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jueves, 15 de marzo de 2018

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "Misericordia"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 175 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela Misericordia, en la edición digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, basada en la de la Tipografía e Imprenta de la Viuda e Hijos de Tello, de Madrid, de 1897. Galdós refleja en esta novela la vida de las clases más humildes del Madrid de finales del siglo XIX, narrando la historia de Benina, mujer de una humanidad admirable que sirve en una casa de la burguesía madrileña en decadencia y se ve obligada a mendigar para ayudar económicamente a sus amos. El orgullo y la importancia de las apariencias que caracterizan a estos contrastan con la bondad de Benina, condenada a sobrevivir en un entorno hostil sin perder ni un solo instante su dignidad. Misericordia es una novela emblemática sobre la marginación social y una crítica intemporal a la sociedad y a los valores que la sustentan.




Representación teatral de "Misericordia", de Galdós



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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jueves, 8 de marzo de 2018

[DESDE LA RAE] Hoy, con el académico Francisco Brines





La Real Academia Española (RAE) se creó en Madrid en 1713, por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga (1650-1725), octavo marqués de Villena, quien fue también su primer director. Tras algunas reuniones preparatorias realizadas en el mes de junio, el 6 de julio de ese mismo año se celebró, en la casa del fundador, la primera sesión oficial de la nueva corporación, tal como se recoge en el primer libro de actas, iniciado el 3 de agosto de 1713. En estas primeras semanas de andadura, la RAE estaba formada por once miembros de número, algunos de ellos vinculados al movimiento de los novatores. Más adelante, el 3 de octubre de 1714, quedó aprobada oficialmente su constitución mediante una real cédula del rey Felipe V. 

La RAE ha tenido un total de cuatrocientos ochenta y tres académicos de número desde su fundación. Las plazas académicas son vitalicias y solo ocho letras del alfabeto no están representadas —ni lo han estado en el pasado— en los sillones de la institución: v, w, x, y, z, Ñ, W, Y.

En esta nueva sección del blog, que espero tengo un largo recorrido, voy a ir subiendo periódicamente una breve semblanza de algunos de esos cuatrocientos ochenta y tres académicos, comenzando por los más recientes, hasta llegar a la de su fundador, don Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga. Pero sobre todo, en la medida de lo posible, pues creo que será lo más interesante, sus discursos de toma de posesión como miembros de la Real Academia Española. 


Continúo hoy la semblanza de los actuales y pasados miembros de la Real Academia Española con la del académico Francisco Brines (Oliva, Valencia, 1932). Elegido el 19 abril de 2001, tomó posesión de la silla "X" de la Academia el 21 de mayo de 2006 con el discurso titulado Unidad y cercanía personal en la poesía de Luis Cernuda, al que respondió en nombre de la corporación el académico Francisco Nieva.

El poeta Francisco Brines, licenciado en Derecho, Filosofía y Letras e Historia, es doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Valencia y ha sido lector de Literatura Española en la Universidad de Cambridge y profesor de español en la Universidad de Oxford. Pertenece a la llamada generación del 50, de la que formaron parte, entre otros, Claudio Rodríguez, Ángel González, José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma y José Ángel Valente.

Su obra poética ha sido reconocida con numerosos galardones, entre ellos el Premio Adonais por Las brasas (1959), el Premio de la Crítica por Palabras en la oscuridad (Poesía castellana, 1967), el Premio de las Letras Valencianas (1967), el Premio Nacional de Literatura por El otoño de las rosas (Poesía, 1987), el Premio Fastenrath por La última costa (1998), el Premio Nacional de las Letras Españolas (1999), el Premio de Poesía Federico García Lorca (2007) y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2010).


Francisco Brines, en su toma de posesión académica



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martes, 6 de marzo de 2018

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "Miau"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 175 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela Miau, en la edición digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, basada en la de Madrid, Imprenta de La Guirnalda, de 1888, que se encuentra en la Biblioteca Nacional de España, en Madrid.

La novela, dentro del ciclo de las "Novelas españolas contemporáneas", se encuadra en el género realista, satirizando el Madrid burocrático de finales del siglo XIX a partir de las vicisitudes vitales de su protagonista, Ramón Villaamil, un competente exempleado del Ministerio de Hacienda, al que una serie de intrigas han dejado cesante. Escrita en cinco semanas, Galdós redactó dos versiones y aún realizaría abundantes cambios ante las galeradas de las pruebas de imprenta. El autor canario la describe como "obra ligera y de poca piedra". Sin embargo, tanto Pereda como «Clarín» la valoraron y reconocieron. 

En el escenario del Madrid galdosiano de la segunda mitad del siglo XIX,​ ya restaurada la monarquía borbónica, dos familias del entorno de la Administración del Estado comparten éxitos y fracasos. El pulso narrativo, el mismo que en la historia de la literatura europea se hará angustioso con Dostoievski y alucinante con Kafka, palpita en Miau siguiendo el péndulo vital de un reloj anclado en un piso madrileño de la baja burguesía "con sus olores, sus ruidos —la sartén, la escoba, el canto de las mujeres—, sus ventanas y balcones por donde entra la luz de Madrid, que eleva todo a rango de arte". En ese escenario doméstico entran y salen, además de Villaamil: Doña Pura, la mujer del cesante, que despilfarra el menguante presupuesto y forma coro de inútiles con Milagros, hermana de Villaamil, y Abelarda, la apocada e inestable hija del protagonista. El contrapunto lo ponen dos varones antitéticos, Víctor Cadalso —el malo de esta tragicomedia—, viudo, funcionario en ascenso gracias a sus vicios personales, y su hijo, nieto de Villaamil, Luisito.






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miércoles, 28 de febrero de 2018

[DESDE LA RAE] Hoy, con el académico José Manuel Blecua





La Real Academia Española (RAE) se creó en Madrid en 1713, por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga (1650-1725), octavo marqués de Villena, quien fue también su primer director. Tras algunas reuniones preparatorias realizadas en el mes de junio, el 6 de julio de ese mismo año se celebró, en la casa del fundador, la primera sesión oficial de la nueva corporación, tal como se recoge en el primer libro de actas, iniciado el 3 de agosto de 1713. En estas primeras semanas de andadura, la RAE estaba formada por once miembros de número, algunos de ellos vinculados al movimiento de los novatores. Más adelante, el 3 de octubre de 1714, quedó aprobada oficialmente su constitución mediante una real cédula del rey Felipe V. 

La RAE ha tenido un total de cuatrocientos ochenta y tres académicos de número desde su fundación. Las plazas académicas son vitalicias y solo ocho letras del alfabeto no están representadas —ni lo han estado en el pasado— en los sillones de la institución: v, w, x, y, z, Ñ, W, Y.

En esta nueva sección del blog, que espero tengo un largo recorrido, voy a ir subiendo periódicamente una breve semblanza de algunos de esos cuatrocientos ochenta y tres académicos, comenzando por los más recientes, hasta llegar a la de su fundador, don Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga. Pero sobre todo, en la medida de lo posible, pues creo que será lo más interesante, sus discursos de toma de posesión como miembros de la Real Academia Española. 


Continúo hoy la semblanza de los actuales y pasados miembros de la Real Academia Española con la del académico Jose Manuel Blecua (1939). Elegido el 19 de junio de 2003, tomó posesión el 25 de junio de 2006 de la silla "h" con el discurso titulado Principios del Diccionario de Autoridades, al que respondió, en nombre de la institución José Antonio Pascual.

Director de la institución desde 2010 a 2015, fue secretario y responsable del volumen Fonética y fonología de la Nueva gramática de la lengua española, publicado en 2011, y del DVD Las voces del español. Tiempo y espacio, que lo acompaña. Es doctor en Filología Románica y catedrático de Lengua Española. Dedicó su tesis a la Silva de poesía del doctor Eugenio de Salazar (1970). Ha sido profesor de la Universidad de Barcelona y, posteriormente, de la Universidad Autónoma de Barcelona, donde fue vicerrector, director del Servicio de Publicaciones y fundador y director del primer Seminario de Filología e Informática. En 2011 recibió el reconocimiento de la Associació d'Amics de la UAB, en un acto en el que se presentó el libro Al otro lado del espejo, publicado en homenaje a sus años de docencia. Vigesimonoveno director de la institución, José Manuel Blecua ha sido profesor también en Ohio State University (1971), en el Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colegio de México (1986-1987), en los cursos de verano para extranjeros de la Universidad de Zaragoza en Jaca y colaborador docente, desde 1976, de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Es miembro de la Reial Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona y miembro correspondiente de la Real Academia Hispano Americana de Cádiz.




José Manuel Blecua, en su toma de posesión académica



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viernes, 23 de febrero de 2018

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "La loca de la casa"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 175 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela La loca de la casa, en edición digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, basada en la de Madrid, Imprenta de La Guirnalda, de 1893.

La loca de la casa, dentro del ciclo "espiritualista" de las novelas españolas contemporáneas, está concebida como una novela dialogada en cuatro jornadas, que el autor la adaptó a pieza dramática en cuatro actos y fue estrenada en el Teatro de la Comedia de Madrid el 16 de enero de 1893. Su publicación casi pasó inadvertida, prestando el público de Galdós más atención a su estreno teatral. La esencia de la historia puede resumirse en el juicio que expresó Leopoldo Alas «Clarín», comparándola con Ángel Guerra, como historia de "la fiera amansada por el amor" (siendo la fiera el rudo y activo "Pepet" y la artífice del milagro amoroso, Victoria, la loca de la casa); en palabras del crítico, escritor y amigo de Galdós, Victoria "joven mística, en el sentido vulgar y corriente de la palabra, emprende la conquista de un alma rebelde y fuerte, como el cristianismo emprendió la conquista de los bárbaros". La paralela lectura crítica de Joaquín Casalduero y su mirada global de la obra de Galdós, definirá al indiano José María Cruz como representante del ciclo de la materia y a Victoria como personaje en triunfo del ciclo del espíritu.

José María Cruz, alias "Pepet", emigrante enriquecido en California y México regresa a Barcelona, donde había nacido de unos humildes criados de los poderosos Moncada, industriales textiles. En la Ciudad Condal, donde espanta a la burguesía catalana con su rudeza y su presunción de indiano, "Pepet" visita el hogar de sus antiguos amos; en él, el viejo Juan de Moncada, que casi arruinado había intentado casar a su hija mayor, Victoria (la loca de la casa) con un noble catalán, y ante la negativa de ella y la amenaza de meterse en un convento, ve ahora la oportunidad de salvarse casando a la otra hija, Gabriela, con el indiano enriquecido. Por su parte, "Pepet" siente satisfecho su orgullo al sumar a su poder económico el abolengo, prestigio y nombre de los Moncada. Pero la trama se enreda cuando Victoria decide abandonar su idea de hacerse monja para casarse con el indiano "Pepet"; y se enredará aún más cuando Daniel, el despechado pretendiente de la nobleza catalana, comience a frecuentar el hogar de "Pepet" y Victoria, despertando el fantasma de los celos en el indiano...



Representación de La loca de la casa (Finales siglo XIX)



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sábado, 17 de febrero de 2018

[DESDE LA RAE] Hoy, con el académico Pedro García Barreno





La Real Academia Española (RAE) se creó en Madrid en 1713, por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga (1650-1725), octavo marqués de Villena, quien fue también su primer director. Tras algunas reuniones preparatorias realizadas en el mes de junio, el 6 de julio de ese mismo año se celebró, en la casa del fundador, la primera sesión oficial de la nueva corporación, tal como se recoge en el primer libro de actas, iniciado el 3 de agosto de 1713. En estas primeras semanas de andadura, la RAE estaba formada por once miembros de número, algunos de ellos vinculados al movimiento de los novatores. Más adelante, el 3 de octubre de 1714, quedó aprobada oficialmente su constitución mediante una real cédula del rey Felipe V. 

La RAE ha tenido un total de cuatrocientos ochenta y tres académicos de número desde su fundación. Las plazas académicas son vitalicias y solo ocho letras del alfabeto no están representadas —ni lo han estado en el pasado— en los sillones de la institución: v, w, x, y, z, Ñ, W, Y.

En esta nueva sección del blog, que espero tengo un largo recorrido, voy a ir subiendo periódicamente una breve semblanza de algunos de esos cuatrocientos ochenta y tres académicos, comenzando por los más recientes, hasta llegar a la de su fundador, don Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga. Pero sobre todo, en la medida de lo posible, pues creo que será lo más interesante, sus discursos de toma de posesión como miembros de la Real Academia Española. 


Continúo hoy la semblanza de los actuales y pasados miembros de la Real Academia Española con la del académico Pedro García BarrenoNacido en Madrid el 23 de octubre de 1943, fue elegido el 2 de marzo de 2006 y tomó posesión de la silla "a" de la Academia el 29 de octubre de ese mismo año con el discurso titulado De Calderón y cibercirugía, al que respondió en nombre de la corporación la también académica Margarita Salas.

Doctor en Medicina y Cirugía, Pedro García Barreno es catedrático de Fisiopatología y Propedéutica Quirúrgicas de la Universidad Complutense de Madrid. Realizó su formación en el Hospital Provincial de Madrid y en los hospitales de las Universidades de Cardiff, en el Reino Unido, y de Michigan (Wayne) y Texas (Houston), en Estados Unidos. Asimismo, es diplomado en Defensa Nacional por el CESEDEN, en Informática Médica por el Instituto de Informática y máster por el Instituto de Empresa.

Ha sido jefe de departamento y consultor senior del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, del que fue director médico, subdirector y jefe clínico de cirugía. También ha desempeñado los cargos de director del Plan Nacional para la Prevención de Minusvalías, presidente de la Comisión Nacional para el Síndrome Tóxico y director de la Unidad de Sanidad Militar del Ministerio de Defensa. Es secretario general del Instituto de España y pertenece a la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, a la Real Academia de  Doctores de España y a la Academia Europea de Ciencias y Artes. Es miembro de honor de la Real Academia de Córdoba y correspondiente de la Real Academia Gallega de Medicina y Cirugía. Asimismo, es fellow de la Royal Society of Medicine (Londres) y de la InterAmerican Medical and Health Association.



Pedro García Barreno, en su toma de posesión académica



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miércoles, 14 de febrero de 2018

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "Lo prohibido"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 175 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela Lo prohibido en la edición electrónica de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, basada en la edición original publicada por Imprenta y Litografía La Guirnalda, de Madrid, en 1885.

Lo prohibido fue publicada en dos tomos, en noviembre de 1884 y marzo de 1885, dentro del ciclo de las "Novelas españolas contemporáneas". Se trata de una de las obras menos conocidas de Galdós, cuya acción, casi contemporánea a su publicación (comienza en 1880 y concluye en 1884), transcurre en el Madrid de goce y especulación que acompañó los últimos años del reinado de Alfonso XII. Una insólita incursión en el mundo de las finanzas en "la capital del reino sometida al capital".​ Un Madrid que impregna la narración a través del núcleo familiar de su protagonista José María Bueno de Guzmán.

Galdós recurre en Lo prohibido a uno de los recursos heredados de Balzac, incluir en la trama personajes de otras novelas suyas. Así aparecen, una vez más: La de Bringas, (ambiciosa hasta el adulterio); la Marquesa de San Salomó ("ultracatólica y adúltera"), salida de las páginas de La familia de León Roch; el avispado y ambicioso Manolito Peña, alumno de Manso, aquí convertido ya en personaje político; o Constantino Miquis, tardío vástago de la familia que sostiene la trama de El doctor Centeno. Personajes secundarios, corales y un tanto descabalados y antojadizos, pero ocupando con su presencia el escenario de la capital española hasta casi hacerla desaparecer.​ Como telón de fondo de sus idas y venidas se ven panorámicas del Barrio de Salamanca, la Puerta del Sol, el Retiro o Atocha. Se callejea, poco, por la calle Montera para visitar el viejo edificio del Ateneo, a punto de ser relevado por el nuevo de la calle del Prado; entran y salen los personajes de la Chocolatería La Colonial, Lhardy, "La Pajarita", "Bolsín", el Café de Santo Tomás o el establecimiento de "Abanicos Sierra" en la Plazuela de Matute. Y como en un escenario metido dentro de otro, Juana Bueno, verá pasar desde su balcón la procesión del Doscientos Aniversario de Calderón de la Barca.4​

En este "teatro del mundo" instala Galdós, una vez más, a su castiza heroína, la joven Camila, en un pulso de la naturaleza humana contra el cerco social, una lucha desigual y en esencia muy cervantina que luego repetirá en su siguiente novela Fortunata y Jacinta elevándola al límite de lo genial.






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viernes, 9 de febrero de 2018

[A VUELAPLUMA] Contra el pesimismo





Contrapunto a mi entrada de ayer sobre la decadencia española del profesor Gabriel Tortella, el periodista Borja Hermoso comenta en El País la operación "Lavar la imagen de España" lanzada por la Fundación Civilización Hispánica.

A los españoles nos da vergüenza ser españoles, comienza diciendo. La leyenda negra surgida en el siglo XVI pervive dentro y fuera de España y los sucesos de Cataluña no han ayudado a aplacarla. Este es el diagnóstico que hacen los impulsores de la Fundación Civilización Hispánica (FCH), que nace con el objetivo de lavar “una imagen errónea e injusta” del papel español en el pasado y en el presente. El mundo cree que la conquista de América fue una mera masacre de indígenas. El mundo no ha entendido la grandeza de la civilización hispánica. El mundo no entiende a España.

Su ideólogo y principal portavoz es el escritor, guionista de televisión y ex secretario general de Medio Ambiente del Gobierno Aznar, Borja Cardelús, que habla de “una especie de lobby moral que sirva para incrementar la autoestima del mundo hispánico, ahora desmantelada”.

Integrada por políticos, historiadores, periodistas y empresarios –uno de sus principales impulsores es el navarro José Antonio Pérez Nievas, fundador de Indra- la FCH se plantea producir películas, series de televisión, videojuegos, libros ilustrados y grandes exposiciones itinerantes, así como actuar intensivamente en las redes sociales. Todo ello para reivindicar “sin prejuicios y sobre todo sin complejos” la españolidad y sus virtudes. Sus áreas de acción prioritaria serán, por este orden, Estados Unidos, México y España. Los impulsores de la Fundación mantienen conversaciones con el actor cubano afincado en EE UU Andy García para que sea su “embajador en Estados Unidos”.

Borja Cardelús describe así la génesis de esta ofensiva que se verá apuntalada en breve con la publicación de En defensa de España: desmontando mitos y leyendas negras,el nuevo libro del hispanista estadounidense Stanley G. Payne: “Esto nace después de tantos años de aguantar la losa de la leyenda negra, aventada por otros países y sobre todo por Inglaterra y Holanda en su momento por razones religiosas y políticas, aunque tiene su origen en un español, Fray Bartolomé de las Casas, que fue el tonto útil de todo esto. Se ha vertido una cantidad increíble de falsedades que hablan de España como un país genocida y destructor de las culturas americanas, y esto no solo no se apaga sino que cada 15 o 20 años de recrudece, también entre buena parte de la población española”, explica Cardelús.

Entre los proyectos audiovisuales de mayor calado que la Fundación tiene en cartera para producir o coproducir en EE UU, México y España –si logra atraer la ingente inversión privada de empresas latinoamericanas y españolas que pretende- destacan los siguientes: el rodaje de la serie televisiva Hispano, una saga familiar que arranca con la llegada a América de Ponce de León y se prolonga a lo largo de 300 años de presencia española; otras sobre personajes como Juan Sebastián Elcano o Hernán Cortés; o Fort Mose, un largometraje que toma su título del fuerte español en Florida que en el siglo XVII alojó a los esclavos que huían de las plantaciones de inglesas de Georgia y Florida, y cuyo protagonista sería el propio Andy García.

Entre los planes de grandes exposiciones destacan La civilización hispánica, que sería una muestra itinerante por diversas capitales de Iberoamérica hasta instalarse definitivamente en Madrid. Y La presencia de España en EE UU a través del arte, que visitaría primero Washington y luego Madrid.

Coincide con él una de las asesoras de la Fundación, la historiadora Elvira Roca Barea. La autora del ensayo Imperiofobia y leyenda negra (Ediciones Siruela) sostiene que incluso teme por el futuro de España como nación, y alude a lo acontecido en Cataluña y en otras comunidades históricas como fuente de males presentes y futuros: “En España ha habido un limado sistemático de todo lo que es la cultura común… parece que nos avergüenza. Lo hemos visto en Cataluña. ¿Por qué hay que quitar de la vida catalana ese elemento cultural español que es común? Se han construido relatos victimistas y, a partir de la diferencia, se ha acabado considerando enemigos a los otros. Vivimos en una permanente exaltación del hecho diferencial. O sea: un andaluz tiene de bueno lo que tiene de andaluz, no lo que tiene de español. Construir distinciones de manera artificial e incluso ridícula es lo que se ha subvencionado y lo que se ha enseñado. Y ese hecho diferencial se ha convertido en una trinchera política, lo cual es un suicidio”.

En opinión de esta exprofesora en Harvard, “desde las instituciones que dependen del Gobierno nunca ha habido ninguna iniciativa para producir digamos un taller de propaganda, como sí lo ha tenido Francia, por ejemplo”.

La cuestión de la imagen y de cómo venderse como potencia internacional es el meollo de la cuestión, y España no ha sabido venderse, apunta Borja Cardelús: “Los grandes países se han vendido bien: Francia, Inglaterra, Estados Unidos… ¿Qué imagen ha vendido España? Ninguna. Podría haber vendido la de haber incorporado todo un continente a la civilización occidental, o la de haber salvado a las razas indias como las salvó, o la de haber globalizado el planeta gracias al descubrimiento de América y del Pacífico, o la de haber creado los derechos humanos, que se instauran en el siglo XVI por la Escuela de Salamanca… pero no lo ha hecho, son trenes que se ha dejado pasar completamente”.

Cardelús asegura que, en esta ocasión, cuentan con el apoyo incondicional del Gobierno, por vía de los ministerios de Exteriores y Educación, Cultura y Deporte, así como de los directivos de RTVE, donde Cardelús es un viejo conocido (fue el autor de la exitosa serie de documentales La España salvaje).

Entre los historiadores que apoyan la creación de esta fundación figura el hispanista francés Joseph Pérez, autor de obras como Mitos y tópicos de la historia de España y América (Algaba) o La leyenda negra (Gadir). “Me parece una iniciativa necesaria porque, hasta ahora, los españoles no han sabido reaccionar con fuerza contra esos prejuicios. A mi juicio, en toda historia nacional hay páginas negras, y no es que haya que borrarlas, pero tampoco es imprescindible hacer hincapié en ellas una y otra vez. Todos los pueblos han sido capaces de cometer barbaridades”.

No es de la misma opinión su colega el historiador José Álvarez Junco. El autor de Dioses útiles: naciones y nacionalismos (Galaxia Gutenberg) se muestra escéptico con las intenciones de la Fundación Civilización Hispánica, cuyo nacimiento contempla como “un intento más de reforzar el nacionalismo español en estos tiempos en que con la crisis catalana parece que hay un resurgimiento del españolismo sin complejos”. Y añade: “El nacionalismo español ha estado tocado del ala desde hace tiempo, sobre todo por su asociación con la dictadura, pero ahora resurge y lo que pretende es decir que la leyenda negra fue una pura maniobra de extranjeros y que el imperialismo español fue mejor que los otros”.

Un dardo envenenado es el que los promotores de esta Fundación Civilización Hispánica lanzan contra el Instituto Cervantes, a quien acusan de dejación de funciones. Borja Cardelús se muestra así de explícito en su consideración del Instituto: “Todas estas metas que nos fijamos ahora deberían haber sido metas del Instituto Cervantes hace tiempo. Pero en España no nos hemos creído el Cervantes, que por otra parte lo que hace fundamentalmente es difundir la lengua, es básicamente una academia. Yo me he acercado repetidas veces a ellos para hablarles de todo este proyecto y ni me han recibido. Lo del Cervantes es una cosa de una incompetencia increíble”.

La reacción del actual director del organismo que vela por la difusión de la lengua y la cultura españolas por el mundo no se ha hecho esperar. En declaraciones a EL PAÍS, Juan Manuel Bonet explica: “No tendría sentido que una institución recién nacida pretendiera definirse a la contra de un organismo que lleva 27 años defendiendo los colores de España, enseñando la lengua española en todo el mundo, y difundiendo la cultura en español, tanto la de España, como la del Nuevo Mundo. Día a día cumplimos, ahí donde estamos, la misión que nos está encomendada”.

Bonet no ve con buenos ojos esa vocación antianglosajona con la que nace la nueva Fundación: “No creo que tenga sentido a estas alturas plantearse las cosas en términos de batalla contra lo anglosajón. Por cierto: el British Council acaba de recomendarles a los ciudadanos del Reino Unido que aprendan español, que ellos mismos han calificado de lengua de futuro”.



Auto de fe en la Plaza Mayor de Madrid (1683), de Francisco Rizi. 
Museo del Prado, Madrid


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: vámonos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt






HArendt





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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)