sábado, 2 de diciembre de 2023

De lo atractivo de Europa

 








Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz sábado. Mi propuesta de lectura para hoy, del historiador Timothy Garton Ash, va lo atractivo de Europa. Se la recomiendo encarecidamente y espero que junto con las viñetas que la acompañan, en palabras de Hannah Arendt, les ayude a pensar para comprender y a comprender para actuar. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos. harendt.blogspot.com











El problema de Europa es que es demasiado atractiva
TIMOTHY GARTON ASH
28 NOV 2023 - El País - harendt.blogspot.com

El poder blando europeo puede socavar el poder blando de Europa. El profesor de Harvard Joseph Nye define el poder blando como la capacidad de atracción de un país. Una encuesta mundial reciente ha vuelto a confirmar que Europa lo tiene de sobra. Cuando se pregunta a personas de países tan diversos como Turquía, Arabia Saudí, Corea del Sur, Sudáfrica y Brasil dónde les gustaría vivir aparte de su propio país, la mayoría eligen Estados Unidos o Europa. En cambio, casi nadie quiere vivir en China o Rusia.
Y ese es precisamente el problema de Europa. Es tan atractiva que millones de personas desearían venir a vivir aquí. Y lo intentan cientos de miles, que arriesgan la vida en endebles embarcaciones a través del Mediterráneo o en otras rutas peligrosas. “Europa o la muerte”, decía uno. Pero el miedo a la inmigración masiva y descontrolada está haciendo que muchos votantes europeos opten por partidos populistas xenófobos que no se limitan a explotar el pánico por el peligro que ven para la civilización sino que hacen todo lo posible por fomentarlo.
2023 recuerda cada vez más a 2015. La crisis de los refugiados que comenzó ese año impulsó con claridad el voto a Alternative a para Alemania (AfD) en Alemania y al Partido Liberal de Austria, para no hablar del Brexit. Ahora, la AfD vuelve a tener buenos resultados en las encuestas, incluso en regiones prósperas de Alemania occidental como Baviera y Hesse. En Austria, el Partido de la Libertad encabeza los sondeos de opinión. Esta semana, el Partido de la Libertad del populista antiislámico Geert Wilders logró un triunfo sorprendente en las elecciones nacionales de los Países Bajos. Y el próximo mes de junio se celebran las elecciones al Parlamento Europeo.
Frente a esta tendencia, los partidos mayoritarios también están proponiendo medidas cada vez más duras para controlar la inmigración ilegal. Un jefe de Gobierno europeo me dijo hace poco que, en su opinión, Europa tendría que hacer “algo intolerable” para abordar este problema. Estuve a punto de responderle: ¿no lo estamos haciendo ya? ¿No es intolerable que los guardacostas griegos sean sospechosos de rechazar embarcaciones de refugiados, lo cual infringe el principio tradicional de no devolución? ¿No es intolerable que la UE haya permitido que las fuerzas libias se lleven de vuelta a espantosos campos de internamiento a quienes intentan emigrar? ¿No es intolerable que el Gobierno italiano de Giorgia Meloni esté impidiendo que ni siquiera los barcos de rescate de ONG privadas puedan salvar a personas de morir ahogadas en el Mediterráneo? ¿No es intolerable que el Gobierno británico piense seriamente en retirarse del Convenio Europeo de Derechos Humanos, solo para enviar a unos cientos de solicitantes de asilo a Ruanda?
La gente de todo el mundo ve que la maravillosa libertad de circulación de la que disfrutan los europeos en el espacio Schengen se compra a costa de las restricciones con las que se topan los demás para venir a Europa. No hay más que preguntar a cualquier turco o indio cuál ha sido su experiencia em el intento de obtener un visado Schengen o un visado para el Reino Unido. Por si fuera poco, la estridente retórica de los populistas de extrema derecha como la exministra del Interior británica Suella Braverman —que califica la inmigración ilegal de “invasión” y a los manifestantes contra las acciones militares de Israel en Gaza de “turbas propalestinas”— amenaza con enfurecer cada vez más a los millones de personas inmigrantes que ya viven en Europa.
El poder blando de Europa no consiste solo en la prosperidad, el Estado de bienestar y la calidad de vida. También tiene que ver con la libertad, el Estado de derecho, la tolerancia y el respeto a los derechos humanos. En esa misma encuesta llevada a cabo en todo el mundo, muchos entrevistados afirman que la Rusia de Vladímir Putin no forma parte de Europa “en lo que respecta a sus principios políticos actuales”. Europa se asocia a una serie de valores. Pero no resulta creíble como continente de principios si la propia Europa los quebranta, precisamente en los lugares donde la gente del resto del mundo entra en contacto con ella: sobre todo en las fronteras, pero también en la acogida de solicitantes de asilo y en la provocadora y errónea calificación de las personas de origen inmigrante que ya están dentro de esas fronteras.
No cabe duda de que hay que gestionar la migración a Europa. El eslogan de la campaña del Brexit —”¡Recuperemos el control!”— fue todo un hallazgo porque llegaba a lo más hondo del miedo de los votantes: que la inmigración se hubiera desbordado. Ahora, el expresidente alemán Joachim Gauck está hablando de Kontrollverlust, la pérdida de control, que nos suena. Si, en los próximos seis meses, los gobiernos europeos no consiguen transmitir a sus electores la sensación de que la migración está controlada, es posible que las elecciones europeas del próximo junio representen un brusco giro de la UE hacia la derecha iliberal. Ahora bien, la inmigración debe gestionarse de manera segura, humana y legal, o Europa traicionará sus propios principios.
Si Europa no es capaz de hacerlo y emprende una deriva en un sentido u otro, la manera de afrontar las consecuencias de su “capacidad de atracción” empezará a socavar otro aspecto importante de su poder blando: los valores. Este es el dilema.
 







































[ARCHIVO DEL BLOG] Una cuestión moral. [Publicada el 02/12/2008]











Leo en la prensa de hoy que el Gran Duque de Luxemburgo, Enrique de Nassau, se opone por razones morales a sancionar y promulgar la ley aprobado por el Parlamento de su país reconociendo el derecho a la eutanasia de sus ciudadanos. Contra lo que pueda parecer -y aún estando a favor de ese derecho- me parece correcta la postura del gran duque de exponer razones morales para negar su sanción.
Dicho esto, la reflexión que me hago es la siguiente: ¿Los criterios morales del jefe del estado, órgano sancionador de las leyes, deben prevalecer sobre la voluntad soberana del pueblo expresada a través del Parlamento? Evidentemente, no. Y ante ello, a partir de ahí, sólo caben dos soluciones: la abdicación del monarca, o su destitución por el Parlamento.
La primera, que espero sea la que adopte el gran duque Enrique, pondría fin al enfrentamiento entre la soberanía popular luxemburguesa encarnada en el Parlamento y el monarca como Jefe del Estado. La segunda, de no producirse la abdicación, entiendo que debería llevar al primer ministro a la dimisión o a solicitar la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones de acuerdo con la Constitución de Luxemburgo, celebradas las cuales el nuevo Parlamento debería votar la destitución del monarca o la abolición de la monarquía y la consiguiente proclamación de la república. La democracia tiene mecanismos suficientes como para resolver la disyuntiva entre moralidad y legalidad, respetando ambas. Y me gustaría creer que así lo harán los luxemburgueses. Sean felices. Tamaragua. HArendt























Enrique de Nassau




"El Gran Duque de Luxemburgo se opone a la legalización de la eutanasia" (Agencias)

Enrique Nassau alega motivos morales para oponerse a una proposición aprobada este año por el Parlamento. Después de que el Parlamento de Luxemburgo aprobara la legalización de la eutanasia, el Gran Duque de Luxemburgo se ha negado a ratificar la norma, requisito para que entre en vigor. Como argumento, el soberano ha invocado a los valores morales y de conciencia en un discurso retransmitido por radio .

El Gran Duque Enrique todavía no se había manifestado sobre una ley que el Parlamento dio su visto bueno tras una votación muy ajustada y a pesar de la oposición del partido socialcristiano (CSV) del primer ministro, Jean-Claude Juncker. La Constitución del país confiere al Gran Duque la potestad para promulgar y sancionar las leyes. Aunque no es habitual que el soberano se niegue a ratificar una norma aprobada en la cámaras, existen excepciones. Por ejemplo, en Bélgica, país vecino de Luxemburgo, el rey Balduino se manifestó en contra de la ley que regulaba el aborto en 1990.

La ley en cuestión contempla que para excluir la comisión de delito en caso de que un médico ayude a morir a una persona deben darse una serie de circunstancias precisas. En concreto, el paciente ha de ser mayor de edad o menor emancipado, tener un diagnóstico irreversible y un sufrimiento físico o psíquico "constante e insoportable sin perspectiva de mejora" y exponer de manera voluntaria y reiterada, sin presión externa, su deseo de morir. El médico tendrá que informar adecuadamente al enfermo de su situación y sus posibilidades terapéuticas y deberá, además, consultar a otro profesional sobre el carácter grave e incurable de la afección. El texto instaura, además, el "testamento vital", en el que el enfermo hará constar por escrito su voluntad y que se archivará en un registro controlado por la Dirección de Salud Pública.

En la Unión Europea, Bélgica y Holanda han despenalizado la eutanasia. Luxemburgo iba a ser el siguiente país en contemplar el derecho a la muerte digna en su legislación.
(El País, 02/12/08)





viernes, 1 de diciembre de 2023

De Occidente y sus batallas perdidas

 






¿Perderá Occidente todas sus batallas?
WOLFGANG MÜNCHAU
01 DIC 2023 - El País - harendt.blogspot.com

David Cameron acaba de prometer que el Reino Unido apoyará a Ucrania durante “el tiempo que haga falta”. Para alguien con una vida política estimada en aproximadamente un año, se trata de una promesa que raya en el delirio. Siempre hay unas elecciones o algún otro acontecimiento inoportuno en el lado equivocado del horizonte temporal de nuestros aliados.
El futuro en Ucrania y Oriente Próximo brinda muchas posibilidades. Una victoria gloriosa es una de ellas. Pero también lo es la derrota total. Occidente podría perder sus guerras subsidiarias tanto en Ucrania como en Israel, y también su batalla económica contra China. El escenario del desastre total no es una predicción, pero sí una hipótesis plausible.
¿Cómo es esto siquiera posible? Occidente es mucho más rico que China o que Rusia. Tiene ejércitos superiores. Estados Unidos sigue siendo el líder mundial en tecnología, con un montón de artilugios de alta tecnología en fase de desarrollo. Tenemos sistemas políticos estables. ¿Por qué no zanja esto el debate?
Hay varias razones. El tejido social de Occidente se ha ido desintegrando. El ascenso de Donald Trump y el Brexit no fueron las singularidades que los defensores liberales del statu quo habían pronosticado. Brasil tuvo a Jair Bolsonaro. Argentina acaba de elegir a Javier Milei, el ultralibertario que quiere abolir el banco central. Trump vuelve a ser un serio aspirante a la presidencia de Estados Unidos. Considero que la combinación de crisis financieras, rescates monetarios, austeridad fiscal y globalización excesivamente entusiasta son las razones profundas de la inestabilidad política colectiva de Occidente.
En segundo lugar, la participación de Occidente en la producción económica mundial no ha dejado de caer, desde el 60% en 1980 hasta alrededor del 40% en la actualidad. (Fíjense en que utilizo la medida de Paridad del Poder Adquisitivo del Fondo Monetario Internacional. Hay diferentes medidas). Se prevé que seguirá descendiendo. Lo que no se ha desinflado son nuestros egos y tampoco nuestra sensación de que seguimos dirigiendo el mundo.
En tercer lugar, nuestro uso excesivo de la coacción económica ha provocado rechazo, tanto por parte de aquellos a los que van dirigidas nuestras sanciones como por parte de los países no alineados. Tampoco están funcionando. Los artículos de lujo occidentales siguen estando ampliamente disponibles en las tiendas de Moscú y San Petersburgo. Llegan en camiones desde terceros países de Asia Central y Oriente Próximo. El tope al precio del petróleo ruso que ha impuesto Occidente tampoco funciona porque Rusia y sus compradores han encontrado la manera de eludirlo. El objetivo original de las sanciones era impedir que Vladímir Putin financiara su guerra contra Ucrania. Casi dos años después del inicio del conflicto, Rusia se ha convertido en una economía de guerra que pronto podría superar a Occidente en suministros militares a Ucrania. Esto es exactamente lo contrario de lo que habían predicho los expertos occidentales. Las sanciones han resultado ser un fracaso absoluto, consecuencia de la arrogancia y la ignorancia.
En cuarto lugar, seguimos subestimando la capacidad de nuestro adversario. China respondió a las sanciones estadounidenses sobre los semiconductores de alto rendimiento fabricando los suyos propios. Recuerdo bien la sorpresa que expresaron las autoridades estadounidenses a finales de agosto cuando descubrieron que Huawei había sido capaz de utilizar un microchip avanzado en su último teléfono inteligente. Chris Miller, autor del libro La guerra de los chips (Península), se mofaba de China por su intento fallido de construir una fábrica de semiconductores. Su relato también subestimaba a China. Si cada año aceptamos decenas de miles de dólares y libras de estudiantes chinos que se matriculan en prestigiosas universidades del Reino Unido y Estados Unidos, no hay que sorprenderse de que aprendan algo. El año pasado hubo 150.000 solo en el Reino Unido.
China ya ha tomado la delantera en el campo de los vehículos eléctricos. En pocos años, el país asiático habrá superado a Alemania y a Japón como mayor exportador mundial de automóviles. Podemos distinguir un patrón aquí, reflejado en la política, los negocios y el mundo académico. Los líderes y los intelectuales occidentales infravaloran las partes del mundo que no conocen.
Juntos, estos fracasos suman. En Ucrania, el desenlace de la guerra está totalmente por decidir. Giorgia Meloni se delató cuando admitió en una llamada que le hizo un bromista que todo el mundo en Occidente estaba cansado, y que ella tenía un plan para acabar con la guerra.
Es posible que Putin haya escuchado el comentario con interés. Creo que su curso de acción más racional sería seguir luchando el mayor tiempo posible. Para empezar, los belicistas están más seguros en sus puestos de trabajo mientras dure la guerra. En segundo lugar, al haber reformulado el propósito de la guerra como una batalla contra Occidente, no tendría sentido que se conformara con una adquisición de territorio y aceptara la idea de que el resto de Ucrania se convirtiera en miembro de la OTAN y de la UE. En el presidente Xi Jinping, Putin ha encontrado un nuevo socio en la batalla contra Occidente, si bien es un socio con más poder. Y por último, ¿por qué llegar a un acuerdo antes de las elecciones estadounidenses? Si ganara Trump, Putin conseguiría sin duda un trato mejor. Especialmente ahora que Occidente está distraído con Israel, tendría sentido que Putin resistiera.
Por otro lado, Occidente ha ido perdiendo aliados en el mundo no alineado. Las antiguas colonias africanas de Francia se rebelan. La UE ha perdido Oriente Próximo. Estados Unidos ha perdido partes de Latinoamérica. Estas solían ser asociaciones estratégicas. China se ha convertido en el primer inversor en Chile. Y China y Rusia se han mostrado muy activas en África. Ya no juegan en nuestro equipo.
Me viene a la mente Norma Desmond, la estrella de cine entrada en años de Sunset Boulevard y uno de los personajes más delirantes jamás creados por Hollywood. “Antes eras grande”, le dice Joe Gillis. “Soy grande”, responde ella. “Son las películas las que se han quedado pequeñas”. Wolfgang Münchau es director de www.eurointelligence.com









De la antigualla de una España federal

 






Hacia un Estado federal, aquella excentricidad
JOSÉ ANDRÉS ROJO
01 DIC 2023 - El País - harendt.blogspot.com

La idea de poder compartido. La exigencia de lealtad federal. La igualdad entre ciudadanos y la igualdad entre territorios. La voluntad de estar unidos en la diversidad. El pacto como pegamento entre los que son distintos. El reconocimiento y la tolerancia mutuos basados en la solidaridad, la equidad, la cohesión. La igualdad de oportunidades. La confianza entre todos a la hora de repartir los recursos. La corresponsabilidad fiscal. Etcétera. Ana Carmona, catedrática de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla, comentó que “hay un déficit de cultura federal en España”, que no se nos educa en el respeto a la diversidad. Victor Ferreres, catedrático de Derecho Constitucional en la Pompeu Fabra, explicó que en España “el Estado es fuertemente asimétrico” y que hay políticos en algunas comunidades que consideran: “Yo tengo que tener más derechos porque soy más distinto que tú”. El caso es que en Madrid hubo una cita el pasado martes en la que se habló sobre si es posible un desarrollo federal en la Constitución y, a cualquiera que se asomara, aquello tuvo que parecerle una excentricidad. “¡Están locos, esos romanos!”, decía Obélix. Pues ocurrió algo así, la Asociación de Periodistas Europeos, la Fundación Diario Madrid y el Cercle d’Economia convocaron para tratar el asunto en su ciclo España plural, Catalunya plural y los periodistas Neus Tomàs e Iñaki Ellakurría dieron juego a los dos expertos en los entresijos de la Constitución española para que hablaran sobre una hipótesis que ahora mismo resulta ya antigua, como si se hablara de Tartessos (pongamos por caso). A los que asistieron se les iba poniendo cara de frikis, de bizarros, de extravagantes arqueólogos que se entretienen en explorar unos viejos y herrumbrosos pecios.
La palabra federalismo o la hipótesis (o proyecto) de un horizonte (o modelo) federal no aparecen, de hecho, en el programa con que los socialistas se presentaron a las elecciones del 23-J. Cuando se habla, por ejemplo, de financiación autonómica o local, lo que se dice ahí es que el partido va a situar a las personas en el centro del debate. “Solo si pensamos en satisfacer sus necesidades y aspiraciones podremos lograr el consenso político y territorial para hacer realidad un sistema de financiación aceptable para todos”.
Fue en 2013 cuando los socialistas impulsaron un documento, Hacia una estructura federal del Estado, que se conoció como la Declaración de Granada. Luego lo complementaron en 2017 con la Declaración de Barcelona, que titularon Por el catalanismo y la España federal. Las dos todavía estuvieron en el programa del PSOE de las elecciones de noviembre de 2019.
Hubo mucho trabajo dentro del partido en esas ocasiones, mucho diálogo, mucho consenso (al final), y voluntad de rigor y ganas de negociar a partir de unas ideas, un proyecto. Todo aquello ha quedado, por decirlo de alguna manera, devorado por este tiempo que avanza a grandes zancadas. Como si en cuatro años se hubiera hecho mudanza, para abandonar un mundo de referencias e instalarse en otro radicalmente distinto. Todavía no se sabe muy bien cuál es, y qué peso tienen en ese nuevo escenario la igualdad, la diversidad, la lealtad institucional, el reparto de los recursos. Habrá que ir viendo. La buena noticia es que todavía hay lugares en que se puede conversar sobre Tartessos, sobre la España federal. Lo dicho, esas antiguallas.













Del empoderamiento con bragas y sujetadores

 







Empoderarte con bragas y sujetadores
NAJAT EL HACHMI
01 DIC 2023 - El País - harendt.blogspot.com

La publicidad se ha adueñado del lenguaje emancipatorio de las luchas sociales vaciándolo de contenido y, lo que es peor, pervirtiendo su sentido original. Si en su momento las marcas que se dirigían al público femenino no tenían reparos en asustarnos con la soledad, la falta de amor y el destierro si no comprábamos sus productos, ahora nos dicen que el maquillaje o la lencería nos empoderan. ¿Para qué esforzarte por llegar a ocupar sitios de responsabilidad, tener independencia económica o acceder al saber y el conocimiento o conquistar tu propia libertad si comprándote las bragas de Jennifer López puedes tener tanto poder como ella? Sin duda, la cantante es poderosa, pero, disculpen la obviedad, no por su ropa interior, sino porque es una mujer rica y famosa. Con talento, sí, pero a nadie se le escapa que parte de su riqueza viene del esfuerzo, tiempo y dinero que dedica a su apariencia externa, lo cual demuestra que seguimos en un sistema en el que la explotación sexual de los seres humanos de segunda, las mujeres, no solo no es cuestionada, sino que es un valor absoluto de la cultura hegemónica occidental.
Beyoncé y Rosalía nos dirán que son feministas y las letras de sus canciones inspirarán a las nuevas luchadoras por la igualdad, pero siguen integradas en una estructura que antepone la capacidad de excitar a los hombres a cualquier otro “don” que puedan tener. Ellas mismas juegan bien ese juego, aunque luego se quejen cuando se las sexualiza sin permiso, como le pasó a la catalana con el fotomontaje de JC Reyes. Solo me exploto yo, vendrían a decir las cantantes-vedettes de nuestro tiempo; solo yo tengo derecho a sacar pasta, mucha pasta, de poner cachondos a los hombres. He aquí, según algunos publicistas y colaboradoras de este sistema de dominación, el summum de la liberación y el empoderamiento.
Y antes que alguien me venga con el manido tópico de que las feministas odiamos el sexo, más bien es todo lo contrario: porque nos parece algo demasiado importante para convertirlo en mercancía, nos negamos a aceptar el denigrante papel de aprovecharnos de las necesidades sexuales de los hombres para ganar poder, porque el sexo es un espacio compartido que solo puede ser gozoso si es gratuito, deseado y se da entre iguales. Es vil y ofensivo pretender que sigamos como siempre, conformándonos con unas migajas de los privilegios que tienen ellos a base de enfundarnos en ásperos e insostenibles sujetadores de encajes de poliéster. Nayat El Hachmi es escritora.














Del antisemitismo en España

 







Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz viernes. Mi propuesta de lectura para hoy, del escritor y académico de la RAE, Juan Luis Cebrián, va del antisemitismo en España. Se la recomiendo encarecidamente y espero que junto con las viñetas que la acompañan, en palabras de Hannah Arendt, les ayude a pensar para comprender y a comprender para actuar. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos. harendt.blogspot.com












Un repaso histórico al antisemitismo en España
JUAN LUIS CEBRIÁN
25 NOV 2023 - El País - harendt.blogspot.com

No hubiera podido imaginar la autora de esta Breve historia de los judíos en España que el libro saldría a la venta apenas unos días antes del conflicto bélico en Gaza desatado tras el brutal atentado terrorista de Hamás. Paloma Díaz-Mas es la especialista más reputada en el devenir del pueblo sefardí, de cuya lengua ha sido docente en la Universidad del País Vasco y en otras muchas de Estados Unidos. Creadora de un admirable universo de ficción, ha escrito también numerosos ensayos sobre su especialidad lingüística y publicó hace ya décadas una historia del pueblo sefardí y de su cultura. Esta nueva entrega relata las venturas, más bien las desventuras, del judaísmo en la península Ibérica a través de los siglos. Su divulgación, fiel al rigor científico, narra sucesos que resultan nuevamente de rabiosa actualidad. En Europa y América se viven momentos de una preocupante crecida del antisemitismo, alimentado paradójicamente por la respuesta armada del Gobierno israelí al salvaje atentado del pasado 7 de octubre.
Las generaciones actuales se han educado en un mundo en el que el conflicto árabe-israelí, o entre musulmanes y judíos, ha sido una constante durante prácticamente un siglo. Pero es solo una herencia tardía de la inicial confrontación entre la cristiandad y el autodenominado pueblo elegido. Díaz-Mas explica que los judíos han sido siempre una minoría en la península Ibérica, tanto durante la dominación árabe como en los reinos cristianos. Constituyeron inicialmente apenas un 5% de la población, y fueron en principio respetados por el califato omeya, que admiraba los conocimientos científicos y las capacidades financieras de los inmigrantes. La invasión de los almohades y almorávides acabó con esas prácticas tolerantes y muchos judíos decidieron instalarse en los vecinos reinos cristianos, donde disfrutaron de cierta protección real pues los judíos mismos formaban parte de las propiedades del soberano. En el resto de Europa fueron mucho más discriminados que en Aragón o Castilla, y las restricciones y prohibiciones de todo tipo que se les impusieron tras el Concilio de Letrán no se cumplieron en nuestra Península. Fue tras la fusión de los dos reinos, en lo que más o menos desde entonces se ha llamado España, cuando los Reyes Católicos decretaron su expulsión y comenzó la persecución inquisitorial contra ellos, por inconcebibles motivos que en el libro se relatan puntualmente. Quemaban vivos en lugares públicos a los condenados, aunque en ocasiones los verdugos se apiadaban de sus víctimas y los estrangulaban antes de arrojarlos a la hoguera. Antes, mucho antes, los judíos habían sido expulsados por los soberanos de Inglaterra, Francia y Alemania. Los reinos ibéricos se habían caracterizado en cambio “por la participación de burgueses judíos en la vida económica y el importante papel de algunos en la corte”. Por eso mismo, según Díaz-Mas, “la expulsión fue una decisión bastante inesperada” y supuso un cambio radical en la política seguida hasta entonces.
La diáspora se refugió durante siglos en el imperio otomano y, desde allí, muchos emprendieron camino hacia América Latina
Solo tras el final de la Inquisición, bien avanzado el siglo XIX, comenzaron a repararse algunas de las injusticias del pasado, pero la población judía española continuó siendo muy minoritaria. La diáspora se refugió durante siglos en el imperio otomano y, desde allí, muchos emprendieron camino hacia América Latina. A lo largo de cientos de años, estos perseguidos por sus creencias y forma de vida religiosa mantuvieron con empeño el uso de su lengua originalmente materna, el castellano. Plagado de innumerables préstamos lingüísticos, dio pie al nacimiento del judeoespañol, cuya escritura se hacía con caracteres hebreos. El libro nos ayuda a comprender el origen y el destino de estos otrora compatriotas nuestros que ya durante la dictadura de Primo de Rivera pudieron optar por la nacionalidad española, como más recientemente ha sucedido también con las leyes de la democracia. Pero las patrias son las lenguas, y escritoras mexicanas como Sophie Goldberg o Myriam Moscona han recuperado, para la narrativa y la poesía, las palabras y sonidos del antiguo ladino, judeoespañol o como quiera llamarse.
Queda sin duda mucho por andar y renacen de continuo las políticas del odio, que recuerdan de nuevo la supuesta conspiración judeomasónica con la que la dictadura justificaba la represión de la disidencia. En 1940, el Gobierno decretó que para inscribir a los recién nacidos en el Registro Civil era obligatorio bautizarlos antes. Casi 20 años después, las leyes fundamentales franquistas establecían que la fe católica era “inseparable de la conciencia nacional, que inspirará su legislación”. El fundamentalismo religioso no es una exclusiva de la yihad islámica, y ni siquiera a ella se le debe semejante invención.



































[ARCHIVO DEL BLOG] La viralidad intemporal de Hannah Arendt. [Publicada el 15/01/2018]












Una entrevista en blanco y negro a la intelectual estadounidense de origen judeo-alemán Hannah Arendt, bate récords de visitas en YouTube, comenta en El País la periodista Ana Carbajosa. Ya la he reproducido alguna que otra vez en Desde el trópico de Cáncer, pero la repentina explosión de éxito de visitas en YouTube me anima a traerla de nuevo al blog, algo que, por cierto, no hace la periodista de El País en su crónica.
En la era de los formatos hiperbreves, comienza diciendo Carbajosa, un extenso y árido tesoro periodístico se ha colado en el panteón de los vídeos virales reproducidos compulsivamente en todo el planeta a golpe de clic. Se trata de una entrevista colgada en YouTube con Hannah Arendt (1906-1975), la célebre pensadora cuyas tesis sobre el totalitarismo y el antisemitismo transformaron la filosofía política del siglo XX. El documento forma parte de la serie de entrevistas que bajo el título Zur Person,Günter Gaus, convirtió en legendarias en los años sesenta.
La entrevista, grabada en alemán, en blanco y negro en 1964 y emitida ese mismo año en la cadena alemana ZDF, no tiene aderezo ninguno. Arendt, una filósofa madura, se sienta frente a un joven entrevistador, cuyo rostro apenas se ve. Las preguntas se suceden, a golpe de cigarrillos. Sin prisas, sin cortes y sin efectos especiales. El ritmo y la emoción lo marcan el pensamiento de los protagonistas. Y, ¡milagro!, cerca de un millón de usuarios en sus diferentes versiones, se han dejado seducir por la palabra de una pensadora excepcional.
La autora de Eichmann en Jerusalén o Los orígenes del totalitarismo fue la primera mujer que se sentó frente a Gaus. El documento dura poco más de una hora, en la que la intelectual habla de su infancia, del auge del nazismo en Alemania y de los que se dejaron convencer por las ideas que dieron pie al Holocausto. Pero también aborda temas universales como el lugar del ser humano en el mundo o la libertad. Y lo hace con una profundidad que hipnotiza. Arendt contesta a lo difícil y a lo fácil y exuda una honestidad que por algún motivo resulta hoy difícil de replicar en los platós, en los que se mezclan verdades y mentiras, con músicas a gran volumen e iluminaciones cegadoras.
La prensa buscaba estos días explicaciones a la viralidad de Hannah Arendt. “Es un sentimiento que va más allá de la nostalgia. El hecho de que 50 años después de la emisión todavía nos inspire, tiene mucho que ver con que encontramos en la entrevista mucho de lo que ahora echamos de menos”, escribía el Rheinische Post.
Pueden seguirla desde YouTube, en alemán, y subtitulada en español. Merece la pena hacerlo, sin duda, porque en ella se plasma de manera muy explícita el pensamiento más genuino y auténtico de Hannah Arendt. Disfrútenla. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: vámonos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt