jueves, 26 de junio de 2025

DE LAS VIÑETAS DE HUMOR DE HOY JUEVES, 26 DE JUNIO DE 2025

 





































miércoles, 25 de junio de 2025

DE LAS ENTRADAS DEL BLOG DE HOY MIÉRCOLES, 25 DE JUNIO DE 2025

 







Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz miércoles, 25 de junio de 2025. Ser consciente de la enorme quiebra que genera en la sociedad la corrupción exige asumir, primero, las responsabilidades políticas que tocan, contribuir a una cultura institucional y colectiva que destierre estos comportamientos y aplicar la lista de reformas pendientes, afirma en la primera de las entradas del blog de hoy el periodista Íñigo Alfonso Imízcoz. En la segunda, un archivo del blog de septiembre de 2017, eescritor Gustavo Martín Garzo hablaba de que el comportamiento de don Quijote recuerda al de los niños en sus juegos, pues él tampoco quiso elegir entre la justicia y el amor; deseaba las dos cosas, y de haber contemplado las filas de refugiados de hoy, habría arremetido contra los guardianes de las fronteras. El poema de hoy, en la tercera, es del poeta español Eugenio de Nora, se titula Honda es la herida, y comienza con estos versos: Honda es la herida del amor al verte/en mis ojos mortales reflejada;/pero la daga más apasionada,/la hunde el recuerdo, España: poseerte. Y la cuarta y última, como siempre, son las viñetas de humor, pero ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν" (toca marchar); volveremos a vernos mañana si las Euménides y la diosa Fortuna lo permiten. Sean  felices, por favor. Tamaragua, amigos míos. HArendt













DE LA CORRUPCIÓN EN ESPAÑA





 



Ser consciente de la enorme quiebra que genera en la sociedad la corrupción exige asumir, primero, las responsabilidades políticas que tocan, contribuir a una cultura institucional y colectiva que destierre estos comportamientos y aplicar la lista de reformas pendientes, afirma en la revista Ethic [Corrupción, la palabra que no conseguimos olvidar, 18/06/2025] el periodista radiofónico Íñigo Alfonso Imízcoz. En The Wire, comienza diciendo Alfonso, la célebre serie de David Simon que pasó a la historia en el inicio de este siglo por convertirse en un retrato descarnado del poderío de la corrupción en Baltimore (EEUU), todos saben que la información delictiva más sensible no se puede transmitir por teléfono. Y una vez que se cumple esta salvaguarda, asoma otro peligro para los implicados en el trapicheo, tráfico ilegal de sustancias o sobornos a políticos. Temen ser grabados en conversaciones que les incriminen ante el juez.

Las personas hoy involucradas en el caso Koldo, Ábalos, Cerdán, o como se denomine la trama –es solo cuestión de perspectiva– deberían haber tomado nota de The Wire. La puesta en escena, al menos, habría mejorado. Porque si la serie de Simon se eleva hasta constituirse como una obra de referencia entre los clásicos del audiovisual, el espectáculo con el que lidia la audiencia española hoy es cutre y desgraciadamente no es nuevo. Los tribunales y las fuerzas de seguridad siguen investigando y conviene recordar que, hasta que no haya una sentencia judicial sobre la mesa, opera el principio de presunción de inocencia. Pero sin quitar un gramo a los derechos constitucionales, el literal de esas comunicaciones difundidas a través de los medios abochornan por su apariencia delictiva, su ignorancia de los principios, de los códigos más elementales y por su bajo nivel. Recuerda en vocabulario, maneras y aspiraciones a la acumulación de casos de corrupción que afectaron a otro partido –como este entonces también en el Gobierno– y que motivaron una moción de censura que hoy tiembla a la luz de lo que vamos conociendo. Por tanto cabe preguntarse: ¿por qué? ¿Qué no se ha aprendido para que más de una década después regrese a primera plana la corrupción? ¿Cómo es posible?

Porque nunca se fue, claro. Porque está ahí. Para luchar contra ella con más eficacia es preciso primero que el sistema funcione bien. Que todas las piezas estén en su sitio y afinen el mecanismo. Es necesaria también una cultura pública en favor de la transparencia y constante exigencia de regeneración democrática. Y por último, lo que realmente es el inicio de todo, un compromiso activo y personal contra el fraude y el engaño. Una apuesta individual que siempre ha fracasado cuando se habla de corrupción pero que es imprescindible para evitarla. Ese valor cívico que significa hacer lo que debes. Pagar los impuestos que tocan y no burlar el IVA en los arreglos en casa, aceptar que tu hijo tiene las notas que se merece y no matricularlo en un colegio para que se las inflen, actuar correctamente independientemente de lo que hagan u opinen los demás. Si se fortalece desde la educación básica primero, si se aprende en casa y, como aporta el filósofo Javier Gomá, el deber de ejemplaridad al que podemos aspirar llega hasta la conversación pública, habremos contribuido a endurecer esa cultura cívica contra la corrupción. Y en paralelo a esos esfuerzos individuales emerge la hercúlea tarea de hacer que la estructura funcione y que el estado de derecho encuentre las herramientas para actuar contra el delito si ha llegado tarde para prevenirlo. 

España no ha desarrollado todavía la Estrategia Nacional Anticorrupción prevista en la ley 2/2023. La Comisión Europea y el Banco Mundial advierten de que, en el ámbito institucional, España aún tiene camino por recorrer. El último índice sobre percepción de la corrupción publicado este año por la ONG Transparencia Internacional coloca a España por debajo de la mitad de la tabla entre los países de la Unión Europea. Ocupa el puesto 16 de 27, siendo el 1 el que tiene una percepción más baja y el 27 la más alta. Por quinta edición consecutiva aumenta.

Esta organización apunta varias deficiencias que harían bien el Gobierno, el Congreso y las administraciones implicadas en tomarse en serio. Está pendiente la transposición de 87 directivas europeas, algunas de ellas fuera de plazo. España no ha desarrollado todavía la Estrategia Nacional Anticorrupción prevista en la ley 2/2023. Se encuentra todavía en el aire la reforma de la normativa acerca de grupos de interés y un registro central de lobbies. Únicamente cuatro comunidades y dos ciudades cuentan con agencias antifraude operativas y seis autonomías todavía no han desarrollado sus consejos de la transparencia. La falta de recursos impide al sistema judicial la agilidad necesaria en el enjuiciamiento de macrocausas y el código penal necesita cambios para adaptarse mejor a estos delitos. Y finalmente, señala Transparencia Internacional, los mecanismos de rendición de cuentas son insuficientes.

Ser consciente de la enorme quiebra que genera en la sociedad la corrupción exige asumir, primero, las responsabilidades políticas que tocan, contribuir a una cultura institucional y colectiva que destierre estos comportamientos y aplicar la lista de reformas pendientes. Y demostrar que no hay brecha entre lo que se dice y se hace. No es poco. De otra manera ¿cómo se puede pedir a los ciudadanos que confíen en sus representantes?








[ARCHIVO DEL BLOG] VIVIR ILUSIONADOS. PUBLICADO EL 18/09/2017













El comportamiento de don Quijote recuerda al de los niños en sus juegos, dice el escritor Gustavo Martín Garzo. Tampoco él quiso elegir entre la justicia y el amor; deseaba las dos cosas. Y de haber contemplado las filas de refugiados, habría arremetido contra los guardianes de las fronteras. Ahora que han concluido los actos que conmemoraron el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote, comienza diciendo, puede que no esté de más preguntarse, ya en silencio de la lectura, por el misterioso encanto de un libro que no ha dejado de maravillar al mundo desde que se publicó. Hace unos meses, en un artículo publicado en El País, Francisco Rico se preguntaba por la razón de ese éxito sin desfallecimiento. Un éxito al que no sólo han contribuido sus lectores, puede que hoy más escasos que nunca, sino las gentes de toda condición, ya que sus personajes han abandonado las páginas del libro en que nacieron para aparecer en el mundo real y así, las carreteras están llenas de mesones con sus siluetas, sus figuras se han reproducido en mil lugares, se han hecho sobre ellos películas y series de televisión y no hay escolar que no conozca la historia del caballero que perdió la cabeza por leer libros de caballerías y que decidió irse por el mundo para emular las hazañas de los caballeros que admiraba.
Francisco Rico afirma que, más allá de su poderoso sentido simbólico, la razón de ese éxito radica en que El Quijote es una obra divertida, sin aparentes complicaciones, que entretiene y da felicidad a quien la lea. Y ciertamente el comportamiento de don Quijote recuerda mucho al de los niños en sus juegos. Torrente Ballester, en su libro El Quijote como juego, abunda en esta tesis al afirmar que lo que hace Alonso Quijano cuando sale al mundo vestido de caballero andante es ponerse a jugar con las cosas. Y así, por ejemplo, cuando dice que los molinos son gigantes no es tanto que confunda a éstos, los gigantes, con aquellos, los molinos, como que juega a que es así, como haría cualquier niño cuando afirma que una silla es su caballo. Y jugar para los niños no es otra cosa que dar cuenta en el mundo de la vida de sus deseos, llevar su verdad a la vida real.
Las extravagancias que tanto abundan en este divertido y hondo libro tienen que ver con la incapacidad de don Quijote, y en esto también se parece a los niños, para aceptar una vida no marcada por lo excepcional. En la mística iraní se piensa que el nacimiento de cada hombre está presidido por un ángel llamado Daena, que tiene la forma de una niña bellísima. El rostro de ese ángel no permanece inalterable a lo largo de la vida sino que se va transformando imperceptiblemente con cada uno de nuestros gestos, palabras o pensamientos. Al final de la vida, cuando nos encontramos por fin con él, se ha transformado en un ser bellísimo o en una criatura monstruosa según han sido nuestros actos. En El Quijote es Dulcinea quien representa a ese ángel secreto y es a ella a quien nuestro caballero dedica sus aventuras, pues un caballero no es nada sin una dama a quien amar. Llevar a la realidad la vida de sus sueños más secretos, tal es la búsqueda esencial de los caballeros enamorados.
Nos dan a elegir entre la justicia y el amor, escribe Elías Canetti. Yo no quiero, yo quiero las dos cosas. Es justo eso lo que hace don Quijote. Por eso libera a los galeotes, da la razón a la pastora Marcela, defiende a un pobre criado de la brutalidad de su dueño y devuelve con sus palabras la dignidad a venteros, prostitutas y pastores. Y no me cabe duda de que de haber contemplado este invierno las filas de refugiados sirios bajo la nieve, don Quijote habría arremetido sin dudarlo contra los guardianes de las fronteras de Europa, porque ¿acaso la ley que se ha invocado como justificación de esas fronteras es algo sin el amor que permite ver en el desamparo de tantos una muestra más de nuestra propia humanidad herida? El corazón de una sociedad es la ley, dijo Roberto Rossellini, el de una comunidad es el amor.
En uno de sus breves apólogos, Kafka nos habla de un hombre que manda a sus criados que dispongan su caballo para su salida inmediata. Cuando éstos, extrañados por sus prisas, le preguntan que adónde va, él les contesta que eso qué importa. Salir de aquí, esa es mi meta, exclama. También a don Quijote le mueve el mismo deseo de escapar, de abandonar cuanto antes la triste casa donde pasa sus días para vivir sus aventuras. Porque ¿qué es la aventura sino el deseo de tener un corazón? Todos los personajes que lo intentan deben pasar por pruebas dolorosas y noches oscuras. Tener un corazón nos hace enfermar porque el corazón es el lugar del extrañamiento, de la apertura hacia lo Otro. Alonso Quijano ha perdido el suyo, y malvive aburrido en su pobre hacienda hasta que vuelve a escuchar sus latidos en las páginas de los libros de caballerías. Leer es apostar por los latidos de ese corazón hipotecado, entrar en el mundo de la ilusión.
En su libro Breve tratado de la ilusión, Julián Marías nos recuerda que la palabra ilusión procede del verbo latino illudere, que significa jugar. Aparece en todas las lenguas románicas con un significado negativo relacionado con la ficción y el engaño. Lo ilusorio es lo que no existe en la realidad; el ilusionista es un vendedor de humo; el iluso, alguien que tiene esperanzas infundadas. Pero esta palabra ha adquirido en nuestro idioma un valor muy diferente. Ese cambio, continua diciéndonos Julián Marías, es parecido a lo que sucedió con la palabra sueño. Cuando Calderón afirma que la vida no es más que sueño, lo que quiere decirnos es que no es verdadera realidad. “Pero en el siglo XVII se opera en Europa, en los filósofos y en los poetas, el descubrimiento del sentido positivo del sueño y la ficción, no como opuestos a la realidad, sino como formas de realidad, y precisamente aquellas que reflejan la condición de hombre”. Tener ilusiones, para nosotros, no será ya refugiarse en quimeras, sino vivir queriendo otras cosas. La ilusión tiene que ver con lo que Marías llama la condición indigente o menesterosa del ser humano; es decir, con el hecho de que nuestra vida sea un proceso lleno de necesidades que tenemos que satisfacer. Y la ilusión es la expectativa de que lo podemos conseguir. Vivir en mundo sin cosas, como les pasa a los niños, esa es la búsqueda de la ilusión.
Ese vivir ilusionado es el que encarna don Quijote, y lo que tanto necesitamos nosotros. Harold Bloom dice que leemos movidos por una necesidad de belleza, de verdad y de discernimiento. Es decir, buscando el esplendor estético, la fuerza intelectual y la sabiduría. Añadiría un cuarto motivo: buscando un poco de locura, pues ¿qué es la vida sin locura? Hacer posible lo que no lo parece, restablecer el reino de la posibilidad, es lo que entiendo por locura. Lo que más sorprende de don Quijote es su candor, su maravillosa disponibilidad, pero también que, a pesar de los líos en que se mete, raras veces pierda la cabeza. Tal es la paradoja de las bellas historias, que cuanto más maravillosas y locas son más discretos y razonables vuelven a quienes las escuchan. Esta alianza entre fantasía y razón es la que da al libro de Cervantes su encanto imperecedero. Goya lo explicó en su famosa glosa al Capricho 43, El sueño de la razón: “La fantasía, abandonada de la razón, produce monstruos imposibles: unida con ella, es madre de las artes y origen de sus maravillas”. Rindamos pleitesía una vez más al valeroso Caballero de la Fantasía, concluye diciendo Martín Garzo. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos.  HArendt




















EL POEMA DE CADA DÍA. HOY, HONDA ES LA HERIDA, DEL POETA ESPAÑOL EUGENIO DE NORA

 






HONDA ES LA HERIDA



Honda es la herida del amor al verte
en mis ojos mortales reflejada;
pero la daga más apasionada, 
la hunde el recuerdo, España: poseerte

es mirarte en el alma, hecha ya suerte
entrañada y total frente a la nada;
pues en ti está mi vida sustentada,
y en ti mi sangre ha de vencer la muerte.

En el recuerdo y en el pensamiento
cumpliendo voy mi vida y tu memoria.
¡Roca inmortal, límite al mar y al viento:

hecha mi sangre verbo de tu gloria,
arrástreme tu cauce violento
hasta fundir mi sino con tu historia.





EUGENIO DE NORA (1923-2018)
poeta español





















DE LAS VIÑETAS DEL BLOG DE HOY MIÉRCOLES, 25 DE JUNIO DE 2025

 









































martes, 24 de junio de 2025

DE LAS ENTRADAS DEL BLOG DE HOY MARTES, 24 DE JUNIO DE 2025. CUMPLEAÑOS DE LA CIUDAD DE LAS PALMAS

 





Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz martes, 24 de junio de 2025. Hoy martes, 24 de junio de 2025, El Real de Las Palmas, la actual ciudad de Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias, España, UE), la ciudad en la que vivo, cumple 547 años de edad. Cierto, todos cumplimos años, también las ciudades, y quizá no sea para tanto, pero no es muy habitual que una ciudad sepa la fecha exacta de su fundación, de su nacimiento y mucho menos de las circunstancias y hechos que dieron lugar a ello; no, al menos, en esta vieja tierra que es España, escribe HArendt en la primera de las entradas del blog de hoy. En la segunda, un archivo del blog de junio de 2019, la historiadora Edurne Portela escribía: Domingo por la mañana. Último día de la Feria del Libro de Madrid. Estoy sentada en una caseta, mirando a la gente pasar. Auguro una mañana tranquila, a pesar del río humano que atraviesa la feria. Me pregunto si quedará alguien ahí fuera que todavía quiera un ejemplar dedicado. Se acerca una mujer sonriente. Me dice que no puede llevarse ningún libro porque ya ha leído todos. Me confiesa bajito que lo que escribo le ayuda. Es tímida. Yo también, y por eso me da apuro preguntarle en qué sentido. No es desinterés, es pudor. El poema del día, en la tercera, es del poeta español Juan Ramón Jiménez, se titula Dentro, y comienza con estos versos: ¡Patria y alma!/Y el alma también es como la patria,/perdidas, dentro, sus orillas dobles/en el oro infinito de lo eterno. Y la cuarta y última, como siempre, son las viñetas de humor, pero ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν" (toca marchar); volveremos a vernos mañana si las Euménides y la diosa Fortuna lo permiten. Sean  felices, por favor. Tamaragua, amigos míos. HArendt











DEL 547 CUMPLEAÑOS DE MI CIUDAD: LAS PALMAS DE GRAN CANARIA








Hoy martes, 24 de junio de 2025, El Real de Las Palmas, la actual ciudad de Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias, España, UE), la ciudad en la que vivo, cumple 547 años de edad. Cierto, todos cumplimos años, también las ciudades, y quizá no sea para tanto, pero no es muy habitual que una ciudad sepa la fecha exacta de su fundación, de su nacimiento y mucho menos de las circunstancias y hechos que dieron lugar a ello; no, al menos, en esta vieja tierra que es España. Pero no es el caso de Las Palmas. Se sabe la fecha exacta de su fundación, los motivos que la provocaron y de las vicisitudes que tuvo que afrontar en sus primeros momentos de existencia... Ensayo general de lo que solo catorce años más tarde sería la gesta del descubrimiento y colonización del continente americano.

Este es el relato que de su fundación hizo el historiador y prócer canario, paradigma de la Ilustración en las islas, Josep de Viera y Clavijo (1731-1813) en su libro "Noticias de la historia de Canarias". (Tomo I. Cupsa Editorial, Madrid, 1978) en edición de Alejandro Cioranescu: "Libradas las referidas órdenes, se hicieron a la vela desde el Puerto de Santa María, a 28 de mayo de 1478, tres navíos bien pertrechados de municiones de guerra y boca, y surgieron en el de las Isletas de Canaria, a 24 de junio por la mañana. Aunque esta navegación fue de un mes, asegura Abreu Galindo que se hizo con próspero viento. Y habiendo desembarcado la tropa en aquel arenal, sin que hubiese quien la inquietase, fue la primera obra en la que se ocupó la de cortar algunos ramos de palma, con los cuales se formó una gran tienda, a cuya sombra erigieron un altar. Como era día de San Juan Bautista, celebró la misa el dean Bermúdez; y todos los soldados la oyeron devotamente, pidiendo a Dios con las armas en la mano les favoreciese en el exterminio de aquella pobre nación que iban a invadir. Después hizo marchar su gente el general Rejón hacia el territorio de Gando, con la mira de reedificar la torre que habían construido los Herrera y fortificarse en sus contornos; más habiendo llegado al barranco o rio de Guiniguada, donde está la ciudad de Las Palmas, se presentó repentinamente al ejército una mujer anciana, vestida al uso del país, la que en buen castellano dijo a los nuestros que adónde iban; que el territorio de Gando quedaba todavía lejos y el camino era fragoso; que hallándose con avisos del desembarco, el guanarteme de Telde andaba acaudillando sus súbditos, y que aquel sitio de Guiniguada era un lugar más fuerte, inmediato al mar, bien provisto de agua y de leña, cubierto de palmas, álamos, dragos e higuerales y el más propio para trazar un campo, desde donde se podría recorrer toda la isla.

Como estas advertencias eran tales, que el general español no debía haber esperado a que una mujer canaria se las hiciese, al instante la tomaron por guía y fijaron el campo en el paraje que ella les señalaba. Pero apenas habían hecho alto las tropas y empezaban a levantar sus tiendas, se desapareció la canaria incognita con admiración universal, Juan Rejón, que sin ser escrupuloso era devoto de Santa Ana, se persuadió o quiso persuadir a los otros que la madre de María Santísima, bajo la figura de aquella buena mujer, había descendido del cielo a dirigirle en el primer paso de su campaña; por tanto, dio orden para que se edificase allí una iglesia con la advocación de Santa Ana, cuyo patronato se ha conservado siempre.

La noticia de esta piadosa creencia (que también pudo ser estratagema política de Rejón para animar sus tropas) es de fray Juan Abreu Galindo; pero los demás escritores o la omiten o la reducen a circunstancias más regulares. Estos sólo dicen que habiendo sorprendido las espías españolas a cierto isleño anciano que pescaba en la ribera del mar, les dio aquel saludable consejo, sin añadir que el anciano se desapareciese ni que le tuviesen por ningún santo los cristianos que le cogieron.

Como quiera que fuese, no hay duda que se formó el campo español en las márgenes del Guniguada; a una legua corta del puerto; que lo fortificaron con una gran muralla de piedra y troncos de palma; que se construyó un torreón y un largo almacén para las provisiones; que se intituló, desde luego, el "Real de Las Palmas", a causa de la gran copia que había de ellas, todas frondosas y eminentes, y que se edificó la pequeña iglesia de Santa Ana, ermita ahora de San Antonio Abad". Eso ocurría, tal día como hoy de hace 547 años. Nacía El Real de Las Palmas, la actual ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Sede primada de la Iglesia de África, primera ciudad fundada por españoles fuera de Europa.

Nuestra ciudad, con 547 años de historia, fue en sus inicios más campamento militar que urbe. El Real de Las Palmas, levantado en la margen derecha del barranco Guiniguada, fue el primer centro urbano ultramarino de Europa y sirvió como ejemplo para crear centenares de ciudades en América, desde la Patagonia a Estados Unidos.

En poco tiempo, el Real de Las Palmas pasó de bastión militar -desde el que se inició la conquista de Gran Canaria- a floreciente villa. Donde hoy se ubica la Ermita de San Antonio Abad y la Casa de Colón, hincaron los castellanos sus pendones.

Finalizada la conquista de la Isla cinco años después, se dio inicio a la colonización con el reparto de tierras y la introducción de la caña y la fabricación de azúcar destinada a los mercados europeos. Es este cultivo el que determina el primer impulso económico, demográfico y urbanístico importante de Las Palmas de Gran Canaria. Permite el ‘salto’ al otro lado del Guiniguada y da lugar a la formación de Triana. Un barrio, desde sus comienzos, comercial y marinero, pues también aquí -en el actual parque de San Telmo- se ubica el primer puerto.

Durante siglos, la capital grancanaria se limitó a La Vegueta y Triana, debido a las murallas que sirvieron para su defensa ante la multitud de ataques piráticos que padeció en los siglos XVI y XVII. Así, mientras en octubre de 1595 las milicias de canarios rechazaron la embestida de 27 navíos capitaneados por los británicos John Hawkins y Francis Drake; en junio de 1599, los holandeses, al mando de Van der Does, protagonizaron uno de los episodios más trágicos de nuestra historia, con el saqueo y el incendio de las edificaciones más representativas.

La industria de la cochinilla y la construcción del nuevo puerto en el XIX sacan a la ciudad del largo letargo de los siglos anteriores, sólo amortiguado por las innovaciones de la Ilustración. A mediados de centuria la ciudad comienza a extenderse hacia la bahía de La Isleta, hacia el actual Puerto de La Luz, cuya construcción en 1883 propició la modernización de la ciudad. Sin el Puerto, Las Palmas de Gran Canaria sería otra.

Por el mar llegaron los viajeros y los pobladores que han ido conformando la imagen abierta y amable de los palmenses. Castellanos, flamencos, genoveses y portugueses buscaron aquí tierras libres para asentarse; hicieron parada de camino a América o emplearon la ciudad como plataforma tricontinental. Las Palmas de Gran Canaria es un crisol de razas y culturas, una sociedad cosmopolita.

En YouTube hay un hermoso vídeo en que los dos más importantes y famosos grupos musicales de Canarias, Los Gofiones y Los Sabandeños, cantan conjuntamente a Gran Canaria. Disfrútenlo. Y sean felices, por favor, a pesar de todo y de todos. ¡Y feliz cumpleaños, Las Palmas! Tamaragua, amigos. HArendt











[ARCHIVO DEL BLOG] UNA CARTA Y UNA BOTELLA DE TXAKOLI. PUBLICADO EL 29/06/2019










Esta mujer trabajadora que dejó de estudiar con 20 años busca ahora en la lectura completar su formación y seguir aprendiendo a pensar, a ver el mundo desde perspectivas diferentes, escribe en El País la historiadora y ensayista Edurne Portela. Domingo por la mañana. Último día de la Feria del Libro de Madrid. Estoy sentada en una caseta, mirando a la gente pasar. Auguro una mañana tranquila, a pesar del río humano que atraviesa la feria. Me pregunto si quedará alguien ahí fuera que todavía quiera un ejemplar dedicado. Se acerca una mujer sonriente. Me dice que no puede llevarse ningún libro porque ya ha leído todos. Me confiesa bajito que lo que escribo le ayuda. Es tímida. Yo también, y por eso me da apuro preguntarle en qué sentido. No es desinterés, es pudor. Hablamos unos minutos. Nos despedimos. Me quedo con la impresión de no haber estado a la altura. Me pasa a menudo con las personas desconocidas que se animan a compartir algo de su intimidad y yo no sé muy bien hasta qué punto les incomodaré si pregunto. Vuelvo a la tarde a firmar. La última tarde. Estoy cansada pero contenta. Ha sido una feria espléndida, los libreros y libreras me cuentan lo mucho que han subido las ventas. Hoy es día de paseo más que de compra, pero hay alegría en mi caseta, ganas de conversar. Mis libreros son licenciados en Filosofía y lectores voraces, hablamos sobre la ética de Spinoza y me recomiendan lo último de Byung-Chul Han. A media tarde veo que E. S., la mujer que me ha visitado a la mañana, se acerca a la caseta. En su mano hay una bolsa morada. La extiende, me dice que antes se le ha olvidado dármela y, sin dejarme tiempo a reaccionar, se despide y desaparece en la multitud. En el interior de la bolsa hay una botella de txakoli envuelta en una carta.
En la carta E. S. me explica eso que por la mañana no me ha contado y yo no he sabido preguntar. Además de detalles personales que no compartiré, de lo que realmente habla esa carta es del poder de la literatura. Esta mujer trabajadora que dejó de estudiar con 20 años busca ahora en la lectura completar su formación y seguir aprendiendo a pensar, a ver el mundo desde perspectivas diferentes, incluso a plantarse ante una forma de vivir que iba en contra de sus deseos. La literatura, escribe, ha sido el revulsivo que la impulsó a volverse “díscola” y a rebelarse contra lo que la obligaban a ser. Al leer y descubrirse en la lectura empezó a vivir “consecuente y conscientemente”. La carta habla de una vida anterior y posterior a su encuentro con la literatura, un antes y un después marcado por una toma de conciencia, un cambio de mirada tras el cual no hay vuelta atrás. Y de una nueva felicidad adquirida no porque leer la ayude a huir del mundo, sino a situarse en él y entenderlo mejor, también a sí misma. Y ese nuevo conocimiento, ese torrente de curiosidad y ansia de saber, es para ella una fuente de alegría. Releo la carta varias veces. Lo que más me conmueve es que no lamenta el antes, sino que se entusiasma con el después, con todo lo que le queda por leer y aprender. Esta mujer de 45 años que lleva 25 trabajando a destajo me confirma que la lectura tiene el poder de hacernos más conscientes de la propia experiencia, es decir, de nuestro sentido de la existencia y de la realidad. Llego al corolario: la escritura contiene la contingencia prodigiosa, la posibilidad latente, de abrir para una misma y para las demás nuevas ventanas desde las que asomarse al mundo. Ahí está el reto, ahí la responsabilidad.
Ojalá leas esta columna, E. S., para que sepas lo mucho que te agradezco esa carta que releeré la próxima vez que me pregunte “¿para qué?”. Y por la botella de txakoli, que ya he puesto a enfriar. Brindaré por tus 45 años y por una vida consciente y llena de lecturas. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt







EL POEMA DE CADA DÍA. HOY, DENTRO, DEL POETA ESPAÑOL JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

 






DENTRO


¡Patria y alma!
Y el alma también es como la patria,
perdidas, dentro, sus orillas dobles
en el oro infinito de lo eterno.

Una abriga a la otra
como dos madres únicas
que fueran hijas de ellas mismas,
en turno de alegrías y tristezas.

Todo y sólo está en ellas;
a ellas tan sólo hay que entregarlo todo,
de ellas tan sólo hay que esperarlo todo,
de la cuna a la muerte.

...Ahora que el cuerpo entró en su patria, 
el alma se le entra.
¡Así, bien lleno! ¡Así, todo completo!
¡Con mi alma, en mi patria!



JUAN RAMÓN JIMÉNEZ (1881-1958)
poeta español