad como tal es una posibilidad que ha quedado clausurada para nosotros, los contemporáneos, concluye. Por encima de ser feliz está el ser individual. Siempre quedará a nuestro alcance, en cualquier circunstancia, por difícil que se presente, el obrar conforme a esa dignidad que ya hemos intuido y probado. Lo nuestro ya no es ser felices, sino ser dignos de ser felices, aunque de hecho no podamos serlo. Lo nuestro es dotar a nuestra vida individual de una forma insustituible, para que así nuestra muerte sea verdaderamente un atropello intolerable. Que resulte manifiesto para el mundo que nuestra muerte constituye una objetiva pérdida, una destrucción absurda y sin sentido, una visible injusticia. La máxima que debería guiar nuestras vidas a partir de ahora debería ser: “Compórtate de tal manera que tu muerte sea escandalosamente injusta”.



Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos...



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




HArendt




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