Atentado de ETA en 1991
El artículo que en El País de hoy publica su corresponsal político en el País Vasco, Luis R. Aizpeolea, titulado "La izquierda ''abertzale''' da un gran paso", me ha llevado a una dolorosa reflexión personal sobre la democracia, y lo que ella conlleva de dramática servidumbre y de gloriosa grandeza. La grandeza de la democracia, el respeto a la ley, es también su servidumbre. Comprendo las reticencias del gobierno y del partido socialista, me llena de estupor el cinismo del partido popular, y me preocupa la práctica unanimidad de la izquierda y los nacionalistas, pero la democracia tiene estas cosas. Si el partido que la izquierda nacionalista radical vasca pretende crear cumple los requisitos que la Constitución y la ley le imponen, habrá que legalizarla. Y todas las consideraciones personales, por justas que resulten, o por peligrosas que pensemos que sean las consecuencias de esa legalización, tienen que ceder ante el hecho fundamental de que la democracia no se construye desde la exclusión del adversario político sino desde el respeto a su existencia, por mucho que nos desagrade lo que dicen o hacen. La ley solo juzga hechos, no opiniones. Son las personas las que delinquen, no los partidos. Son la Constitución y la ley quienes determinan el terreno de juego de la democracia, no nuestras opiniones, nuestras filias o nuestras fobias. Podemos comprender y compartir el dolor de las víctimas, pero nadie puede pedir a otros que compartan su dolor si no desean hacerlo; lo que si podemos y debemos exigirles es que condenen la violencia, la extorsión y el asesinato como medio de actuación política. Esa es, como demócratas, nuestra servidumbre. Esa es, como demócratas, nuestra grandeza. Ahora, que decidan los jueces. Sean felices a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt
Dirigentes radicales vascos presentan nuevo partido
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Entrada núm. 1350 -
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3 comentarios:
No puedo evitar acordarme de un importante teórico político y filosófico del siglo XIX, el que hablaba de la importancia de conocer y ponerse en el lugar del contrario. El pasado de lo que ha ocurrido es realmente terrible, ETA es uno de los puntos oscuros más terribles en la reciente historia de España, pero dos cosas me vienen a la cabeza:
La primera, la ley, a la que ahora el nuevo partido intenta adaptarse para poder entrar en las próximas elecciones, ha sido realizada y aceptada por los mismos que ahora rechazan frontalmente que pueda legalizarse el partido Sortu (véase PP). Si realmente cumplen la ley, ¿en base de qué el rechazo? Quizá implícitamente están diciendo que la ley no era lo suficientemente exigente para evitar lo que está ahora ocurriendo.
No puede obviarse el importantísimo paso que están dando. La cuestión es si es o no real, si es una mera fachada o una real intención. Si no les deja entrar siguiendo las reglas del juego y participar con respecto a ellas, difícilmente se acabará sabiendo.
En mi opinión, la única salida al conflicto es la dialogada. Y el hecho de que se legalice este partido, con el rechazo frontal por la violencia de ETA, puede dejar a ETA desarmada. Si por el contrario se impide el intento más importante de la izquierda abertxale por atenerse a la ley y la Constitución, la única salida que les quedará será ETA. ¿De veras es lo que la sociedad quiere? ¿Las víctimas del terrorismo quieren acabar con el conflicto o quieren venganza? La Ley debe de estar por encima de esto.
Es mi opinión, discutible, y quizá en contra de lo que la mayoría opina. El tiempo dará y quitará razones.
Un saludo.
Ramón Risueño
Querido Ramón: Completamente de acuerdo contigo. Es muy posible que sea un engaño, pero aunque lo seam ahora, si cumplen los requisitos que determina la ley, tienen que ser legalizados. A mí, en este momento concreto, me da más miedo el PP que Sortu. ¿Por qué?: sencillamente porque a Sortu le va a estar vigilando la ciudadanía vasca, la policía, los jueces, el gobierno, la sociedad civil, la prensa... El PP me da más miedo porque se cree en posesión de la verdad absoluta, y de ahí, al autoritarismo solo va un paso...
Dicen por ahí que, el zorro pierde el pelo, nunca las mañas....
Pienso que los derechos de la democracia corresponden a todos, y el espíritu de la ley también- Las personas formadas en este idealismo de terror, en el que la vida y los proyectos de sociedad organizada para el progreso,no tienen cabida. El límite de muerte que los rige, no creo que su tolerancia deje atrás . Los fanáticos no cambian.
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