¿Por qué buena parte de los españoles que nos declaramos de izquierdas damos la impresión de estar un tanto perdidos en el uso de términos tales como "pueblo, país, patria, gobierno, nación, España, estado"?... Al usarlos parecen similares pero no lo son. Para la derecha, sí; todo es lo mismo y va en el mismo saco. Los españoles que nos declaramos de izquierdas no deberíamos avergonzarnos de reivindicar el uso del nombre de España, la patria común que a todos nos acoge y ampara, No es solo de ellos, es también nuestra. Y deberíamos hacerlo sin vergüenza alguna, sin ningún tipo de remordimiento, sin amargura ni complejo de ninguna especie. Y para eso puede servirnos la poesía.
De ahí, mi atrevimiento de traer durante unas cuantas semanas, o mientras el cuerpo aguante, lo que algunos de los grandes poetas contemporáneos, poetas del exilio exterior e interior, pero españoles todos hasta la médula, han dicho sobre su patria común, sobre la nuestra, sobre España y su añoranza. Y es que, en palabras de Walt Whitman, "el poeta es el instrumento por medio del cual las voces largamente mudas de los excluidos dejan caer el velo y son alcanzados por la luz".
Hoy traigo hasta el blog al poeta Luis Felipe Vivanco. Nace en San Lorenzo del Escorial en 1907. Hijo de un magistrado pasa los primeros años de su niñez en continuos traslados de una ciudad a otra. En 1915 su familia se afinca en Madrid y allí estudia arquitectura, a lo que se dedicará profesionalmente, y poco más tarde filosofía y letras. En su juventud fue amigo personal de Rafael Alberti y Xavier Zubiri, publicando sus primeros versos en la revista Cruz y Raya. Al inicio de la guerra civil, a pesar de su republicanismo (era sobrino del también poeta José Bergamín), se decanta por la Falange y se suma al golpe militar colaborando en la propaganda del régimen franquista junto a otros poetas como Luis Rosales, Leopoldo Panero o Dionisio Ridruejo, con los que conforma la denominada Generación del 36 y con los que funda la revista Escorial. En su poesía adquiere una gran importancia el tema religioso, pero también el amor, la naturaleza, la familia y la vida cotidiana. Obtuvo el premio de la Crítica y el Fastenrath de la Real Academia Española. Muere en Madrid en 1975. Les dejo con su poema "Romance":
De ahí, mi atrevimiento de traer durante unas cuantas semanas, o mientras el cuerpo aguante, lo que algunos de los grandes poetas contemporáneos, poetas del exilio exterior e interior, pero españoles todos hasta la médula, han dicho sobre su patria común, sobre la nuestra, sobre España y su añoranza. Y es que, en palabras de Walt Whitman, "el poeta es el instrumento por medio del cual las voces largamente mudas de los excluidos dejan caer el velo y son alcanzados por la luz".
Hoy traigo hasta el blog al poeta Luis Felipe Vivanco. Nace en San Lorenzo del Escorial en 1907. Hijo de un magistrado pasa los primeros años de su niñez en continuos traslados de una ciudad a otra. En 1915 su familia se afinca en Madrid y allí estudia arquitectura, a lo que se dedicará profesionalmente, y poco más tarde filosofía y letras. En su juventud fue amigo personal de Rafael Alberti y Xavier Zubiri, publicando sus primeros versos en la revista Cruz y Raya. Al inicio de la guerra civil, a pesar de su republicanismo (era sobrino del también poeta José Bergamín), se decanta por la Falange y se suma al golpe militar colaborando en la propaganda del régimen franquista junto a otros poetas como Luis Rosales, Leopoldo Panero o Dionisio Ridruejo, con los que conforma la denominada Generación del 36 y con los que funda la revista Escorial. En su poesía adquiere una gran importancia el tema religioso, pero también el amor, la naturaleza, la familia y la vida cotidiana. Obtuvo el premio de la Crítica y el Fastenrath de la Real Academia Española. Muere en Madrid en 1975. Les dejo con su poema "Romance":
Contigo, tierra de España,
contigo y solo contigo.
Mañana contigo muerto,
pero hoy ya contigo vivo.
Contigo y con las distancias
leonadas de tu mutismo.
Contigo y con tus barbechos.
Contigo y por tus caminos.
Contigo y tus encinares,
y en cabezo, el novillo.
Contigo y con tus barrancos
donde la flor del espino.
Contigo y con tus laderas
de primavera y estío:
contigo en chortales verdes
y en pastizales pajizos.
Contigo en cerros de pieda
para el olor del tomillo.
Contigo en grietas de tesos
y en arroyos repetinos.
Contigo y con tus azadas
que riegan huertos raquíticos.
Contigo en oueblos que aplasta
la luz de un cielo agresivo,
Contigo y con tus ciudades
de agrestes rincones íntimos.
Si en tu Segovia me pasmo,
en tu Ávila me alucino.
Contigo, tierra de España.
Primero contigo niño,
pero hoy ya contigo hombre.
Contigo y con tu castigo.
"Romance"
Luis Felipe Vivanco
Y en la próxima ocasión nos vemos con el poeta Eladio Cabañero. Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt
El poeta Luis Felipe Vivanco
Entrada núm. 2138
http://elblogdeharendt.blogspot.com
Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri