domingo, 14 de noviembre de 2010

Sobre El Aaiún, y otros fuegos





El Papa Benedicto XVI





Anotación en el Cuaderno de Bitácora del "San Brandán": HEC 20101114-112752. El Papa Benedicto XVI ha estado en España: una visita corta, de apenas veinticuatro horas a Santiago de Compostela y Barcelona. Lo que podía haber sido una visita feliz se convirtió en una situación incómoda, pues como dice Michel de Montaigne (1533-1592) "nadie está libre de decir necedades; lo malo es decirlas con aplicación". Mi padre, un ateo bonachón y apacible que murió con 89 años, siempre expresó una gran  admiración por el servicio diplomático vaticano, a su juicio el mejor del mundo gracias a la sabiduría, información y experiencia acumulada en dos mil años de funcionamiento. De nada le ha servido esa sabiduría y experiencia a Benedicto XVI que en el avión que le traía a España se despachó a su gusto, con alevosía, premeditación, y quiero suponer que con ignorancia, contra la ola de laicismo que sacude a la católica España. La ley del péndulo, le llaman los físicos a eso. La intervención posterior del portavoz de la Secretaría de Estado vaticana, Monseñor Federico Lombardi intentó matizar las declaraciones de Su Santidad, pero la metedura de pata ya estaba hecha, y sin remedio. Me pregunto que le hemos hecho los españoles a Benedicto XVI para que nos tenga ese especialísimo cariño con el que nos distingue. No nos lo merecemos, Santo Padre. Pero gracias de todos modos.

El movimiento ultraconservador norteamericano denominado Partido del Té se extiende como mancha de aceite por el mundo. Y claro, como España está en el mundo, más o menos tarde tenía que llegar hasta aquí. Pero no se equivoquen, para el "Tea Party-Made in Spain", los del PP de Rajoy, la Cospedal y el González Pons, son unos flojos, unos amariconados con los que no se puede contar para la salvación de la patria. Supongo que ya se hacen una idea más o menos exacta de quienes son los adalides del "Tea Party" nacional. Pues sí, esos mismos: los señores Federico Jiménez Losantos, César Vidal, Antonio Burgos, et álii, que dicen los latinos. En el blog "El Ojo Izquierdo", en su entrada del pasado día 8, pueden leer una interesante y entretenida disquisición al respecto; no están todos los que son, pero casi...

De nuevo recurro a la inagotable sabiduría de Michel de Montaigne: Dice a propósito de Tiberio (42 a.C. / 37 d.C.) , segundo emperador de Roma, que enviáronle a decir de Alemania que si le parecía bien, libraríanle de Arminio, caudillo germano, envenándole. El tal Arminio era el enemigo más poderoso de los romanos, a los que había tratado villanamente y el único que impedía la dominación romana en la región. Respondióles Tiberio "que el pueblo romano acostumbraba a vengarse de sus enemigos abiertamente, empuñando las armas, no mediante el engaño y a escondidas. Renunció a lo útil por lo honrado, dice Montaigne. Era un cínico, me diréis. Lo creo: no era raro en gentes de su profesión", concluye. Lo traigo a colación por los hipócritas golpes de pecho que se han dado desde el PP y los medios de comunicación afines al STP (Spanish Tea Party) a cuenta de las declaraciones del expresidente Felipe González al escritor Juan José Millás en El País del pasado domingo sobre la posibilidad que tuvo de hacer volar por los aires a toda la cúpula etarra, y que él rechazó. Comentarios jugosos al respecto, de nuevo en el blog "El Ojo Izquierdo".

¡Arde El Aaiún...! Mi nula afinidad con el Polisario, un movimiento político de dudosa condición democrática que se arroga la representación única del pueblo saharaui sin que nadie se la haya otorgado, no desmerece lo más mínimo la que tengo, más nula aún, por el monarca alauita, Mohamed VI, un autócrata medieval vestido de Armani. Ni el pueblo saharaui se merece al Polisario, ni el pueblo marroquí al autócrata que lo gobierna. Lo que comenzó como una revuelta pacífica de la población saharaui de El Aaiún en demanda de mejores condiciones sociales y de vida, derivó gracias a la torpeza de las autoridades marroquíes en una auténtica revuelta política popular, en la que, como ocurre siempre, la han pagado con su vida los más débiles. Deplorable la actitud de las autoridades marroquíes impidiendo a la prensa española informar sobre el terreno de lo que está ocurriendo en El Aaíun: sin libertad de prensa no hay democracia posible, y a Marruecos le queda todavía un camino muy muy largo por recorrer para llegar a algo parecido a una democracia. Deplorable también la pacata actitud del gobierno español al respecto. Sí, de acuerdo que en política internacional no hay amigos ni aliados, sino intereses, pero alguna vez, y más con los vecinos, conviene dejar las cosas claras. De todas maneras, me resultó patética la cara del señor González Pons (PP) manifestándose ayer en Madrid junto al rojerío intelectual español a favor del pueblo saharaui. Y sobre esa especialista en bombear gasolina contra España, la señora Aminetu Haidar, resulta llamativo que todas sus declaraciones las realice, siempre, fuera del Sahara. En Canarias, todo lo que tiene que ver con el Sahara se hace y se explica desde el sentimiento más que desde la racionalidad. Y la verdad, no se si eso es bueno, pero es lo que hay. Y los sentimientos populares están divididos: Sahara libre sí; Polisario, no tanto. La memoria tiene esa cosas... A bordo del "San Brandán", rumbo a lo desconocido. Hora Estelar Canaria: 20101114-134128. Sean felices. Tamaragua, amigos. HArendt.  






    






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Entrada núm. 1319 -
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