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viernes, 5 de julio de 2024
jueves, 4 de julio de 2024
De la justicia debida: El caso Couso
ANA IRIS SIMÓN
29 JUN 2024 - El País - harendt.blogspot.com
Este lunes, tras 11 años de reclusión, Julian Assange quedó en libertad. Su “crimen” fue entregar más de 200.000 documentos secretos del Gobierno de Estados Unidos a cinco periódicos, entre el que se encontraba este que leen. Gracias a ellos tuvimos la certeza, entre otras cosas, “de la doble moral de Washington en sus relaciones con los países árabes [...] o de sus abusos y ataques a civiles en Irak y Afganistán”, en palabras del que era director de EL PAÍS en el momento de aquellas filtraciones. Una de las piezas más impactantes que había divulgado anteriormente WikiLeaks fue Asesinato colateral, un vídeo de 2007 en el que se muestra como el Ejército estadounidense asesina indiscriminadamente a 12 civiles en Bagdad, incluidos dos reporteros de Reuters.
Pero no era la primera vez que Estados Unidos mataba a periodistas en Irak. Cuatro años antes, en 2003, el español José Couso había sido asesinado por el Ejército americano en esa misma ciudad. Sucedió durante el ataque al Hotel Palestina, donde se alojaba parte de la prensa que cubría el conflicto. El blanco fue la habitación 1503, en la que estaba alojado Reuters, que daba señal a todas las televisiones del mundo. Justo antes habían atacado las sedes de Al Jazeera, donde asesinaron a otro periodista, y la televisión de Abu Dabi. Aquellos ataques supusieron un apagón informativo: desde ese momento y hasta que se derribó la estatua de Sadam Husein, no hubo ni una imagen de la toma de las tropas estadounidenses de Bagdad.
A la pérdida de uno de sus miembros, hijo, hermano, marido y padre de dos niños, la familia Couso tuvo que sumar la aberrante gestión del caso por parte de las autoridades españolas. Desde el principio tuvieron la sensación de que algunas parecían torpedear la investigación, y sus sospechas se confirmaron cuando los documentos de Assange desvelaron que, en efecto, nuestros gobiernos se pusieron del lado de los asesinos extranjeros en lugar de del español asesinado.
Gracias a las filtraciones de WikiLeaks supimos de la reunión de Cándido Conde-Pumpido, entonces fiscal general del Estado, con el embajador estadounidense, en la que aseguró que los fiscales “seguirían oponiéndose” a las órdenes de detención de los militares que asesinaron a Couso. O de los correos de la embajada a Condoleezza Rice, en los que informaban de que el ejecutivo de Zapatero había “ayudado entre bastidores” a que la fiscalía apelara la decisión del juez de detener a los asesinos del periodista. Si lo hubieran matado los iraquíes, Couso habría sido un héroe nacional. Pero como lo asesinaron “los buenos”, a nuestras élites les incomodaba señalar y hacer pagar a sus verdugos.
Quedó patente entonces que nuestros gobiernos, tanto del PP como del PSOE, actuaron como lacayos a las órdenes de una potencia extranjera que había asesinado a un ciudadano español, en un crimen de guerra y contra la libertad de expresión. Todos ellos han sido cómplices de que, a día de hoy, no se haya hecho justicia en memoria de Couso: desde Aznar declarando junto a Bush que creía a Estados Unidos, a Zapatero torpedeando el caso. De Rajoy, que cambió la ley para limitar la jurisdicción universal, a Sánchez, que aún no ha cumplido su promesa de restablecerla. Ahora que celebramos que por fin se ha hecho justicia con Assange, es de ley reclamar lo mismo para Couso, sobre cuyo caso, que está recurrido en Estrasburgo, arrojó luz. Y señalar al imperialismo estadounidense como lo que en ambos casos demostró ser: una fuerza criminal, liberticida y embustera. Ana Iris Simón es escritora.
[ARCHIVO DEL BLOG] Filadelfía (Pensilvania), hace 238 años. [Publicada el 06/07/2014]
Tal ha sido el paciente sufrimiento de estas colonias; y tal es ahora la necesidad que las compele a alterar su antiguo sistema. La historia del presente Rey de la Gran-Bretaña, es una historia de repetidas injurias y usurpaciones, cuyo objeto principal es y ha sido el establecimiento de una absoluta tiranía sobre estos estados. Para probar esto, sometemos los hechos al juicio de un mundo imparcial.
Ha rehusado asentir a las leyes más convenientes y necesarias al bien público de estas colonias, prohibiendo a sus gobernadores sancionar aun aquellas que eran de inmediata y urgente necesidad a menos que se suspendiese su ejecución hasta obtener su consentimiento, y estando así suspensas las ha desatendido enteramente.
Ha reprobado las providencias dictadas para la repartición de distritos de los pueblos, exigiendo violentamente que estos renunciasen el derecho de representación en sus legislaturas, derecho inestimable para ellos, y formidable sólo para los tiranos.
Ha convocado cuerpos legislativos fuera de los lugares acostumbrados, y en sitos distantes del depósito de sus registros públicos con el único fin de molestarlos hasta obligarlos a convenir con sus medidas, y cuando estas violencias no han tenido el efecto que se esperaba, se han disuelto las salas de representantes por oponerse firme y valerosamente a las invocaciones proyectadas contra los derechos del pueblo, rehusando por largo tiempo después de desolación semejante a que se eligiesen otros, por lo que los poderes legislativos, incapaces de aniquilación, han recaído sobre el pueblo para su ejercicio, quedando el estado, entre tanto, expuesto a todo el peligro de una invasión exterior y de convulsiones internas.
Se ha esforzado en estorbar los progresos de la población en estos estados, obstruyendo a este fin las leyes para la naturalización de los extranjeros, rehusando sancionar otras para promover su establecimiento en ellos, y prohibiéndoles adquirir nuevas propiedades en estos países.
En el orden judicial, ha obstruido la administración de justicia, oponiéndose a las leyes necesarias para consolidar la autoridad de los tribunales, creando jueces que dependen solamente de su voluntad, por recibir de él el nombramiento de sus empleos y pagamento de sus sueldos, y mandando un enjambre de oficiales para oprimir a nuestro pueblo y empobrecerlo con sus estafas y rapiñas.
Ha atentado a la libertad civil de los ciudadanos, manteniendo en tiempo de paz entre nosotros tropas armadas, sin el consentimiento de nuestra legislatura: procurando hacer al militar independiente y superior al poder civil: combinando con nuestros vecinos, con plan despótico para sujetarnos a una jurisdicción extraña a nuestras leyes y no reconocida por nuestra constitución: destruyendo nuestro tráfico en todas las partes del mundo y poniendo contribuciones sin nuestro consentimiento: privándonos en muchos casos de las defensas que proporciona el juicio por jurados: transportándonos mas allá de los mares para ser juzgados por delitos supuestos: aboliendo el libre sistema de la ley inglesa en una provincia confinante: alterando fundamentalmente las formas de nuestros gobiernos y nuestras propias legislaturas y declarándose el mismo investido con el poder de dictar leyes para nosotros en todos los casos, cualesquiera que fuesen.
Ha abdicado el derecho que tenía para gobernarnos, declarándonos la guerra y poniéndonos fuera de su protección: haciendo el pillaje en nuestros mares; asolando nuestras costas; quitando la vida a nuestros conciudadanos y poniéndonos a merced de numerosos ejércitos extranjeros para completar la obra de muerte, desolación y tiranía comenzada y continuada con circunstancias de crueldad y perfidia totalmente indignas del jefe de una nación civilizada.
Ha compelido a nuestros conciudadanos hechos prisioneros en alta mar a llevar armas contra su patria, constituyéndose en verdugos de sus hermanos y amigos: excitando insurrecciones domésticas y procurando igualmente irritar contra nosotros a los habitantes de las fronteras, los indios bárbaros y feroces cuyo método conocido de hacer la guerra es la destrucción de todas las edades, sexos y condiciones.
A cada grado de estas opresiones hemos suplicado por la reforma en los términos más humildes; nuestras súplicas han sido contestadas con repetidas injurias. Un príncipe cuyo carácter está marcado por todos los actos que definen a un tirano, no es apto para ser el gobernador de un pueblo libre.
Tampoco hemos faltado a la consideración debida hacia nuestros hermanos los habitantes de la Gran Bretaña; les hemos advertido de tiempo en tiempo del atentado cometido por su legislatura en extender una ilegítima jurisdicción sobre las nuestras. Les hemos recordado las circunstancias de nuestra emigración y establecimiento en estos países; hemos apelado a su natural justicia y magnanimidad, conjurándolos por los vínculos de nuestro origen común a renunciar a esas usurpaciones que inevitablemente acabarían por interrumpir nuestra correspondencia y conexiones. También se han mostrado sordos a la voz de la justicia y consanguinidad. Debemos, por tanto, someternos a la necesidad que anuncia nuestra separación, y tratarlos como al resto del género humano: enemigos en la guerra y amigos en la paz .
Por tanto, Nosotros, los Representantes de los Estados Unidos, reunidos en Congreso General, apelando al Juez supremo del Universo, por la rectitud de nuestras intenciones, y en el nombre y con la autoridad del pueblo de estas colonias, publicamos y declaramos lo presente: que estas colonias son, y por derecho deben ser, estados libres e independientes; que están absueltas de toda obligación de fidelidad a la corona británica: que toda conexión política entre ellas y el estado de la Gran Bretaña, es y debe ser totalmente disuelta, y que como estados libres e independientes, tienen pleno poder para hacer la guerra, concluir la paz, contraer alianzas, establecer comercio y hacer todos los otros actos que los estados independientes pueden por derecho efectuar. Así que, para sostener esta declaración con una firme confianza en la protección divina, nosotros empeñamos mutuamente nuestras vidas, nuestras fortunas y nuestro sagrado honor.
Y si tienen oportunidad de hacerlo no desaprovechen la posibilidad de ver la serie de televisión "John Adams" (2008), que narra los hechos que conmemoramos y la vida adulta del que fuera segundo presidente de los Estados Unidos de América. Protagonizada magistralmente por Paul Giameti y Laura Linney, está dirigida por Tom Hooper y producida, ¡cómo no!, por la cadena HBO. Imprescindible. Ahora, por favor, sean felices. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt
El poema de cada día. Hoy, Poema, de Niels Frank (1963)
miércoles, 3 de julio de 2024
De la edad de oro de las manifestaciones
Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz miércoles. Para protestar los datos apuntan a que sacar a la gente a la calle es lo fundamental, pero no es lo único, dice en la primera de las entradas de hoy el genetista Javier Sampedro. En el archivo del blog, HArendt rememora una excursión familiar por la isla de Gran Canaria de un lejano ya mes de agosto de 2009. Sigue a continuación el famoso poema Ítaca, de Konstantínos Kaváfis, y para terminar, como siempre, las viñetas de humor. harendt.blogspot.com.
[ARCHIVO DEL BLOG] Unos días de descanso... [Publicada el 18/08/2009]
En el ínterin, he terminado de leer "Verdad controvertida. Memorias" (Trotta, Madrid, 2009), del teólogo suizo Hans Küng, que espero comentar más extensamente en breve, y comenzado a releer "Orwell: 1984. Reflexiones desde 1984" (Espasa-Calpe/UNED, Madrid, 1984), una obra colectiva co-editada por dos prestigiosos profesores de mi alma mater: Carlos García Gual y Ramón García Cotarelo, el mismo año en el que se cumplía la fecha que daba origen al título de la famosísima novela del británico George Orwell.
También me ha dado tiempo a realizar algunas excursiones interesantes, El 25 de julio, día de Santiago, con mi mujer, dos de sus hermanas y un cuñado, desde Las Palmas hasta Tunte, la pequeña y bella capital del municipio de San Bartolomé de Tirajana, en el que yo resido. Tunte se encuentra a unos veinticinco kilómetros de Maspalomas y 900 metros de altura sobre el nivel del mar, subiendo desde la costa hacia el interior de la isla por el barranco de Fataga, aunque nosotros lo hemos hecho desde Las Palmas por Agüimes, Temisas y Santa Lucía, unos 55 kilómetros. Dos días después, mi mujer y yo, circunvalamos de una tirada por tercera o cuarta vez, no estoy muy seguro pero en todo caso hace ya mucho tiempo, la isla de Gran Canaria. Son 180 kilómetros, más o menos la mitad de subidas, bajadas y curvas cerradas sobre los acantilados del suroeste de la isla. Salimos desde Las Palmas a las 9 de la mañana, y en dirección norte-sur, por la autovía GC-1, bajamos hasta el Puerto de Mogán, y desde allí, abandonamos la costa para adentrarnos, ya por carretera convencional, hasta La Aldea de San Nicolás, a 110 kilómetros de Las Palmas, en la costa oeste de Gran Canaria. La Aldea de San Nicolás es quizá la población más aislada, secularmente, de la isla. De la complejidad de llegar hasta ella puede dar idea el hecho de que los autobuses de servicio interurbano que la comunican con el resto de las poblaciones de la isla y con la capital, hacen su recorrido desde Las Palmas en dirección norte-sur-oeste (110 km.) en lugar de hacerlo por la ruta norte de la isla (Las Palmas-Gáldar-Agaete-La Aldea, de apenas 70 km.). Después de dar un paseo por su puerto y tomarnos un café, volvemos a Las Palmas por la costa norte, bordeando los famosos acantilados del Andén Verde, cortados a pico sobre el mar, a más de 500 metros de altura. A las dos de la tarde descansábamos del paseo en nuestra casa de Las Palmas.
Desde allí, en pocos minutos, descendemos hacia la Caldera de Tejeda para desviándonos hacia el Roque Nublo, parar en Los Llanos de la Pez. Bajo los pinos, montamos nuestro campamento, izamos la bandera familiar (el león negro rampante sobre fondo amarillo) y pasamos el día subiendo por las laderas, jugando con los niños, paseando, y zampándonos la comida que hemos traído de casa preparada por mi hija Ruth y mi mujer, para volver hacia Las Palmas pasadas las seis de la tarde. Un hermoso día, sin duda. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt
El poema de cada día. Hoy, Ítaca, de Konstantínos Kaváfis (1863-1933)
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.
Konstantínos Kaváfis, (1863-1933)