lunes, 29 de mayo de 2017

[Humor en cápsulas] Para hoy lunes, 29 de mayo de 2017





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy con Morgan en Canarias7; Gallego y Rey y Ricardo en El Mundo; El Roto, Forges, Peridis, Ros y Sciammarella en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt






HArendt






Entrada núm. 3522
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

domingo, 28 de mayo de 2017

[Tribuna de prensa] Lo mejor de la semana. Mayo, 2017 (IV)





Les dejo con los Tribuna de prensa que durante esta semana pasada he ido subiendo a Desde el trópico de Cáncer. Espero que les resulten interesantes, y que como decía Hannah Arendt, les inviten a pensar para comprender y comprender para actuar. La vida, a fin de cuentas, no va de otra cosa que de eso. Se los recomiendo encarecidamente. Son estos: 

El muro y el Flaco, por Mario Vargas Llosa.
¿Sánchez: y ahora, qué?, por Jorge Galindo.
Lo que pensamos del PSOE, por columnistas de El País.
El retorno de Pedro Sánchez, por Pablo Simón.
Cuatro terrenos donde no habrá unidad, por Berna González Harbour.
El PSOE y la pedagogía, por Máriam Martínez-Bascuñán.
Fatiga, por David Trueba.
Edad de oro, por Félix de Azúa.
La secesión de Cataluña, por el editor de El País.
Liquidar las discordias, por José Andrés Rojo.
Giro a la izquierda, por José Ignacio Torreblanca.
La segunda oportunidad de Sánchez, por Patxo Unzueta.
El honor de los muertos, por Antonio Elorza.
Cortafuegos, por Miguel Arbelo.
Los idus de mayo de Trump, por Francisco G. Basterra.
¡Oh, ah, eh!, por Arcadi Espada.
¿Martes y 13 para Pablo Iglesias?, por Iván Redondo.
¿A quién sirve el referéndum?, por Alberto Penadés.

Y desde los enlaces de más abajo pueden acceder a algunos de los diarios y revistas más relevantes de España y del mundo, actualizados continuamente. Espero que los disfruten:

The Washington Post (EUA)
El País (España)
Le Monde (Francia)
The New York Times (EUA)
The Times (Gran Bretaña)
Le Nouvel Observateur (Francia)
Chicago Tribune (EUA)
El Mundo (España)
La Vanguardia (España)
Los Angeles Times (EUA)
Canarias7 (España)
El Universal (México)
Clarín (Argentina)
L'Osservatore Romano (Vaticano)
La Voz de Galicia (España)
NRC (Países Bajos)
La Stampa (Italia)
Frankfurter Allgemeine Zeitung (Alemania)
Tages Anzeiger (Suiza)
Komsomolskaya Pravda (Rusia)
El Nuevo Herald (EUA)
Revista de Libros (España)
Letras Libres (España)
Claves de Razón Práctica (España)
Jot Down (España)
Real Instituto Elcano (España)
Der Spiegel (Alemania)
The New Yorker (EUA)
Política Exterior (España)
Le Monde Diplomatique (Francia)
Le Nouvel Afrique (Bélgica)
Time (EUA)

Para terminar, les dejo con los reportajes de El País con las mejores imágenes del 2016, las treinta fotos más representativas de los 40 años de vida del periódico, las fotos ganadoras del World Press Photo 2017. Y como siempre, las mejores fotos de la semana que termina. 




La revuelta cotidiana de Gaza


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt






Entrada núm. 3521
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Humor en cápsulas] Para hoy domingo, 28 de mayo de 2017





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy con Morgan en Canarias7; Idígoras y Pachi en El Mundo; El Roto, Forges, Peridis y Ros en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt






HArendt






Entrada núm. 3520
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

sábado, 27 de mayo de 2017

[A vuelapluma] Impeachment: Proceso a Trump






En cierto modo esta entrada es continuación -casi necesaria- de la mía anterior del pasado día 25 sobre las democracias liberales y la división de poderes consustancial a las mismas. 

El impeachment, proceso de destitución o residenciamiento, es una figura del derecho anglosajón (específicamente del Reino Unido, Estados Unidos y Puerto Rico), mediante el cual se puede procesar a un alto cargo público. El parlamento o una de sus cámaras (en los bicamerales), debe aprobar el procesamiento y posteriormente, encargarse del juicio la otra Cámara, que en el caso de ser condenado ocasiona su destitución e inhabilitación para funciones similares.

El proceso de destitución tiene sus orígenes en el siglo XIV. Se instituyó para poder juzgar a los altos cargos de la Corona británica. La Cámara de los Comunes era la encargada de iniciar el proceso, aunque el juicio se llevaba a cabo en la Cámara de los Lores. 

El artículo primero de la Constitución de los Estados Unidos de América, aprobada e 1788, garantiza que los altos funcionarios puedan ser procesados por mandato de la Cámara de Representantes a causa de delitos graves. Al igual que en el modelo británico, una vez que el Congreso abre el proceso, es el Senado quien se encarga de llevar a cabo el juicio. Para condenar al acusado son necesarias las dos terceras partes de los votos de los senadores. Este eventual castigo consiste en la destitución del acusado y su inhabilitación para desempeñar otros cargos públicos.

Sólo dos presidentes han sido juzgados mediante este procedimiento, Bill Clinton (1998-1999) y Andrew Johnson (1868), y los dos fueron absueltos. Richard Nixon interrumpió el proceso al dimitir de su cargo en 1974 tras la aprobación de su impeachment.

Laurence H. Tribe, titular de la Cátedra Carl M. Loeb, profesor de derecho constitucional en la Facultad de Derecho de Harvard y fiscal general ciudadano en el denominado Gobierno en la Sombra estadounidense, escribía recientemente un vibrante artículo solicitando el inicio del procedimiento constitucional del impeachment contra el presidente Donald Trump: Hay que iniciar el procedimiento del 'impeachment', afirma con rotundidad: La Cámara debe empezar a estudiar los abusos de poder de la Administración de Donald Trump y sus claras violaciones del juramento prestado al tomar posesión antes de que nuestra seguridad nacional sufra más daños irreparables.

Todos los seguidores de Spiderman, dice, reconocerán la frase “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Ahora debemos darle la vuelta: cuando la persona a la que se ha otorgado un gran poder demuestra que es incapaz de actuar con responsabilidad, debemos recuperar ese poder.

Eso significa, continúa diciendo, empezar a recortar la capacidad del presidente Trump de hacer un daño irreparable al país y al mundo. Por eso recordé recientemente que la 25ª Enmienda habla de la capacidad de “ejercer los poderes y las obligaciones de su cargo” y pedí el inicio inmediato de las investigaciones para una posible destitución, el equivalente a las investigaciones preliminares en un caso penal.

Puede que este llamamiento sea poco realista y poco conveniente para mis ideas progresistas, comenta. El vicepresidente Mike Pence no es ninguna joya y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, tampoco. Pero no hay tiempo que perder. Mientras el nuevo fiscal especial, el exdirector del FBI Robert Mueller, empieza a indagar la posible existencia de delitos y los comités de inteligencia de la Cámara y el Senado investigan quién hizo qué para inclinar la elección de 2016 en favor de Trump, la Cámara debe empezar a estudiar los abusos de poder de la administración de Trump y sus claras violaciones del juramento prestado al tomar posesión.

Esta investigación, añade, que puede desembocar o no en un proceso de destitución y en que Trump comparezca a juicio en el Senado (seguramente con el fiscal general, Jeff Sessions), no puede esperar a que se apruebe una ley (que Trump vetaría) para crear una comisión especial que examine la capacidad mental del presidente para ejercer el gobierno de acuerdo con la Constitución. La situación exige actuar con urgencia.

Esa urgencia quedó clara, continúa diciendo, cuando Trump presumió de compartir información reservada, proporcionada a Estados Unidos por Israel, no con nuestros aliados, sino con Rusia. Todavía más, cuando se supo que, el día anterior, el presidente había despedido de pronto al director del FBI, James Comey, por negarse a prometer que su investigación sobre la aparente connivencia entre la campaña de Trump y Rusia no le apuntaría personalmente a él. Y se dispararon las alarmas con la revelación de que Comey había incluido en el expediente de dicha investigación notas sobre todas las conversaciones con Trump.

Tal como acostumbra a hacer, añade, el presidente empezó por desplegar sus tropas (incluido el consejero de seguridad nacional) para difundir noticias falsas. Luego soltó -de palabra y en Twitter- algo cercano a la verdad, pero dijo que no había que preocuparse: igual que presumió de tener toda la autoridad para sustituir a Comey en la investigación sobre su campaña, aseguró que, como presidente, tenía "derecho absoluto" a decidir qué informaciones secretas compartir con quién quisiera.

Cada vez da más la impresión de que, al final, se verá que detrás de los muchos ejemplos de sumisión de Trump, su familia y su equipo a Putin, está la pista rusa del dinero y las operaciones de blanqueo, afirma. Tanto si es la punta de un iceberg anticonstitucional como la serie de coincidencias más extraña de la historia, necesitamos llegar al fondo de este asunto.

Mientras tanto, señala, la Cámara tiene la obligación de empezar a investigar lo que parecen motivos suficientes para la destitución, antes de que nuestra seguridad nacional sufra más daños irreparables. Estamos hablando quizá incluso de traición, si se demuestra que Trump llegó a la presidencia gracias a la colaboración de nuestros adversarios y que ahora, a cambio, está beneficiándolos, además de aumentar la fortuna familiar a expensas de la nación.

También parece claro que Trump está intercambiando favores con Rusia (y otros gobiernos no aliados), dice, y que al principio retuvo al director del FBI a cambio de que le garantizara que la investigación sobre Russiagate le excluiría a él. Investigar estos asuntos pensando en el posible proceso de destitución del presidente no es algo opcional: el Artículo II, Sección 4 de la Constitución dice: “El presidente y el vicepresidente... serán apartados de su cargo si son procesados y condenados por traición, soborno u otros delitos y faltas”. “Serán”, no “pueden ser”.

A pesar de ese mandato, insiste, la idea de la destitución se ha convertido en algo tan emponzoñado y se ha utilizado de manera tan sórdida como arma política contra presidentes del partido rival, que hoy existe una resistencia palpable a invocarla. Sin embargo, dado que resulta todavía más difícil recurrir a la 25ª Enmienda para apartar a un presidente que desconoce los límites constitucionales y tiene ideas delirantes sobre sus obligaciones, tenemos que vencer esa alergia y dejar de considerar que es una forma de siniestra venganza.

Las respuestas de Trump, continúa diciendo más adelante, cuando le acusan de abuso de poder están en la línea de la famosa frase de Nixon: “Si lo hace el presidente, es legal”. Lo hizo cuando le criticaron por prohibir la entrada en Estados Unidos a los musulmanes (los que proceden de países en los que Trump no tiene intereses económicos, no de otros de los que sí han salido terroristas); por sus numerosos negocios, que violan claramente la prohibición constitucional de recibir dinero tanto de grupos nacionales como de otros países; por el repentino despido de Comey; y por compartir con nuestros adversarios rusos unas informaciones demasiado delicadas para compartirlas incluso con nuestros aliados. Ante cada acusación, la respuesta infantil de Trump es: Soy el presidente, así que tengo que tener razón.

Emprendimos una revolución contra Jorge III de Inglaterra, concluye diciendo, para huir del poder absoluto, el que se basa en la corrupción y el que se debe a la incompetencia. Luchamos en la Segunda Guerra Mundial contra una autoridad sin límites. Aunque, en ocasiones, hemos tolerado e incluso apoyado a dictadores porque podía beneficiar a nuestro país, esta es la primera vez que el presidente de Estados Unidos admira abiertamente a esos dictadores por lo que han podido hacer, no por sus ciudadanos, sino por sí mismos. Los casos mencionados tienen algo en común: demuestran que, para Trump, el poder que le hemos confiado es un instrumento que utiliza como le parece, no para mantener proteger la grandeza de nuestra nación, no para “preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos”, como juró solemnemente hacer, sino para satisfacer su ego inmaduro, su vanidad infinita y su codicia insaciable. Por eso ha llegado la hora de actuar, y nuestro sistema constitucional nos proporciona las herramientas para empezar a hacerlo.




Donald Trump



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt






Entrada núm. 3519
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Humor en cápsulas] Para hoy sábado, 27 de mayo de 2017





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy con Idígoras y Pachi en El Mundo; El Roto, Forges, Peridis y Ros en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt






HArendt






Entrada núm. 3518
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

viernes, 26 de mayo de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "La vuelta al mundo en la Numancia"



Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


La vuelta al mundo en la Numancia es la octava novela de la cuarta serie de los Episodios nacionales de Benito Pérez Galdós. Publicada en 1906, recibe su título de la circunvalación del globo terrestre que el almirante Casto Méndez Núñez llevó a cabo a bordo de la fragata acorazada Numancia.

La novela transcurre en 1860 y 1867, como continuación del anterior episodio, y la protagoniza Diego Ansúrez, marino, viudo, instalado en Cartagena con su hija Mara, que se enrola en la Numancia, una fragata de la armada española que va a partir hacia América para luchar en la guerra contra Chile y Perú. Es la más extensa en tiempo interno de todos los Episodios Nacionales, y gira en torno a la guerra hispano-sudamericana de 1865. Una serie de errores diplomáticos entre Perú y España desencadenaron el conflicto, al que más tarde se unió Chile. España envió al Pacífico lo mejor de su armada, incluida la Numancia, fragata blindada y la mejor nave de la Armada Española. El bombardeo de Valparaíso y la batalla de El Callao son ampliamente descritos. A su vez Galdós relata la vida de los peruanos en la época, junto con la inestabilidad política de la región. La parte final de la narración se centra en la vuelta a España de la Numancia, pasando por Tahití, Filipinas y Sudáfrica, para finalmente arribar a Cádiz en 1867, tras dos años y medio en alta mar. Fue el primer buque blindado en circunnavegar la Tierra.

Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 




La fragata acorazada Numancia



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt






Entrada núm. 3517
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Humor en cápsulas] Para hoy viernes, 26 de mayo de 2017





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy con Gallego y Rey y Ricardo en El Mundo; El Roto, Forges, Peridis, Sciammarella y Ros en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt






HArendt






Entrada núm. 3516
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)