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lunes, 16 de julio de 2018

[MIS MUSAS] Hoy, con Juan Ramón Jiménez, Jean-Auguste Ingres y Jules Massenet



Las Musas (Bertel Thorvaldsen, 1770-1844)


Decía Walt Whitman que la poesía es el instrumento por medio del cual las voces largamente mudas de los excluidos dejan caer el velo y son alcanzados por la luz; Gabriel Celaya, que era un arma cargada de futuro; Harold Bloom,  que si la poesía no podía sanar la violencia organizada de la sociedad, al menos podía realizar la tarea de sanar al yo; y George Steiner añadía que el canto y la música son simultáneamente, la más carnal y la más espiritual de las realidades porque aúnan alma y diafragma y pueden, desde sus primeras notas, sumir al oyente en la desolación o transportarlo hasta el éxtasis, ya que la voz que canta es capaz de destruir o de curar la psique con su cadencia. Por su parte, Johann Wolfgang von Goethe afirmaba que cada día un hombre debe oír un poco de música, leer una buena poesía, contemplar un cuadro hermoso y si es posible, decir algunas palabras sensatas, a fin de que los cuidados mundanos no puedan borrar el sentido de la belleza que Dios ha implantado en el alma humana. Todas las anteriores me parecen razones más que suficientes para retomar la publicación, con un formato diferente, de la serie de entradas del blog dedicadas al tema de España en la poesía española contemporánea que tan buena acogida de los lectores tuvo hace ya unos años. Grandes poetas contemporáneos españoles, poetas del exilio exterior e interior, pero españoles todos hasta la médula, que cantaron a su patria común, España, desde el corazón y la añoranza. Poemas a los que acompaño con algunas de las más bellas arias de la historia de la ópera y de algunos de los desnudos más hermosos de la pintura universal. 

Así pues, subo hoy a Desde el trópico de Cáncer al poeta Juan Ramón Jiménez con su poema Dentro, al pintor Jean-Auguste-Dominique Ingres con su cuadro La gran odalisca, y al compositor Jules Massenet con el aria Allons, il le faut de su ópera Manon. 

Juan Ramón Jiménez Mantecón (1881-1958) fue un poeta español, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1956, por el conjunto de su obra, designándose como trabajo destacado de la misma la narración lírica Platero y yoAunque por edad pertenece al novecentismo o generación del 14, mantuvo estrecha relación con las generaciones anteriores (modernismo, que influyó su primera etapa) y posterior (generación del 27, a la que apoyó al menos en sus primeros trabajos -luego los atacó- y de la que fue uno de los principales modelos, así como referencia para algunos de los autores vanguardistas). Busca conocer la verdad y de esta manera alcanzar la eternidad. La exactitud para él, es la belleza. La poesía es una fuente de conocimiento, para captar las cosas. Juan Ramón Jiménez escribe una poesía panteística, exacta y precisa. Su Moguer natal fue un referente en toda su obra, fuente de inspiración y elemento de nostalgia.



DENTRO

¡Patria y alma!
Y el alma también es como la patria,
perdidas, dentro, sus orillas dobles
en el oro infinito de lo eterno.

Una abriga a la otra
como dos madres únicas
que fueran hijas de ellas mismas,
en turno de alegrías y tristezas.

Todo y sólo está en ellas;
a ellas tan sólo hay que entregarlo todo,
de ellas tan sólo hay que esperarlo todo,
de la cuna a la muerte.

...Ahora que el cuerpo entró en su patria, 
el alma se le entra.
¡Así, bien lleno! ¡Así, todo completo!
¡Con mi alma, en mi patria!


Jean-Auguste-Dominique Ingres (1780-1867), pintor francés, ferviente defensor del dibujo, resulta a la vez clásico, romántico y realista. Constituye un claro exponente del romanticismo en cuanto a los temas, el trazo abstracto y las tintas planas de intenso colorido. Algunas de sus obras se enmarcan en el llamado «Estilo trovador», inspirándose en el ideal estético griego y gótico, además de en las miniaturas de los libros de horas de Fouquet. Igualmente, es ejemplo de orientalismo, pues muchos de sus cuadros, especialmente desnudos femeninos, están dominados por un sentido irreal del exotismo propio del siglo XVIII. 

"La gran odalisca de Ingres" es uno de los desnudos más hermosos de la historia del arte. Los españoles estuvimos de enhorabuena en 2016 cuando pudimos admirarlo en el Museo del Prado. Es una de las obras maestras del Museo del Louvre y formó parte de la primera monográfica que se dedicaba en España al maestro francés del XIX. El color de la piel de la modelo, que posa ataviada al estilo orientalizante, con un turbante en la cabeza, destaca especialmente al estar rodeada de hermosas y coloridas telas: sedas, terciopelos, plumas en brillantes azules y amarillos. Aunque se halla de espaldas, la Odalisca vuelve su cabeza y mira fijamente al espectador. Fue encargado por Carolina, hermana de Napoleón y reina de Nápoles y se expuso en el Salón de París de 1819.



La gran odalisca (1814)


Jules Massenet (1842-1912 ) fue un compositor francés. Su capacidad de trabajo era impresionante: capaz de componer durante largas horas, su jornada empezaba a las cuatro de la mañana, alternando la composición, la enseñanza y las audiciones. Dejó una obra esencialmente lírica, pero también pianística y sinfónica. A menudo fue influido por los temas religiosos y se le ha considerado como el heredero de Charles Gounod. Su influencia se detecta en Ruggero Leoncavallo , Pietro Mascagni , Giacomo Puccini o Claude Debussy 

El 1884 se estrenó su popularísima "Manon", ópera en cinco actos, con libreto de Henri Meilhac y Philippe Gille, basado en la novela del abate Prévost "Manon Lescaut", de 1731, que también inspiró la ópera homónima a Giacomo Puccini. Fue estrenada la Opéra-Comique de París el 19 de enero de 1884. El compositor trabajó en la partitura en su casa de campo fuera de París y también en una casa en La Haya una vez ocupada por el propio Prévost. Manon es la más popular y perdurable ópera de Massenet y, habiendo "conquistado rápidamente los escenarios de todo el mundo", ha mantenido un lugar importante en el repertorio desde su creación. Es la quintaesencia del encanto y la vitalidad de la música y la cultura de la Belle Époque parisina. 

Les dejo con la bellísima aria "Allons!, il le faut", de su ópera "Manon", cantada por la soprano española Victoria de los Ángeles. Pueden verla en el vídeo de más abajo o desde este enlace.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)
Estoy cansado de que me habléis del bien y la justicia; por favor, enseñadme, de una vez para siempre, a realizarlos (G.W.F. Hegel)

domingo, 22 de mayo de 2016

[Poesía y música] Hoy, con San Juan de la Cruz y Georg Friedrich Händel



Apolo y las Musas, de Bertel Thorvaldsen



Como afirmo en una de las entradas más leídas del blog soy capaz de recordar y reconocer casi cualquier fragmento de texto literario o película que haya leído o visto, aunque solo haya sido una vez en la vida. Por el contrario, ni el Azar ni la Naturaleza, mis divinidades paganas preferidas, me han dotado del mismo talento para la música. La diosa Terpsícore me ha negado sus favores, salvo en aquellas piezas que ya forman parte, por la amplitud de su difusión, del imaginario colectivo de la humanidad. Y esa incapacidad para recordar y reconocer piezas musicales, es una de las circunstancias que más dolor me producen, porque en contraste con ellas la música es de todas las Bellas Artes la que más profundas emociones me provoca.

George Steiner, uno de los más grandes intelectuales del siglo XX, dice en su libro Errata. El examen de una vida, uno de los más hermosos textos que he leído nunca, lo siguiente: "El canto (y la música) es, simultáneamente la más carnal y la más espiritual de las realidades. Aúna alma y diafragma. Puede, desde sus primeras notas, sumir al oyente en la desolación o transportarlo hasta el éxtasis. La voz que canta es capaz de destruir o de curar la psique con su cadencia". Estoy en completo acuerdo con él.

La UNESCO instituyó el año 2000 el Día Mundial de la Poesía, que se celebra cada 21 de marzo, entendiendo que el mundo contemporáneo tiene necesidades estéticas y sociales que la poesía puede cubrir. Así pues, continúo con esta entrada de hoy la nueva sección del blog, Poesía y música, aunando algunos de los más bellos poemas en español con algunas de las más hermosas arias operísticas de la historia.

Continúo hoy la serie dedicada a Poesía y música con el poema DNoche oscura, de San Juan de la Cruz y la bellísima aria Hallelujah (Aleluya)del oratorio El Mesías, de Georg Friedrich Händel, cantada por el Mormon Tabernacle Choir, de Salt Lake City, Utah, Estados Unidos. Pueden verla y oírla en el vídeo de más abajo o desde este enlace.

San Juan de la Cruz (1542-1591), cuyo nombre secular era Juan de Yepes Álvarez y su primera identificación como fraile Juan de San Matías, fue un religioso y poeta místico del renacimiento español. Fue reformador de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo y cofundador de la Orden de los Carmelitas Descalzos con Santa Teresa de Jesús. Desde 1952 es el patrono de los poetas en lengua española. Les dejo con su poema Noche Oscura


NOCHE OSCURA

En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras, y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!
a oscuras, y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía,
sino la que en el corazón ardía.

Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada:
oh noche que juntaste
Amado con Amada.
Amada en el Amado transformada!

En mi pecho florido,
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme, y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.



Georg Friedrich Händel (1685-1759) fue un compositor alemán, posteriormente nacionalizado inglés, considerado una de las figuras cumbre de la música del Barroco y uno de los más influyentes compositores de la música occidental y universal. En la historia de la música, es el primer compositor moderno en haber adaptado y enfocado su música para satisfacer los gustos y necesidades del público en vez de los de la nobleza y de los mecenas, como era habitual.

El Mesías es un oratorio compuesto por Georg Friedrich Händel en 1741. Mientras que en los demás oratorios de Händel puede reconocerse una marcada influencia italiana, la música de El Mesías se arraiga en las antiguas pasiones y cantatas alemanas. Compuso la obra en Londres, en apenas tres semanas. Este oratorio fue representado en el Covent Garden y dirigido por Händel todos los años en la época de Pascua hasta el día de su muerte. Disfruten de su Aleluya.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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sábado, 26 de marzo de 2016

[Poesía y música] Hoy, "Desnuda", de Juan Ramón Jiménez, y "Un bel dì vedremo" ("Madama Butterfly"), de Giacomo Puccini, cantada por Renata Tebaldi




G.Puccini, J.R.Jiménez y R.Tebaldi


Como afirmo en una de las entradas más leídas del blog soy capaz de recordar y reconocer casi cualquier fragmento de texto literario o película que haya leído o visto, aunque solo haya sido una vez en la vida. Por el contrario, ni el Azar ni la Naturaleza, mis divinidades paganas preferidas, me han dotado del mismo talento para la música. La diosa Terpsícore me ha negado sus favores, salvo en aquellas piezas que ya forman parte, por la amplitud de su difusión, del imaginario colectivo de la humanidad. Y esa incapacidad para recordar y reconocer piezas musicales, es una de las circunstancias que más dolor me producen, porque en contraste con ellas la música es de todas las Bellas Artes la que más profundas emociones me provoca.

George Steiner, uno de los más grandes intelectuales del siglo XX, dice en su libro Errata. El examen de una vida, uno de los más hermosos textos que he leído nunca, lo siguiente: "El canto (y la música) es, simultáneamente la más carnal y la más espiritual de las realidades. Aúna alma y diafragma. Puede, desde sus primeras notas, sumir al oyente en la desolación o transportarlo hasta el éxtasis. La voz que canta es capaz de destruir o de curar la psique con su cadencia". Estoy en completo acuerdo con él.

La UNESCO instituyó el año 2000 el Día Mundial de la Poesía, que se celebra cada 21 de marzo, entendiendo que el mundo contemporáneo tiene necesidades estéticas y sociales que la poesía puede cubrir. Así pues, continúo con esta entrada de hoy la nueva sección del blog, Poesía y música, aunando algunos de los más bellos poemas en español con algunas de las más hermosas arias operísticas de la historia.

Continúo hoy la serie dedicada a Poesía y música con el poema Desnuda, de Juan Ramón Jiménez, y la bellísima aria Un bel dì vedremo (Un bello día veremos)de la ópera Madama Butterfly, de Giacomo Puccini, cantada por la soprano italiana Renata Tebaldi. Pueden verla y oírla en el vídeo de más abajo o desde este enlace 

Juan Ramón Jiménez Mantecón (1881-1958) fue un poeta español, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1956. Giacomo Puccini (1858-1924) fue un compositor italiano de ópera, considerado entre los más grandes, de fines del siglo XIX y principios del XX. Renata Tebaldi (1922-2004) fue una célebre soprano italiana. Si bien se prodigó en papeles melodramáticos de la ópera verista, su repertorio fue muy amplio, incluyendo óperas de Wagner.

Madama Butterfly es una ópera en tres actos con música de Giacomo Puccini y libreto en italiano de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica, basado en el cuento homónimo (1898) de John Luther Long, y la novela Madame Chrysanthème (1887), de Pierre Loti. Un bel dì vedremo es el aria más famosa de la obra y una de las más conmovedoras de toda la literatura operística; en ella, Butterfly ("Cio-Cio-San") le expresa a su criada Suzuki la esperanza de que su marido, el teniente de la marina estadounidense Benjamin Franklin Pinkerton regrese junto a ella.

***

DESNUDA

Vino, Primero pura,
vestida de inocencia;
y la amé como un niño.

Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes;
y la fui odiando, sin saberlo.

llegó a ser una reina,
fastuosa de tesoros...
¡Qué iracunda de yel y sin sentido!

...Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.

Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.

Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda...
¡Oh pasión de mi vida, poesía

desnuda, mía para siempre!

Juan Ramón Jiménez

***

UN BEL DÌ VEDREMO






***


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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jueves, 10 de julio de 2014

El poeta Juan Ramón Jiménez y el tema de España en la poesía española contemporánea (XII)




Casa natal de Juan Ramón Jiménez en Moguer (Huelva, Andalucía)



Parece como si una buena parte de los españoles que nos declaramos de izquierdas estuviésemos un tanto como perdidos en el uso y comprensión de conceptos tales como pueblo, país, patria, gobierno, nación, Estado... Parecen similares pero no lo son. Para la derecha, sí; todo es lo mismo y va en el mismo saco. Quizá convendría buscar un punto de encuentro y despolitizar la cuestión un poco reivindicando para todos el nombre común de España que a todos nos acoge y ampara. Sin vergüenza alguna, sin remordimientos, sin amarguras de ninguna especie. Y para eso puede servirnos la poesía.

De ahí, mi atrevimiento de traer durante unas cuantas semanas, o mientras el cuerpo aguante, lo que algunos de los grandes poetas españoles contemporáneos, de izquierdas y de derechas, pero españoles todos, han dicho sobre su patria común, sobre la nuestra, sobre España.

Hoy traigo hasta el blog al poeta Juan Ramón Jiménez (1881-1958). Nacido en Moguer (Huelva, Andalucía), su poesía se adscribe al denominado modernismo vanguardista. Comenzó estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla, pero los abandona en 1899 para trasladarse a Madrid donde publica sus primeros libros. Problemas económicos familiares le hacen volver a Moguer en 1905, dando lugar a su época de mayor producción literaria. En 1916 se casa con la también escritora Zenobia Camprubí, con la que traduce al español la obra de Rabandrinath Tagore. En 1936 se exilian ambos a Estados Unidos, y ambos dan clase en la Universidad de Maryland (1942) y desde 1950 en la de San Juan de Puerto Rico, ciudad en la que fallece en 1958. En 1956 obtiene el Premio Nobel de Literatura. Les dejo con su poema: "Dentro":


¡Patria y alma!
Y el alma también es como la patria,
perdidas, dentro, sus orillas dobles
en el oro infinito de lo eterno.

Una abriga a la otra
como dos madres únicas
que fueran hijas de ellas mismas,
en turno de alegrías y tristezas.

Todo y solo está en ellas;
a ellas tan solo hay que entregarlo todo,
de ellas tan solo hay que esperarlo todo,
de la cuna a la muerte.

...Ahora que el cuerpo entró en su patria,
el alma se le entra.
¡Así, bien lleno! ¡Así, todo completo!
¡Con mi alma, en mi patria! 

"Dentro", de Juan Ramón Jiménez



Y mañana, con Eugenio de Nora. Ahora, por favor, sean felices. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt





El poeta Juan Ramón Jiménez




Entrada núm. 2096
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Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)