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martes, 6 de marzo de 2018

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "Miau"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 175 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela Miau, en la edición digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, basada en la de Madrid, Imprenta de La Guirnalda, de 1888, que se encuentra en la Biblioteca Nacional de España, en Madrid.

La novela, dentro del ciclo de las "Novelas españolas contemporáneas", se encuadra en el género realista, satirizando el Madrid burocrático de finales del siglo XIX a partir de las vicisitudes vitales de su protagonista, Ramón Villaamil, un competente exempleado del Ministerio de Hacienda, al que una serie de intrigas han dejado cesante. Escrita en cinco semanas, Galdós redactó dos versiones y aún realizaría abundantes cambios ante las galeradas de las pruebas de imprenta. El autor canario la describe como "obra ligera y de poca piedra". Sin embargo, tanto Pereda como «Clarín» la valoraron y reconocieron. 

En el escenario del Madrid galdosiano de la segunda mitad del siglo XIX,​ ya restaurada la monarquía borbónica, dos familias del entorno de la Administración del Estado comparten éxitos y fracasos. El pulso narrativo, el mismo que en la historia de la literatura europea se hará angustioso con Dostoievski y alucinante con Kafka, palpita en Miau siguiendo el péndulo vital de un reloj anclado en un piso madrileño de la baja burguesía "con sus olores, sus ruidos —la sartén, la escoba, el canto de las mujeres—, sus ventanas y balcones por donde entra la luz de Madrid, que eleva todo a rango de arte". En ese escenario doméstico entran y salen, además de Villaamil: Doña Pura, la mujer del cesante, que despilfarra el menguante presupuesto y forma coro de inútiles con Milagros, hermana de Villaamil, y Abelarda, la apocada e inestable hija del protagonista. El contrapunto lo ponen dos varones antitéticos, Víctor Cadalso —el malo de esta tragicomedia—, viudo, funcionario en ascenso gracias a sus vicios personales, y su hijo, nieto de Villaamil, Luisito.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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viernes, 23 de febrero de 2018

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "La loca de la casa"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 175 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela La loca de la casa, en edición digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, basada en la de Madrid, Imprenta de La Guirnalda, de 1893.

La loca de la casa, dentro del ciclo "espiritualista" de las novelas españolas contemporáneas, está concebida como una novela dialogada en cuatro jornadas, que el autor la adaptó a pieza dramática en cuatro actos y fue estrenada en el Teatro de la Comedia de Madrid el 16 de enero de 1893. Su publicación casi pasó inadvertida, prestando el público de Galdós más atención a su estreno teatral. La esencia de la historia puede resumirse en el juicio que expresó Leopoldo Alas «Clarín», comparándola con Ángel Guerra, como historia de "la fiera amansada por el amor" (siendo la fiera el rudo y activo "Pepet" y la artífice del milagro amoroso, Victoria, la loca de la casa); en palabras del crítico, escritor y amigo de Galdós, Victoria "joven mística, en el sentido vulgar y corriente de la palabra, emprende la conquista de un alma rebelde y fuerte, como el cristianismo emprendió la conquista de los bárbaros". La paralela lectura crítica de Joaquín Casalduero y su mirada global de la obra de Galdós, definirá al indiano José María Cruz como representante del ciclo de la materia y a Victoria como personaje en triunfo del ciclo del espíritu.

José María Cruz, alias "Pepet", emigrante enriquecido en California y México regresa a Barcelona, donde había nacido de unos humildes criados de los poderosos Moncada, industriales textiles. En la Ciudad Condal, donde espanta a la burguesía catalana con su rudeza y su presunción de indiano, "Pepet" visita el hogar de sus antiguos amos; en él, el viejo Juan de Moncada, que casi arruinado había intentado casar a su hija mayor, Victoria (la loca de la casa) con un noble catalán, y ante la negativa de ella y la amenaza de meterse en un convento, ve ahora la oportunidad de salvarse casando a la otra hija, Gabriela, con el indiano enriquecido. Por su parte, "Pepet" siente satisfecho su orgullo al sumar a su poder económico el abolengo, prestigio y nombre de los Moncada. Pero la trama se enreda cuando Victoria decide abandonar su idea de hacerse monja para casarse con el indiano "Pepet"; y se enredará aún más cuando Daniel, el despechado pretendiente de la nobleza catalana, comience a frecuentar el hogar de "Pepet" y Victoria, despertando el fantasma de los celos en el indiano...



Representación de La loca de la casa (Finales siglo XIX)



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miércoles, 14 de febrero de 2018

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "Lo prohibido"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 175 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela Lo prohibido en la edición electrónica de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, basada en la edición original publicada por Imprenta y Litografía La Guirnalda, de Madrid, en 1885.

Lo prohibido fue publicada en dos tomos, en noviembre de 1884 y marzo de 1885, dentro del ciclo de las "Novelas españolas contemporáneas". Se trata de una de las obras menos conocidas de Galdós, cuya acción, casi contemporánea a su publicación (comienza en 1880 y concluye en 1884), transcurre en el Madrid de goce y especulación que acompañó los últimos años del reinado de Alfonso XII. Una insólita incursión en el mundo de las finanzas en "la capital del reino sometida al capital".​ Un Madrid que impregna la narración a través del núcleo familiar de su protagonista José María Bueno de Guzmán.

Galdós recurre en Lo prohibido a uno de los recursos heredados de Balzac, incluir en la trama personajes de otras novelas suyas. Así aparecen, una vez más: La de Bringas, (ambiciosa hasta el adulterio); la Marquesa de San Salomó ("ultracatólica y adúltera"), salida de las páginas de La familia de León Roch; el avispado y ambicioso Manolito Peña, alumno de Manso, aquí convertido ya en personaje político; o Constantino Miquis, tardío vástago de la familia que sostiene la trama de El doctor Centeno. Personajes secundarios, corales y un tanto descabalados y antojadizos, pero ocupando con su presencia el escenario de la capital española hasta casi hacerla desaparecer.​ Como telón de fondo de sus idas y venidas se ven panorámicas del Barrio de Salamanca, la Puerta del Sol, el Retiro o Atocha. Se callejea, poco, por la calle Montera para visitar el viejo edificio del Ateneo, a punto de ser relevado por el nuevo de la calle del Prado; entran y salen los personajes de la Chocolatería La Colonial, Lhardy, "La Pajarita", "Bolsín", el Café de Santo Tomás o el establecimiento de "Abanicos Sierra" en la Plazuela de Matute. Y como en un escenario metido dentro de otro, Juana Bueno, verá pasar desde su balcón la procesión del Doscientos Aniversario de Calderón de la Barca.4​

En este "teatro del mundo" instala Galdós, una vez más, a su castiza heroína, la joven Camila, en un pulso de la naturaleza humana contra el cerco social, una lucha desigual y en esencia muy cervantina que luego repetirá en su siguiente novela Fortunata y Jacinta elevándola al límite de lo genial.






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sábado, 3 de febrero de 2018

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "La incógnita"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 175 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela La incógnita en la edición electrónica de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, basada en la edición original publicada por Imprenta La Guirnalda, de Madrid, en 1889.

La incógnita cierra el ciclo de las "Novelas españolas contemporáneas" junto con Realidad, con la que guarda una estrecha relación argumental e ideológica. Presentada en forma epistolar, se metamorfosea con Realidad en una novela dialogada que desemboca a su vez en una versión teatral. 

La incógnita, compartiendo escenarios inventados con un Madrid galdosiano más contado que vivido, viene planteada a lo largo de la correspondencia que Manuel Infante envía a un ignoto (entre apócrifo y misterioso) "Equis X", vecino de Orbajosa —una de las tres ciudades imaginarias de la cosmogonía galdosiana—.​

El fondo argumental dramático lo construye el personaje de Manolito Infante, llegado a Madrid para estrenarse como diputado, y la relación que vive con Francisco Viera, Tomás Orozco y Augusta, su esposa. El folletín galdosiano básico: el narrador-protagonista se ha enamorado de una mujer casada, y al ser rechazado duda en aceptar si fue por honestidad o porque hay otro hombre. La duda (y la incógnita) florece también cuando muere uno de sus amigos, y no acierta a considerar si fue suicidio o asesinato. ​

Otros personajes de la particular comedia humana reunida por Galdós, y convocados en las páginas de La incógnita, son Jacinto María Villalonga (el "pillo simpático" que ya aparecía en Lo prohibido y repetirá presencia en Torquemada en el Purgatorio y en Halma) o el disoluto Joaquín Pez, habitante también en las páginas de Tormento, La de Bringas y la referida novela de la tetralogía de Torquemada.


Presentada como escrita en tiempo real, entre noviembre de 1888 y febrero de 1889, Galdós la rubricó en Madrid con una posdata, que pone telón a la novela y la correspondencia entre Manolito Infante y un Equis X, del que únicamente aparece esta última carta, que rompe la incógnita del juego literario tramado por Galdós. 






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martes, 23 de enero de 2018

[GALDÓS EN SU SALSA] Hoy, con "Halma"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 175 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela Halma, en la edición electrónica de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, basada en la edición original publicada por Imprenta La Guirnalda, de Madrid, en 1895.

La novela se encuadra dentro del ciclo "espiritualista" de las "Novelas españolas contemporáneas". Fue concluida en su casa santanderina de "San Quintín", en octubre de ese mismo año, y en ella, recuperando el personaje de Nazarín, lo confronta y alía con Catalina de Halma, otro más en la galería de personajes-héroes movidos por un puro y elemental ideal cristiano, junto a la Benina de Misericordia o al de Ángel Guerra.

Haciendo una lectura muy personal de la socialización en el medio rural y el colectivismo agrario que conmovían el caciquismo finisecular español contemporáneo a Galdós, el escritor concibió el personaje de Catalina de Artal, condesa de Halma-Lautemberg, "ejemplo de piedad, rectitud y obediencia", como iconoclasta con su propia clase y descontenta ante el esquema social de su época, que concibe una especie de comunidad agrícola de organización monacal con el objetivo concreto de practicar la caridad a gran escala. Y para ponerla en marcha, resultando insuficientes los bienes de su herencia, recurre a la ayuda del Estado y de la Iglesia. El sistema ideado por Halma para hacerle frente a la miseria nacional es más sencillo que el que había puesto en juego Nazarín en la trama de la novela que lleva su nombre y que precede a Halma, cuya protagonista solo pretende "ofrecer una alternativa caritativa a la sociedad burguesa sin atacar sus bases".

El marco de la acción, sencillo y muy teatral, es el caseron familiar de Pedralba, lugar ficticio de la geografía literaria del novelista, escondido, como Orbajosa, en las entrañas de "la España profunda". También son escasos los personajes que sostienen la trama: la aristócrata Catalina, viuda de un diplomático alemán tras un breve matrimonio; Urrea, primo de Catalina; Nazarín y Beatriz (que casi en un traslado literario-espacial llegan desde la novela de Nazarín); el sacerdote Manuel Flórez, al servicio del Marqués de Feramor y digno representante del dogma y el tradicionalismo católicos. 






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sábado, 6 de enero de 2018

[Galdós en su salsa] Hoy, con "Fortunata y Jacinta. Dos historias de casadas"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela Fortunata y Jacinta. Una historia de casadaspublicada en 1887 en Madrid por la Imprenta La Guirnalda, cuya edición digital, basada en la edición citada de La Guirnalda, se encuentra en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante.

Fortunata y Jacinta, publicada dentro del ciclo de las Novelas españolas contemporáneas, es para la mayoría de los críticos la mejor novela de Galdós, y junto a La Regenta de Leopoldo Alas "Clarín", una de las más populares y representativas del realismo literario español y de la novela española del siglo XIX. Situada en el Madrid de la segunda mitad de dicho siglo, relata las vidas cruzadas de dos mujeres de distinta extracción social unidas por un destino trágico.

Los críticos coinciden en reconocer que Galdós escribió Fortunata y Jacinta en la cima de su poder creador, y hasta el propio autor parecía consciente de ello.​ De ahí que emplease año y medio en concluir el manuscrito de la novela. No se sabe si en ese inusitado tesón por crear la obra perfecta pudo influir la reciente publicación de La Regenta, obra máxima de «Clarín», su colega, amigo.​

Más de un centenar de personajes secundarios con un perfil psicológico bien dibujado, dentro de un conjunto coral que se acerca al millar de tipos, forman 'la comedia humana' que Galdós, como Balzac y Dickens habían hecho años antes, hará girar en torno a un gran tiovivo alimentado por las emociones y los actos de los dos personajes protagonistas que "se odian y se aman al mismo tiempo": Fortunata, la mujer del pueblo, instintiva y víctima de su propia fortaleza, y Jacinta, la hembra estéril, sensible hasta la obsesión y finalmente salvada por su instinto maternal frente al acoso de su propia clase.




Imagen de la serie de RTVE "Fortunata y Jacinta" (1980)


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martes, 26 de diciembre de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "El doctor Centeno"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela El doctor Centenopublicada en 1883, en Madrid, por la Imprenta y Litografía La Guirnalda. Es una de las que abren el ciclo de las "Novelas españolas contemporáneas", compartiendo personajes con las dos siguientes Tormento y La de Bringas, circunstancia que ha llevado a suponer que el autor tuviera intención de crear una trilogía. Las tres se desarrollan en lo que ha llegado a conocerse y estudiarse como el "Madrid de Galdós".

Esta novela es obra de encrucijada, donde confluyen viejos personajes de Galdós con otros nuevos que se ensancharán a lo largo de su obra futura, como el prestamista Francisco Torquemada, las hermanas Sánchez Emperador (Amparo, alias "Tormento", y Sagrario), el cura Pedro Polo —capellán y maestro— y, en especial, la familia de Ido del Sagrario.

Felipe Centeno —apodado "Felipín", "Aristóteles" y doctor Centeno— es un muchacho de un pueblo del norte de España (personaje que ya aparecía en Marianela y La familia de León Roch, novelas del ciclo anterior de Galdós); que viaja a Madrid para estudiar medicina. En la capital española es acogido por Alejandro Miquis, hidalgo engolfado en el arte y estudiante de Derecho, que instala al joven en casa de Pedro Polo, sacerdote sin vocación regente de una pequeña escuela, ayudado por José Ido del Sagrario (como Miquis y Polo, personajes recurrentes de Galdós, con presencia en varias de sus novelas). Felipe Centeno comienza sus estudios, que paulatinamente va dejando por su poca capacidad. Una noche descubre la relación que Pedro Polo está manteniendo con Amparo Sánchez Emperador, lo que le supondrá la expulsión de la casa del cura, aunque con la excusa de otro incidente. Felipe acude de nuevo a Alejandro Miquis, que le acepta como su ayudante. Al poco tiempo, Miquis recibe una herencia de su tía, que malgasta con rapidez, hasta que termina expulsado de la residencia en la que vivía. Miquis y Centeno se van a otro apartamento, donde Alejandro enferma de tuberculosis. De poco servirá la ayuda de José Ido (que también se encuentra en una situación precaria, pues la escuela de Pedro Polo ha cerrado). El previsible final de Miquis dejará solo a Felipe Centeno. 





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jueves, 14 de diciembre de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "La desheredada"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela La desheradadapublicada en 1909, en Madrid, por la Librería de Perlado, Paéz y Cía. El original del texto que ha servido para esta edición electrónica de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, se encuentra en la Biblioteca de Magisterio de esa universidad. Algunos estudiosos de su obra la han considerado una de sus narraciones más cervantinas, mientras otros la relacionan con Balzac, como un «étude des moeurs», propósito anunciado por el propio Galdós en "Observaciones sobre la novela contemporánea en España", en un artículo publicado en 1870.​ También se ha reseñado el paralelismo entre la Nana de Zola y la protagonista de La desheredada, ambas prostitutas.

La novela se desarrolla en lo que ha llegado a conocerse y estudiarse como el Madrid galdosiano, y narra las desventuras de Isidora —la supuesta desheredada—, una bonita muchacha que llega a la capital española "llena de ilusiones, cae en la prostitución y acaba en la cárcel". Una sensibilidad soñadora a la que han hecho creer heredera de un marquesado. A este respecto, Casalduero, leyendo con acierto a Galdós, anota que "una impostora como Isidora puede llegar a tener grandeza trágica, cuando ella misma es engañada; de lo contrario es una farsante vulgar". Entre los personajes secundarios de este intento naturalista de Galdós, sobresale el aquí joven médico Augusto Miquis, heroico en su humanidad y protagonista coral en otras novelas posteriores como El doctor Centeno, Torquemada y San Pedro o Tristana.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: vámonos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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jueves, 30 de noviembre de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "La de Bringas"




Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela La de Bringaspublicada en 1884 por la Imprenta y Litografía La Guirnalda, en Madrid. Es una de las que componen su serie de Novelas españolas contemporáneas que, al desarrollarse casi en su totalidad en escenarios de la capital de España, han generado literariamente el "Madrid galdosiano", similar al Londres de Dickens o el París de Balzac.​ La novela, junto con El doctor Centeno (1883) y Tormento (1884), cierra una posible y discutida trilogía que transcurre en los años anteriores a la Revolución de 1868. Algunos críticos han señalado la posibilidad de que Galdós usase el conjunto para explicar la similitud entre esos años y los de la Restauración, período durante el cual escribió la novela.

Rosalía Pipaón, esposa de Francisco de Bringas (alias Thiers) ha logrado su sueño y ahora vive en el Palacio Real de Madrid, al servicio de la reina Isabel II con la que tiene ciertas semejanzas tanto físicas como psicológicas (del mismo modo que su marido con don Francisco de Asís, consorte de la reina). Con sus aspiraciones sociales conseguidas, no puede evitar embarcarse en una serie de gastos para poder mantener el nivel de la clase que la rodea, excesos que va acumulando sin que se entere su marido, hasta que las deudas acumuladas la lleven a prostituirse.

De las tres novelas que componen la mencionada trilogía, La de Bringas es la más cercana al modelo francés del realismo literario, mostrando un ambiente burgués y noble con gran descripción de los espacios y las vestimentas (frente a la profundidad psicológica de Tormento). Estilísticamente se ha considerado durante mucho tiempo la más convencional de todas (al no poseer por ejemplo los habituales fragmentos teatrales u otros elementos innovadores como el estilo indirecto libre —tercera persona: voz del narrador— que sí se encontraba presente en Tormento).​

También se ha incluido a La de Bringas en el conjunto de novelas del realismo español que reflejan el periodo histórico denominado "de locura crematística" vivido por los representantes de la clase pequeñoburguesa del siglo XIX español que eligieron a la nobleza como referente, y sin reparar, para conseguirlo, en la ética o la moralidad de sus acciones y comportamiento. 






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: vámonos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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