Mostrando entradas con la etiqueta M.Yourcenar.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta M.Yourcenar.. Mostrar todas las entradas

miércoles, 13 de mayo de 2015

Un relato cada día. Hoy, "Cómo se salvó Wang-Fo", de Marguerite Yourcenar








El cuento, como género literario, se define por ser una narración breve, oral o escrita, en la que se narra una historia de ficción con un reducido número de personajes, una intriga poco desarrollada y un clímax y desenlace final rápidos.

Durante los próximo meses voy a traer hasta el blog algunos de los relatos cortos más famosos de la historia de la literatura universal. Obras de autores como Philip K. Dick, Franz Kafka, Herman Melville, Guy de Maupassant, Julio Cortázar, Alberto Moravia, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, Lovecraft, Jack London, Anton Chejov, y otros... Espero que los disfruten.

Hoy continúo la serie con "Como se salvó Wang-Fo", de Marguerite Yourcenar. Marguerite Cleenewerck de Crayencour (1903-1987), conocida como Marguerite Yourcenar, fue una novelista, poetisa, dramaturga y traductora francesa nacionalizada estadounidense en 1947. Leía a Racine y a Aristófanes a la edad de ocho años. Su padre le enseñó latín a los 10 y griego clásico a los 12. A partir de 1919 abandona su apellido real y empieza a firmar como Marguerite Yourcenar, anagrama de Crayencour. Su primera novela fue publicada en 1929. En 1939, viaja a Estados Unidos, donde dará clases de Literatura comparada en la ciudad de Nueva York. Tradujo al francés obras de Virginia Woolf, Henry James y Yukio Mishima. En 1951 publica en París su novela histórica más famosa, "Memorias de Adriano". Fue la primera mujer elegida miembro de número de la Academia francesa. 

El próximo día de nuevo un relato de Julio Cortázar.  Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt




Marguerite Yourcenar






Entrada 2240
http://harendt.blogspot.com
elblogdeharendt@gmail.com
"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)