miércoles, 28 de mayo de 2014

Día de Canarias, 2014




Escudo de Canarias






La patria es una peña, la patria es una roca, la patria es una fuente, es una senda y una choza.
Mi patria no es el mundo; mi patria no es Europa; mi patria es de un almendro la dulce, fresca, inolvidable sombra. 
A veces por el mundo con mi dolor a solas recuerdo de mi patria las rosadas, espléndidas auroras. 
A veces con delicia mi corazón evoca, mi almendro de la infancia, de mi patria las peñas y las rocas. 
Y olvido muchas veces del mundo las zozobras, pensando de las islas en los montes, las playas y las olas. 
A mí no me entusiasman ridículas utópias, ni hazañas infecundas de la razón afrenta, y de la Historia. 
Ni en los Estados pienso que duran breves horas, cual duran en la vida de los mortales las mezquinas obras. 
A mí no me conmueven inútiles memorias, de pueblos que pasaron en épocas sangrientas y remotas. 
La sangre de mis venas, a mí no se me importa que venga del Egipto o de la razas célticas y godas. 
Mi espíritu es isleño como las patrias rocas, y vivirá cual ellas hasta que el mar inunde aquellas costas. 
La patria es una fuente, la patria es una roca, la patria es una cumbre, la patria es una senda y una choza. 
La patria es el espíritu, la patria es la memoria, la patria es una cuna, la patria es una ermita y una fosa. 
Mi espíritu es isleño como las patrias costas, donde la mar se estrella en espumas rompiéndose y en notas. 
Mi patria es una isla, mi patria es una roca, mi espíritu es isleño como los riscos donde vi la aurora.

"Canarias" (Canto VII): Nicolás Estévanez (1838-1914)





El Teide (Parque Nacional de Las Cañadas, Tenerife, Islas Canarias)




El próximo viernes, 30 de mayo, celebramos en las islas el Día de Canarias, Hoy, en esta mañana más bien invernal, cubierta de nubes, mis nietos más pequeños han desfilado con sus compañeros de colegio vestidos con los trajes típicos canarios por la calle Triana de Las Palmas.

No tenía pensado sumarme a la celebración de la efeméride pero su presencia, la de los niños, y el futuro que ellos representan, me han animado a elaborar a toda prisa esta entrada del blog que les dedico a ellos y a todos los canarios que viven en la diáspora, voluntaria o forzada, lejos de la tierra que les vio nacer. Pero también, como no, a los que en ella permanecemos apegados a su mar, sus volcanes, sus barrancos, sus bosques, sus montañas, sus playas y desiertos, y sus eternos alisios, compartiendo en nuestros corazones los inolvidables versos de Nicolás Estévanez. Versos de los que, por otra parte, otro gran poeta y filósofo enamorado de Canarias, Miguel de Unamuno, dijera con socarronería vasca que "pobre del que no tiene otra patria que la sombra de un almendro porque acabará por ahorcarse en él".

Y ya que citamos intelectuales, otro gran intelectual canario, Domingo Pérez Minik, dijo sobre la canariedad que "para salvar estos enormes peligros [el del aislamiento de las islas] para su salud física y anímica, al insular no le cabe otro remedio sino exilarse por su propia voluntad y regresar luego con el tesoro de las grandes correrías por el ancho mundo, o manteniéndose en su paraíso, excitar al extranjero a venir a su encuentro, cuanto más extranjero mejor, bien para convivir amigablemente, bien para sostener un debate fecundo de recelos y sugestiones".

Cosas del alma canaria... Para todos ellos, los canarios de fuera y los canarios de dentro: ¡feliz Día de Canarias! Y ahora sean felices, por favor, y como decía Sócrates,  "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt




+
El himno de Canarias cantado por Los Gofiones






Entrada núm. 2071
elblogdeharendt@gmail.com
http://harendt.blogspot.com
Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)

domingo, 25 de mayo de 2014

¿Quién mancillará tu lecho, mi querida Europa?





Mis amigos de siempre, los buenos y antiguos, saben que nunca discuto, ni siquiera conmigo mismo, los resultados electorales. Me gustarán mucho más, mucho menos, o mucho nada, y podrán hacer (los demás) todos los ejercicios "a toro pasado" que quieran para explicarlos, pero son los que son, y punto. A mi me enrabieta mucho la pedante y presuntuosa pose de aquellos que cada vez que pierden unas elecciones (que suelen ser los que las pierden todas) lo achacan a que el pueblo es ignorante y zafio y no entiende el claro mensaje que su formación transmite. Bueno, descansen en paz políticamente los grandes próceres de la nación.

La democracia se basa en la ficción de que el pueblo, titular de la soberanía, nunca se equivoca cuando vota. Más o menos con matices, lo que decía nuestro viejo conocido Jean-Jacques Rousseau a finales del siglo XVIII. Pienso que es verdad. El pueblo nunca puede equivocarse cuando vota. Si ponemos en duda esta aseveración, ponemos en duda los fundamentos del sistema democrático. Se pueden equivocar los gobiernos, los líderes, los partidos, los ciudadanos individuales; el pueblo en su conjunto, nunca.

Ya tenemos nuevo Parlamento europeo. Elegido por un porcentaje ínfimo de la ciudadanía, pero resulta difícil de creer que quién haya tenido deseos e intención de votar no haya podido hacerlo. Así que, no hay más cera que la que arde ni más tela que la que se ve, como dice el refrán. ¿Y ahora, qué?

Lo primero es la constitución del Parlamento, y lo siguiente, la elección y nombramiento de un nuevo presidente de la Comisión. Lo más probable es que el partido popular europeo y la alianza de socialistas y democrátas se pongan de acuerdo para proponer como presidente a uno de sus dos candidatos, Juncker o Schulz, como mal menor, haciendo frente común a los nuevos partidos que entran en el parlamento europeo, unos con intención legítima de hacerse oir y valer gracias a los votos obtenidos, y otros, los más con innegable y nada oculta intención de desastibilizar el proyecto europeo o lisa y llanamente cargárselo desde dentro del propio corazón del sistema. Espero que no lo consigan. En cualquier caso habrá que esperar, aunque cualquiera de los dos candidatos mayoritarios será preferible a ese inicuo Durao Barroso que ha dirigido la Comisión estos dos últimos mandatos. Y luego, a ver que pasa con el proceso de designación de los nuevos comisarios, proceso en el que el parlamento tiene mucho que decir. Se abre un periodo apasionante. Pero ahora toca esperar y verlas venir...

Sean felices, por favor, y de momento, como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt




¿Quién mancillará tu lecho, mi querida Europa?




Entrada núm. 2070
elblogdeharendt@gmail.com
http://harendt.blogspot.com
Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)

miércoles, 21 de mayo de 2014

¿De teloneros?: Lo que nos jugamos en Europa




Alegoría de Europa (1870)



A mis nietos

Les pido disculpas anticip
adas por esta entrada de hoy un tanto digresiva sobre las elecciones del domingo próximo al parlamento de la Unión Europea, ya que voy a comenzarla hablando de arte. Ya irán viendo las razones que me llevan a ello si se animan a seguir leyéndome... 

Desde luego si buscan la definición de "arte" en el Diccionario de la Real Academia Española tengo la impresión de que no van a sacar nada en claro. Si acaso, llegarán a la conclusión algo pedestre de que arte es lo que hacen los artistas; y vuelta al comienzo: ¿qué es un artista?... Mi criterio personalísimo sobre el arte es el de que lo es toda obra material humana que produce en el que la ve, lee u oye un sentimiento de placer estético. 

Soy asiduo visitante de museos y lector empedernido que ha ido formando su criterio estético a base de trompicones. Y más bien clásico, por no decir antiguo... Recuerdo en una de mis últimas visitas al "Reina Sofía" en Madrid, hace ya bastantes años, una sala del museo desnuda absolutamente de todo ornamento salvo una descomunal plancha de acero sobre el suelo de la sala, de como poco quince metros de larga por cuatro o cinco de ancha... No recuerdo de "quién" era la susodicha obra de arte, ni falta que me hace. Creo, sinceramente, que "eso" no es arte, sino una enorme tomadura de pelo. Exactamente igual que el circo montado por los candidatos españoles a ocupar una plaza en el próximo parlamento de la Unión. Exactamente 2106 candidatos, repartidos en 39 candidaturas, para ocupar 54 puestos en el parlamento de Estrasburgo.

No estoy en contra, evidentemente, del derecho de todo ciudadano europeo a presentarse a las elecciones a su parlamento, pero ¿39 candidaturas, de las cuales al menos treinta de ellas van a obtener menos votos que candidatos figuran en la papeleta? Es, como la plancha de acero del "Reina Sofía", y con todo respeto para sus esforzados paladines, una solemne tomadura de pelo. Algo que tendría fácil solución si se exigiera a cada candidatura una fianza económica previa de, pongamos, diez mil euros (a unos 200 euros por candidato) que solo recuperarían de obtener como mínimo un humildísimo uno por ciento del total de los votos emitidos. La tomadura de pelo se reduciría bastante y todos saldríamos ganando.   

Sigo a distancia y sin excesivo interés la campaña para las elecciones al parlamento de la Unión del 25 de mayo. Puntualizo: No me interesa la campaña; las elecciones, por supuesto que sí, y mucho. Ya expuse las razones hace unos días y no es cuestión de repetirme. Y de todas maneras, yo ya he votado por correo. 

Sobre el papelón que están haciendo los candidatos, al menos en España, prefiero no hablar. Meros teloneros de Jean-Claude Juncker y Martin Schulz, los únicos que cuentan con posibilidades reales de alzarse con la presidencia de la Comisión Europea, y cuyos debates se nos han escamoteado (aunque tampoco ellos parece que hayan estado especialmente brillantes) a las ciudadanos españoles, entretenidos con las majaderías del candidato del partido popular y las naderías de casi todos los demás. Léase al respecto el artículo "Europa se merecía más (y las mujeres también, Sr. Cañete)", de la directora del Huffington Post, Montserrat Domínguez. Para llorar...

Y sin embargo, el día 25 de mayo Europa se juega, literalmente, su futuro. No solo el inmediato de las instituciones de la Unión, sino el que realmente importa, el de sus más quinientos millones de ciudadanos, impotentes ante la incompetencia manifiesta de sus gobernantes, de todos, para sacarla del marasmo en que se encuentra.

Termino invitándoles a la lectura del artículo "La más crucial de las votaciones en Europa" que el profesor británico Timothy Garton-Ash, un euopeísta convencido, publica hoy en el diario El País. Lo verán todo, lo que Europa se juega el próximo domingo, con bastante claridad. Y por desgracia, como él dice, es Alemania la única que puede marcar el paso. Si no lo hace ella, no lo va a hacer nadie.

Así que no hagan caso de las "casandras" que invitan a la abstención como solución. Pasar del tema nunca es la solución de nada. Involúcrense. Y voten. Mejor al lado izquierdo, esa es mi opción. Pero voten en cualquier caso.

Le he dedicado esta entrada a mis tres nietos porque de ellos es el futuro. Y ahora sean felices, por favor, y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt





Alegoría de Europa (España, 2014)





Entrada núm. 2067
elblogdeharendt@gmail.com
http://harendt.blogspot.com
Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)

lunes, 12 de mayo de 2014

¿Para qué la política?




Hannah Arendt (1906-1975)


A mi amiga Isabel G.


A la mayoría de los políticos, pero no sólo a ellos, también a jueces, médicos, militares, obispos, misioneros, funcionarios, maestros, banqueros, periodistas y líderes de opinión, por citar algunos especímenes de la diversa fauna humana, se les llena la boca con lo de la "vocación de servicio"; sobre todo cuando hablan de la suya. No deberíamos creerles siempre. El altruismo no es moneda de uso corriente entre las clases altas (ni entre las medias, ni las bajas, dicho sea de paso) aunque excepciones, haberlas haylas. Y lo que ellos llaman "vocación de servicio" la mayoría de las veces no pasa de ser ambición personal, ganas de medrar, búsqueda de gloria, pasión por el poder, ansias de mando, y a veces, hasta búsqueda del martirio como medio para ganarse el cielo. Casi cualquier cosa menos altruismo.

Algunos dicen de la política que es "el arte de lo posible". Quizá pensando en que los deseos de cambiar por la fuerza la naturaleza del mundo y de quienes lo hemos ido habitando en oleadas sucesivas, los intentos de convertir en realidades lo que no son mas que utopías, no han traído para los hombres nada más que sangre, muerte y lágrimas. Un ejemplo clásico, el de la "República" de Platón (siglo IV a.C.). Quizá, otros, llamen a eso "utilitarismo", una doctrina política de impreciso término que pusieron en boga Jeremy Betham y John Stuart Mill a mediados del siglo XIX. Pero pienso que no tiene nada que ver una cosa con otra.

Por ejemplo: ¿la pusilanimidad de los gobiernos europeos ante la crisis Ucrania-Rusia es arte de lo posible, utilitarismo o mera supeditación de todo criterio moral (sí, la política también es moral) a los meros intereses económicos? ¿Y la imposibilidad de encontrar una salida lo menos dolorosa posible a la crisis económico-financiera que asola el sur de Europa es también arte de lo posible, utilitarismo o mera incapacidad de enfrentarse al invisible y todopoderoso poder financiero que acogota nuestras economías y sobre todo nuestras sociedades? 

Dos experimentos sociales llevados a cabo en el pasado siglo, dos intentos de transformar por la fuerza la naturaleza propia del ser humano: comunismo y nazismo, acabaron en inmensas tragedias. Ambas eran doctrinas totalitarias; ambas pretendieron cambiar el hombre y el mundo, y sus injusticias, de raíz; ambas provocaron la muerte de millones de seres inocentes; ambas fracasaron. Hannah Arendt las estudió muy bien en uno de sus más originales libros: "Los orígenes del totalitarismo". Pero lo han intentado desde el principio de la historia.

No es extraño pues que Hannah Arendt (sí, de nuevo ella) se preguntara en "¿Qué es la política?" que si alguien se interroga sobre eso es que ya no son válidas las respuestas formuladas por la tradición. Decir que la política es un medio para un fin más elevado, añade más adelante, es como no decir nada, pues la determinación de ese fin último ha sido muy diversa a través de los siglos. Si la política es para ella el reino de la libertad, es esta, la libertad, o debería ser el fin último de la política, pero de una política que sirva para asegurar la vida, añade.

No otra parece ser también la opinión de John Rawls en su "Una teoría de la justicia", donde dice: 1) Cada persona debe tener un derecho igual al más amplio sistema de libertades fundamentales iguales, compatible con un sistema análogo de libertades para todos; y 2) Las desigualdades sociales y económicas deben ser reguladas de tal forma que, a) den el máximo beneficio a los menos favorecidos; y b) estén vinculadas a funciones y posiciones abiertas a todos en condiciones de igualdad equitativa de oportunidades. Lo que no es el caso, desde luego, en este momento de la historia. (Eso lo digo yo, claro; no Rawls).

Termino de nuevo con Hannah Arendt. Dice en su libro citado más arriba que si se quiere cambiar una institución, una organización, cualquier corporación pública mundana, lo que hay que hacer es renovar su constitución, sus leyes, sus estatutos, y esperar que todo lo demás se dé por sí mismo.

Bueno, pues démosle un empujoncito nosotros. No se quede en casa el día 25 y acuda a votar. Por quién usted quiera: piense en Europa, piense en usted, y vote. Nos merecemos una Europa mejor que la que tenemos ahora.

Y ahora sean felices, por favor, y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt





John Rawls (1921-2002)




Entrada núm. 2066
elblogdeharendt@gmail.com
http://harendt.blogspot.com
Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)

viernes, 9 de mayo de 2014

Cinco años sin Mario



Mario Benedetti



Dentro de unos día se cumplen cinco años de la muerte de Mario Benedetti en la ciudad de Montevideo, Uruguay. Espero que la tierra de la capital más al sur de América, a él, uno de los más grandes poetas del Sur, le haya sido leve. Un sur que existe y que vive. Mi amigo Alberto Atienza, un escritor argentino, de la Mendoza andina, me lo recuerda muy a menudo en sus mensajes: "Acuérdate, Carlos, de que el sur también existe", me dice citando los versos de Benedetti. Imposible olvidarlo. Yo soy Sur de nacimiento, de vivencia, por elección. Como Canarias, de donde eran los primeros pobladores y fundadores de la ciudad de Montevideo.

Sí, porque Canarias es también Sur: el sur profundo, atlántico, de España. Sur que es tanto una realidad física como un estado anímico rodeado de agua por todas partes, un sur que tiene los pies que le sostiene en África y la cabeza que lo rige en Europa, pero el corazón, sobre todo el corazón, lo tiene en América... Siempre en América.

Joan Manuel Serrat cantó con amor profundo a ese sur de los versos de Benedetti que pueden leer más adelante. Les dejo con ellos. 

Y ahora sean felices, por favor, y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt



Con su ritual de acero
sus grandes chimeneas
sus sabios clandestinos
su canto de sirenas
sus cielos de neón
sus ventas navideñas
su culto de dios padre
y de las charreteras
con sus llaves del reino
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
el hambre disponible
recurre al fruto amargo
de lo que otros deciden
mientras el tiempo pasa
y pasan los desfiles
y se hacen otras cosas
que el norte no prohibe
con su esperanza dura
el sur también existe

con sus predicadores
sus gases que envenenan
su escuela de chicago
sus dueños de la tierra
con sus trapos de lujo
y su pobre osamenta
sus defensas gastadas
sus gastos de defensa
con sus gesta invasora
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
cada uno en su escondite
hay hombres y mujeres
que saben a qué asirse
aprovechando el sol
y también los eclipses
apartando lo inútil
y usando lo que sirve
con su fe veterana
el Sur también existe

con su corno francés
y su academia sueca
su salsa americana
y sus llaves inglesas
con todos su misiles
y sus enciclopedias
su guerra de galaxias
y su saña opulenta
con todos sus laureles
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
cerca de las raíces
es donde la memoria
ningún recuerdo omite
y hay quienes se desmueren
y hay quienes se desviven
y así entre todos logran
lo que era un imposible
que todo el mundo sepa
que el Sur también existe

"El Sur también existe", por Mario Benedetti 





Joan Manuel Serrat cantando a Benedetti



Entrada núm. 2065
elblogdeharendt@gmail.com
http://harendt.blogspot.com
Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)

miércoles, 7 de mayo de 2014

Por Europa




El rapto de Europa (Pedro Pablo Rubens, 1629, Museo del Prado)



Cuenta la mitología griega que Europa era una joven doncella fenicia, hija del rey de Tiro, de la que el lascivo Zeus se enamoró prendidamente. Para conseguirla, Zeus se transformó en un hermoso toro blanco y se puso a pastar en la playa de Tiro donde Europa y su séquito recogían flores. Ante la belleza y mansedumbre del animal la joven princesa se acercó hasta él para acariciar su lomo. El toro se agachó como invitando a Europa a subirsel, y cuando así lo hizo la doncella, Zeus se echó a volar y la llevó hasta la isla de Creta donde la hizo suya convirtiéndola en la primera reina de la isla. El momento de emprender el vuelo con Europa en su lomo es la imagen que recoge el cuadro de Rubens que encabeza esta entrada.

El próximo jueves 9 de mayo se cumplen 63 años de la Declaración emitida por el ministro de asuntos exteriores francés Robert Schuman que puso en marcha el proceso de unificación europeo. Algo impensable tan solo cinco años después de finalizada la más sangrienta y atroz de las guerras civiles europeas. Dicha declaración se considera históricamente como el primer paso dado para la constitución de lo que hoy es la Unión Europea. De ahí la razón de que el 9 de mayo se conmemore y celebre como el Día de Europa. Y entre el 22 y el 25 de mayo tendrán lugar las elecciones del Parlamento europeo, su octava legislatura, que por vez primera será el que elija al próximo presidente de la Comisión Europea, o lo que es lo mismo, al gobierno de la Unión.

¿Interesa Europa a los ciudadanos europeos? ¿Existe algo real llamado Europa? ¿Queda algo de la idea de Europa que se alumbró en la Declaración Schuman de 1950? ¿Está secuestrada Europa aun hoy como ayer? ¿Es Bruselas el moderno y lascivo Zeus que seduce con engaños a la virginal doncella Europa? ¿O más bien los secuestradores de Europa son los gobiernos de los Estados-nación que bloquean con su autismo, cortedad de miras e intereses exclusivamente nacionales toda posibilidad de convergencia real hacia una Europa unida, solidaria y fuerte no solo en lo económico y financiero sino también en lo político y lo social? 

Les invito a reflexionar sobre esas preguntas. Y que acudan a votar a pesar del desánimo que les invada, no pensando en castigar al gobierno regional o nacional de turno. No pensando en los intereses de Canarias o de España (en mi caso), sino en los intereses comunes que tenemos como europeos. Se que resulta difícil afrontarlo así, pero es que es así como debemos hacerlo porque lisa y llanamente nos estamos jugando nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos.

El diario El País de hoy publica un "especial" dedicado a Europa, que lleva por título: "Un continente antes las elecciones", en el que se recoge, entre otras muchas cosas, el encuentro celebrado entre los candidatos de las dos grandes formaciones europeas a presidir la Comisión, el conservador Jean-Claude Juncker y el socialista Martin Schulz, expresidente del Parlamento europeo, con representantes de los cinco medios de prensa más importantes de Europa.

En enero de 2005, con motivo del referéndum a celebrar en España sobre el proyecto de Constitución Europea, tuve el honor de pronunciar una conferencia en Las Palmas en defensa del voto afirmativo a la misma, que terminaba con estas premonitorios palabras pronunciadas por Víctor Hugo en 1848: "Llegará un día que todas las naciones del continente, sin perder su idiosincrasia o su gloriosa individualidad, se fundirán estrechamente en una unidad superior y constituirán la fraternidad europea. Llegará un día que no habrá otros campos de batalla que los mercados abriéndose a las ideas. Llegará un día en que las balas serán sustituidas por los votos". 

No dejemos que ese sueño perezca entre los europeos que duermen y los europeos que bostezan. Europa sí merece la pena.

Sean felices, por favor. Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt








Entrada núm. 2064
elblogdeharendt@gmail.com
http://harendt.blogspot.com
Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)

jueves, 1 de mayo de 2014

Otro mayo más...




La carga de los mamelucos (F. de Goya, Museo del Prado)



Escribo desde la euforia contenida y respetuosa, como no podía ser menos, de esos inolvidables 0-4 del Real Madrid al Bayern en Munich y del 1-3 del Atlético de Madrid al Chelsea en Londres, que lleva a dos equipos españoles, de una misma ciudad, a una final inédita en la historia de la "Champions". No es el fútbol un deporte que me apasione especialmente -en realidad no me apasiona ninguno y me gustan unos pocos, muy pocos- pero acontecimientos como este no se ven a menudo y conviene disfrutar los escasos momentos de alegría que la actual vida de zozobra continuada nos ofrece. 

Entre esos escasos momentos felices, en mi caso al menos, están los que me proporciona la lectura. Acabo de leer un estimulante librito de Fernando Savater, "Figuraciones mías", que espero comentar próximamente; otro de Catherine Pozzi, "Agnès" (Periférica, Cáceres, 2013), que fue un texto de culto en la Francia del primer tercio del pasado siglo, y ahora mismo estoy enfrascado con el "Karl Marx y la tradición del pensamiento político occidental seguido de Reflexiones sobre la revolución húngara" (Encuentro, Madrid, 2007), de mi siempre admirada Hannah Arendt.  

No comienza mal el mes de mayo, un mes especial, sin duda. Lleno de recuerdos entrañables y reminiscencias infantiles. La de mi concepción -de la que no guardo recuerdo alguno por razones obvias-; y la de los escolares meses del "Venid y vamos todos con flores a porfía, con flores a María, que madre nuestra es"... Y el de las Primeras Comuniones, la propia y las de los hijos. Pero la edad de la inocencia pasa inexorablemente con los años, y como el honor en los guardias civiles, una vez perdida, resulta imposible de recuperar.

Justamente en mayo de hace unos años comentaba en el blog que a mí el pasado no me producía melancolía o nostalgia. Que no era de los que dicen que "todo tiempo pasado fue mejor", pero, eso sí, que las conmemoraciones me ponían sentimental, quizá en exceso; quiza por culpa de llevar desde mi juventud una ordenada agenda en la que anoto cumpleaños, onomásticas, aniversarios y acontecimientos familiares y amigos de especial significado para mí.  

Mayo fue también, aquel mes de 1808 en el que el pueblo de Móstoles (Madrid), una localidad que no llegaba a los cien vecinos, escuchó el famoso bando de sus alcaldes llamando a la rebelión del pueblo español frente a la ocupación francesa. El aristócrata que lo redactó y los alcaldes que lo suscribieron, Juan Pérez Villamil, Andrés Torrejón y Simón Hernandez, no creo que fueran conscientes de la trascendencia que ese bando tuvo en la historia posterior de la Guerra de Independencia. Reelaborada o no esa historia con posterioridad, su llamamiento a la insurrección prendió una mecha que dio paso a un sentimiento nacional que no existía hasta ese momento, y que cuatro años más tarde daría lugar al nacimiento de la Nación española y a la primera Constitución liberal de Europa, esa misma de la que escribía hace unos días en el blog. Hoy me ha dado por pensar en los sucesos que ocurrieron en Madrid en mayo de 1808 y no tengo muy claro, de haberme encontrado en ese momento y en ese lugar, que hubiera hecho yo. ¿Me hubiera puesto del lado de las gentes de orden, afrancesados en su mayor parte, horrorizados por el tumulto del populacho? ¿De parte de esos madrileños cabreados por la chulería de los gabachos y el secuestro de lo que quedaba de la Familia Real y su traslado a Francia? ¿O como hicieron la mayoría de los madrileños me hubiera quedado en casa, asustado, y viéndolas venir?...

Unos años más tarde, en 1968, también en mayo, y con la madurez recien estrenada, me acometió el fervor revolucionario. Era, a mis 22 años, completamente feliz. El año anterior había terminado mi primera titulación universitaria; tenía un buen trabajo; me había traslado a vivir de Madrid, la que había sido mi ciudad durante diecisiete añosa Gran Canaria; me había casado con una compañera de trabajo, que sigue siendo la mujer de mi vida; y a cubierto de todo temor, asistía emocionado, a las revueltas estudiantiles de Berkely, en California, y en muchas otras universidades europeas que culminaron con la asonada casi revolucionaria de los estudiantes franceses de París que a punto estuvieron de acabar con la V República. No estuve allí físicamente pero casi. Al menos en espíritu, sí. De todo lo que se contó, se supo, se fabuló sobre Mayo del 68, me quedo con dos anécdotas: La primera, la película "Soñadores" (2003), de Bernardo Bertolucci, con una sensacional y espléndida Eva Green de la que los franceses -siempre tan suyos- dicen (o decían) que tenía los senos más hermosos del cine mundial; la segunda, el lema oficioso de la revuelta estudiantil, promulgado en la Universidad de la Sorbona por un genial publicista anónimo provisto de un aerosol: "Sous les pavés, la plage" (Debajo de los adoquines, está la playa)... La playa no apareció, pero los adoquines sirvieron para levantar una barrera infranqueable para la policía antidisturbios. Y cuando todo terminó, nunca más fueron repuestos... Por si acaso... ¿Qué queda en nosotros, casi setentones ya, de aquel espíritu de Mayo del 68? Me temo que nada, o más bien poco... Pero aun visto desde lejos, fue precioso.

Pues nada, bienvenido sea este nuevo mes de mayo. Y ahora, sean felices, por favor. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt






París, mayo de 1968




Entrada núm. 2062
elblogdeharendt@gmail.com
http://harendt.blogspot.com
Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)

miércoles, 30 de abril de 2014

Gran Canaria, entre dos fechas para la Historia: 24 de junio de 1478 y 29 de abril de 1483






Placa en el alcázar de Córdoba en recuerdo de la princesa Abenohara



A la memoria del profesor Antonio Antelo.

Hace unos días estuve de nuevo en la Real Sociedad Ecónomica de Amigos del País de Gran Canaria, la más antigua y señera de las sociedades civiles canarias, fundada en febrero de 1776 a instancia del obispo Cervera y bajo la protección del rey Carlos III. La razón de mi presencia, la de asistir al acto de presentación de la edición electrónica del libro "Crónicas de la conquista de Canarias", realizada por el historiador Carlos Álvarez con el patrocinio de la propia entidad.

Lamentablemente el acto resultó un tanto deslucido por el escaso público asistente pues coincidía con la retransmisión de un partido de fútbol de la "Champions", pero así son las cosas de la cultura y tampoco merece la pena lamentarse. Lo disfrutamos los que estábamos allí y basta. El libro puede descargarse libre y gratuitamente desde la página electrónica de la propia RSEAPGC. Yo no he sido capaz de hacerlo, incompetencia técnica personal, supongo.

¿Saben ustedes cuánto tiempo duró la conquista de Granada? ¿Y la del imperio mexicano? ¿O la del Perú? Todas ellas se realizaron en un lapso de cincuenta años, entre 1482 y 1533. La guerra de Granada duró diez años, las de México y el Perú, dos años cada una. La conquista de la isla de Gran Canaria, el ensayo general con banda, música y vestuario de lo que sería la de América, les llevó a los reyes de Castilla, doña Isabel y don Fernando, cinco años de guerra sangrienta. ¡Cinco años para derrotar a una población indígena de apenas unas decenas de miles de personas que vivían en el neolítico en un territorio de 1500 kilómetros cuadrados! Los castellanos quedaron tan impresionados por el valor y nobleza de sus adversarios que dieron a la isla el apelativo de la "Gran Canaria" con el que pasaría a la historia. Una historia, la de su conquista, que se mueve entre dos fechas, la del 24 de junio de 1478 y el 29 de abril de 1483. Ayer hizo 531 años de esta última. Y aunque casi todos los años por esas mismas fechas de abril y junio suelo escribir algo sobre dichas efémerides, y a ellas me remito, hoy voy a limitarme a transcribir lo que al respecto dice de aquellas jornadas el gran historiador canario Joseph de Viera y Clavijo (1731-1813), preclaro discìpulo de la Ilustración en las islas, en su magna obra "Noticias de la Historia de Canarias" (Cupsa, Madrid, 1978. Edición de Alejandro Cioranescu).

"Restituidos nuestros conquistadores al Real de Las Palmas, -dice sobre la jornada del 29 de abril de 1483- dejando atalayas y espías que avisasen de cualquier movimiento, no apartaron el pensamiento de los preparativos para la campaña próxima. El deseo de concluir aquella grande obra de la entera reducción de Canaria devoraba sin cesar a Pedro de Vera, y no se pasó mucho tiempo sin que hiciese una revista e inspección general de todas sus fuerzas, tanto de Europa como de islas. Halló que tenía más de 1000 hombres de armas; proveyose de las municiones, víveres y forrajes precisos y salió el 8 de abril de 1483 en alcance del enemigo, con resoiución de morir con sus tropas, antes que volver al Real de Las Palmas, sin haber sometido todo el país. Nuestro general estaba ya muy práctico en ese género de guerra, por decirlo así, de sofistería o cavilación que se hace en terrenos quebrados y montuosos.

Habían avisado los espías que el grueso de la nación canaria, compuesto por más de 600 hombres de pelea y 1500 mujeres con sus hijos, estaba refugiado a la sazón en el fuerte de Ansite, entre Gárdal y Tirajana, bajo la obediencia y apoyo del guanarteme Bentejuí y del faycan de Telde. Así, Pedro de Vera, acompañado del Obispo don Juan de Frías (que pocos días antes había llegado de Lanzarote a ser testigo de esta empresa), marchó derecho a ellos y fijo su campo a las faldas de aquel monte escarpado.

Pero entre tanto, como don Fernando Guanarteme [Nota del autor del blog: Tenesor Semidán, guanarteme (rey) de Gáldar, aliado de los castellanos. Su esposa, la guayarmina (princesa) Abenohara, estaba retenida en el alcázar de Córdoba, junto a los Reyes Católicos, como rehén.] conocía las intenciones sanguinarias del general y se condolía de la suerte que amenazaba a sus paisanos, pidió licencia para pasar a hablarles y, habiéndose acercado a ellos, no hizo otra cosa que mostrarles un semblante abatido y ahilado de muerte, en que se echaba de ver la angustia y el dolor. Los canarios por su parte levantaron también hasta el cielo la vocinglería y los sollozos, a cuyo espectáculo, esforzándose don Fernando a romper el silencio, les dijo anegado en lágrimas: "Hijos de mi corazón: yo os suplico tengáis piedad de vosotros. ¿Qué pensaréis adelantar con la terquedad? ¿Es posible que todavía tenéis arrojo para ser enemigos de los españoles? ¿Sacaréis alguna ventaja de que la nación y el nombre canario se acabe? ¿Qué más tendréis con que os gobierne ese joven que habéis aclamado como guanarteme, que obedeciendo al rey más poderoso del mundo? Abrid los ojos. Vosotros seréis bien tratados, libres, dueños de vuestros ganados, aguas y tierras de labranza, protegidos contra las demás potencias del mundo, ennoblecidos, doctrinados en las artes y ciencias, civlizados y cristianos, quer valer más que todo."

No pudiendo resistirse a este tierno razonamiento la muchedumbre atribulada, retumbó al punto por los valles circunvecinos la algaraza con que los bárbaros pedían rendirse a Pedro de Vera, aquel hombre tan terrible para la nación. Todos arrojaron al aire sus magados, dardos y tabonas e, hincados de rodillas, llamaron a don Fernando Guanarteme para ponerse entre sus manos. Pero así que observaron Bentejuí y el faicán de Telde [Nota de HArendt: Sumo sacerdote de Telde, el otro guanartemato (reino indígena) de la isla de Gran Canaria, que ocupaba el este y sur de la isla, mientras que el de Gáldar, dominaba el norte, centro y oeste de la misma] tan extraordinaria revolución, se abrazaron fuertemente el uno al otro y se precipitaron desde la eminencia de Ansite, repitiendo la regular exclamación: ¡Atis Tirma! [Nota de HA:Tirma era el nombre que los indígenas daban a la montaña sagrada  de su isla, Gran Canaria]. Se asegura que Bentejuí estaba para desposarse un día de aquellos con la joven guayarmina [Nota de HA: Margarita Semidán], hija de don Fernando (y heredera de los estados de Gáldar).

Luego que se fue serenando la conmoción, volvió este príncipe a nuestro campo, seguido de los suyos, y, trayendo del brazo a su hija Guayarmina y a su sobrina Masequera, las presentó al general dirigiéndole estas memorables palabras: "Unos isleños que nacieron independientes entregan su tierra a los señores Reyes Católicos y ponen sus personas y bienes bajo su poderosa protección, esperando vivir libres y protegidos." Pedro de Vera, el obispo, los oficiales, en fin, todo el ejército no creían lo mismo que miraban, pues es evidente que, a no haber sobrevenido en los ánimos aquella mutación prodigiosa, no se hallaban todavía los negocios en tan buen estado, y parecía preciso derramar mucha sangre antes de conseguir la última victoria.

En efecto, los canarios fueron recibidos con las más distinguidas demostraciones de placer; y, habiéndose abrazado recíprocamente ambas naciones, entonó el obispo el Te Deum, que prosiguió toda la tropa. Aconteció este suceso tan deseado como glorioso para nuestras armas, el 29 de abril de 1483, día de San Pedro de Verona por cuya circunstancia y la de llamarse Pedro el general se puso a toda la isla de la Gran Canaria bajo el patrocinio de aquel mártir.

Del campo de Ansite, tan feliz para Pedro de Vera, se volvió nuestro ejército, seguido de muchos canarios, al Real de Las Palmas, donde se ejecutó la entrada con todas las aclamaciones y las libertades de un triunfo. Y mientras los españoles se ocupaban en no sé qué vana admiración de sí mismos, subió Alonso Jáimez a la explanada del torreón y, tremolando el real estandarte que llevaba, dijo tres veces: "La Gran Canaria por los muy altos y poderosos Reyes Católicos, don Fernando y doña Isabel, nuestros señores, rey y reina de Castilla y de Aragón." Al día siguiente se celebró en la iglesia de Santa Ana una fiesta  de acción de gracias, en que dijo la misa el reverendo obispo, concluyéndola con una exhortación que pareció muy elocuente a los cristianos, y de la cual sólo entendieron los nuevamente conquistados y convertidos que ellos eran el asunto".

Un poco antes de ese relato, de nuevo Viera y Clavijo, en su obra citada, daba cuenta de lo ocurrido casi cinco años antes,  en la jornada del 24 de junio de 1478, en la que las tropas castellanas al mando del capitán Juan Rejón, que habían desembarcado en el puerto natural de Las Isletas, en el extremo nordeste de la isla, llegan hasta la desembocadura del Guiniguada y establecen allí un fuerte al que dan el nombre del Real de Las Palmas. Dice así:

"Libradas las referidas órdenes, se hicieron a la vela desde el Puerto de Santa María, a 28 de mayo de 1478, tres navíos bien pertrechados de municiones de guerra y boca, y surgieron en el de las Isletas de Canaria, a 24 de junio por la mañana. Aunque esta navegación fue de un mes, asegura Abreu Galindo que se hizo con próspero viento. Y habiendo desembarcado la tropa en aquel arenal, sin que hubiese quien la inquietase, fue la primera obra en la que se ocupó la de cortar algunos ramos de palma, con los cuales se formó una gran tienda, a cuya sombra erigieron un altar. Como era día de San Juan Bautista, celebró la misa el dean Bermúdez; y todos los soldados la oyeron devotamente, pidiendo a Dios con las armas en la mano les favoreciese en el exterminio de aquella pobre nación que iban a invadir. Después hizo marchar su gente el general Rejón hacia el territorio de Gando, con la mira de reedificar la torre que habían construido los Herrera y fortificarse en sus contornos; más habiendo llegado al barranco o rio de Guiniguada, donde está la ciudad de Las Palmas, se presentó repentinamente al ejército una mujer anciana, vestida al uso del país, la que en buen castellano dijo a los nuestros que adónde iban; que el territorio de Gando quedaba todavía lejos y el camino era fragoso; que hallándose con avisos del desembarco, el guanarteme de Telde andaba acaudillando sus súbditos, y que aquel sitio de Guiniguada era un lugar más fuerte, inmediato al mar, bien provisto de agua y de leña, cubierto de palmas, álamos, dragos e higuerales y el más propio para trazar un campo, desde donde se podría recorrer toda la isla.

Como estas advertencias eran tales, que el general español no debía haber esperado a que una mujer canaria se las hiciese, al instante la tomaron por guía y fijaron el campo en el paraje que ella les señalaba. Pero apenas habían hecho alto las tropas y empezaban a levantar sus tiendas, se desapareció la canaria incognita con admiración universal, Juan Rejón, que sin ser escrupuloso era devoto de Santa Ana, se persuadió o quiso persuadir a los otros que la madre de María Santísima, bajo la figura de aquella buena mujer, había descendido del cielo a dirigirle en el primer paso de su campaña; por tanto, dio orden para que se edificase allí una iglesia con la advocación de Santa Ana, cuyo patronato se ha conservado siempre.

La noticia de esta piadosa creencia (que también pudo ser estratagema política de Rejón para animar sus tropas) es de fray Juan Abreu Galindo; pero los demás escritores o la omiten o la reducen a circunstancias más regulares. Estos sólo dicen que habiendo sorprendido las espías españolas a cierto isleño anciano que pescaba en la ribera del mar, les dio aquel saludable consejo, sin añadir que el anciano se desapareciese ni que le tuviesen por ningún santo los cristianos que le cogieron.

Como quiera que fuese, no hay duda que se formó el campo español en las márgenes del Guniguada; a una legua corta del puerto; que lo fortificaron con una gran muralla de piedra y troncos de palma; que se construyó un torreón y un largo almacén para las provisiones; que se intituló, desde luego, el "Real de Las Palmas", a causa de la gran copia que había de ellas, todas frondosas y eminentes, y que se edificó la pequeña iglesia de Santa Ana, ermita ahora de San Antonio Abad".

Hasta aquí el relato de Viera y Clavijo sobre las dos fechas más significativas de la historia de Gran Canaria. Ahora, sean felices, por favor. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt





"Lady Harimaguada", de Martín Chirino (Las Palmas de GC)




Entrada núm. 2061
elblogdeharendt@gmail.com
http://harendt.blogspot.com
Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri

jueves, 24 de abril de 2014

Una paradoja irresoluble (al menos para mí)




http://lasteologias.files.wordpress.com/2008/10/aquiles-tortuga.jpg
Aquiles persiguiendo a la tortuga



El Diccionario de la Real Academia Española da la siguiente definición del término "paradoja": Del latín "paradoxus", y este del griego "παράδοξος": 1. Idea extraña u opuesta a la común opinión y al sentir de las personas; 2. Aserción inverosímil o absurda, que se presenta con apariencias de verdadera; 3. Figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción. Mira al avaro, en sus riquezas, pobre

En el siglo IV a.C., el filósofo griego Zenón de Elea, se hizo famoso planteando una serie de paradojas. Una de las que más interés despertó durante siglos fue la de "Aquiles y la tortuga". Dice así: Aquiles, llamado "el de los pies ligeros" y el más hábil guerrero de los Aqueos, quien mató a Héctor, decide salir a competir en una carrera contra una tortuga. Ya que corre mucho más rápido que ella, y seguro de sus posibilidades, le da una gran ventaja inicial. Al darse la salida, Aquiles recorre en poco tiempo la distancia que los separaba inicialmente, pero al llegar allí descubre que la tortuga ya no está, sino que ha avanzado, más lentamente, un pequeño trecho. Sin desanimarse, sigue corriendo, pero al llegar de nuevo donde estaba la tortuga, ésta ha avanzado un poco más. De este modo, Aquiles no ganará la carrera, ya que la tortuga estará siempre por delante de él.

No soy Zenón de Elea; a lo sumo, un aprendiz de todo, que no domina ni tan siquiera los rudimentos de la ciencia filosófica y menos aun la matemática, pero me gustaría plantearles a ustedes una paradoja que se me suscitó a mí mismo hace mucho tiempo, y que no he sabido resolver. Es la siguiente: Un niño nacido en el año 2000, considerando que el plazo de tiempo entre una una generación y otra fuera de 25 años. tendría 2 padres que habrían nacido en 1975, sus 4 abuelos en 1950, los 8 bisabuelos en 1925 y sus 16 tatarabuelos en 1900.

Con esa progresión geométrica, en 1800 sus ascendientes directos serían 256; en 1700, 4096; en 1600, 65.536; en 1500, 1.049.376; en 1400, 16.790.016; en 1300, 268.640.256; en 1200, serían 4.301.444.096; y en 1100, ¡ni les cuento!... Es imposible de todo punto que entre los años 1175 y 1200 de nuestra era hubieran vivido en nuestro mundo 4.301.444.096 de seres humanos, antecedentes directos de ese niño nacido en el año 2000 d.C. Es, evidentemente, una paradoja, pero... ¿alguno de ustedes puede explicarme dónde está el error? Les aseguro que me harían muy pero que muy feliz...

Sean felices, por favor. Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt










Entrada núm. 2057
elblogdeharendt@gmail.com
http://harendt.blogspot.com
Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri