martes, 2 de agosto de 2016

[Personal] 10 años de Desde el trópico de Cáncer





El trópico de Cáncer es la línea imaginaria que circunvala la tierra a lo largo del paralelo de latitud 23º 26′ 14″ al norte del Ecuador. Esta línea delimita el punto más septentrional en los que el Sol llega a brillar en su cénit (la vertical del lugar), entre el 20 y el 21 de junio de cada año, en el llamado solsticio de verano. 

La Punta de los Saltos, en la isla canaria de El Hierro, situada a 27º 38' 16" de latitud norte, es la tierra española más próxima al trópico de Cáncer, a unos 450 kilómetros más al sur. 

Hoy, 2 de agosto de 2016, cumple este blog, que lleva el nombre del trópico de Cáncer, sus primeros diez años de existencia. A su primera etapa en la plataforma "blog.com", entre el 2 de agosto de 2006 y el 5 de mayo de 2008, aun es posible acceder, aunque no siempre se consigue a la primera, en la dirección electrónica "http://ccampos1946.blog.com". Les invito a darse un paseo por allí para que puedan observar como ha ido cambiando su idiosincrasia desde ese día hasta hoy.

Hoy, diez años después, y 2811 entradas más tarde, "Desde el trópico de Cáncer" lo celebra con ustedes, sus lectores, que son la principal razón de su existencia. Espero que sigamos viéndonos en su vigésimo cumpleaños. Muchas gracias y seguimos en contacto.



Punta de Los Saltos, La Restinga (El Hierro, Islas Canarias, España)



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt




Entrada núm. 2811
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

lunes, 1 de agosto de 2016

[Humor en cápsulas] Para hoy, lunes, 1 de agosto de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Como yo no soy humorista, me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7: Morgan; La Provincia: Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, de Madrid, en su edición nacional: Forges, Peridis, Ros y El Roto. Espero que disfruten de las mismas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




HArendt




Entrada núm. 2810
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[A vuelapluma] Sobre la dignidad y la felicidad humanas





Retomo la rutina cotidiana del blog después del paréntesis de julio recurriendo de nuevo a los filósofos, esos personajes extraños y extraordinarios que a veces remueven nuestras conciencias con sus ocurrencias. De ellos, suelo decir yo que hay que escucharlos siempre aunque sea para llevarles después la contraria. 

Lo hago hoy lunes, primero de agosto, trayendo hasta ustedes un reciente artículo publicado por Javier Gomá Lanzón (1965), escritor, filósofo, jurista y filólogo español titulado "Qué es la dignidad"noción filosófica influyente y transformadora, dice, que sin embargo, carece de un filósofo a la altura de su importancia pues ni siquiera el impresionante Diccionario de filosofía de Ferrater Mora, añade, le concede una entrada a lo largo de sus cuatro tomos.

La "dignidad" se usa con profusión en toda clase de contextos a guisa de fundamento teórico de tratados, organizaciones internacionales, Constituciones, declaraciones de derechos, leyes y resoluciones judiciales, sigue diciendo, pero invariablemente su esencia se presupone o su entendimiento se confía al buen sentido, quedando, por eso mismo, a la espalda y pendiente de definir. Incluso, ya en nuestro siglo, continúa, ha inspirado el movimiento social de los indignados sin que estos hayan sentido la necesidad de precisar antes, siquiera elementalmente, qué es aquello cuya ausencia enciende su ira y su protesta.

Kant distinguió, precisa, entre lo que tiene precio y lo que tiene dignidad. Tienen precio aquellas cosas que pueden ser sustituidas por algo equivalente, en tanto que aquello que trasciende todo precio y no admite nada equivalente, eso tiene dignidad. Solo el hombre posee con pleno derecho, incondicionalmente, esa cualidad de incanjeable, fin en sí mismo y nunca medio, aquello inexpropiable que hace al individuo resistente a todo, incluso al interés general y al bien común: el principio con el que nos oponemos a la razón de Estado, protegemos a las minorías frente a la tiranía de la mayoría y negamos al utilitarismo su ley de la felicidad del mayor número.

La dignidad, dice más tarde, es idea de larga genealogía intelectual, pero solo en la Ilustración se configura como propiedad inmanente de lo humano, sin más fundamento que la humanidad misma, a la luz del convencimiento, expresado por Tocqueville, de que ahora “nada sostiene ya al hombre por encima de sí mismo”. Somos los hombres quienes nos reconocemos unos a otros la dignidad; es decir, mutuamente nos concedemos por convención un valor incondicional… no sujeto a convenciones, pero ese concepto ilustrado de dignidad experimenta una mutación extraordinaria en el siglo XX a consecuencia de su democratización, porque en Kant la dignidad todavía conserva resabios aristocráticos al presentarla dependiente de nuestra racionalidad moral, que excluye en la práctica muchos casos, mientras que el concepto democrático obra una especie de universalización de esa distinción aristocrática a todo sujeto existente creando una aristocracia de masas.

La dignidad democrática, dice, se recibe por nacimiento y otorga a su titular derechos sin mérito moral alguno por su parte, válidos incluso aunque desmienta esa dignidad de origen con una odiosa indignidad de vida. Es irrenunciable, imprescriptible, inviolable, aquello que siendo inmerecido merece un respeto y coloca en cierto modo al resto de la humanidad en situación de deudora. Es única, universal, anónima y abstracta, por lo que prescinde de las determinaciones (cuna, sexo, patria, religión, cultura o raza) en las que se fundaban el surtido variado de las antiguas dignidades. Es, en fin, una dignidad cosmopolita, la misma por igual para todos los hombres y mujeres del planeta. Pues ahora nos parece una verdad evidente que nadie es más que nadie y que, como dijo Juan de Mairena, “por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre”. Pero aunque inviolable, la dignidad sigue siendo hoy violada mil veces cada día, añade. La diferencia con otros tiempos estriba en que ahora, en este estadio democrático de la cultura, ya nadie puede hacerlo sin envilecerse. La repugnancia que nos inspiran los cotidianos atropellos nos despierta un sentimiento aún más vivo de nuestro propio valor. Y cuanto más seguros estamos de esa dignidad originaria, tanto más trágicamente tomamos conciencia de la mayor de las indignidades, la absoluta, esa que no es de naturaleza personal ni social, sino metafísica: la muerte. Qué paradójica condición la nuestra, dotada de dignidad de origen y abocada extrañamente a una indignidad de destino que afecta tanto al pobre como al rico, al ignorante como al sabio, al célebre como al anónimo, al afortunado tanto como al desventurado, todos igualmente agitados por este dramatismo universal de la doliente epopeya humana.

Demasiado conscientes de esta indignidad metafísica última, la felicidad como tal es una posibilidad que ha quedado clausurada para nosotros, los contemporáneos, concluye. Por encima de ser feliz está el ser individual. Siempre quedará a nuestro alcance, en cualquier circunstancia, por difícil que se presente, el obrar conforme a esa dignidad que ya hemos intuido y probado. Lo nuestro ya no es ser felices, sino ser dignos de ser felices, aunque de hecho no podamos serlo. Lo nuestro es dotar a nuestra vida individual de una forma insustituible, para que así nuestra muerte sea verdaderamente un atropello intolerable. Que resulte manifiesto para el mundo que nuestra muerte constituye una objetiva pérdida, una destrucción absurda y sin sentido, una visible injusticia. La máxima que debería guiar nuestras vidas a partir de ahora debería ser: “Compórtate de tal manera que tu muerte sea escandalosamente injusta”.



Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos...



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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Entrada núm. 2809
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jueves, 30 de junio de 2016

[Personal] Cerrado, en julio, por descanso del personal



El descanso de la Musa (Pino Daeni, 1939-2010)


Desde el Trópico de Cáncer cierra durante el mes de julio. No son vacaciones al uso. No me muevo de mi hogar ni mi ciudad, pero quiero aprovechar este mes de paréntesis estival para recapacitar sobre algunos aspectos del blog que, quizá, merecen un replanteamiento; acometer algunas lecturas pendientes desde hace mucho tiempo; intentar avanzar en la catalogación, siempre aplazada, de la biblioteca familiar. Y, simplemente, disfrutar del dulce placer de hacer caso omiso de las obligaciones autoimpuestas y gozar de la compañía de la familia y algunas amistades. Nos vemos en agosto. 



Vegueta, núcleo histórico de la ciudad de Las Palmas



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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Entrada núm. 2808
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Humor en cápsulas] Para hoy jueves, 30 de junio de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Como yo no soy humorista, me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7: Morgan; La Provincia: Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, de Madrid, en su edición nacional: Forges, Peridis, Ros y El Roto. Espero que disfruten de las mismas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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Entrada núm. 2807
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[Historia] Historia de las Españas





El concepto de "nación" no es un concepto unívoco. En el sentido en el que lo entendemos hoy,  políticamente, no nace hasta la Revolución Francesa. Y en España, hasta la Constitución de 1812. Lo explicita bastante ampliamente el Diccionario de Política (Siglo XXI, Madrid, 1994), dirigido por N.Bobbio, N.Matteucci y G.Pasquino, páginas 1022-1035, en las trece páginas de apretadísimo texto a dos columnas que le dedica a la voces "nación" y "nacionalismo", que yo, ni por asomo, voy a reseñar, y a las que remito a los interesados.

Personalmente, y sin entrar en mayores profundidades dialécticas, no tengo el menor reparo en admitir que hay una nación catalana, una nación vasca, una nación gallega, y hasta una andaluza, canaria o murciana. Lo que me parece asombroso, dialécticamente hablando, es que haya personas formadas, o presuntamente informadas, que niegan, simultáneamente, la existencia de una "nación española" sentida así por una gran mayoría de los ciudadanos españoles. No lo entiendo, y se me escapa, por qué "sí existe" una nación catalana, vasca, gallega, y hasta andaluza, canaria o murciana, "no existe" ni puede existir una "nación española". Para entenderlo me propuse la lectura de un libro, Historia de las Españas. Una aproximación crítica (Tirant Humanidades, Valencia, 2015), editado por los historiadores y profesores de la Universidad de Valencia Juan Romero y Antoni Furió.

La palabra "España", se dice en él, adquiere distintos significados y aun cuando el menos problemático de todos haga referencia al territorio cuya historia es la narración de aquello que ocurrió dentro del mismo, al tratarse de seres humanos el término España deja de tener un significado meramente descriptivo o geográfico y se llena de contenido social y político. 

Hay visiones muy diferentes de España en función, siguen diciendo los editores del libro, de como se piense ese sujeto colectivo, porque no es lo mismo verlo en singular o en plural, con características que pueden ir de lo biológico a lo cultural o con una identidad fija o mudable en el transcurso del tiempo. Con esa distinta finalidad, las diversas historiografías han sido abundantemente utilizadas y le han dado al conocimiento histórico una función social que nunca, ni siquiera cuando pretende ser científico y objetivo, queda por completo al margen de las discusiones apasionadas y de las ideologías políticas en conflicto. Entender estos problemas, añaden, exige pensarlos de forma racional y tratar de explicarlos históricamente, aunque es claro que se trata de un tema cargado de emociones y sentimientos.

Este libro, añaden, escrito por algunos de los mejores historiadores actuales, pretende situarse en una perspectiva y una tradición distinta a la sostenida por muchos enfoques tradicionales. Proponemos, siguen diciendo los editores, explicar España como un producto histórico y no como una necesidad o un destino. Nuestro propósito, añaden, es ofrecer aquí un relato en el que el sujeto no sea estudiado en singular sino en plural, desde las Españas medievales hasta la España democrática de los distintos pueblos que la integran. Poniendo más el acento, señalan con sinceridad que es de agradecer, en la diversidad que en la unidad cuando se trata de analizar la indiscutible realidad que es España. Evitando siempre visiones esencialistas y el recurso a historias y geografías, más o menos fabuladas, que a nuestro juicio, puntualizan, poco ayudan al análisis sosegado, ponderado y, entendemos, más respetuoso con nuestro pasado. 

Con la intención de aproximarnos a nuestra historia pasada sin esgrimirla a conveniencia desde el presente, añaden. Sin pretender convencer a nadie y mucho menos a combatir otras visiones o enfoques, sino para que cualquier lector interesado encuentre en estas páginas, concluyen diciendo, más argumentos para extraer sus propias conclusiones. 

El libro está conformado por una presentación de los editores, una introducción del insigne historiador Josep Fontana, y diez capítulos que tratan de "Los usos de la historia en las distintas maneras de concebir España", escrito por Pedro Ruiz Torres; "Las Españas medievales", por Antoni Furió; "La crisis de 1640 y la quiebra del primer proyecto nacional español", por Antoni Simon y Tarrés; "Del tiempo de las libertades al triunfo del dominio absoluto borbónico", de Joaquim Albareda; "Colonias, Imperio y Estado nacional", de Antonio-Miguel Bernal; "La nación de los españoles: las Juntas soberanas y la Constitución de 1812", de Juan Sisinio Pérez Garzón; "De Imperio arruinado a Nación cuestionada", de Borja de Riquer Permanyer; "Exilio, democracia y autonomías: entre Galeuzca y Las Españas", de Ramón Villares; "Estado, naciones y regiones en la España democrática", de Juan Romero y Manuel Alcaraz; y "Nuevos retos para los Estados plurinacionales en el siglo XXI. El caso español en contexto", de Alain G. Gagnon.

Todos me han gustado, unos más que otros, como suele ser normal en una obra de autoría múltiple. Quizá los que me han resultado más interesantes sean los dos últimos, sin desmerecimiento de ninguno de los anteriores. Y sobre todo me ha gustado la exhortación final del profesor Fontana en su Introducción: "Este libro no va encaminado a afirmar verdades ni a denunciar mentiras, sino que responde a la pretensión de estimular a sus lectores a superar convicciones y prejuicios, y a ejercitarse en el arte de pensar por su cuenta". Difícil está, profesor Fontana, pero por intentarlo que no quede, añado yo.





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Entrada núm. 2806
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miércoles, 29 de junio de 2016

[Humor en cápsulas] Para hoy miércoles, 29 de junio de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Como yo no soy humorista, me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7: Morgan; La Provincia: Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, de Madrid, en su edición nacional: Forges, Peridis, Ros y El Roto. Espero que disfruten de las mismas.






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Entrada núm. 2805
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[Cuentos para la edad adulta] Hoy, "Los asesinos", de Ernest Hemingway





El cuento, como género literario, se define por ser una narración breve, oral o escrita, en la que se narra una historia de ficción con un reducido número de personajes, una intriga poco desarrollada y un clímax y desenlace final rápidos. Durante los próximo meses voy a traer hasta el blog algunos de los relatos cortos más famosos de la historia de la literatura universal. Obras de autores como Philip K. Dick, Franz Kafka, Herman Melville, Guy de Maupassant, Julio Cortázar, Alberto Moravia, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, Lovecraft, Jack London, Anton Chejov, y otros.

Continúo hoy la serie de Cuentos para la edad adulta con el titulado Los asesinos, de Ernest Miller Hemingway (1899-1961), escritor y periodista estadounidense y uno de los principales novelistas y cuentistas del pasado siglo. Su estilo sobrio y minimalista tuvo una gran influencia sobre la ficción del siglo XX, mientras que su vida de aventuras y su imagen pública dejó huellas en las generaciones posteriores. Ganó el Premio Pulitzer en 1953 por El viejo y el mar y al año siguiente el Premio Nobel de Literatura.3

Los asesinos es un cuento sostenido mediante el diálogo cortante, seco, frío, objetivo y condicionante de la acción de los personajes. Dos asesinos a sueldo entran preguntando por una persona en un pequeño restaurante de pueblo. Saben que esa persona cena todas las noches en él por lo que deciden esperarlo reteniendo a los empleados y clientes del bar... Disfrútenlo.






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Entrada núm. 2804
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

martes, 28 de junio de 2016

[Humor en cápsulas] Para hoy martes, 28 de junio de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Como yo no soy humorista, me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7: Morgan; La Provincia: Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, de Madrid, en su edición nacional: Forges, Peridis, Ros y El Roto. Espero que disfruten de las mismas.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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Entrada núm. 2803
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