viernes, 3 de mayo de 2019

[EUROPA] España, sola en el mundo





Entre los próximos 23 y 26 de mayo estamos llamados los ciudadanos europeos a elegir a nuestros representantes en el Parlamento de la Unión. Me parece un momento propicio para abrir una nueva sección del blog en la que se escuchen las opiniones diversas y plurales de quienes conformamos esa realidad llamada Europa, subiendo al mismo, de aquí al 26 de mayo próximo, al menos dos veces por semana, aquellos artículos de opinión que aborden, desde ópticas a veces enfrentadas, las grandes cuestiones de nuestro continente. También, desde este enlace, pueden acceder a la página electrónica del Parlamento europeo con la información actualizada diariamente del proceso electoral en curso.

No sabemos qué piensan nuestros candidatos de las diferentes tendencias que se palpan en Europa en cuanto al futuro de la Unión Europea, escribe Olivia Muñoz-Rojas, investigadora independiente, doctora en Sociología por la London School of Economics, máster en Humanidades y Pensamiento Social por la New York University y licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense. 

Mientras el futuro de Europa forma parte del debate nacional en muchos otros países europeos, comienza diciendo, en el nuestro, su ausencia en esta campaña —y, concretamente, en los dos principales debates electorales— asombra. Podría pensarse que es porque las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina y existe una preferencia por reservar el tema europeo para esa campaña. O que no es relevante porque ninguno de los principales partidos promueve la salida de la Unión Europea (ni tan siquiera Vox). O que tenemos preocupaciones internas demasiado serias, como el conflicto territorial, que requieren nuestra atención plena. O que las encuestas sociológicas indican que la política exterior no es una prioridad para los ciudadanos. Sea como fuere, cualquiera que observara nuestra campaña desde fuera, podría llegar a la conclusión de que España está sola en el mundo. ¿Cuál es el papel de nuestro país en el Mediterráneo? ¿Cuál en la Unión Europea? ¿Qué papel puede jugar en tanto puente entre Europa y América Latina?

Salvo por la cuestión de la inmigración, es difícil saber la postura de cada partido respecto de las transformaciones políticas que se están viviendo en el mundo árabe, por ejemplo, y sus consecuencias para nuestro país y Europa en su conjunto. Tampoco sabemos qué piensan nuestros candidatos de las diferentes tendencias que se palpan en Europa en cuanto al futuro de la Unión, fundamentalmente, la tensión entre reforzar la soberanía nacional que defiende el Grupo de Visegrado, mantener el statu quo o avanzar hacia un modelo crecientemente federal. Es un asunto que, en la actual estructura de la UE —con un Ejecutivo (la Comisión) formado por representantes designados por los gobiernos de cada país y con mayores prerrogativas que el Parlamento Europeo— no se dirime sólo en las elecciones a este último, sino, e incluso más, en las elecciones generales de cada país.

Con alguna excepción y más allá de las referencias ideológicas a Venezuela —y México, tras la famosa carta de AMLO— ningún partido parece interesado en explicar cómo podría aprovechar mejor España su posición como interlocutor privilegiado entre Europa y más de la mitad del continente americano en un incierto mapa geopolítico y económico mundial.

Se trata de temas trascendentes que elevarían el nivel de nuestro debate, sin restarle importancia a las cuestiones internas, pues, al fin y al cabo, muy poco de lo que hoy nos sucede puede entenderse fuera de un contexto europeo y global. Se puede, como sucede en nuestro país vecino, debatir la crisis de los chalecos amarillos —asunto interno no menor— a la vez que se discute el papel de Francia en Europa y su proyección en otros continentes. Convendría que aquellos que defienden España como uno de los mejores países del mundo y se enorgullecen de su historia milenaria universal les recuerden también a los votantes que España no vive en una burbuja.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



HArendt






Entrada núm. 4876
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

1 comentario:

Mark de Zabaleta dijo...

Bien visto ...

Saludos
mark de zabaleta