miércoles, 30 de julio de 2025

DE LAS VIÑETAS DE HUMOR DE HOY MIÉRCOLES, 30 DE JULIO DE 2025

 


































martes, 29 de julio de 2025

DE LAS ENTRADAS DEL BLOG DE HOY MARTES, 29 DE JULIO DE 2025

 






Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz martes, 29 de julio de 2025. Cada vez que ha habido un intento de no hablar de caridad, sino de corregir desequilibrios estructurales, el resultado ha sido avergonzante, afirma en la primera de las entradas del blog de hoy Jahel Queralt. En la segunda, un archivo del blog de hoy hace diecisiete años, HArendt hablaba de la sentencia que acababa de condenar al director de la COPE, Federico Jiménez Losantos, y del presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Rouco. La tercera es un poema de Jaime Gil de Biedma titulado De todas las historias de la historia, que comienza con estos versos: ¿Y qué decir de nuestra madre España,/este país de todos los demonios/en donde el mal gobierno, la pobreza/no son, sin más, pobreza y mal gobierno. Y la cuarta y última, como siempre, son las viñetas de humor, pero ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν" (toca marchar); volveremos a vernos mañana si las Euménides y la diosa Fortuna lo permiten. Sean  felices, por favor. Tamaragua, amigos míos. HArendt















DE LA DESVERGÜENZA DE LA LLAMADA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

 






Cada vez que ha habido un intento de no hablar de caridad, sino de corregir desequilibrios estructurales, el resultado ha sido avergonzante, afirma en El País [La cooperación internacional empieza por no hacer daño, 21/07/2025], la filósofa Jahel Queralt. El 1 de julio, Donald Trump consumó algo de lo que ya venía advirtiendo desde su primer mandato: el cierre de USAID, el programa de ayuda al desarrollo. The Lancet ha hecho las cuentas: esta decisión tendrá un coste de 14 millones de vidas antes de 2030, entre las cuales hay las de 4,5 millones de niños menores de cinco años. Una inmoralidad, sin duda, que el hombre más poderoso del mundo justifica con el lema que le llevó al poder: America(ns) first!, comienza diciendo Queralt. Unos días después, en Sevilla, tuvo lugar la IV Conferencia de Financiación para el Desarrollo de la ONU, donde Europa se reivindicó como el nuevo líder moral y se renovaron los votos solidarios de destinar el 0,7% del PIB en ayuda oficial. Noruega y Luxemburgo son los únicos que cumplen. España, que durante el Gobierno de Zapatero llegó a destinar el 0,45% del PIB, formó parte de la avanzadilla. Pero con la crisis de 2008 llegó el repliegue: recortes drásticos y un replanteamiento de prioridades. Nuestro propio “Spaniards First”. Hoy, nuestra contribución es de un modestísimo 0,24%, con la promesa, legalmente recogida en la Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de 2023, de alcanzar el 0,7% para 2030. Una previsión optimista para los próximos cinco años que, según el Gobierno, pasa por encima de aumentar el gasto en defensa.
Todos estos debates y cumbres tan llenos de compromisos adoptan siempre una perspectiva donantecéntrica: nosotros, los países ricos, somos quienes donamos, ayudamos, repartimos, cooperamos; ellos, los pobres, se benefician pasivamente de nuestra solidaridad. Críticos como Dambisa Moyo o William Easterly denuncian que esta lógica refuerza una mentalidad colonial y una falsa superioridad moral del Norte sobre el Sur, con resultados decepcionantes pese a décadas de ayuda y cientos de miles de millones invertidos. Evaluar el impacto de la ayuda es complejo. Pero la mirada donantecéntrica ignora un hecho fundamental: esos miles de millones no bastan para saldar la deuda que tenemos con África. No hablamos ahora de una deuda moral, postcolonial, difusa y discutible, sino de una deuda contante y sonante cuantificable. Descontando la ayuda que reciben, los países africanos son acreedores netos de Occidente.
Según un estudio de Global Financial Integrity y el Political Economy Research Institute (2018), entre 1970 y 2015, unos 1,4 billones de dólares salieron de 30 países africanos mediante flujos financieros ilícitos y evasión fiscal. En ese tiempo recibieron 992.000 millones en ayuda y acumularon 497.000 millones en deuda externa. El balance es claro: África tiene en el haber de la contabilidad global mucho más de lo que se le anota en el debe. Aunque el desequilibrio sea escandaloso, las cuentas grosso modo son frías y anestesiantes. A menudo, lo que más interpela son los casos concretos. Como el de Glencore, la multinacional minera con sede en Suiza, que durante años pagó sobornos en la República Democrática del Congo para asegurarse concesiones mineras a bajo coste, y subfacturó minerales exportados manipulando precios entre filiales (lo que se conoce como transfer pricing) para trasladar sus beneficios a jurisdicciones fiscalmente más ventajosas. ¿El resultado? Pérdidas millonarias en impuestos no cobrados para el Estado congoleño. En 2024, las autoridades suizas condenaron a Glencore a pagar 150 millones de dólares por su modus operandi fraudulento. Pero no fue una compensación al país saqueado —¡qué va!—, sino una sanción por dañar el “interés público suizo”; concretamente su imagen de país garante de un capitalismo serio y bien regulado. El Congo no vio un dólar. Suiza, en cambio, salió doblemente beneficiada: primero, como refugio financiero de las ganancias obtenidas mediante corrupción; después, quedándose con el botín de la multa, en un ejercicio de restauración reputacional revestido de justicia.
Este tipo de prácticas no son una excepción: las ampara un entramado institucional que consolida privilegios. Y no por ignorancia: sabemos bien hacia dónde se inclina el tablero. Pero cada vez que los líderes mundiales se han reunido, no para hablar de caridad, sino para corregir desequilibrios estructurales, el resultado ha sido avergonzante. Un buen ejemplo, y oportuno en estos días de amenazas arancelarias, fue la Ronda de Doha, lanzada en 2001 para integrar a los países pobres en el libre comercio; aquello tan manido de “enseñarles a pescar” en vez de darles peces. Los países en desarrollo cumplieron: abrieron sus mercados. Pero los países ricos no recortaron sus subsidios, y su algodón, su trigo y su arroz llegaron dopados al Sur y arruinaron a millones de pequeños productores. Para paliar el incumplimiento, los países pobres pidieron aplicar aranceles defensivos: una herramienta prevista por la OMC como “trato especial y diferenciado” para garantizar del derecho al desarrollo. Pero su solicitud fue bloqueada en nombre de un libre comercio que ya entonces era un espejismo. Y lo sigue siendo. Los mismos países que negaron ese margen mínimo de protección levantan hoy sus propias barreras arancelarias invocando conceptos como “seguridad nacional” o “autonomía estratégica”, mucho más difusos y menos urgentes que la supervivencia de millones. Podemos seguir hablando de ayuda al desarrollo y darnos cita para nuevas cumbres. Pero reconozcamos al menos que nos parecemos en algo a un secuestrador que organiza una colecta para su rehén, sin soltar la llave. Jahel Queralt es filósofa y profesora lectora Serra Húnter en la Facultad de Derecho de la Universidad Pompeu Fabra y coeditora de Razones públicas (Ariel).

















[ARCHIVO DEL BLOG] A MONSEÑOR LE CRECEN LOS ENANOS. PUBLICADO EL 29/07/2008












A Monseñor, y me refiero al cardenal-arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, el señor Rouco, le crecen los enanos... Pero él, como si nada. Supongo que lo hace como sacrificio por los sufrimiento de Su Señor Jesucristo... Lo de este hombre, don Federico Jiménez Losantos, es de vergüenza. Pero más vergüenza da el comportamiento del señor Rouco y sus socios de la Conferencia Episcopal. En cualquier medio de comunicación que se precie, después de dos condenas seguidas por insultos e injurias, ese señor estaría en la calle, sin indemnización, y presentando demanda por despido improcedente ante el Juzgado de lo Social. En la COPE, cadena de emisoras de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana-Franquicia Española, no. Tendría que ocurrir un terremoto para que el señor Rouco removiera la silla del señor Jiménez Losantos. Da que pensar... Pero en fin, cosas de curas. Con su pan se lo coman... Al final se van a ver todos en el infierno.
Más adelante puede leerse la noticia de la nueva condena tal y como la adelantaba El País de hace unas horas, el fallo de la Sentencia que condena al señor susodicho, y un artículo del novelista y escritor gallego, Manuel Rivas, del pasado día 17, también en El País. Y si son creyentes (yo soy ateo, gracias a Dios) rueguen por Monseñor Rouco. Se lo merece, el pobre, por los disgustos que le están dando el gobierno "rojo" de Zapatero, los teólogos españoles, los católicos de base, la asignatura de Educación para la Ciudadanía, la COPE y el señor condenado hace unas horas. 
El artículo de El País dice así: "Losantos suma una nueva condena por insultos", (El País/Europa Press): Deberá pagar 100.000 euros y leer en su programa de la Cope la sentencia.- Injurió al ex director de 'Abc', José Antonio Zarzalejos. El juzgado de primera instancia número 69 de Madrid ha declarado culpable al locutor de la cadena Cope Federico Jiménez Losantos por intromisión en el honor del ex director del diario Abc, José Antonio Zarzalejos. Losantos, que insultó en antena al periodista, deberá ahora pagar inserciones publicitarias en EL PAÍS, El Mundo y Abc para publicar la sentencia que le inculpa, así como leer la misma en el espacio radiofónico que dirige en la cadena de los obispos y pagar multa de 100.000 euros.
La fiscal María Gómez Galindo apoyó en el juicio que el locutor indemnizase al ex director del diario Abc con 600.000 euros por los daños morales que, a su juicio, pudo causarle durante los casi dos años en los que se dirigió a él con "afirmaciones injuriosas e innecesarias" de "evidente contenido insultante y vejatorio". Finalmente la sentencia recoge una indemnización de 100.000 euros.
El abogado de Zarzalejos enumeró durante la vista el pasado día 17 el catálogo de expresiones "injuriosas, hirientes y vejatorias" que Losantos pronunció entre 2006 y 2007 contra el entonces director de Abc: zote, zafio, sicario, zoquete, infausto, melón, hortera, calvorota, abyecto, falsario, necio, traidor, embustero, detritus y avieso, entre otros.
Losantos afirmó entonces que sólo dependiendo "del contexto, el tono y la circunstancia" esos calificativos podían ser considerados como insultos, y que el director de un programa de radio como La mañana no lee simplemente las noticias, sino que las comenta con sátira. "Sin las críticas y el humor de la sátira es impensable la libertad de expresión", señaló Losantos.
El pasado mes de junio el locutor estrella de la emisora de radio propiedad de la Conferencia Episcopal Española también fue condenado por injurias, en este caso contra el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón (PP). Losantos debe pagar al regidor madrileño 36.000 euros. En aquella ocasión el locutor anunció que apelaría el fallo ante la Audiencia Provincial de Madrid. Cabe esperar que haga lo mismo en el caso de Zarzalejos. (El País/Europa Press, 29/07/08)
Y éste es el del escritor Manuel Rivas: "¡Hi ha!". Resulta que el programa estrella informativo de la emisora episcopal española era en realidad un espacio humorístico. Hablar de información en La mañana (de la Cope) es, pues, un eufemismo. Así lo ha dado a entender el conductor y "poeta satírico" Federico Jiménez Losantos en uno de los juicios en que ha comparecido acusado de pertinaz vejaminista. De manera críptica, en los círculos obispales el programa es conocido como La risa pascual. Al parecer, ha habido intensos debates entre los pastores de la Iglesia sobre la adecuación de las prédicas intimidantes de este nuevo "periodismo exorcista" a la moral cristiana. Algún prelado medievalista podría aportar como referentes de autoridad de don Federico la llamada festa stultorum (o "fiesta de los locos") y la "fiesta del asno" que culminaba con las autorizadas y muy celebradas "misas de burro". En el imprescindible La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento, Mijail Bajtin describe un oficio redactado por el austero clérigo Pierre Corbeil: "El sacerdote, a modo de bendición, rebuznaba tres veces, y los feligreses, en lugar de contestar con un amén, rebuznaban a su vez tres veces". El defensor de don Federico quiso enmarcar su estilo en los escarnios de Quevedo y Góngora, pero yo lo veo más en la línea tradicionalista de La fiesta del asno, donde se buscaba una complicidad colectiva, un coral y jocoso "¡hi ha!". Ahora sabemos que las campañas de crispación eran, en realidad, grandes parodias satíricas. ¿Qué se buscaba, por ejemplo, con el boicot al cava catalán? ¡Unas risas, nomás! ¿Y con la teoría de la conspiración del 11-M? Animar un poco el cotarro marciano, en una versión cutre de La guerra de los mundos. ¿Y las personas insultadas, desolladas vivas, por no prestarse al rebuzno? Hombre, aquí la gente es muy susceptible. No puedes usar indirectas como "detritus" o "sicario". España se rompe, monseñor, y además no sabe aguantar una broma. (El País, 17/07/08). Sean felices, por favor a pesar de la COPE. HArendt.



















EL POEMA DE CADA DÍA. HOY, DE TODAS LAS HISTORIAS DE LA HISTORIA, DE JAIME GIL DE BIEDMA

 








DE TODAS LAS HISTORIAS DE LA HISTORIA




¿Y qué decir de nuestra madre España,


este país de todos los demonios


en donde el mal gobierno, la pobreza


no son, sin más, pobreza y mal gobierno,


sino un estado místico del hombre,


la absolución final de nuestra historia?


De todas las historias de la Historia


la más triste sin duda es la de España


porque termina mal. Como si el hombre,


harto ya de luchar con sus demonios,


decidiese encargarles el gobierno


y la administración de su pobreza.


Nuestra famosa inmemorial pobreza


cuyo origen se pierde en las historias


que dicen que no es culpa del gobierno,


sino terrible maldición de España,


triste precio pagado a los demonios


con hambre y con trabajo de sus hombres.


A menudo he pensado en esos hombres,


a menudo he pensado en la pobreza


de este país de todos los demonios.


Y a menudo he pensado en otra historia


distinta y menos simple, en otra España


en donde sí que importa un mal gobierno.


Quiero creer que nuestro mal gobierno


es un vulgar negocio de los hombres


y no una metafísica, que España


puede y debe salir de la pobreza,


que es tiempo aún para cambiar su historia


antes que se la lleven los demonios.


Quiero creer que no hay tales demonios.


Son hombres los que pagan al gobierno,


los empresarios de la falsa historia.


Son ellos quienes han vendido al hombre,


los que le han vertido a la pobreza


y secuestrado la salud de España.


Pido que España expulse a esos demonios.


Que la pobreza suba hasta el gobierno.


Que sea el hombre el dueño de su historia.




JAIME GIL DE BIEDMA (1929-1990)

poeta español


























DE LAS VIÑETAS DE HUMOR DE HOY MARTES, 29 DE JULIO DE 2025

 















































lunes, 28 de julio de 2025

DE LAS ENTRADAS DEL BLOG DE HOY LUNES, 28 DE JULIO DE 2025

 







Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz lunes, 28 de julio de 2025. El proyecto de los nuevos oligarcas de la tecnología es de naturaleza imperial, y su única moral es el enriquecimiento sin límites y el poder sin cortapisas, afirma en la primera de las entradas del blog de hoy el escritor Juan Gabriel Vásquez. En la segunda, un archivo del blog de julio de 2017, un intelectual tan ponderado como el historiador Antonio Elorza, acusaba al gobierno de la comunidad autónoma de Cataluña de sedición (del latín seditio, -ōnis: Alzamiento colectivo y violento contra la autoridad, el orden público o la disciplina militar, sin llegar a la gravedad de la rebelión); hoy, tras la amnistía, el asunto parece superado socialmente, pero quedan rescoldos que deberían ser discutidos y resueltos democráticamente. El poema del día, en la tercera, lleva por título Como una gran ciudad, España mía, está escrito por la poetisa chilena Concha Zardoya, y comienza con estos versos: Como una gran ciudad, España mía,/te elevas en mis sueños, tras los aires./Me llamas con tu luz y tu hermosura,/con el dulce misterio de tus campos. Y la cuarta y última, como siempre, son las viñetas de humor, pero ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν" (toca marchar); volveremos a vernos mañana si las Euménides y la diosa Fortuna lo permiten. Sean  felices, por favor. Tamaragua, amigos míos. HArendt