El blog de HArendt - Pensar para comprender, comprender para actuar - Primera etapa: 2006-2008 # Segunda etapa: 2008-2020 # Tercera etapa: 2022-2024
viernes, 19 de julio de 2024
Sobre los mundos sin dioses. Especial 1 de hoy viernes, 19 de julio
De la historia, breve, del nacionalismo
[ARCHIVO DEL BLOG ] La vida de las palabras. [Publicada el 07/07/2019]
El poema de cada día. Hoy, Pez, de Elena Medel (1985)
PEZ
Nuestro plato favorito requería cierta preparación. Mi abuela abría el pescado en vertical,
leyendo mi futuro.
Sobre la superficie herida distribuía su relleno, con cuidado: las marcas de la muerte no deben
infectarse.
Mientras, ella me hablaba. Yo aún era pequeña; había vuelto del colegio, preguntaba qué
había de almorzar, relamía mis gracias y decía:
peces como los del verano. Por entonces hacía frío. Y al terminar de comer nos sentábamos
juntas, veíamos la televisión juntas, respirábamos juntas cada noche.
Vivir era costumbre de las dos,
y en verano me enfadaba al verla caminar
orilla arriba
orilla abajo:
yo me enfadaba porque temía perderla en una ola, o que se resfriase, o simplemente estar
lejos de ella unos minutos.
Al volver, me sentaba en su hamaca y me ayudaba a limpiarme la arena de los pies, a buscar
mis ceras en la bolsa, a despegarme la sal y las legañas.
El invierno es, ahora, amable en esta casa. Al entrar he querido encontrarte tranquila,
repitiendo tus historias, sonriendo al recordar los buenos tiempos, como siempre,
siguiendo las costumbres de mi infancia.
Pero no ahora no estás. Las dos ya no vivimos, y el frío me agarra por la espalda y me golpea,
recuerda tantas cosas que vuelvo a tener miedo,
y mis ojos
resbalan en mis manos
húmedos
como el pez del invierno
Elena Medel, 1985. Poetisa española
jueves, 18 de julio de 2024
De nosotros, los españoles
[ARCHIVO DEL BLOG] 18 de Julio: Setenta y seis años después. [Publicada el 18/07/2012]
No deja de resultar llamativo que apenas se haya hecho mención a ella en los medios de comunicación. Hay algunas excepciones, claro está. El historiador Ángel Viñas, en El País de ayer, publicaba un interesante artículo en el que presta atención a los grupos políticos que de forma más o menos encubierta fraguaron el golpe de Estado y animaron a los militares a rebelarse contra el gobierno republicano. Son datos novedosos, que forman parte de un libro de próxima publicación, que el autor adelanta en el artículo. Lo son porque hecha por tierra el protagonismo que siempre se ha atribuido en su preparación a falangistas, carlistas e incluso a la CEDA de Gil Robles. Por el contrario resalta el papel que jugaron en esos preparativos golpistas los monárquicos de Renovación Española, y por supuesto, los gobiernos de Alemania e Italia, sobre todo éste último.
La coda final del artículo la dedica el profesor Viñas a criticar la "no-desclasificación" de los documentos militares que rebelan esos hechos en base, entre otras razones, a no “perjudicar” las relaciones diplomáticas con Italia, pero desvelar la fría agresión italiana, dice, que es lo peor que un país puede hacer a otro, no dañará las relaciones con él. Sí lo hace, añade, un gobierno, el nuestro, temeroso del pasado y que tampoco se fía de sus ciudadanos. Y eso sí que da que pensar. En la Unión Europea, tras tantos años, España vuelve a ser diferente, termina.
El poema de cada día. Hoy, Espejo negro, de Miriam Reyes (1974)
ESPEJO NEGRO
No tengo casa a la que volver
ni esperanza de la que colgarme
por eso camino.
Las casas se derrumban a mi paso
la tierra es una alfombra de escombros.
Me detengo a admirar la belleza de las palas mecánicas
los movimientos de las excavadoras me erizan de deseo.
De noche las contemplo:
los perfiles inmóviles de las palas
descansando sobre el cielo azul cobalto
al lado de la luna de luz nacarada
son aún más hermosos que los brazos de los hombres que las manipulan
y las excavadoras
con sus enormes bocas abiertas y llenas todavía
de tierra y escombros
parecen enormes animales muertos.
Mis padres me enseñaron a no tener nunca nada.
Ellos me enseñaron a no volver nunca a casa
a no decir nunca esta casa es mía
aquí me quedo yo
en este lugar que amo.
Cierro la puerta y no necesito mirar atrás para saber
que la casa ya no existe más.
En ninguna parte sin hablar con nadie estoy
pero si nos cruzamos
puedo enseñarte a caminar sonriente sobre la desolación.
Miriam Reyes (1974). Poetisa española