No hay sistemas electorales buenos o malos. Todos tienen ventajas e inconvenientes. Si acaso, los hay mejores y peores a la hora de establecer la más exacta correlación entre los votos emitidos y obtenidos por cada candidatura y los escaños atribuidos a cada una de ellas. Pero eso sí, todos están hechos a la medida de los intereses de quienes los promueven.
Entre las manipulaciones más conocidas de un sistema electoral en beneficio propio alcanzó renombre universal el "Gerrymandering". Un término de ciencia política referido a una manipulación de las circunscripciones electorales de un territorio, uniéndolas, dividiéndolas o asociándolas, con el objeto de producir un efecto determinado sobre los resultados electorales y mejorar o empeorar los resultados de un determinado partido político o grupo étnico, lingüístico, religioso o de clase. Era, por tanto, una técnica destinada a quebrar la imparcialidad de un sistema electoral determinado haciendo que el porcentaje de escaños de un distrito no coincidiera con el porcentaje de población del mismo, pues algunos distritos estaban sobrerrepresentados y otros infrarrepresentados.
El término "Gerrymandering" fue una invención periodística con origen en el apellido del gobernador del estado norteamericano de Massachusetts, Elbridge Gerry, que hacia 1812, preocupado porque su partido, el Demócrata-Republicano, no lograba la victoria en los distritos del norte y el oeste del estado, decidió unificar todos esos distritos en uno solo, que de ese modo obtendrían menos escaños en la legislatura.
Unos periodistas de la época, al observabar el nuevo mapa electoral, se percataron de que el distrito así creado tenía la forma de una salamandra a la que pusieron por nombre "Gerry-mander". La caricatura de la salamandra se publicó en el Boston Gazette en marzo de 1812, y representaba a un extraño animal con garras, alas y una cabeza que recuerda a la de un dragón. El término tuvo éxito, pasando a designar cualquier forma de manipulación de los distritos electorales con fines partidistas. Su institucionalización se completó con su inclusión en el Oxford English Dictionary en 1848.
En España el sistema electoral diseñado por la Constitución de 1978 es el proporcional, es decir, aquel en el que la atribución de escaños se produce de manera directamente proporcional a los votos obtenidos por cada candidatura en la circunscripción electoral de que se trate. Eso sí, con correcciones y añadidos como el tamaño poblacional de cada circunscripción, el número de estas y los escaños atribuidos a cada una de ellas, la fijación de un número mínimo de escaños por circunscripción y de votos obtenidos en cada una de ellas o en conjunto de la comunidad autónoma por debajo de las cuales no se atribuyen escaños a las candidaturas. Hay más, pero esas son las principales falacias que distorsionan, a gusto de sus promotores, los resultados electorales en España. Lo explicaba muy bien El País en un reciente artículo titulado De votos a escaños, firmado por Marcos Sanz y Francisco Camas, que pueden leer en el enlace anterior.
Por mi parte, desearía exponer dos ejemplos de distorsión de los resultados electorales, en función del sistema electoral proporcional aplicable, muy recientes en el tiempo: las elecciones al parlamento de Cataluña del domingo pasado, y las elecciones al parlamento de Canarias, en marzo de este mismo año.
En Cataluña hay cuatro circunscripciones electorales y en Canarias siete, a efectos de elegir a los 130 diputados del parlamento catalán y los 60 del parlamento canario.
Estos son los resultados oficiales de las elecciones al parlamento de Cataluña del domingo pasado, con el número de votos obtenidos por cada lista electoral y el número de escaños atribuidos a la misma, unificados al ámbito regional:
Número total de votos emitidos (Válidos+nulos+en blanco): 4.115.807
Votos y escaños obtenidos por cada candidatura:
Juntos por el Sí: 1.620.973
Escaños: 62
Ciudadanos: 734.910
Escaños: 25
Partido Socialista de Cataluña:
522.209
Escaños: 16
Cataluña es Posible: 366.494
Escaños: 11
Partido Popular: 348.444
Escaños: 11
CUP: 336.375
Escaños: 10
Unión Democrática de Cataluña: 102.870
Escaños: 0
Ahora bien, si se aplicase un sistema electoral proporcional puro, es decir, uno en que la circunscripción electoral fuera la totalidad de la comunidad autónoma de Cataluña y no existiesen barreras de acceso al escaño en función de un número mínimo de votos obtenidos por cada candidatura, sistema este empleado en la elección de los diputados por España en el parlamento europeo, los resultados varían ostensiblemente. La fórmula de cálculo es sencilla: se divide el número total de votos emitidos (4.115.807) por el de escaños (130) y se van atribuyendo escaños a cada lista en función del cociente obtenido de la división anterior (1 escaño por cada 30.487 votos obtenidos) y aplicando los escaños sobrantes según los restos sobrantes (no enteros) de votos de cada lista. El resultado obtenido sería el siguiente:
Juntos por el Sí: 54 escaños
Ciudadanos: 24 escaños
Partido Socialista: 18 escaños
Cataluña es Posible: 12 escaños
Partido Popular: 12 escaños
CUP: 11 escaños
Unión Democrática de Cataluña: 4 escaños
La distorsión de los resultados electorales en las elecciones al parlamento de Canarias de marzo pasado son aún mucho más llamativas. Unificados en el ámbito regional los resultados obtenidos en las elecciones de marzo pasado son estos:
Número total de votos emitidos: 931.876 (Válidos+nulos+en blanco)
Votos y escaños obtenidos por cada candidatura:
Partido Socialista Canario: 182.006
Escaños: 15
Partido Popular: 170.129
Escaños: 12
Coalición Canaria-PNC: 164.458
Escaños: 16
Podemos: 133.044
Escaños: 7
Nueva Canarias: 93.634
Escaños: 5
Ciudadanos: 54.375
Escaños: 0
Unidas: 23.428
Escaños: 0
Canarias Decide (IU+LV): 20.027
Escaños: 0
Agrupación Socialista Gomera: 5.090
Escaños: 3
Agrupación Herreña Independiente: 2.521
Escaños: 2
Si aplicamos el sistema electoral proporcional puro expuesto más arriba, es decir, uno en que la circunscripción electoral fuera la totalidad de la comunidad autónoma de Canarias y no existiesen barreras de acceso al escaño en función de un número mínimo de votos obtenidos por cada candidatura, los resultados varían ostensiblemente. La fórmula de cálculo es sencilla: se divide el número total de votos emitidos (931.876) por el de escaños (60) y se van atribuyendo escaños a cada lista en función del cociente obtenido de la división anterior (1 escaño por cada 15.531 votos obtenidos) y aplicando los escaños sobrantes según los restos sobrantes (no enteros) de votos de cada lista. El resultado obtenido sería el siguiente:
Partido Socialista Canario: 13 escaños
Partido Popular: 12 escaños
Coalición Canaria-PNC: 11 escaños
Podemos: 9 escaños
Nueva Canarias: 7 escaños
Ciudadanos: 4 escaños
Unidas: 2 escaños
Canarias Decide (IU+LV): 2 escaños
Agrupación Socialista Gomera: 0 escaños
Agrupación Herreña Independiente: 0 escaños
Termino. Les recomiendo la lectura de este interesante artículo del profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Pública de Navarra, Jorge Urdánoz Ganuza, titulado Diseño electoral en beneficio propio. Creo que lo encontrarán muy interesante e instructivo. Les propongo un sencillo ejercicio de ingeniería electoral: Busquen los datos de las últimas elecciones al parlamento de su comunidad autónoma (los pueden encontrar en la página electrónica de cada uno de ellos) y trasládenlos a un hipotético sistema electoral proporcional puro, de forma similar a como yo he hecho con los de Cataluña y Canarias. Seguro que se sorprenderán. Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt