martes, 2 de septiembre de 2025

DE LAS ENTRADAS DEL BLOG DE HOY MARTES, 2 DE SEPTIEMBRE DE 2025

 





Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz martes, 2 de septiembre de 2025. En tiempos de bulos y banalidad necesitamos recordar quienes desde dentro o desde fuera sufrieron para recuperar la libertad, escribe en la primera de las entradas del blog de hoy la politóloga Pilar Mera. En la segunda, un  archivo del blog de febrero de 2014, el politólogo Xosé Luis Barreiro comentaba viendo el enfado de Federico Trillo, que cualquiera diría que el PP jamás se fue de cacería para arreglar pequeños asuntillos, o que no utilizó la justicia para deshacerse de sus enemigos. El poema del día, en la tercera, se titula Coca nº 4, es del poeta italiano Roberto Sabiano, y comienza con estos versos: Como una cosa sagrada de nombre impronunciable,/ como la amante secreta que tienes fija en el pensamiento,/como una superficie vacía sobre la que se puede escribir cada palabra,/así es la que buscas invocas recuerdas de mil maneras. Y la cuarta y última, como siempre, son las viñetas de humor, pero ahora, como decía Sócrates, "ἡμεῖς ἀπιοῦμεν" (nos vamos); volveremos a vernos mañana si las Euménides y la diosa Fortuna lo permiten. Sean  felices, por favor. Tamaragua, amigos míos. HArendt













DE HISTORIAS DE DEMOCRACIA

 








En tiempos de bulos y banalidad necesitamos recordar quienes desde dentro o desde fuera sufrieron para recuperar la libertad, escribe en El País [Historias de democracia, 24/08/2025] la politóloga Pilar Mera. “Un 20 de noviembre supe que, quizá y poco a poco, las puertas de España iban, por fin, a abrirse para los de fuera y para los de dentro”. María Casares, la mujer que pronunció estas palabras, era de “las de fuera”, comienza diciendo Mera. Tuvo que exiliarse siendo apenas una niña. Llegó a París un día antes de cumplir los 14. Cuatro décadas después, el 23 de noviembre de 1976, María recordó aquel pensamiento sobre un futuro esperanzador en Madrid, ante un auditorio abarrotado de gente reunida para homenajearla. En sus cuatro décadas de ausencia, la niña gallega se había convertido en la gran dama del teatro francés. Y el teatro la trajo de vuelta a España para protagonizar El adefesio, la obra que Rafael Alberti escribió en su exilio argentino para Margarita Xirgu. Dos más de “los de fuera”.

En sus memorias, María Casares cuenta que al conocer la muerte de Franco se puso a llorar. Con suavidad primero. Como un torrente después. Sin pensar ni sentir nada. Sin dejar de llorar. Quizás lloraba el desarraigo de la niña arrebatada de su infancia. A su familia, separada por la guerra. La muerte prematura en el exilio de su madre, Gloria Pérez. El lento apagar de su padre, Santiago Casares Quiroga, uno de los políticos más destacados del primer tercio del siglo XX. Y de los más olvidados. O peor recordados. El secuestro de su hermana Esther y de su sobrina, que por azar fueron las únicas Casares en la retaguardia rebelde en julio del 36, lo que las convirtió en las rehenes perfectas. Sin un cargo en contra, Esther sufrió persecución, cárcel, libertad vigilada, repudio social y 19 años de retención de pasaporte, con su apellido como único delito. Pese a los intentos desesperados de la familia por recuperarla antes de la muerte de Casares, cuando pudo abandonar España llevaba cinco años muerto. Una tragedia familiar y cuatro décadas de dictadura resumidas en aquellas lágrimas que sintetizan miles de historias.

Como la de Josefa Olivares, que era de “las de dentro”. Esta costurera socialista de Lavapiés, nacida con el despuntar del siglo XX, fue evacuada con sus hijas durante la guerra. De Madrid a Tomelloso. De Tomelloso a Burjasot. Regresaron a Madrid cuando los franquistas ya habían tomado la ciudad y se acostumbraron a vivir con miedo. El mismo miedo que, vestido de prudencia, llevó a una amiga de Josefa a protegerla quemando todos sus papeles comprometedores en su ausencia, incluida una foto de Pablo Iglesias y sus libros de García Lorca. El mismo miedo que no le impidió llevar comida a los presos que construían el Valle de los Caídos, pero que, como a tantos de “los de dentro”, la llevó a vivir en el silencio del exilio interior, hecha un ovillo, con su identidad y sus ideas escondidas en casa.

Los setenta alcanzaron a Josefa deprimida y casi desahuciada. Prácticamente vivía en la cama. La muerte de Franco insufló cierta vida en sus pulmones, pero en abril de 1978 resucitó de manera literal. El día que los restos de Largo Caballero llegaron a Madrid se levantó como un huracán de la cama, se vistió, cogió el bolso y a dos de sus nietos y se fue a la sede del PSOE, de donde partía el cortejo fúnebre hacia el cementerio civil. Josefa recobró la vida en sus últimos alientos al recuperar lo que creía perdido. El 19 de septiembre de 1978 asistió feliz con su familia al estreno de Así que pasen cinco años, rescatando del fuego a su amigo Lorca.

En tiempos de bulos y banalidad, con pensadores provocadores recetando dictaduras corporativas, jóvenes acomodados que juegan a la épica silbando el Cara al sol o partidos que se desgañitan gritando libertad con un discurso basado en acabar con ella, necesitamos recordar a todas las Marías y Josefas. Porque las historias de carne y hueso de los de fuera y de los de dentro, su dolor, pero también su renacer cuando en los setenta comenzaron a recuperar las libertades y la esperanza, son el mejor argumento a favor de la democracia. Pilar Mera Costas (Vigo, 1978), doctora en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense, es profesora en el departamento de Historia Social y del Pensamiento Político de la UNED. Está especializada en la historia de la Segunda República, la Guerra Civil y el franquismo.















ARCHIVO DELBLOG. GOLFUS DE HISPANIA. PUBLICADO EL 06/02/2014

 







Hace cinco años, en febrero de 2009, el partido popular ni soñaba aun con alcanzar el poder. Bueno, soñar quizá soñaran..., pero lo tenían bastante crudo. Más tarde, la crisis que no existía (o no veía) se la jugó a Zapatero y junto a sus propios errores de bulto pasó lo que pasó. Pero volvamos a febrero de 2009... 
Una amiga gallega que lleva muchos años viviendo en el norte de Europa me enviaba -y sigue enviando- las crónicas que en la prensa de su Galicia natal escribe Xosé Luis Barreiro, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de
Santiago de Compostela, y ex consejero de Presidencia del gobierno gallego (1982-1986) con el partido popular, y por aquellas fechas me envió la que reproduzco más adelante, que resulta una premonición cierta de muchas de las actitudes que los "populares" han acrecentado desde entonces: estulticia, mentira, desfachatez, desvergüenza... Se me acaban los sustantivos pero pienso que con los citados queda suficientemente claro lo que pretendo decir.
A mí me da grima hablar de política, y sobre todo de los políticos. Pero hay ocasiones en que los resortes le saltan a uno, aun sin querer. Una de ellas fue la del esperpéntico espectáculo del líder del partido popular (y en aquellos momentos de la oposición), Mariano Rajoy, rodeado de todos sus acólitos, clamando al cielo y proclamando a voz en grito la inocencia de su partido ante las acusaciones de corrupción. Inocencia que nadie ponía en duda ni entonces ni ahora porque los que delinquen son las personas, no los partidos.
Como soy de Letras y leído, la imagen me trajo casi instantáneamente a la cabeza la famosa escena del Tenorio, en la que don Juan, tras seducir a doña Inés y matar al Comendador, decide poner tierra por medio y huir a Italia. Como buen sinvergüenza, don Juan culpa a los demás de sus problemas y hace responsable al cielo de sus desmanes: "Llamé al cielo y no me oyó, y pues sus puertas me cierra, de mis actos en la tierra, responda el cielo, y no yo". ("Don Juan Tenorio", de José Zorrilla (1844). Escena X, Acto IV, Parte I). Patético...
El profesor Barreiro, le sacaba al asunto su punto de ironía y socarronería gallega. Les dejo con su artículo, titulado "Ese partido que nunca rompió un plato". Para más sarcasmo publicado el "Día de los Enamorados"... Disfrútenlo. 

"Ese partido que nunca rompió un plato", por Xosé Luis Barreiro
(La Voz de Galicia, 14/02/09). Viendo el enfado de Federico Trillo, o contemplando la fúnebre foto -¡vaya onomatopeya!- del acto en el que Mariano Rajoy, rodeado de todos sus escuderos y de los que esperan un buen momento para darle la puñalada trapera, le declaró la guerra al Ministerio de Justicia, cualquiera diría que el PP jamás se fue de cacería para arreglar pequeños asuntillos, o que no utilizó la justicia para deshacerse de sus enemigos, o que no mantiene prietas las filas a los que integran su finca privada del Poder Judicial, o que no son los inspiradores de la expeditiva ley de partidos que, mediante el democrático sistema de la deducción concatenada y falaz, es capaz de ilegalizar a María Santísima.
Para quien no les conozca como yo los conozco, hasta podría parecer que jamás han roto un plato en los juzgados, o que nunca han cenado con un juez para inspirarle una sentencia, o que nada de lo sucedido en los aledaños del urbanismo mediterráneo -donde dominan el ránking de imputados en proporción 9 a 1- tiene que ver con su partido ni afecta lo más mínimo a su reputación política.
Por eso me parece intolerable que, quienes presumen en toda hora de acatar los pronunciamientos de la Justicia, y quienes no necesitan más que una citación o un rumor para abrir las compuertas de su ira y pedir que dimita el sursum corda, se permitan insultar a Garzón a caño abierto, y transmitir a la ciudadanía la extraña sensación de que la Justicia no tiene ninguna garantía de independencia cuando el ministro del ramo se propone hacer una marrullería.
La idea de que aquí no ha pasado nada, y de que todo es una conspiración arbitraria urdida en pareja de hecho por Bermejo y Garzón, es una obscenidad imperdonable, que en modo alguno puede quedar justificada por la imprudente fiesta cinegética protagonizada por los ahora despellejados. Mi opinión es que, partiendo de la idea de que la cultura política e institucional depende en gran manera del comportamiento de nuestras autoridades y personalidades públicas, no debería salir tan barato insultar a un determinado juez o ministro al¡ amparo de las inmunidades creadas para preservar la libre opinión y el control riguroso del poder.
Si a cualquier ratero que robó un jamón le multan por desacato al segundo estornudo, no tiene sentido que un diputado -y profesional del derecho- se pueda despachar a gusto haciendo entender que Garzón se inventa un caso en beneficio del PSOE, que vive en prevaricación continuada, y que el ministro le va a pagar los servicios en especie. Y por eso creo que Rajoy tiene que intervenir y poner orden. Porque, si todos percibimos que no sabe gobernar este galimatías, menos nos vamos a creer que puede gobernar el país.


















EL POEMA DE CADA DÍA. HOY, COCA Nº 4, DE ROBERTO SABIANO

 








COCA Nº 4


 


Como una cosa sagrada de nombre impronunciable, 


como la amante secreta que tienes fija en el pensamiento,


 como una superficie vacía sobre la que se puede escribir cada palabra, 


así es la que buscas invocas recuerdas de mil maneras. 


Cada nombre suyo es un deseo, una pulsión, 


una metáfora, una alusión irónica. 


Ella es un juego y una desesperación, ella es la que tú quieres 


en cualquier momento, en cualquier lugar, a cualquier hora. 


Por eso en América puedes llamarla 24/7 


como el drugstore de debajo de tu casa, 


la llamas Aspirin porque es como ella efervescente 


que te hace bien o en Italia Vitamina C 


porque es tu modo de curarte el resfriado. 


La «C» es su letra 


también la indicas sólo con la inicial de su nombre, 


o la vocalizas como Charlie 


siguiendo el alfabeto de los pilotos y radioaficionados. 


O pídele la tercera letra, Number 3, 


al take-away de los deseos, 


Teclea C-game, C-dust, llámala Caine, 


que casi suena igual al nombre de Caín. 


Toma una «C» cualquiera en femenino: 


Corinne Connie Cora Cory o sobre todo Carrie,


 la chica que te agarra y se te lleva. 


Ella es un Cadillac, un Viaje, 


la pista que en turco se convierte en Otoban, autopista, 


La Veloce, Svelta, veloz; Ускоритель, uskoritel, el acelerador, 


Энергия, pura energía y Dinamite. 


Ella es la Botta la Bomba la Bamba. 


Es Bonza, Bubbazza, Binge y Barella. 


Ama la «B» explosiva y sensual. 


Blast, Bump, Boost, Bomb, Bouncing Powder, 


polvo que te hace brincar hasta el cielo, 


en el mundo hispano Bailar hasta el alba. 


Y cuando estás demasiado paranoico para hablar, 


andas con 256 que en el teclado del móvil 


es igual a BLO porque en inglés Blow equivale a «esnifar». 


Ella te hace pasártelo en grande, 


ella es Big Bloke, Big C, Big Flake, Big Rush. 


Ella te hace estar como dios y nada menos que Dios


la llamas en América Latina, 


pero también Diablo o Diablito. 


La caspa del diablo, Devil’s Dandruff, es coca en polvo, 


Devil’s Drug es el crack y te lo fumas 


con el Devil’s Dick, la polla del diablo. 


La coca normal puede convertirse en Monster, 


Piscia di gatto, orín de gato, Il giro nella casa degli orrori, un viaje a la casa del terror, 


pero la que te gusta evocar, 


la que vas buscando, es exactamente lo contrario: 


Paradise, Alas de Ángel, Polvere di stelle, 


Polvo Feliz, Polvo de Oro, Star Spangled Powder, 


Heaven Dust o Haven Dust, un oasis de paz para aspirar. 


Happy Powder, Happy Dust, Happy Trail, 


la raya que te hace feliz. 


Ella es Dream y Beam, rayo de luz. 


Es Aire porque te vuelve ligero como él, 


es Soffio en italiano, Soplo en español 


o sencillamente Sobre porque te hace siempre estar arriba. 


La llamas Angie como la más angélica amiga 


o Aunt Nora como la tía de las tartas caseras. 


En Brasil es Gulosa, 


en otras partes recuerda a muchas de las golosinas por las que flipan los niños: 


Icing, el rico glaseado de tu tarta de cumpleaños, 


Jelly y Jam, los escondidos tarros de mermelada, 


Candy y Candy C, los caramelos, Bubble Gum, Double Bubble, 


la doble burbuja que sólo se logra con los mejores chicles 


Granita, Mandorlata, Cubaita, Dolcetto, 


California Cornflakes, Bernie’s Cornflakes o Cereal. 


Los copos de cereales vienen de los Flakes, 


copos de nieve, porque la coca es siempre nieve.  


Snow                                                        Snö  


Schnee                           Снег                      Sne 


Neige


Nieve


 


La coca es nieve en cualquier lugar donde la nieve caiga, 


pero también puedes llamarla Florida Snow 


porque es milagrosa como una nevada en Miami. 


Es Свежий: svezhii, fresco 


y puede transformarse en Ice, el hielo que te sube por las venas. 


Ella es Snow White y Biancaneve, la más hermosa del reino. 


Tú no la envidias porque la alineas 


sobre el espejo de tus afanes. 


O bien es simplemente Bianca,  


Blanca,  


Blanche,  


Branca y Branquinha en Brasil  


Beyaz Ten, piel blanca en Turquía 


En Rusia белая лошадь: Belaia loshadi, Caballo blanco 


White Girl, White Tornado, White Lady, 


White Dragon, White Ghost, White Boy, White Powder 


Polvere bianca, Polvo blanco, Poudre, Pudra, en turco 


o todo lo que se le parece como el azúcar, 


Sugar, Azúcar, Toz şeker, el fino azúcar con el que se recubre el lokum. 


Pero también se parece a la harina, 


Мука, Mukà, en Rusia o 白粉: Bai fen en China. 


Es todo aquello que como sonido la recuerda, 


como el Cocco, Coconut, Coco en francés, кокос: kokos 


o Кекс: Keks, el plumcake ruso, pero sobre todo Кокс: Koks 


que es siempre Koks en alemán y en sueco, 


nombre antiguo que ha quedado privado de cobertura 


porque para calentarte ella todavía existe, 


pero ya no están las viejas estufas de carbón 


y cuando dices Coke (que es como la llamas también en francés) 


no piensas ya en un combustible para pobres. 


Así ella se ha convertido en Coke, 


pero ha sido la Coca-Cola la que ha aludido a la Coca 


y por lo tanto ésta ha adoptado todas las formas típicas 


de llamar a la famosa bebida: Cola en danés, 


Kola en sueco y en turco, 


кока en Serbia y en Rusia. 


A veces, no sé por qué, se transforma en animal. 


Puedes llamarla Coniglio, conejo, quizá porque es mágica 


como lo que sale del sombrero, o Krava, vaca, en croata; 


en español es Perico o Perica, 


a lo mejor porque te hace más locuaz, 


a veces el Gato que te ronronea. 


La llamas Farlopa que es su nombre coloquial más común, 


o Calcetín, o es también la Cama, el lecho 


que te hace soñar, la Tierra que tienes bajo tus pies. 


Si tomas la más económica 


se convierte en tu viejo amigo Paco, en italiano Fefè, 


así como en ruso puedes llamarla коля, Kolia, 


en Estados Unidos se convierte en Bernie, pero también en Cecil, 


un nombre más altanero, puedes evocarla con Henry VIII, 


el gran rey inglés, puedes mimarla 


llamándola Baby, o Bebé en español, 


pero ella más que ninguna otra droga 


es Love Affair con una hermosísima señora, 


Fast White Lady, Lady, Lady C, 


Lady Caine, Lady Snow, Peruvian Lady, 


ella es la Dama blanca o bien Mujer, 


la mujer por antonomasia, 


ella es Girl y Girlfriend, tu chica, 


o bien tu Novia, tu prometida. 


Como ella no hay más que una 


luego puedes llamarla incluso Mamá Coca; 


o bien decir sólo She o Her, 


ella no es otra cosa que ella misma y punto. 


Ella consume sus nombres como consume a sus amantes 


por eso esta lista no es más que una muestra, 


pero puedes llamarla como te plazca: 


ella responderá siempre a tu llamada. 




ROBERTO SAVIANO (1979)

poeta italiano


 


 












DE LAS VIÑETAS DE HUMOR DE HOY MARTES, 2 DE SEPTIEMBRE