domingo, 5 de octubre de 2014

El tema de España en la poesía de Federico García Lorca






La Alhambra (Granada, Andalucía)



Buena parte de los españoles que nos declaramos de izquierda parecemos dar la impresión de avergonzarnos de nuestra condición de tales. De ahí nuestro aturdimiento y confusión al utilizar términos como pueblo, país, patria, nación, Estado; todo para no utilizar la palabra España. Los españoles que nos declaramos de izquierdas no deberíamos acomplejarnos ni avergonzarnos del uso, y hasta abuso, de la palabra España. España es la patria y la nación común que a todos nos acoge y ampara. No es solo de la derecha, es también nuestra. Y para quitarnos ese complejo de encima puede ayudarnos la poesía.

De ahí, mi atrevimiento al haber traído al blog durante estas últimos meses, a lo largo de cincuenta y seis entradas, lo que algunos de los grandes poetas españoles contemporáneos, poetas del exilio exterior e interior, pero españoles todos hasta la médula, dijeron sobre su patria común, sobre la nuestra, sobre España y su añoranza. 

Fue un gran poeta en lengua inglesa, el estadounidense Walt Whitman quien dijo que "el poeta es el instrumento por medio del cual las voces largamente mudas de los excluidos dejan caer el velo y son alcanzados por la luz". 

Ahora que esta larga serie de entradas sobre el tema de España en la poesia española contemporánea ha llegado a su fín, traigo hasta el blog, en esta entrada escrita desde el corazón, al poeta Federico García Lorca

Ahora que la unidad de los españoles durante siglos en torno a un proyecto de convivencia en común producto de luchas, encuentros y desencuentros, ilusiones y decepciones, pero juntos, parece en trance de romperse por la desidia de algunos, la incompetencia de otros y la indiferencia de la mayoría, recurrir a la figura de Lorca puede parecer pueril, pero no lo es. Su muerte, su asesinato por una banda de sicarios al inicio de la última guerra civil entre españoles, es un ejemplo claro de algo que nunca más debe volver a ocurrir entre nosotros. Bajo ninguna circunstancia, por ninguna razón.

Federico García Lorca nace en Fuente Vaqueros (Andalucía), en 1898, en el seno de una familia de acomodada situación económica. Poeta, dramaturgo y prosista, miembro de la Generación del 27, es junto a Valle-Inclán y Buero Vallejo una de las cumbres del teatro español del siglo XX y de toda la historia de la literatura en España. Comenzó a estudiar Filosoría y Letras y Derecho en la Universidad de Granada, pero enseguida se traslada a Madrid, a la famosa Residencia de Estudiantes, donde coincide y hace amistad con intelectuales y artistas como Luis Buñuel, Rafael Albertí y Salvador Dalí. 

Meses antes de su muerte, cuando le preguntaron por sus preferencias políticas, respondió que él era al mismo tiempo católico, comunista, anarquista, libertario, tradicionalista y monárquico. Nunca estuvo afiliado a ningún partido ni facción política. Durante la II República su compañía teatral, La Barraca, formada por universitarios, representó por pueblos y ciudades de toda España lo más granado del teatro español del Siglo de Oro. 

Murió asesinado por un grupo de falangistas la madrugada del 14 de agosto de 1936 en algún lugar de la carretera entre Víznar y Alfacar, en la provincia andaluza de Granada. Su cuerpo nunca ha sido encontrado.

Les dejo con su poema "Baladilla de los tres ríos":


El río Guadiailquivir
va entre naranjos y olivos.
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.

¡Ay amor
que se fue y no vino!

El río Guadalquivir 
tiene las barbas granates.
Los dos ríos de Granada,
uno llanto y otro sangre.

¡Ay amor
que se fue por el aire!

Para lo barcos de vela
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
solo reman los suspiros.

¡Ay amor
que se fue y no vino!

Guadalquivir, alta torre
y viento en los naranjales.
Darro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques.

¡Ay amor
que se fue por el aire!

¿Quién dirá que el agua lleva
un fuego fatuo de grito?

¡Ay amor
que se fue y no vino!

Lleva azahar, lleva olivas,
Andalucía, a tus mares.

¡Ay amor
que se fue por el aire!


Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt




El poeta  Federico García Lorca





Entrada núm. 2174
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"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)

viernes, 3 de octubre de 2014

El tema de España en la poesía de Salvador Pérez Valiente





Catedral de Santa María la Mayor (Murcia)



Buena parte de los españoles que nos declaramos de izquierda parecemos dar la impresión de avergonzarnos de nuestra condición de tales. Por eso nuestro aturdimiento y confusión al utilizar términos como pueblo, país, patria, nación, estado; todo para no utilizar la palabra España. Los españoles que nos declaramos de izquierdas no deberíamos acomplejarnos ni avergonzarnos del uso, y hasta abuso, de la palabra España. España es la patria y la nación común que a todos nos acoge y ampara. No es solo de la derecha, es también nuestra. Y para quitarnos ese complejo de encima puede ayudarnos la poesía.

De ahí, mi atrevimiento al haber traído al blog durante estas últimas semanas lo que algunos de los grandes poetas españoles contemporáneos, poetas del exilio exterior e interior, pero españoles todos hasta la médula, dijeron sobre su patria común, sobre la nuestra, sobre España y su añoranza. 

Fue un gran poeta en lengua inglesa, el estadounidense Walt Whitman quien dijo que "el poeta es el instrumento por medio del cual las voces largamente mudas de los excluidos dejan caer el velo y son alcanzados por la luz". 

Ahora que esta larga serie de entradas sobre el tema de España en la poesia española contemporánea está llegando a su fín, traigo hasta el blog al poeta Salvador Pérez Valiente, en la que es penúltima entrega de la serie. 

Nace en la ciudad de Murcia (Murcia) en 1916. Poeta, escritor y periodista. Queda huérfano muy joven y un tío suyo se hace cargo de él llevándoselo a vivir a Alcalá de Henares (Madrid). Más tarde vive un tiempo en Elche, y finalmente en Madrid, donde se afincará definitivamente y donde muere en 2005. Licenciado en Periodismo y en Filosofía y Letras, estudió también en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Trabajó como redactor para Radio Nacional de España y como articulista en el diario Arriba. Colaboró asiduamente en las revistas Garcilaso y Tránsito, de la que fue cofundador. Su poesía es humanista, coloquial y realista. Frecuentó la tertulia literaria del Café Gijón madrileño donde formó parte del grupo poético Juventud Creadora junto a poetas como Rafael Morales, Ramón de Garciasol y José García Nieto. Fue conferenciante reconocido en Europa y América.

Les dejo con su poema "El extranjero":

Esta es la tierra, esta es la gente
y la cigüeña hacia el poniente.

Y las palabras y las cosas
más enterizas y sustanciosas.

Esto se llama lumbre de encina;
en ella encienden su vida pina,

honradamente rebañada,
las manos que no aprietan nada.

Este es el viaje de la verdad,
la acompañada soledad.

Aquí el cimiento, la última broma,
con el camino que lleva a Roma

o desemboca entre tapiales.
Aquí los huesos monumentales.

Los monasterios catedralicios,
el ir viviendo de precipicios,

salvando el alma y acaso el pan.
Este, el oceánico huracán.

Bajo la muerte pasa un río,
espiga arriba crece el estío

y el tiempo es como una gran piedra
amoretajada por la yedra.

Con lentitud de toro manso
pace la tarde su descanso

y el literarios viajero querría
más agria su melancolía.

Soy extranjero, no sé los nombres
de los trabajos y los hombres.

Acongojante tierra entera
sin un descanso de ribera,

tan pronto incendio o noche cierta,
que ya el viajero se despierta

pensando en otra lejanía.
Oh, condenado a compañía.

Aguas humanas. Hay que enterrar
lo que quisiéramos apurar

como un gran trapo de "cañamero",
(tan amistoso y verdadero

que a la segunda copa avisa).
Este es el diálogo sin prisa.

Estos los hombres de sol a sol,
y esta la casa del caracol.

Sol en la torre. Llueva en el suelo.
La media tarde acorta el vuelo

y la paz huele a mesa puesta,
a levadura bien dispuesta.

Adiós, adiós, decían las gentes,
como si fuésemos viejos parientes

del pimentón o el azafrán,
y no de tuera y alacrán.

¿Y no se gasta tu piedra dura,
tan moza y madre, Extremadura?

La extrema y grave punta de España,
tú eres la espina que nos araña.

(Y el hombre, el hombre de una pieza,
veía pasar nuestra tristeza.)


Y en la próxima ocasión nos vemos con el poeta Federico García Lorca, con el que finaliza la serie de cincuenta y seis poetas y poemas dedicados al tema de España en la poesía española contemporánea. Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. 
HArendt





El poeta Salvador Pérez Valiente





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"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)

miércoles, 1 de octubre de 2014

Recapitulación sobre el blog. Septiembre de 2014




El rincón de trabajo de HArendt



Mi más sincero agradecimiento a los amigos y curiosos que se han acercado a las páginas de Desde el trópico de Cáncer en este pasado mes de septiembre que acaba de terminar. Exactamente 5419 lectores, de los cuales, distribuidos por países, y de mayor a menor, resultan:


2120 estadounidenses 
1077 españoles
631 franceses
353 alemanes
129 polacos
95 mexicanos
91 neerlandeses
61 rumanos
59 ucranianos 
54 chilenos


Me resulta curioso constatar que los lectores estadounidenses del blog encabezan por tercer mes consecutivo, en septiembre con un 39,12% del total de visitas, el ranking de lectores del blog. Mi agradecimiento más sincero para todos ellos. En total, los lectores registrados suponen en septiembre el 86,28% del total de visitantes en dicho mes.

Me gustaría aprovechar esta recapitulación mensual para invitarles a seguir visitando el blog tanto desde su ubicación original en la plataforma de Blogger, como en mis páginas personales de Facebook, Twitter, Google+ o Eskup, en las que aparte de reproducir los contenidos de Desde el trópico de Cáncer se tratan otros muchos asuntos de tipo cultural, literario, histórico, político y sociológico. Con menos profundidad, quizá, que en el blog, pero no por ello con menos interés. Pueden acceder a ellas desde los enlaces que hay en el propio blog. 

En relación con las entradas más leídas de la semana y el mes en curso, y de los cuatro últimos años del blog, pueden acceder a ellas en la columna derecha del mismo, en el apartado correspondiente.

Desearía por último animarles a dejar a dejar tanto en el blog como en las redes sociales citadas las opiniones que las entradas en ellos reflejadas les hayan merecido. O si esta pretensión les resulta excesiva o inadecuada, al menos dejen explícita su opinión con un simple clic sobre la minúscula encuesta de valoración que figura al final de cada entrada. 

Gracias de nuevo, de todo corazón, por su amable confianza y amistad. Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt






HArendt




Entrada núm. 2172
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"La historia del mundo no es un suelo en el que florezca la felicidad. Los tiempos felices son ella páginas en blanco" (Hegel)

martes, 30 de septiembre de 2014

"Realpolitik"



El presidente de la C.A. de Cataluña firma la Ley de consultas catalana




Una de las razones de que los títulos de muchas entradas del blog vayan "entrecomillados" no es solo la falta de respuesta clara del autor, es decir, de mí, a lo que se plantea en el titulo; es que tampoco tiene clara cual debería ser la pregunta. Será por eso que decía Dante de que tanto como saber le agradaba dudar, o el más cercano en el tiempo, Voltaire, de que la verdad era una fruta que convenía cogerse muy madura.

Recurro a la Wikipedia para precisar el concepto del término "Realpolitik" (política de la realidad, en alemán) acuñado según se dice en ella por el canciller alemán Otto von Bismarck a finales del siglo XIX para encontrar un método de equilibrar las influencias de poder de los imperios europeos, que tuviera su base en intereses prácticos y acciones concretas sin atender a la filosofía o teoría política como elementos formadores de la misma (de la política). Más o menos lo mismo que ya había dicho Nicolás Maquiavelo a principios del siglo XVI en su obra "El Príncipe", cuya edición, comentada, en Temas de Hoy (Madrid, 1994) les recomiendo encarecidamente. 

Se ha dicho, pienso que con razón, que la lectura y comprensión del libro "El Federalista" (FCE, México, 1994), escrito a finales del siglo XVIII por los "ilustrados" norteamericanos Hamilton, Jay y Madison, equivale a todo un máster en Derecho Constitucional y Teoría Política. Creo que lo mismo, pero ahora referido a esa "política de la realidad" a la que aludía Bismarck de este movido comienzo del siglo XXI, podría aplicarse a dos libros que estoy releyendo al unísono en estos momentos: "Diplomacia" (Ediciones B, Barcelona, 2010), de Henry Kissinger, y "Querido Mr. Stalin" (Paidós, Barcelona, 2007), de Susan Butler.

El primero nos da una interpretación personal, pero no por ello menos fascinante, de la historia reciente del mundo, tanto por el retrato que el autor hace de los líderes mundiales de su época como secretario de Estado estadounidense: Nixon, Gorbachov, De Gaulle..., como por la explicación -no por subjetiva, falta de rigor- de los entresijos y acontecimientos más importantes de la política internacional del último tercio del siglo XX, de los cuales el autor fue coprotagonista indiscutible.

El libro de Susan Butler es la primera publicación rigurosa y exacta que se realiza (y se comenta por la recopiladora) de la correspondencia completa entre el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt y el líder soviético Josef V. Stalin, entre 1941, a raíz del ataque por sorpresa de Alemania a la Unión Soviética, y 1945, con el último mensaje del mandatario norteamericano a su homólogo soviético, unos minutos antes de su repentina muerte. Una recopilación de trescientos cuatro mensajes intercambiados entre ambos estadistas a lo largo de cuatro años, que reflejan la sintonía de los mismos en la resolución de los problemas comunes en la guerra contra Alemania y Japón, sin menoscabo de la apreciación personal que cada uno tenía del otro, que como dice el historiador Arthur M. Schlesinger, Jr., en el prólogo del libro implicaba que a pesar de la opinión de Roosevelt, en 1940, de que "la Unión Soviética es una dictadura tan absoluta como cualquier otra del mundo", Roosevelt y Churchill reconocieran sin paliativos lo que las democracias debían al Ejército Rojo en la derrota de Hitler, y que el "Día D" no hubiera sido posible si Stalin no hubiera retenido a la mayor parte del ejército nazi en el frente oriental de Alemania.

Retomo, o lo intento al menos, el hilo argumental de esta entrada, para volver la vista a la convulsa situación político-constitucional interna que estamos viviendo los españoles a causa del enfrentamiento político directo entre la mayoría del parlamento catalán y el gobierno de Cataluña con el gobierno y el resto del Estado español. Sentadas las bases jurídicas de ese enfrentamiento, y admitido que no cabe más recurso democrático para resolverlo que el acatamiento a la resolución que en su momento adopte el Tribunal Constitucional, ¿no estamos a tiempo de admitir la necesidad de una pequeña dosis de "realpolitik" por ambas partes que evite el fraccionamiento de la sociedad española y catalana en dos entidades irreductibles enfrentadas?

No quiero recurrir a los argumentos, muchas veces falaces y la mayor parte de las ocasiones idiotas, de los protagonistas del enfrentamiento. Prefiero atender con preferencia a las opiniones de los expertos y del mundo académico, aunque tampoco estas estén a priori a salvo de personalismos. Entre ellas, dos que se publican en el número de septiembre de Revista de Libros:  "La configuración del Estado español", de Gaspar Ariño Ortiz, catedrático de Derecho Administrativo en la Universidad Autónoma de Madrid, comentando el libro Estado autonómico y reforma federal (Alianza, Madrid, 2014) del profesor Eliséo Aja, y "Como salvar a España de su pasado", por Julio Carabaña, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, reseñando el libro El dilema de España (Península, Barcelona, 2014) del profesor Luis Garicano. Son dos artículos muy interesantes, el primero de argumentos más estrictamente políticos, y el segundo económicos, pero sin obviar los elementos políticos y territoriales.

Pero a mí, de todo lo más reciente leído al respecto, lo que más me ha gustado por su brevedad, sencillez y claridad expositiva es lo que escribe en el diario El País de hoy el catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Montreal, Canadá, el profesor Jean Leclair, en un artículo titulado "De clavos y martillos en Escocia y Cataluña", en el que analizando las semejanzas y disimilitudes de los procesos soberanistas en Quebec, Escocia y Cataluña, llega a la conclusión -que comparto- de que adentrarse por la vía de los referéndums para resolver los problemas territoriales de los Estados es un error de incalculable consecuencias cuando aun están sin explorar y afirmar las posibilidades de las vías que ofrecen los estados federales.

En fín, como ven los amables lectores de Desde el trópico de Cáncer, planteo más dudas que respuestas. Respuestas que solo podremos encontrar desde el diálogo y no desde la confrontación. Así pues, señores políticos, ¿sería posible un poco más de "realpolitik", por favor? Al menos, inténtenlo.

Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt




El presidente Rajoy anuncia el recurso del Gobierno ante el Tribunal Constitucional



Entrada núm. 2171
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"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)

viernes, 26 de septiembre de 2014

Historias de la República y la Guerra Civil




El historiador Ángel Viñas





La Historia como notaria del pasado sigue gozando de respetable salud. Y eso que hace ya 2500 años que dos griegos ilustres, mediado el siglo IV a.C., la iniciaron como disciplina científica: Heródoto, con su "Historia" (Círculo de Lectores, Barcelona, 1996), y Tucídides, con su "Historia de la Guerra del Peloponeso" (Círculo de Lectores, Barcelona, 1997), hermosas lecturas que les recomiendo con especial énfasis.

De esa misma respetable salud sigue gozando la historia de la Guerra Civil Española (1936-1939), y por extensión, la de la II República española (1931-1939). Uno de los historiadores que más y mejor ha escrito sobre la guerra civil española ha sido el profesor e hispanista estadounidense Gabriel Jackson, y entre los españoles, el economista, diplomático e historiador Ángel Viñas, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

Al profesor Viñas le conocí, aunque no tuve el place de tratarle personalmente, durante mi paso por la UNED cuando cursaba la licenciatura de Geografía e Historia. Fue a mediados de los 80, creo recordar, durante la celebración del Congreso Internacional de Historia sobre "La oposición al régimen de Franco", organizado en Madrid por la UNED bajo la dirección de los profesores Tuñón de Lara y Javier Tusell, al que asistí como alumno becario. Le recuerdo con su sempiterna corbata de pajarita, prenda típica y casi de uniformidad oficial del profesorado de la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey, Estados Unidos; la universidad también de Albert Einstein, y perdónenme la petulante digresión, los cinematográficos y televisivos doctores Indiana Jones y House.

De él reseñé en mi entrada del pasado dia 2, con motivo del 75º aniverario del inicio de la II Guerra Mundial, un artículo suyo titulado "Un tiempo de sangre y fuego", que dilucidaba algunas de las falsedades creadas por la historia en torno al pacto Stalin-Hitler, que en gran manera favoreció el paso a dicha conflagración. 

En el mes de octubre de 2009 Revista de Libros publicó una extensa y documentada reseña crítica del profesor Jackson, bajo el título de "Una trilogía histórica magistral", de tres de los últimos libros del profesor Viñas: "La soledad de la República", "El escudo de la República" y "El honor de la República", todos ellos editados por Crítica, Barcelona.

Decía en su reseña el profesor Jackson que los tres libros comentados constituían sin duda alguna los estudios archivísticos más detallados y más exhaustivamente documentados de las reacciones diplomáticas y militares al estallido de la Guerra Civil española; y también de los esfuerzos de los sucesivos gobiernos republicanos para vencer la hostilidad político-económica de las grandes potencias democráticas –Inglaterra, Francia y Estados Unidos– y contrarrestar la masiva ayuda militar ofrecida desde el principio por Italia, Alemania y Portugal a las fuerzas comandadas por el general Franco.

En pos de su investigación documental, añadía, el autor había viajado a París, Londres, Moscú y a muchos otros lugares específicos en que se encuentran archivos relevantes. Ha proporcionado detalladas notas al pie para todas sus interpretaciones controvertidas. Ha preparado una lista de los acrónimos de docenas de archivos, preparado una bibliografía ingente, ofrecido al lector una extensa lista de "dramatis personae" y aportado copias de documentos importantes. Para conseguir su objetivo crítico e historiográfico ha citado y refutado, seguía diciendo, cientos de contundentes afirmaciones de personas e instituciones que aparecen citadas con sus nombres.

En los párrafos finales de su comentario decía el profesor Jackson que había intentado señalar en su artículo lo que le parecían énfasis ocasionales que distraían de la tarea principal, y que había detinado mucho espacio a ello porque quería que el lector conociera los juicios del autor más que simplemente las valoraciones que el reseñista hacía de esos juicios, pero que ello -añadía- no había de entenderse en absoluto como una evaluación negativa. Nadie, decía, ha rastreado los archivos más exhaustivamente que Viñas; nadie ha estado más dispuesto que él a compartir información; nadie se ha mostrado más deseoso de comparar interpretaciones con colegas.

Como conclusión de la reseña, Gabriel Jackon manifiestaba su convencimiento de que la trilogía publicada por el profesor Viñas se manifestaría como una combinación excepcionalmente rica de historias basadas en archivos y de debates que cuestionan deliberadamente ideas establecidas en la lucha por alcanzar un entendimiento objetivo de la Guerra Civil española.

A mí me gustaría terminar la entrada de hoy, aparte de animarles a leer el artículo del profesor Jackson, con una reflexión del también historiador y profesor Josep Fontana en su libro "La historia después del fin de la historia" (Crítica, Barcelona, 1992) en la que apela a la necesidad de recuperar las señas de identidad de una historiografía crítica que proponga aprender a pensar el pasado en términos de encrucijada (y no solo de una vía única), que incite a los historiadores a situar el presente en el centro de sus preocupaciones y que ayude a las nuevas generaciones a mantener viva la capacidad de razonar, preguntar y criticar para cambiar el presente y construir un futuro mejor. 

Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt






El historiador Gabriel Jackson



Entrada núm. 2170
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miércoles, 24 de septiembre de 2014

A Gallardón le han hecho la petaca...



Gallardón anuncia su dimisión




No me las doy de adivino ni profeta ni tengo vocación de Casandra, pero lo dije en mi entrada del 14 de febrero pasado, día de los enamorados: "Tengo la convicción de que el proyecto de ley de reforma del derecho al aborto no va a prosperar. Y no porque lo tumben los parlamentarios de la oposición o las justificadas críticas de la sociedad española, sino porque el propio gobierno y el partido que lo sustenta, una vez salvada la cara del impresentable proyecto y de su ministro proponente en las Cortes ante lo más integrista de sus votantes lo va a dejar languidecer hasta el término de la legislatura para que decaiga por sí solo. ¿Apostamos?". Así, literalmente. 

En una sociedad democrática no debería haber lugar para los enemigos políticos, a lo sumo, para los adversarios. Para enemigos políticos nada más cercano que los propios compañeros de partido, como ya dijeran en su momento Disraeli, Gladstone o Churchill (no estoy muy seguro de cuál y por eso cito a los tres), políticos los tres y británicos los tres, que en cuestión de política y democracia se las saben todas. No como el pobre Gallardón, la gran esperanza blanca de la derecha española moderna, joven y democrática, al que le ha perdido su ambición nunca disimulada y esa "vocación de servicio" heredada del antiguo régimen que le llevó a suplicar al presidente del gobierno el puesto de vanguardia en la lucha por recuperar para la derecha española las señas de identidad seculares perdidas tiempo ha.

Al ministro de Justicia,  Alberto Ruiz-Gallardón, le han hecho la petaca su presidente, su gobierno y sus compañeros de partido. Da, ahora, impresión de ingenuidad su valentía al asumir como propios planteamientos integristas que nadie, ni sus más acendrados adversarios políticos se hubieran atrevido a achacarle nunca. 

En fin, descanse en paz. Al menos le honra el gesto de coherencia de su dimisión y de su apartamiento, ¿definitivo?, de la vida política. Los auténticos reaccionarios del PP se han quitado un enemigo político de encima.

Les dejo con dos artículos de muy distinta factura escritos días después de publicada esta entrada del blog sobre la dimisión del ministro Gallardón por la periodista Luz Sánchez-Mellado: "Gallardón, Q.E.P.D.", y la escritora Elvira Lindo: "Rajoy en China".


Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt





La cúpula del PP



Entrada núm. 2168
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martes, 23 de septiembre de 2014

Equinoccio de otoño con Vivaldi y en Gran Canaria









A esta hora exacta en que se publica esta entrada, las 3:29 de la mañana en las islas Canarias, se produce el equinocció de otoño de este 2014 que va llegando a su fin. Es hermoso ver los solsticios y los equinoccios desde la ventana de casa. En el solticio de verano el Sol aparece en el horizonte lo más al norte posible sobre la latitud de Canarias; en el de invierno, al contrario, lo más al sur posible. Y en los equinoccios, en ambos, justamente sobre el Este, a 90º en el círculo del horizonte. No me los pierdo, los espero con ansia, gozando del espectáculo que me brinda la madre naturaleza. 

En el alféizar de la ventana tengo hechas unas muescas marcando el punto exacto en que va a salir el Sol esos cuatro días de cada año. No falla nunca, ni un milímetro. Para cuando cambie su lugar de salida, con toda seguridad ya no estaré esperándole, emocionado, con los codos apoyados en él... Me estoy poniendo lírico; un poco tonto a mi edad. Y más por un espectáculo que se repite cuatro veces al año desde hace unos cuantos millones de ellos... 

Les dejo con el "Otoño" de Las Cuatro Estaciones de Antonio Vivaldi. Merece la pena. La foto que encabeza la entrada es una superposición de dos imágenes: un amanecer en la ciudad de Las Palmas y un ocaso en Maspalomas, en el extremo sur de la isla de Gran Canaria, mi isla... Muy cerquita del trópico de Cáncer que da nombre a este blog mío y de ustedes, sus lectores.

Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt




Otoño. Las cuatro estaciones (A. Vivaldi, 1678-1741)




Entrada núm. 2167
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lunes, 22 de septiembre de 2014

El poeta Pablo García Baena y el tema de España en la poesía española contemporánea (LIV)




Ruinas de Medina Azahara (Córdoba, Andalucía)



Buena parte de los españoles que nos declaramos de izquierda parecemos dar la impresión de avergonzarnos de nuestra condición de tales. Por eso nuestro aturdimiento y confusión al utilizar términos como pueblo, país, patria, nación, estado; todo para no utilizar la palabra España. Los españoles que nos declaramos de izquierdas no deberíamos acomplejarnos ni avergonzarnos del uso, y hasta abuso, de la palabra España. España es la patria y la nación común que a todos nos acoge y ampara. No es solo de la derecha, es también nuestra. Y para quitarnos ese complejo de encima puede ayudarnos la poesía.

De ahí, mi atrevimiento al haber traído al blog durante estas últimas semanas lo que algunos de los grandes poetas españoles contemporáneos, poetas del exilio exterior e interior, pero españoles todos hasta la médula, dijeron sobre su patria común, sobre la nuestra, sobre España y su añoranza. 

Fue un gran poeta en lengua inglesa, el estadounidense Walt Whitman quien dijo que "el poeta es el instrumento por medio del cual las voces largamente mudas de los excluidos dejan caer el velo y son alcanzados por la luz". 

Ahora que esta larga serie de entradas sobre el tema de España en la poesia española contemporánea está llegando a su fín, traigo hasta el blog al poeta Pablo García Baena.  

Nace en Córdoba (Andalucía) en 1923. Estudia pintura e historia del arte en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal. Hace amistad con poetas locales y a los catorce años lee ya a San Juan de la Cruz, Proust, Juan Ramón Jiménez, Salinas, Jorge Guillén y, sobre todo, a Cernuda. Publica sus primeros poemas y dibujos en la prensa local y en revistas como Gaceta Literaria. En 1947 con otros poetas amigos funda la revista Cántico, en la que reivindica una mayor exigencia formal, estética y senual que enlace la poesía del momento con la Generación del 27. En 1984 recibe el premio Príncipe de Asturias de las Letras. 

Les dejo con su poema "Río de Córdoba":

Pasas y estás como una pisada antigua sobre el mármol,
y hay en tu fondo un velo de argenterías fenicias,
y en la noche de la Albolafia
surgen de oscuro labio enamorado
las suras como negras palomas implorantes.
Eres el rey, turbio César que se desangra
sobre su propia púrpura de barros,
carne deshecha las rojizas gredas,
y flotas sobre tu huyente melancolía,
y fugaz permaneces
con tus manos de plateado exvoto acariciando
el toro, la columna, el santuario
y los petreos plegados de la estatua.
Tu cuerpo generoso se queda entre los juncos
como en un verde acetre de vegetales oros,
herido entre la zarzas por la voz y la noche
que la guitarra vierte sombría y encelada,
mientras los que se aman, de una orilla a otra orilla,
con la tendidas manos sollozantes hundidas en tu agua,
escuchan silenciosos tu bronco latido solitario
de astro centelleante entre los naranjales.
Brizas la inocente madera de las barcas
y abre un surco de congelado asombro
ante la esteva sacra que guía la bogante rueda de los molinos,
donde descansa erguida
la dorada y bermeja palmera de los Mártires:
el cielo ya en los ojos torcaces de Victoria
y Acisclo como un bello ostensorio labrado.
Tal audaz caminante
que un punto se detiene en la suave colina
y fija la mirada en la ciudad que adora y aleja para siempre,
así tú te remansas por los jardines tristes,
por las torre guardianas, por humildes tejares;
y tu rumor real, que baja victorioso
como guerrero esbelto de laureles
desde la áspera cueva de las sierras natales,
anida dulcemente en la cárdena adelfa
que tu mano intrumenta como roja viola apasionada.
Cuando sube la noche a su ajimez de luna
y el licuor de tus ópalos se agita intensamente,
los jóvenes ahogados del estío
levantan en silencio sus lívidas cabezas
que rotos ungüentarios perfuman de estoraque;
y sus miradas líquidas,
donde engastan los sábalos alhajas cinerarias,
contemplan el ciprés, la celosía, el patio,
los muros con la lepra verde de la alcaparra;
y suspiran y tejen coronas de amaranto,
de granadilla y mirto de hojas chorreantes
que van frescas, intactas, por tus crines undosas
hasta la sien vencida del amante que vive,
a tu orilla, la noche mortal del paraíso.


Y en la próxima ocasión nos vemos con el poeta Salvador Pérez Valiente. Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt



El poeta Pablo García Baena





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"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Las lágrimas de Eros



Imágenes de la exposición "Las lágrimas de Eros"



  
Fue poco más o menos al inicio del otoño de 2009 que la Fundación Caja-Madrid y el museo Thysen-Bornemisza organizaron conjuntamente en Madrid una exposición con el título de "Las lágrimas de Eros" que sirvió de excusa a mi admirado profesor don Emilio Lledó para escribir un memorable artículo en El País Semanal de aquellas fechas. El título de la exposición tenía su origen en el provocador ensayo homónimo del escritor francés George Bataille, publicado en 1961, que su propio autor definió como "un primer paso para abrir la conciencia a la identidad del orgasmo (o pequeña muerte) y de la muerte definitiva". Y fruto de mi escasa imaginación, es también el título de esta entrada de hoy.

El texto de Emilio Lledó al que me refería anteriormente llevaba por título "El Eros de Diotima", y en él se hacía referencia al bellísimo diálogo de "El banquete", que Platón escribiera a finales del siglo V a.C., en Atenas. En él, una sacerdotisa llamada Diotima, que en el diálogo aparece como mentora y maestra del propio Sócrates, discurre con varios personajes masculinos sobre la naturaleza profunda del sentimiento amoroso.

Como dice el profesor Lledó, la verdad es que no importa mucho si el personaje de Diotima tuvo existencia real o fue un invento de Platón. Lo importante es que por primera y única vez un personaje femenino robaba todo el protagonismo del diálogo a quien siempre había sido el centro de atención de todos los platónicos, el propio Sócrates.

Llevado de mi deseo de enmarcar una digresión más o menos elaborada sobre los textos citados, releí "El Banquete" platónico y ojeé también una obra capital, "Teoría de los sentimientos", del admirado psiquiatra, profesor y también académico, Carlos Castilla del Pino, así como su discurso "Arquitectura de la vida humana", pronunciado con motivo del Día de la Fundación Pro-Real Academia Española del año 2006.

Solo en el sentido clásico del término me atrevería a autocalificarme de filósofo, o lo que es lo mismo, de amante del saber. En mi caso, como mucho, mero e incompetente admirador y aprendiz de filósofo. Supongo que algo habrá influido en ello mi paso por mi "alma máter", la UNED, cuyo bellísimo lema, sacado del Libro de la Sabiduría (Sb 7, 24), dice de ella que es lo que más mueve entre todas las cosas que se mueven: "Omnibvs mobilibvs mobilior sapientia". Pero finalmente desistí abrumado por mi propio sentimiento de incapacidad para enfrentarme a tal desafío. ¿Quién era yo para atreverme a glosar la función salvífica del amor que con tanta belleza expone Platón y analizan Lledó y Castilla del Pino, uno desde la filosofía y otro desde la psiquiatría?... Y ahí sigo aun, así que mejor lean los enlaces de más arriba y disfruten de ellos porque la "filosofía" de un servidor no da para más.

Por cierto, me gané el magnífico catálogo de la exposición en un concurso literario que al efecto convocó Revista de Libros. Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt





Eros y Psyque, de Antonio Canova (1757-1822)





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martes, 16 de septiembre de 2014

¿Por qué dormía Europa?...






A comienzos del verano de 1940, cuando hacía justamente nueve meses que había estallado la guerra en Europa, un joven y brillante estudiante de la Universidad de Harvard (Cambridge, Massachusetts) leía su tesis de graduación en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Se titulaba "Appeasement in Munich", y analizaba en ella las razones que llevaron al gobierno británico a una suicida política de contemporización y apaciguamiento a toda costa con el cada vez más creciente belicismo de Hitler, y a firmar con él los vergonzantes acuerdos de Munich que darían rienda suelta al expansionismo nazi. Obtiene la calificación de "Sobresaliente Cum Laude", y un mes después se publica como libro con el título de "¿Por qué dormía Inglaterra?", convirtiéndose en un auténtico "superventas" que gana el prestigioso premio Pulitzer de ese mismo año. Veinte años más tarde, ese joven estudiante, John F. Kennedy, sería elegido presidente de los Estados Unidos de América.

"¿Por qué dormia Inglaterra?" se publica en España por la editorial barcelonesa Plaza y Janés en 1965, supongo que a raíz de la conmoción mundial que produce el asesinato del presidente Kennedy. Yo la leo ese mismo año en una edición de bolsillo que aún conservo y que, casualmente, ojeaba hace unos días. Ya he dejado constancia en este blog de mi juvenil apasionamiento por la figura de Kennedy. Su trágica muerte dio lugar a uno de los días que más imborrable impresión han dejado en mi vida, y que puedo relatar minuto a minuto con exactitud. Su lectura me emociono. Lo leí con fervor y apasionamiento y, en cierto modo, encaminó mi recién iniciada vida académica hacia la Historia y la Ciencia Política.

No tengo muy claro que tipo de asociación de ideas me ha llevado a recordar el libro de Kennedy al leer el artículo que en el número de septiembre de Revista de Libros publica el diplomático y escritor Fidel Sendagorta titulado "Europa: poder, afecto y utopía", dedicado al comentario crítico del libro "Poder y derecho en la Unión Europea" (Madrid, Civitas/Thomson Reuters, 2014), del profesor José María Areilza Carvajal. Dice Sendagorta: "Las elecciones al parlamento europea del pasado mes de mayo han marcado un nuevo hito en la creciente desafección del electorado hacia el proyecto de integración europea. Partidos con programas contrarios a la propia Unión Europea han batido a las formaciones políticas mayoritarias en un país, como el Reino Unido, que se interroga sobre su permanencia en la Unión, pero también en Francia, uno de los Estados fundadores del proyecto de integración. En un momento en el que prevalecen los sentimientos en los debates europeos, el libro de José María Areilza nos sitúa en los argumentos de la razón. Pero el autor sabe que las ideas necesitan del motor de la emoción para ser verdaderamente movilizadoras. De ahí que su obra empiece y termine con la inquietud por la pérdida del horizonte utópico en el proyecto europea y la apelación a recuperarlo como condición esencial para que pueda revitalizarse". 

¿Fue eso, la apelación a recuperar el "horizonte utópico", lo que movió a los parlamentarios españoles socialistas a romper el pacto del grupo socialista europeo votando en contra de la elección como presidente de la Comisión del liberal-conservador luxemburgués Jean-Claude Juncker, un europeísta convencido? A mí, personalmente, me pareció un gesto promovido más por asuntos de política interna española que europea. Al parecer, más preocupados por la estética que por la ética, los europarlamentarios socialistas españoles, con escaso sentido de la responsabilidad, se saltaron el pacto interno del grupo socialista europeo en un gesto muy poco coherente ni prometedor, y más, si tenemos en cuenta que los grupos parlamentarios afectados mantuvieron su voto favorable a la reelección del socialista Martin Schulz como presidente del Parlamento. Me dolió, porque no tengo reparos en confesar que me siento identificado con los ideales de la socialdemocracia europea y española, por ese orden.

Pero vuelvo, y con ello termino la entrada, al libro que me ha servido de excusa para escribirla. La verdad es que no me gustaría que ninguno de mis nietos obtuviera su grado académico dentro de veinte años con una tesis que se preguntara y explicara "¿Por qué dormía Europa?...", precisamente, cuando más necesitábamos de ella. Eso sería una muy mala perspectiva, que no les deseo en modo alguno. 

Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt





John F. Kennedy (1917-1963) 



Entrada núm. 2162
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"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)