Me sumo con enorme respeto y admiración al homenaje que el pueblo español rinde en estos días a esos otros españoles de "ambos hemisferios", hijos de la Ilustración, que mañana hace justamente doscientos años, promulgaban en la ciudad de Cádiz la primera Constitución de nuestro país, la primera constitución liberal de Europa, y que con ello hacían nacer la Nación española como sujeto y protagonista de la historia patria.
Pueblo, patria, país, nación, Estado: He utilizado cinco términos que coloquialmente pueden ser considerados como sinónimos pero que histórica, jurídica y políticamente designan realidades distintas. En el Diccionario de Política (Siglo XXI, Madrid, 1994) de Norberto Bobbio, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino, ni tan siquiera figuran las voces "patria" o "país", y las tres restantes reciben tratamiento desigual: diez páginas la de "Estado", cinco la de "nación", y dos la de "pueblo".
Que el 19 de marzo de 1812 nacía la "Nación española", no es una afirmación gratuita. Contra lo que suele pensarse habitualmente el "Estado" no es una creación de la "Nación", sino, precisamente, lo contrario: es el Estado el que crea la Nación como entidad política. Por supuesto que España existía como Estado antes de esa fecha, pero no como nación. Antes de la Revolución Francesa y de la proclamación solemne de la Declaración de los Derechos del Hombre y de los Artículos de Constitución, en Octubre de 1789, existía el Estado francés, pero no la Nación francesa. Es el cambio de súbditos a ciudadanos que conlleva la revolución (en Estados Unidos, en Francia, en España, Iberoamérica, Alemania e Italia) y la promulgación de sus respectivas Constituciones las que crean las nuevas realidades nacionales como sujetos y protagonistas de la Historia.
Desde la página electrónica de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, creada en 1988 por la Universidad de Alicante, y sostenida en la actualidad por la Fundación de ese mismo nombre que preside Mario Vargas Llosa, pueden acceder al portal dedicado a la Constitución española de 1812. Un portal temático que, bajo la dirección científica del profesor Ignacio Fernández Sarasola, de la Universidad de Oviedo, y en colaboración con Fernando Reviriego Picón, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, ofrece un amplio e impresionante catálogo de textos sobre la primera Constitución promulgada en España: contexto histórico, documentos, cronología, bibliografía, estudios, imágenes y enlaces de interés. Les animo a visitarlo y disfrutar de su contenido.
Y desde la Revista de Historia Constitucional, su número 13, editada también por la Universidad de Oviedo, acceder al monográfico especial que dedica a la Constitución de Cádiz con motivo de su bicentenario. Más de 800 páginas con decenas de artículos publicados por los más eminentes y prestigiosos historiadores, profesores y politólogos en homenaje a nuestra primera constitución.
Con cierta dosis de nostalgia, no exenta de cariño, rememoro con ocasión de la fecha que conmemoramos dos entradas anteriores del blog sobre este mismo asunto del bicentenario de la Constitución de Cádiz: Una, publicada el 20 de abril de 2009, con el título de Los fastos de Cádiz. Carta abierta a la ministra de Cultura; la otra, de fecha 9 de abril de 2010, titulada Historiadores y fastos patrios, que espero les resulten interesantes.
Y como colofón de la efeméride pueden leer el artículo 1812: Cuando España quiere ser moderna e ilustrada" que en El País del 19 de marzo publicaba José María Lasalle, secretario de estado de Cultura; el editorial de ese mismo periódico titulado Las preguntas de Cádiz; y los enlaces a otros artículos de opinión sobre el hecho que nos ocupa a los que pueden acceder desde los mismos.
Y sean felices, por favor, a pesar del gobierno. Tamaragua, amigos. HArendt
Y como colofón de la efeméride pueden leer el artículo 1812: Cuando España quiere ser moderna e ilustrada" que en El País del 19 de marzo publicaba José María Lasalle, secretario de estado de Cultura; el editorial de ese mismo periódico titulado Las preguntas de Cádiz; y los enlaces a otros artículos de opinión sobre el hecho que nos ocupa a los que pueden acceder desde los mismos.
Y sean felices, por favor, a pesar del gobierno. Tamaragua, amigos. HArendt