miércoles, 29 de junio de 2016

[Humor en cápsulas] Para hoy miércoles, 29 de junio de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Como yo no soy humorista, me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7: Morgan; La Provincia: Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, de Madrid, en su edición nacional: Forges, Peridis, Ros y El Roto. Espero que disfruten de las mismas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




HArendt




Entrada núm. 2805
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Cuentos para la edad adulta] Hoy, "Los asesinos", de Ernest Hemingway





El cuento, como género literario, se define por ser una narración breve, oral o escrita, en la que se narra una historia de ficción con un reducido número de personajes, una intriga poco desarrollada y un clímax y desenlace final rápidos. Durante los próximo meses voy a traer hasta el blog algunos de los relatos cortos más famosos de la historia de la literatura universal. Obras de autores como Philip K. Dick, Franz Kafka, Herman Melville, Guy de Maupassant, Julio Cortázar, Alberto Moravia, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, Lovecraft, Jack London, Anton Chejov, y otros.

Continúo hoy la serie de Cuentos para la edad adulta con el titulado Los asesinos, de Ernest Miller Hemingway (1899-1961), escritor y periodista estadounidense y uno de los principales novelistas y cuentistas del pasado siglo. Su estilo sobrio y minimalista tuvo una gran influencia sobre la ficción del siglo XX, mientras que su vida de aventuras y su imagen pública dejó huellas en las generaciones posteriores. Ganó el Premio Pulitzer en 1953 por El viejo y el mar y al año siguiente el Premio Nobel de Literatura.3

Los asesinos es un cuento sostenido mediante el diálogo cortante, seco, frío, objetivo y condicionante de la acción de los personajes. Dos asesinos a sueldo entran preguntando por una persona en un pequeño restaurante de pueblo. Saben que esa persona cena todas las noches en él por lo que deciden esperarlo reteniendo a los empleados y clientes del bar... Disfrútenlo.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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martes, 28 de junio de 2016

[Humor en cápsulas] Para hoy martes, 28 de junio de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Como yo no soy humorista, me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7: Morgan; La Provincia: Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, de Madrid, en su edición nacional: Forges, Peridis, Ros y El Roto. Espero que disfruten de las mismas.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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Entrada núm. 2803
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Reedición] El príncipe Segismundo y el castillo menguante. Una historia para niños






"Reedición" es una nueva sección del blog dedicada a reproducir antiguas entradas que tuvieron cierto predicamento en su momento entre los lectores de Desde el trópico de Cáncer. Estas entradas se publican sin periodicidad fija, conservan su título, fecha y numeración y pueden variar ligeramente en su contenido sobre el publicado originariamente. Disfrútenla de nuevo si lo desean. 

***

Este cuento fue el resultado de un compromiso adquirido con mi nieto mayor, en aquel entonces de 4 años recién cumplidos. Lo escribí para él y sus compañeros de 1º de Educación Infantil con ocasión de la celebración en el colegio en el que estudiaba del Día de los Abuelos. 

Hoy, siete años después, lo reedito y se lo dedico muy especialmente a mis tres nietos y a todos los niños del mundo. Ellos son, como decía Hannah Arendt, el futuro. En cuanto nacidos, con ellos se abren todas las esperanzas del mundo y nadie puede saber lo que este va depararles ni lo que ellos pueden hacer para transformarlo. Espero y deseo que sea para bien porque el mundo ya les pertenece a ellos. Y a nosotros, los mayores, solo nos queda trasmitírselo en las mejores condiciones posible para que lo cambien, lo gocen solidariamente y lo traspasen a sus hijos y nietos. Va por y para ellos...

Sean felices, por favor. Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt








EL PRÍNCIPE SEGISMUNDO Y EL CASTILLO MENGUANTE
Cuento para niños de 3 a 80 años


A mis nietos Gabriel, Guillermo y Saúl,
y a mis hijas, sus madres


La historia que voy a contaros ocurrió hace ya mucho tiempo en un país muy muy lejano que se llamaba Magicolandia. Allí, en el centro de Magicolandia, en un castillo muy grande, casi tan grande cómo vuestro colegio y con pasadizos tan intrincados como en él, vivía el príncipe Segismundo con sus papás, el rey Baltasar y la reina Rosamunda.

Un día, los papás del príncipe Segismundo, el rey Baltasar y la reina Rosamunda, decidieron que tenían que visitar las ciudades y pueblos del reino de Magicolandia, así que mandaron a buscar al príncipe, que estaba jugando al escondite con otros niños en los patios, vericuetos, pasadizos y rincones secretos del castillo, que solo ellos conocían. 

Cuando el príncipe Segismundo se presentó, sudoroso y sin aliento, sus papás, los reyes, dejaron que descansará un rato, y luego comenzaron a hablar con él.

-Mira, Segismundo, -dijo su papá el rey-, mamá y papá tienen que salir a visitar todas las ciudades y pueblos de Magicolandia, asi que vas a quedarte solo con los abuelitos, con tus amiguitos y con los perritos y los gatitos del castillo. No maltrates a nadie, pórtate bien con todo el mundo, especialmente con los abuelitos y con los otros niños y no hagas daño a los animalitos, porque este castillo, por si no lo sabes, es un castillo mágico, y si te portas mal, aparte de que nosotros nos enteraremos, te pueden pasar cosas muy desagradables…

-No preocuparos, me portaré muy bien, contestó el príncipe Segismundo a sus papás, el rey Baltasar y la reina Rosamunda.

Y así, unos días más tarde, el rey y la reina abandonaron el castillo para ir a visitar todas las ciudades y pueblos de Magicolandia y a todas sus gentes.





El príncipe Segismundo era un niño muy bueno, aunque un poco revoltoso, así que en cuanto se marcharon su papá el rey Baltasar y su mamá la reina Rosamunda, se olvidó de la promesa que les había hecho de no portarse mal y comenzó a hacer pequeñas gamberradas, como no querer comer la comidita que sus abuelitos le preparaban cada día, quedarse jugando hasta la noche, tirar de los pelos a sus amiguitos y quitarles sus juguetes y correr detrás de los perritos y los gatitos del castillo con una escoba para pegarles.

Y así, un día, todos los niños -que hasta entonces habían sido sus amiguitos-, decidieron marcharse, y dejaron solo al príncipe Segismundo, únicamente con sus abuelito y con los perritos y los gatitos del castillo. A pesar de ello, sus abuelitos, que le querían mucho, aunque disgustados con él, seguían preparándole muy ricas comiditas.

¿Y sabéis lo qué pasó?, ¿no lo adivináis?, pues que cuando los amiguitos y amiguitas del príncipe Segismundo se marcharon del castillo esté comenzó a encogerse y hacerse más y más pequeño, y desaparecieron por arte de magia todas las torres, almenas y murallas del mismo. Y el príncipe Segismundo se quedó solito en una habitación muy pequeñita, encerrado con sus abuelitos y con los perritos y los gatitos que había en el antiguo castillo.




El príncipe Segismundo se enfadó mucho muchísimo. Gritaba, llamando a los niños y niñas que habían sido sus amiguitos, y desde la única ventana que había en la habitación les decía:

-¡Pues vale, ya no quiero jugar más con vosotros! No les necesito para nada! ¡Puedo jugar yo solo!…

Los perritos y los gatitos del castillo sí querían jugar con él, pero el príncipe Segismundo estaba tan enfadado y furioso que en lugar de jugar con ellos, los cogió y los echó a la calle por la única ventana que quedaba en la única habitación del castillo…

Pasaron así muchos días y los abuelitos del príncipe Segismundo aburridos de que éste no les obedeciera y no quisiera comerse la comidita que le preparaban cada día, enfadados, se subieron a la única ventana que quedaba en la única habitación del castillo y por ella se bajaron al jardín diciéndole:

-Te has portado muy mal, príncipe Segismundo, así que nos vamos hasta que vuelvas a portarte bien. Y se sentaron en un banco del jardín del antiguo castillo a esperar que su nietecito, el príncipe, volviera a portarse bien y comerse todas las ricas comiditas que le preparaban.

¿Y sabéis lo que pasó?, ¿no lo adivináis?, pues que la única habitación que quedaba en el castillo comenzó a encogerse y hacerse todavía más pequeña. Tan pequeñita, que el príncipe Segismundo se quedó solo en ella, de pie sobre el único ladrillito que quedaba en la habitación, encajonado, y sin poder mover ni los bracitos ni las piernitas… Y claro, estaba tan incómodo y tan estrechito, y tan sin poder moverse para nada, que comenzó a llorar…





Ya no tenía ni a los perritos ni los gatitos del castillo para jugar, ni podía jugar tampoco con sus antiguos amiguitos porque se habían ido del castillo enfadados con él, y tampoco podía comer ninguna de las ricas comiditas que le hacían sus abuelitos… Y además de llorar, ¡comenzó a tener mucha hambre!...


Y entonces, desde lo alto de la ventana de la habitación de un solo ladrillito donde estaba el príncipe Segismundo sin poder mover ni los bracitos ni las piernitas de lo apretado que estaba, comenzó a bajar por la pared una hormiguita muy muy pequeñita. 



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Y cuando la hormiguita llegó hasta donde estaba el príncipe Segismundo, le dijo enfadada:

-¡Oye, príncipe Segismundo! ¿Se puedes saber por qué estás gritando tanto? ¡No ves que no me dejas dormir!…

Y el príncipe Segismundo contestó a la hormiguita:

-¡Es qué tengo mucha hambre! ¡Y mucho miedo!…-, dijo lloriquenado.

-¿Y por qué estás solo y encerrado en esta habitación tan pequeñita que no puedes mover ni los bracitos ni las piernitas?, preguntó la hormiguita al príncipe.

Y el príncipe Segismundo, llorando y medio comiéndose los moquitos que le caían por la nariz, contestó a la hormiguita:

-¡Es qué me he portado muy mal con los perritos y los gatitos del castillo, no he querido jugar con mis amiguitos, los niños y las niñas que vivían conmigo, y no he querido comerme las ricas comiditas que me preparaban mis abuelitos…

-¡Claro, dijo la hormiguita al príncipe Segismundo, -te has portado tan mal, que el castillo mágico se ha ido encogiendo hasta quedarse en un solo ladrillito...

-Pues tú verás, príncipe Segismundo, como lo arreglas-, le dijo la hormiguita. -Yo que tú, continúo la hormiguita, llamaba de nuevo a los perritos y los gatitos del castillo, a los niños y niñas que eran tus amiguitos y a tus abuelitos que te preparaban ricas comiditas y les pedía perdón, le dijo al príncipe.

Y el príncipe Segismundo, arrepentido de lo mal que se había portado con los perritos y los gatitos del castillo, con sus amiguitos y amiguitas con los que siempre había jugado al escondite, y sobre todo con sus abuelitos, se asomó como pudo a la ventanita de la única habitación tan pequeñita que solo tenía un ladrillito y comenzó a gritar:





-¡Oíganme, por favor. Me he portado muy mal con ustedes y quiero pedirles perdón. No volveré a perseguirles con una escoba por los pasillos del castillo, ni tampoco les tiraré de los pelos ni les quitaré sus juguetes, y me comeré todas las ricas comiditas que me preparéis!… Eso es lo que gritaba el príncipe Segismundo desde la única ventanita, de la única habitación que quedaba del castillo…

¿Y sabéis lo que pasó?, ¿no lo adivináis?…, ¡pues que cuando oyeron los gritos del príncipe Segismundo pidiéndoles perdón, los perritos y los gatitos que habían habitado en el castillo volvieron hasta la ventana y dando un salto muy grande entraron en la habitación del príncipe y comenzaron a lamerle las manitas y mover sus rabitos de lo alegres que estaban, y la habitación entonces, como por arte de magia, comenzó a crecer y crecer y a hacerse más y más grande!…

Y el príncipe Segismundo se puso a jugar con ellos. Y entonces, comenzaron a volver los niños y las niñas que habían sido sus amiguitos, y el príncipe les abrazó, les pidió perdón y se pusieron todos juntos a jugar…


https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjs9fooL5FYyPstqgWuRygtntt6FZ5wxvl5WcT_mvWWAECfwTSq-lophs6mtTmoXlDwrmZNsut2FRUCkgjNIbBc76rPe62UJJfTChg6kcZ2-VRdwresDvlPvnLXzu412PP0ifEhp52lauE/s400/ni%25C3%25B1os+jugando%5B1%5D.JPG


Y según iban volviendo los niños y las niñas el castillo se iba haciendo más y más grande… Y también volvieron sus abuelitos…, y comenzaron a aparecer habitaciones y más habitaciones, y se levantaban las murallas y las torres del castillo, como por arte de magia…

Fue entonces cuando se oyeron muchos tambores y trompetas, y el príncipe Segismundo subió a la torre más alta del castillo y vio, allá a lo lejos, que volvían de su viaje su papá el rey Baltasar y su mamá la reina Rosamunda. Y los abuelitos prepararon una gran comida para él y para sus papás y para todos los niños y niñas del castillo, y para todos los perritos y los gatitos de Magicolandia. ¡Ah, y también para la pequeña hormiguita y toda su familia!… Y todos se pusieron a cantar y a gritar de contento porque el castillo mágico estaba como nuevo…

Y el príncipe Segismundo nunca más persiguió a los gatitos y perritos con una escoba por los pasillos del castillo, ni tiró de los pelos a sus amiguitos y amiguitas, ni les quitó sus juguetes ni dejó de comerse las ricas comiditas que le preparaban sus abuelitos y su mamá la reina Rosamunda…

¿Y sabéis lo que pasó?, ¿no os lo imagináis?…, pues que fueron todos felices, comieron muchas perdices..., ¡y a mí me dieron con un plato en las narices!… Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.


F I N







Entrada núm. 2059
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Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri
Publicada originariamente el 23 de abril de 2014

lunes, 27 de junio de 2016

[Humor en cápsulas] Para hoy lunes, 27 de junio de 2016. El día de la resaca...





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Como yo no soy humorista, me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7: Morgan; La Provincia: Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, de Madrid, en su edición nacional: Forges, Peridis, Ros y El Roto. Espero que disfruten de las mismas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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Entrada núm. 2802
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Galdós en su salsa] Hoy, con "La batalla de los Arapiles"



Estatua de Galdós en Las Palmas de G.C. (Pablo Serrano, 1969)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que acaban de cumplirse 173 años, voy a ir subiendo al blog a lo largo de los próximos meses su copiosa obra narrativa, que comencé hace unos días con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, militar que había participado y combatido en ella.

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español. Considerado como uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser propuesto por diversos especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope ningún escritor fue tan popular, ninguno tan universal desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912.


La batalla de los Arapiles es la décima y última novela de la primera serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. Con ella culmina la narración de las aventuras del protagonista, Gabriel Araceli, durante la Guerra de Independencia. En la citada batalla,en las proximidades de la ciudad de Salamanca, Gabriel combatirá en la vanguardia del ejército aliado comandado por Wellington con inusitado heroísmo, resultando herido gravemente. Recuperado, y finalizada la guerra, se casará por fin con su adorada Inés.

La batalla tuvo lugar el 22 de julio de 1812 resultando una gran victoria del ejército anglo-hispano-portugués al mando del general Arthur Wellesley, el duque de Wellington, sobre las tropas francesas al mando del mariscal Marmont. Los aliados sufrieron 5.220 bajas entre muertos, heridos y desaparecidos, de los cuales 3.176 fueron británicos, 2.038 portugueses y 6 españoles, mientras que el ejército francés perdió unos 12 500 hombres, incluyendo los prisioneros.

Pueden leer o descargar la novela desde el enlace de más arriba, en la versión existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante. Disfrútenla.



Recreación de la batalla de los Arapiles


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

domingo, 26 de junio de 2016

[Humor en cápsulas] Para hoy domingo, 26 de junio de 2016. Elecciones a Cortes en España





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Como yo no soy humorista, me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7: Morgan; La Provincia: Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, de Madrid, en su edición nacional: Forges, Peridis, Ros y El Roto. Espero que disfruten de las mismas.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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