Puente romano sobre el río Genil (Puente Genil, Andalucía)
¿Por qué buena parte de los españoles que nos declaramos de izquierdas damos la impresión de estar un tanto perdidos en el uso de términos tales como "pueblo, país, patria, gobierno, nación, España, estado"?... Al usarlos parecen similares pero no lo son. Para la derecha, sí; todo es lo mismo y va en el mismo saco. Los españoles que nos declaramos de izquierdas no deberíamos avergonzarnos de reivindicar el uso del nombre de España, la patria común que a todos nos acoge y ampara, No es solo de ellos, es también nuestra. Y deberíamos hacerlo sin vergüenza alguna, sin ningún tipo de remordimiento, sin amargura ni complejo de ninguna especie. Y para eso puede servirnos la poesía.
De ahí, mi atrevimiento de traer durante unas cuantas semanas, o mientras el cuerpo aguante, lo que algunos de los grandes poetas contemporáneos, poetas del exilio exterior e interior, pero españoles todos hasta la médula, han dicho sobre su patria común, sobre la nuestra, sobre España y su añoranza. Y es que, en palabras de Walt Whitman, "el poeta es el instrumento por medio del cual las voces largamente mudas de los excluidos dejan caer el velo y son alcanzados por la luz".
Hoy traigo hasta el blog al poeta Juan Rejano. Poeta, escritor, periodista. Perteneciente a la Generación del 27. Nace en Puente Genil (Andalucía) en 1903. Participa como soldado en la guerra de Marruecos. En 1927 reside en Málaga, donde conoce y hace amistad con poetas como Altolaguirre, León Felipe y Pedro Garfias. Colabora en las revistas Litoral, la Nueva España y Gaceta Literaria. Durante la guerra civil trabaja como periodista en la zoa republicana. Al fin de la misma se exilia en Francia y poco después en México. Desde su cátedra en la universidad mexicana defendió los valores de la cultura española e hispanoamericana. Murió en México en 1976 cuando preparaba su regreso a España. Les dejo con su poema "Dos sonetos":
I
No vivo en ti, no vivo en mí, no vivo
sino ardiendo entre llamas y luz de ausencia,
presente sobre el tiempo y la impotencia
dee esta raíz que tiene el ser cautivo.
¿Quién doblará este agudo acero altivo
-morir en ansia tuya de existencia-
si escrita está en tu entraña la existencia
que una vanguardia hará del fugitivo?
Por el aire, la luz, la nube, el sueño,
por el lamento de los ríos, dueño
de su vuelo mi cuerpo en ti despierta.
Mírame aquí, lejana España mía,
devanando en tu imagen mi agonía,
madura la pasión, la sangre alerta.
II
Si aquella voz del agua en la ribera
de los álamos blancos, si aquél río
conmigo vive siempre, por qué ansío
volverlo a oir? Habrá la primavera
cubierto ya la orilla y la pradera
con lenguas de esmeralda y de rocío...
y aquí estamos tú y yo, corazón mío,
como naves sin mar que el mar espera.
No quiero aquí morir, que aunque en la muerte
gozosa, rumorosa, de tenerte,
rosal oculto, dentro, vida llevo,
este sueño volver quiero al regazo
maternal de mi tierra y en abrazo
profundo hacerlo florecer de nuevo.
No vivo en ti, no vivo en mí, no vivo
sino ardiendo entre llamas y luz de ausencia,
presente sobre el tiempo y la impotencia
dee esta raíz que tiene el ser cautivo.
¿Quién doblará este agudo acero altivo
-morir en ansia tuya de existencia-
si escrita está en tu entraña la existencia
que una vanguardia hará del fugitivo?
Por el aire, la luz, la nube, el sueño,
por el lamento de los ríos, dueño
de su vuelo mi cuerpo en ti despierta.
Mírame aquí, lejana España mía,
devanando en tu imagen mi agonía,
madura la pasión, la sangre alerta.
II
Si aquella voz del agua en la ribera
de los álamos blancos, si aquél río
conmigo vive siempre, por qué ansío
volverlo a oir? Habrá la primavera
cubierto ya la orilla y la pradera
con lenguas de esmeralda y de rocío...
y aquí estamos tú y yo, corazón mío,
como naves sin mar que el mar espera.
No quiero aquí morir, que aunque en la muerte
gozosa, rumorosa, de tenerte,
rosal oculto, dentro, vida llevo,
este sueño volver quiero al regazo
maternal de mi tierra y en abrazo
profundo hacerlo florecer de nuevo.
"Dos sonetos"
Juan Rejano
http://elblogdeharendt.blogspot.com
Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri
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