Estatua de Galdós en Las Palmas de G.C. (Pablo Serrano, 1969)
Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que acaban de cumplirse 173 años, voy a ir subiendo al blog a lo largo de los próximos meses su copiosa obra narrativa, que comencé hace unos días con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió.
Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912.
Los duendes de la camarilla es la tercera novela de la cuarta serie de los Episodios nacionales. El título hace referencia a los miembros de la camarilla de Isabel II, vistos como figuras intrigantes por el autor, y deja de lado la historia de José Fajardo para centrarse en la de un nuevo personaje, Lucila alias "Cigüela", que vive clandestinamente con su novio Bartolomé, "Tolomín", a causa de las ideas progresistas de éste y su participación en los sucesos del 48 está perseguido por el gobierno de Narváez, y tiene como amiga a Domiciana, una religiosa exclaustrada con importantes amistades dentro de la corte. En el presente episodio Galdós describe a las clases bajas españolas de la época, las tensiones políticas entre y dentro de los mismos, la corrupción en las altas esferas y la influencia de la "camarilla real", con miembros tan destacados como sor Patrocinio, "la monja milagrera".
Sor Patrocinio y la reina Isabel II
Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt
Entrada núm. 3225
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)